Tengo entre mis economistas actuales preferidos a Rafael Doménech, catedrático de la Universidad de Valencia y experto del BBVA Research. Su libro sobre la Disrupción Digital es el último que he regalado antes de este momento de RSP, Responsbilidad Social Personal (ya sabes que no me gusta llamarlo confinamiento ni aislamiento, porque aquello de que la persona desdichada se centra en lo que le falta y la persona feliz, en lo que aporta).
Pues bien, el profesor Doménech ha escrito hoy en El Confidencial una Tribuna, Una crisis profunda pero con una persistencia evitable. Te animo a que lo leas. Cada semana en esta situación nos cuesta 2 puntos del PIB. Nos cuenta lo que está haciendo el gobierno alemán: ‘Un escudo protector para empleados y empresas’, “conjunto de medidas flexibiliza los requisitos de acceso a los complementos salariales para compensar la reducción de las horas trabajadas (‘Kurzarbeitergeld’), que tan buenos resultados dio en 2009, y proporciona, de manera ilimitada, liquidez a las empresas difiriendo el pago de impuestos y mediante préstamos y garantías públicas a las empresas”. Una medida nacional, no de la Unión Europea. Entretanto, la Reserva Federal de EE UU riega de dólares el mundo y baja los tipos de interés al 0%. Y como el gobierno de España tiene muy poca capacidad de maniobra por su abultado déficit, el 90% de lo que propone no tiene coste para él (crónica de Javier Jorrín en el mismo diario). Gracias, Rafael Doménech, por explicarnos tan bien lo que está pasando en la economía nacional y mundial.
Adaptación hedónica y Dirección por Objetivos. Desde el punto de vista de la Felicidad, resulta esencial comprender que las personas nos acostumbramos rápidamente a todo, sea bueno o malo.
“La adaptación hedónica significa que los seres humanos son notables en acostumbrarse a los cambios en sus vidas. Esta adaptación evolutiva tal vez esta relacionado con nuestro cableado cerebral, así que todos nosotros nos acostumbramos a lo familiar.” (Lyubomirsky, 2013).
Por tanto, en estos momentos de RSP (Responsabilidad Social Personal, #QuédateEnCasa) podemos echar de menos un paseo, estar con seres queridos, viajar… y nos acostumbramos a la situación. Normal, afortunadamente. Así somos. Sin embargo, podemos hacer como el barón de Munchhausen (me encanta esta metáfora de José Antonio Marina, de sus primeros libros allá por principios de los 90), sacarnos del lago tirándonos del pelo, y cumplir en apenas un mes nuevos objetivos: estar más en forma (alimentación y ejercicio físico), organizarnos mejor (las finanzas, la casa, las actividades), escribir un libro nuevo (como muchos me estáis sugiriendo), llenar la mente y el corazón de una manera mejor. Recordemos que demos marcarnos Objetivos SMART (Específicos, Medibles, Alcanzables, Retadores, Temporales), o mejor, como nos enseña Rubén Turienzo en ‘Haz que suceda’ SMARTER (además, Ecológicos y Responsables).
Gracias, Ruby, por tu espléndido método. Renovar nuestros objetivos es lo que estoy recomendando a mis pupil@s de Coaching Estratégico, vari@s de ell@s CEOs que han de inspirar a sus organizaciones en momentos especialmente difíciles.
¿En qué han cambiado mis hábitos? El tiempo que dedicaba a la movilidad (en la ciudad, AVEs o aviones) lo he cambiado por una ópera. De momento, Carmen desde la Ópera de Viena (1978), dirigida por Carlos Kleiber y diseñada por Zefirelli con Elena Obrtzsova como Carmen y Plácido Domingo como Don José.
Y ‘La Bohème’ de Puccini, desde La Scala de Milán. ¡Qué maravilloso aprovechar estos días para poder disfrutar de 15-20 de las mejores óperas de la historia!
Fue precisamente mediante las óperas como conocí a RamónGener (‘This is Ópera‘, 32 programas que puedes ver en la web de RTVE). Ahora le sigo con su colección de libro + DVD ‘This is Art. Los artistas a través de las emociones’. El último, sobre Johannes Vermeer y el Deseo. “Creo que estaba profundamente seducido por la figura femenina, por esa mirada tan juvenil y viva de La joven de la perla‘ (Valeriano Bozal, historiador del arte, 2002).
Johannes Vermeer (1632-1872) es, junto con Rembrandt y Rubens, el gran pintor del Barroco holandés. Suyas son La lechera (1657-1660), en el Rijksmuseum de Amsterdam; la Vista de Delft (1660-1663) en el Maueitshuit de La Haya, El Arte de la Pintura (1666-1669) en el Kulturhistorische de Viena; Una dama escribe una carta con su sirvienta (1670-1671) en la National Gallery de Dublín…
y por supuesto La joven de la perla (1665-1667), también en La Haya, en el Mauritshuis. Vermeer fue marchante como su padre, sólo hacía obras por encargo (2-3 al año, para mantener a sus 11 hijos) y nos quedan, de los 45 cuadros que creó, 35 de ellos. Murió de repente a los 43 años.
¡Ay, el Deseo! Término en latín (desiderium) que proviene de “sidus, sideris”, estrella; movimiento afectivo hacia algo que apetece. Ramón Gener nos lleva por el deseo como fuerza positiva del Eros, la lámpara de Aladino (Las mil y una noches, siglo X), San Pedro de Cervatos “la catedral del erotismo” (1129), El Decameron de Bocaccio (1351-1353), el mayor de los amantes, Giacomo Casanova (Historia de mi vida, 132 conquistas amorosas), Ingres, Courbet, Tennesee Wiliams (Un tranvía llamado Deseo, 1948), Mapplethorpe o Lars Von Trier (Nymphomaniac, 2013). Iconografía de serpientes, genitales, dragones, orquídeas…
Creo que pocos han captado el Deseo de forma tan poética como Garcilaso de la Vega en su Soneto V.
“Escrito está en mi alma vuestro gesto, y cuanto yo escribir de vos deseo; vos sola lo escribisteis, yo lo leo tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto; que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma mismo os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir, y por vos muero.”
Estamos a unos pasos de la llegada de la Primavera (“mi corazón espera,/ también hacia la luz y hacia la vida,/ otro milagro de la primavera”, Don Antonio Machado, ‘A un olmo seco’), entre San Patricio (en irlandés, Lá Fhéile Pádraig, símbolo de evangelización y de trinidad) y San José (símbolo de paternidad responsable). Aprender, reverdecer, crecer.
Ayer en el Blog de About My Brain, en inglés, se publicó mi entrada ‘The virus that has reset Capitalism’. Mi profunda gratitud a Silvia y Relmi Damiano, así como a todo el equipo de About My Brain, el Instituto con la más poderosa herramienta de medición científica del Liderazgo (el i4 NeuroModel) de todo el planeta.
En España, el periódico digital que dirige Amancio Fernández ‘Diario abierto’ tuvo a bien publicar la versión original, en castellano, de ‘El virus que reseteó el capitalismo’. Mi gratitud a todos los profesionales de este periódico, con uno de los periodistas con mayor experiencia en prensa económica al frente.
En fin, si hasta ahora no has tenido oportunidad de haber leído este artículo, quiero compartirlo contigo aquí. Esta es la versión completa de El Virus que reseteó el Capitalismo.
“Hagamos un ejercicio de ciencia-ficción. Imaginemos que estamos en el 51º Foro Económico Mundial en Davos, del martes al viernes de la tercera semana de enero de 2021. El año anterior, 21-24 de enero de 2020, el tema fue el Capitalismo Mutidimensional (Stakeholders Capitalism). Se trataba de pasar de la maximización del beneficio para el accionista (shareholder), como propuso el premio Nobel Milton Friedman, a trabajar para todos los grupos de interés. Y lo iniciaron los dos “triunfadores” de las ediciones de 2018 y 2019, el presidente de los Estados Unidos Donald J. Trump (que expuso eufóricamente sus logros económicos) y la activista social sueca Greta Thunberg, que se quejó de que su llamada de 2019 “La casa está en llamas” no se había tomado en serio y nos advierte de que “la naturaleza no negocia”. Ninguno de los 3.500 líderes congregados en Suiza a principios de 2020 advirtió del peligro del Coronavirus, a pesar de que ya se había detectado en Wuhan, China tres semanas antes (31 de diciembre de 2019). Seguro que en enero de 2021 en Davos no se hablará de otra cosa, de las lecciones supuestamente aprendidas, de cómo el Capitalismo se ha reseteado y mutado de una vez en Talentismo.
Para muchos expertos, el Covid-19 ha sido un “cisne negro” (concepto creado por Nassim Nicholas Taleb en 2001 para referirse a un suceso altamente improbable que finalmente sucede). En realidad, se trata de un “Rinoceronte Gris” (Gray Rhino), tal como lo describió la analista Michelle Wucker en 2012 para referirse a la crisis de Grecia. Se veía venir, de una u otra forma. La propia Wucker ha declarado que el Coronavirus es un suceso de alta probabilidad y alto impacto. Una pandemia obvia, visible, que ha llegado a nosotros con un impacto de alto potencial y consecuencias altamente probables. Es una respuesta zoonética (transmisión de animales a humanos) a la Globalización 4.0. Así se comporta Gaia con quienes tratan de mancillarla (porque “la Tierra va a sobrevivir”, Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas).
El Coronavirus ha sido como un “examen sorpresa”, de esos que nos ponían en el colegio o en el instituto, sobre la Transformación Digital. Mucho se hablaba de la digitalización, de los robots haciéndolo todo (el 29% de la actividad económica en 2018 y presumiblemente del 42% en 2020), de la ley de la Singularidad (el momento en el que las máquinas serán más “inteligentes” que las personas, según el visionario Ray Kurzwell, allá por 2040). Todas las empresas hablando de Transformación Digital y en realidad menos del 20% de ellas la han aprovechado. En nuestro país, España, menos del 5% de los trabajadores (posiblemente un 3%) estaban tecnológica y mentalmente preparados para el e-working; en los países nórdicos, la cifra podría alcanzar al 25% de los profesionales. No hay madurez digital, sino todo lo contrario. TecnoTalento: personas que están habituadas a poder trabajar desde cualquier sitio (el 80% quiere hacerlo), a poder aprender online (desde el año 2000, la formación vía internet se ha multiplicado por 9, si bien los grados son menos del 10% y los masters menos del 25%) y a poder comprar por internet (en los productos frescos es menos del 1% del consumo). La punta de lanza de la Empleabilidad. En palabras de Warren Buffet, el mayor inversor del mundo, “cuando baja la marea es cuando se ve quién lleva el bañador”. Quien aprovecha la tecnología como trampolín de su talento o meramente como entretenimiento.
En mi libro ‘Del Capitalismo al Talentismo’ (2012) hablaba de una nueva era en la que el Talento es más valioso que el Capital, como nuevo motor de la Economía. Un nuevo tiempo que significaba la muerte para tres instituciones históricas: las universidades, los partidos políticos y los medios de comunicación. No dije que desparecerían sin batallar. De hecho, el populismo se ha alimentado desde las universidades, fundando partidos políticos apoyados por los medios de comunicación (la ultraderecha está en el otro extremo: nada académica, personalista y con los medios como enemigos). El virólogo más importante del mundo, el belga Peter Piot (que descubrió el SIDA) ha comentado que el Covid 19 es mucho peor que el ébola por su capacidad de contagio. Sin embargo, la actuación de estos tres estamentos ha sido en general lamentable. Los medios de comunicación están difundiendo el miedo (un contagio que agrava el Coronavirus, porque se hace muy difícil separar las “fake news” de la información real), las universidades meramente reaccionan (¿no las financiamos para investigar?) y la respuesta política está siendo (salvo excepciones) cortoplacista, tendenciosa y partidista, sin grandeza ni amplitud de miras. Frente a la conexión global necesaria, la gobernanza del planeta, los tres continentes han aplicado políticas dispares, lo que Xavier Ferràs, experto en Innovación y profesor de ESADE, ha llamado las 3 D: Disciplina en Asia (como corresponde a su cultura milenaria), Descoordinación en Europa (una Unión más económica y burocrática que otra cosa) y Darwinismo social en Estados Unidos y Brexit. Los chinos hicieron su cuarentena y ahora apoyan a esta Europa que sufre el colapso (el papel de EE UU en la I y II Guerras Mundiales, que les dio la hegemonía); Donald Trump y Boris Johnson consideran que se trata de un “virus extranjero” y prefieren mantener el sistema económico a cambio de unas cuantas vidas (la Inteligencia Artificial que maneja The Economist asegura que eso le dará la presidencia a Joe Biden).
En general, las autoridades se han apuntado a “allanar la curva” (flattering the curve), como propuso en Twitter el microbiólogo neozelandés Siouxsie Wiles con un dibujo de Toby Morris (en sus primeros cinco días, 4’5 millones de retuits). Está basado en el paper “Interim pre-pandemic planning guidance: community strategy for pandemic influenza mitigation in the United States: early, targeted, layered use of nonpharmaceutical interventions”, del CDC en 2007. Si la gente queda confinada en casa, el contagio se reduce. Eso sí, a un coste brutal para el conjunto de la economía, tanto desde la demanda (consumidores) como desde la oferta (trabajadores). Matar moscas a cañonazos, aunque tal vez no quede otra.
Christine Lagarde, la economista francesa que dirige el Banco Central Europeo y ha liderado con anterioridad el Fondo Monetario Internacional, nos ha advertido que esta crisis de 2020 puede ser similar a la de 2008. En este caso, de enfriamiento de la economía (slowdown economy). Esta vez no vale con salvar a los bancos y bajar los salarios. Frente al “sálvese quien pueda” tan propio del capitalismo salvaje, el Liderazgo consciente, la cooperación a escala global y la utilización de la ciencia (para empezar, con la medición objetiva del Liderazgo). “Ningún líder occidental ha dicho la verdad, quizá por ignorancia, quizá por miedo a la realidad, quizá por miedo a la pérdida de popularidad” (Xavier Ferràs).
Aprendamos de quien mejor lo ha hecho en esta crisis: Corea del Sur. Un país en verdadera Transformación Digital. Tuvo el primer caso el mismo día que Estados Unidos, el 20 de enero. Con más de 50 millones de habitantes, ha distribuido una app a todos sus ciudadanos que permite controlar la temperatura del cuerpo humano. Si hay fiebre, se realiza la prueba (no se derrocha inútilmente). Si resulta positiva, queda en cuarentena; están geolocalizados para comprobar que no se mueven. Si aparece un cluster, la zona se aísla. 196.000 pruebas (en EE UU, 4.300 porque son carísimas). 8.000 casos en Corea y tan solo 66 fallecidos. Datos para la información, responsabilidad como adultos (no como los adolescentes malcriados que nos suelen tomar los políticos) y disciplina social en democracia. En su lugar, Trump declaró el estado de emergencia nacional y propuso 50.000 millones de dólares en fondos federales.
Cuando escribo estas líneas (mediados de Marzo), el Director General de la Organización Mundial de la Salud, que ha proclamado la pandemia, ha señalado que hay 118.000 casos en 114 países y 4.291 personas han perdido la vida (la mayor parte de ellas, gente de edad con problemas respiratorios). Hay ocho prototipos de vacuna, 80 tipos de pruebas con antivirales y más de 150 artículos científicos sobre el tema.
Sí, este bichito ha transformado la realidad económica en una nueva recesión, ha declarado vencedora a China en su guerra comercial con Estados Unidos (la democracia debe transformarse seriamente para no convertirse en mero espectáculo) y el Liderazgo (como Talento para influir en los demás) es más valioso que nunca. Tomemos nota.”
De lo que he leído en los últimos días, te recomiendo especialmente:
Respecto a la Economía, el artículo de Emilio Ontiveros (@ontiverosemilio), catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, ‘Sin contemplaciones‘ (El País, 17 de marzo). “Los gobiernos deben poner todo de su parte para evitar un bucle diabólico como en 2012”.
También ligado a la Economía, la Tribuna de Rafael Domenéch (@rdomenechv), catedrático de la Universidad de Valencia y Head of Economic Analysis de BBVA Research ‘Una crisis profunda pero con una persistencia evitable‘ (El Confidencial, 17 de marzo). “El reto es adoptar medidas bien diseñadas para que la caída sea lo más temporal y lo menos persistente posible, y recuperar la senda de crecimiento anterior a la crisis del coronavirus”.
Desde la Innovación, el post de Xavier Ferrás (@XavierFerras), profesor de ESADE, ‘La Naturaleza no negocia‘, en su blog Innovación 6.0 Un dodecálogo de pensamientos valiosos sobre el coronavirus.
En términos sociológicos, la entrevista en La Vanguardia (17 de marzo) de Pedro Vallín al filósofo Daniel Innerarity: “No estamos ante un contagio, sino en medio de una sociedad contagiosa“. El marco es que “el mundo se define hoy por bienes y males comunes más que por intereses exclusivos”.
En términos políticos, la entrevista de Antonio Salvador, redactor de El Independiente, a José Antonio Marina: “Esta crisis proporcionará argumentos contra el nacionalismo y el ultraliberalismo” (El Independiente, 14 de marzo). “De la misma manera que el centauro tenía un cerebro humano en un cuerpo no humano, ahora tenemos que intentar que ese ‘cuerpo’ electrónico cada día más poderoso se mantenga también bajo el control de la inteligencia individual”. Tenemos muchas ganas de leer su próxima obra, ‘Proyecto Centauro’. “Occidente carece en este momento de potencia filosófica para enfrentarse a las ideas de China; eso es peligroso”.
Para nuestra Estrategia Personal (salir fortalecid@s personal y profesionalmente tras el Covid 19), la entrada en el Blog de Andrés Pérez Ortega (el padre de la Marca personal), ‘Crisis, la parte de la Estrategia Personal que preferiríamos evitar‘. Es el momento de gestionar más eficientemente nuestros recursos, buscar alternativas (monetizar más y mejor) y prepararnos conscientemente para cuando todo esto acabe.
Y desde nuestro desarrollo personal, el último post de Marta Grañó, profesora de ESADE y de la Universitat de Lleida, experta en innovación, emprendimiento y “maternidad multitasking”, ‘Hacer lo que hay que hacer‘. “Frenar de repente el ritmo suena extraño, acostumbrados como estamos a no parar. Sin embargo, se impone la prudencia”.
Responsabilidad Social Personal. Hemos de quedarnos en casa, alejados unos de otros, para conseguir juntos vencer al Coronavirus. Reducir el “pan y circo” (no hay fútbol ni otros espectáculos, queda la tele), disfrutar de la convivencia con algunos seres queridos y echar mucho de menos a quienes no están en casa, tener ganas de abrazar y de besar a las personas por las que sentimos profundo afecto. Cuando esto acabe, lo vamos a valorar mucho más, estoy seguro.
En circunstancias mucho más adversas que estas, como fueron los campos de concentración, el psiquiatra judío vienés Víctor Frankl se propuso APRENDER ALGO. De ahí su imprescindible ‘Man search for meaning’ (El hombre en busca de sentido). Él nos enseñó que la Felicidad no proviene de una vida completa de comodidades, sino de retos por los que merece “la alegría” luchar.
Respecto a los temas musicales, quiero elegir dos que ayer Virginia Díaz (@VirginiaDiazR3) eligió en su ‘Cachitos’ (La 2) sobre el #WomanPower (gracias una vez más, Virginia, por un programa sensacional).
‘Simply the Best’ de Tina Turner (versión con letra). “Give me everything I need”.
Y el ‘Respect’ de Aretha Franklin, en su versión original de 1967. ¡Qué dos grandes luchadoras, Tina y Aretha! “R-E-S-P-E-T-O. Averigua lo que significa para mí”.
Una canción de Otis Reding (1965) compuesta para que la cantaran hombres: la historia de un cantante que volvía a casa después de una gira y su esposa le trataba con indiferencia. Aretha, la Reina del Soul, tomó una canción lastimera y mediocre y la convirtió en el himno que nos emociona.
Seguro que tras este “virus que reseteó el Capitalismo” encontramos mayor RESPETO de un@s por otr@s.
¿Seremos capaces de aprender mas que nunca en estos días de RSP (Responsabilidad Social Personal) por el Covid-19?
Ayer por la tarde disfruté mucho del #CompolCoronavirus #2, Liderazgo en los tiempos del Coronavirus, un evento online a través de YouTube liderado por el consultor político y periodista Juan Ríos (@JRivers85) con cuatro figuras de la ComPol (Comunicación Política): Imelda Rodríguez Escanciano (@irescanciano), Rectora Magnífica de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, Miljana Micovic (@MiljanaM), jefa de estudios de Next Education, Fran Carrillo (@francarrillog), Portavoz adjunto de Cs en el Senado y en el Parlamento de Andalucía y el asesor Rafa Rubio (@RafaRubio), que ha trabajado en más de 30 campañas electorales (entre ellas las de Rajoy y las dos de Pablo Casado en 2019). 662 personas, un buen auditorio, estuvimos escuchando aportaciones muy interesantes como el “modelo de la estrella de cinco puntas” (Macron, Merkel, Conte, XiJipin y Trump) en el que pudo inspirarse inconscientemente el presidente del gobierno español o la conexión entre la ComPol y el Liderazgo, entendido como “talento para influir en los demás”, así como el papel de la emocionalidad y el contraste entre promesas y hechos. Un excelente debate. Mi gratitud a Juan Rios y a sus invitados; ojalá los programas televisivos (ahora que estamos en récords históricos de TV) tuvieran la mitad de calidad que éste.
A las 9 pm, discurso de SM El Rey Felipe VI, Jefe del Estado. Puedes verlo, o volver a verlo, aquí.
Impecable. En 7′ 15”, en la segunda vez en la que se dirige a la nación por motivos excepcionales (la primera fue tras el referéndum ilegal del 1-O), siete conceptos que recordar:
Realismo: “Estamos haciendo frente a una crisis nueva y distinta, sin precedentes, muy seria y grave, que pone en riesgo nuestra salud en cada rincón de España. Pero también, y de forma muy traumática, altera y condiciona nuestras costumbres […] También es una crisis que estamos combatiendo y que vamos a vencer”.
Aliento: “Lo primero que quiero hacer es enviar todo mi cariño y afecto, junto a la Reina y nuestras hijas, a tantas familias en toda España que desgraciadamente han sufrido la pérdida de alguno de sus seres queridos”.
Gratitud: “Sabíamos que tenemos un gran sistema sanitario y unos profesionales extraordinarios; a ellos quiero dirigirme ahora: tenéis nuestra mayor admiración y respeto, nuestro total apoyo”.
Aplauso sincero: “Nunca os podremos agradecer bastante lo que estáis haciendo por vuestro país. No os puede sorprender que desde las casas de toda España se oiga un aplauso emocionante y sentido. Un aplauso sincero y justo, que estoy seguro que os reconforta y anima”.
Adaptación: “Ahoratenemos que resistir, que aguantar y tenemos que adaptar nuestros modos de vida […] Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo coon nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean”.
Orgullo: “Esta es una crisis temporal. Un paréntesis en nuestras vidas. Volveremos a la normalidad […] Recuperaremos la normalidad de nuestra convivencia, la vida en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades; la economía, los puestos de trabajo, nuestras empresas… España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza […] Hemos pasado por situaciones muy difíciles, muy graves; pero, como las anteriores, esta también la superaremos. Porque España es un gran país. Un gran pueblo que no se rinde”.
Victoria: “Este virus no nos vencerá. Al contrario. Nos va a hacer más fuertes como sociedad”.
Soy consciente de la actual polarización política en España, como en la mayor parte de los países democráticos. Desde la visceralidad (brillantemente analizada por Jonathan Haidt en La Transformación de la Mente Moderna) a muchos republicanos les costará encontrar el Liderazgo en el Discurso del Rey Felipe VI y a muchos monárquicos su simpatía por la Corona les cerrará el pensamiento crítico. Sin embargo, considero que es un gran discurso y podemos aprender mucho de él.
Frente al Covid 19, el Coronavic 20 (Con la “Vic” de Victoria): La doble C de Confianza y Compromiso, la O de Orgullo (los motivos por los que sentirnos orgullos@s), la R de Realismo (Crisis) y de Reconocimiento (Gratitud), la O de Orden (Disciplina: lo que hemos de hacer), la N de Naturalidad (sin estridencias emocionales y viscerales), la A de Adaptación (de esta Crisis saldremos más fortalecid@s si la aprovechamos desde el Talento).
CoronaVic 20. ¿Están los líderes de tu organización comportándose así, inspirando e integrando desde la imaginación e intuición (el #i4NeuroModel de Silvia Damiano)? ¿Estás TÚ como líder fomentando en tus discursos y comportamientos la Confianza y el Compromiso, el Orgullo de pertenencia, el Realismo y el Reconocimiento, la Naturalidad y la Adaptación. Para la Victoria, porque de esta salimos ganadores (la grandeza humana) o perdedores (la miseria moral).
Hoy, además de avanzar con clientes desde casa (se exige mucho al Liderazgo estos días y l@s coaches hemos de “estar ahí”) y de seguir estudiando mis dos cursos de Coursera: ‘Inspiring Leadership through Emocional Intelligence’ con Richard Boyatzis (Case Western Reserve) y ‘Aristotle and his sucessors’ con Susan Sauvé Meyer (Penn, Universidad de Pensilvania). Tengo que terminarlos antes de que acabe el mes.
Y esta tarde, otro gran momento de Aprendizaje, con mayúscula. Carmen Pellicer (@carmenpellicer_), presidenta de la Fundación Trilema, directora de ‘Cuadernos de Pedagogía’ y Ashoka Fellow, impartirá a las 16 h desde el canal de YouTube de Trilema ‘El desafío de aprender hoy’. #TrilemaEnCasa
Tenemos clase de lunes a viernes a las 16 h. Y después, sesión de Estrategia Personal con el maestro Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal). Porque si no diseño y ejecuto mejor mi Estrategia personal ahora, ¿cuándo lo haré?
Un día del Padre muy feliz, con mi hija Zoe en casa. Mi admiración a los padres en San José. Y mi recuerdo a papá, que me ha hecho en mucho ser como soy. Gracias infinitas.
El tema de hoy, ‘Contigo aprendí’ de Armando Manzanedo, no en la versión de Luis Miguel (que me encanta) sino en la de Melissa Hicks (@melihicks), la voz más dulce de Paraguay.
“Contigo aprendí/ que yo nací el día en que/ te conocí”
Another day of sun (Otro día de sol), como la canción que abre la película musical ‘La La Land’, ahora que el gobernador de California (40 millones de habitantes) ha declarado la cuarentena en el Estado, una medida similar a las de Italia (que ya ha superado el número de fallecimientos por Covid 19 de China) y España. “Si nos critican, que sea por habérnoslo tomado en serio“, ha declarado el Gobernador Gavin Newson.
En California ya hay mil casos confirmados y 19 fallecidos; en el conjunto de los EE UU, 13.200 infectados y han fallecido 200 personas. Con 416 hospitales, este Estado (con un PIB similar al Reino Unido) puede atender a 87.000-97.000 pacientes. Si se infecta al 56% de la población y de ella el 20% necesita hospitalización, imagínate el caos. La previsión es que la crisis dure en California 8 semanas. Argentina también ha decidido ayer la cuarentena.
El alcalde de Los Ángeles (La La Land), Eric Garcetti, fue el primero que en Estados Unidos impuso la cuarentena y apela a la Responsabilidad individual. Ya sabes que no me refiero a la situación actual como confinamiento ni aislamiento, sino RSP (Responsabilidad Social Personal) y ese concepto es el que he utilizado en un pequeño artículo para los socios de APD hace un par de días: “Es el momento de la RSP“. Gracias, Loreto y Alba, por contar conmigo en estos días difíciles.
¿Estamos preparados para el teletrabajo? Evidentemente, muy poc@s de nosotr@s lo estamos. Especialmente las “buenas madres” que trabajan tanto en casa como fuera de ella y ahora tienen que conseguir que sus hij@s no pierdan el año académico (como decía ayer la gran Carmen Pellicer en el weminar de las 16 h de la Fundación Trilema, “no se trata de las notas, sino del aprendizaje”). Me estoy acordando del último libro de la profesora Marta Grañó y de que los hijos son más felices cuando sus madres lo son.
“Trabajar fuera tiene un impacto muy positivo dentro”, dice la profesora Granó en la contraportada del libro. Y lo tiene ahora, porque las “buenas madres” están siendo un ejemplo de iniciativa, seguridad en sí mismas, orientación a sus hijos, learnability… Liderazgo en suma. Gracias por vuestra labor.
En ‘Diari de Tarragona’ hace tres días Rafael Servent se hacía precisamente esta pregunta: “¿Estamos preparados para teletrabajar?“. Quisiera añadir al debate algunas reflexiones, con datos.
¿De dónde partimos? De muy atrás. Según datos de Eurostat (2018, últimas cifras disponibles) el 7,5% de los trabajadores españoles ha tenido en alguna ocasión contacto con el teletrabajo; un 4’3% que teletrabajan de manera habitual y un 3’2% que lo hacen de forma esporádica. En nuestro continente, Holanda posee una tasa de teletrabajo del 35’7%, Suecia del 34’6% e Islandia del 31’5%. Sociedades más productivas y equitativas.
¿Cuál es el principal obstáculo? El cultural. A los españoles, como forma de vida, nos encanta estar juntos y compartir vivencias. Tenemos una tecnología igual o superior a las de los países de nuestro entorno, si bien nos cuesta un mundo no conectar “tocándonos” con los demás.
¿Qué buenas prácticas hay de teletrabajo? Antes de esta crisis sanitaria, el 13% de las empresas ofrecían teletrabajo a sus empleados; entre las EFR (Empresas Familiarmente Responsables) el 53%. Axa, compañía Top Employer (hay 109 en España) ya contaba antes del Covid 19 con más de 1.000 profesionales que teletrabajaban dos días a la semana, con un incremento de productividad del 28%. Opinno, en su guía práctica, considera que el teletrabajo reduce en un 60% las bajas por absentismo, ahorra un 56% en desplazamientos y la producción crece un 56%, mientras que la rotación de empleados se reduce en un 20%.
¿Se puede improvisar el teletrabajo? “No estamos preparados, y todavía menos para hacer un teletrabajo de emergencia. ¿Quién está bien preparado? Los que ya tienen práctica. Pero la mayoría de empresas y trabajadores en España no lo han experimentado nunca” Eva Rimbau, profesora de la UOC. Una experiencia piloto lleva entre cuatro y seis meses para ofrecer garantías.
¿Dónde está la “espada de Damocles”? En la baja Calidad Directiva (somos los 43º del mundo, cuando nuestra economía está entre las 15 más desarrolladas). La mayor parte de los jefes están reproduciendo por Skype o TEAMS las monótonas e improductivas reuniones a las que nos tienen acostumbrados. El exceso de control y la falta de confianza (que es jefatura tóxica bajo la apariencia de liderazgo), esta vez virtual. Los humanos no somos capaces de estar concentrados frente a la pantalla de ordenador más de 20 minutos (por eso la duración de TED o los giros de las buenas series). Pero a los jefes convencionales les da igual.
¿Cómo cambiar Presencia por Objetivos? Ese es el quid de la cuestión. Somos en general, como economía, un país de servicios de bajo valor añadido (turismo, hostelería, comercio) y de 19 M de ocupados apenas 6 M pueden teletrabajar de verdad. Somos uno de los países más presencialistas de Europa (por favor, no digamos “presentistas”; el presentismo es una escuela filosófica según la cual sólo existe el presente). La clave está en sustituir la presencia por la Dirección por Objetivos (Peter Drucker, 1964). Lo importante no es “echar horas delante del jefe”, ser un pelota obediente, sino marcar objetivos (SMARTER, de Rubén Turienzo, ‘Haz que suceda’) y lograr resultados.
¿Qué implicaciones tiene esto? Sin DPO (Dirección por Objetivos) no puede haber teletrabajo real. El control horario se ha mostrado obsoleto. Las organizaciones ganadoras, las TTC (TecnoTalento Céntricas) no sólo disponen de la tecnología para trabajar en remoto, sino que liberan Talento. Cuentan con directivos que son líderes digitales (líderes-coaches, transformadores) y profesionales con autonomía para lograr los objetivos que han acordado. La agilidad y la colaboración viene “de dentro a fuera”, desde la implicación de la persona y no forzada por el mando. Como dice Loles Sala, es “Crecer para Crecer”.
¿Cuál es el papel del CEO? El primer ejecutivo de la empresa, sea multinacional o familiar, grande o pequeña, debe dar ejemplo de voluntad de tecnoempleo (prefiero este término al de “teletrabajo”, que parece más de lo mismo, taylorismo desde casa). Debe ser la primera persona que esté dos días a la semana fuera de la oficina, que invierta en la tecnología adecuada (sin excusas), que más allá del discurso impulse las videoconferencias (limitadas en el tiempo, sin Powerpoint que pocos pueden leer desde el móvil o la tableta), que premie por cumplimiento de objetivos y no por presencia, que penalice a los jefes de siempre obsesionados con “ver a su gente para comprobar que están trabajando”. El/la CEO debe ser “Chief Trustful Officer”, máximo exponente de la Confianza. Si le puede la avaricia, la codicia, la soberbia, la ira, el recelo, la cautela o la suspicacia, apaga y vámonos. El ejemplo hace al líder, en este caso más que nunca.
¿Cómo conecta el teletrabajo con las 3 P de la Sostenibilidad (Planet, People, Profit? MásFamilia ha declarado que si teletrabajáramos el 40% del tiempo laboral, se reducirían unos tres millones de toneladas en las emisiones de CO2 en España y sufriríamos un menor número de accidentes de tráfico en los desplazamientos hasta o desde el trabajo (49.289 con baja laboral en 2017 y 122 fallecidos,según el INSHT, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).
¿Qué pasará después del Coronavirus? Dentro de 7 semanas, el Talento apostará radicalmente por el TecnoTalento y por su propia productividad exigirá pasar al menos el 40% de su actividad semanal fuera de la oficina. El Liderazgo Digital deberá dar Confianza a l@s integrantes de sus equipos; los que sigan actuando como capataces perderán talento a toda velocidad. Es una crisis que recompondrá nuestras prioridades. Según los expertos, en 20 años desaparecerán las sedes físicas de las compañías.
He estado leyendo ‘The Dragons and the Snakes. How the rest learrned to fight the West’ (Dragones y Serpientes. Cómo los demás aprendieron a combatir a Occidente) del profesor australiano David Kilcullen (Universidad de Nueva Gales del Sur, Canberra). Asesor de contrainsurgencia en las guerras de Irak y Afganistán, es uno de los pensadores más influyentes en política internacional.
En 1993, cuatro años después de la caída del Muro de Berlín, el nuevo director de la CIA James Woolsey advirtió que Occidente podía estar cambiando la lucha contra un “gran dragón” (la URSS) por una variedad de “serpientes venenosas”. Ahora Occidente se enfrenta a dos dragones (la Rusia de Putin, la China comunista) y varias serpientes (organizaciones terroristas y de guerrilla, incluyendo narcoestados como la Venezuela de Maduro). Los métodos de combate son innovadores: atentados urbanos, manipulación política, tecnología digital. ¿Qué pasó con la ventaja militar de la OTAN?
Me ha interesado especialmente la “doctrina Gerasimov” (por el General Valeriy Gerasimov, Jefe del Estado Mayor de Rusia). Las “revoluciones de color” en Europa, la primavera árabe, las operaciones militares en Irak, Afganistán, Libia y Siria ilustran nuevos métodos político-militares: indirectos, asimétricos y con una proporción de 4:1 (entre lo no militar y lo militar). Para Occidente, es una forma de evitar la guerra; para Rusia es “parte de la guerra”. Las intervenciones de Rusia en Crimea y Ucrania en 2014 y en Siria en 2015 así lo demuestran. COSCO (empresa estatal china) controla el puerto del Pireo (Grecia), base naval de la OTAN en el Mediterráneo.
David Kilcullen cita a Fareed Zakaria y su concepto de “mundo post-americano” (lo comenté en este blog el 2 de abril de 2011). Es el “suicidio de Occidente” (Jonah Goldberg). El autor se pregunta, al final de su libro, si tendremos una paz mejor.
Atención a la tribuna ayer del expresidente del gobierno Felipe González Márquez ‘La Unión Europea no puede fallar‘. “Si la UE no está a la altura de sus responsabilidades ahora, el retroceso de credibilidad ciudadana puede ser irreparable. Seremos pasto para los populismos e irredentismos que galopan por nuestras realidades”. “O Europa reacciona o esto se carga Europa” (Antonio Tajani, que ha sido presidente del Parlamento Europeo hasta el 3 de julio de 2019).
“Far from you” (Lejos de ti), el tema musical de WildVibes & Martin Miller.
Espero y confío que estés respetando el fin de semana fuera de actividades laborales. El teletrabajo (ya sabes que un servidor prefiere llamarlo “tecnoempleo” y la distinción no me parece baladí) entraña el riesgo de que no distingamos días laborables de festivos al encontrarnos en casa. La disciplina, también para el descanso, es la labor del discípulo.
Te animo a marcarte ciertos horarios durante la semana. En mi caso, dedicar un tiempo a TEAMS, Skype, wasap y llamadas a compañer@s y clientes (hay mucho que preparar para la vuelta), seguir videoconferencias en directo (como las de la Fundación Trilema en su canal de YouTube a las 16h sobre Educación), trabajar en mi propia Estrategia Personal con el maestro Andrés Pérez Ortega (lunes y jueves durante hora y media), seguir mis dos cursos de Coursera sobre Liderazgo Inspirador (Case Western Reserve) y Aristóteles y sus sucesores (Universidad de Pensilvania), hacer ejercicio (con Patry Jordan a través de YouTube) ver series (he terminado en Netflix ‘El Dragón‘, 38 episodios, y ahora estoy con ‘Vivir sin permiso’), hablar con amigos y familiares y por supuesto leer un libro diario y escribir una entrada en este Blog. Sobre todo, aprovechar estos días para conversar con mi hija Zoe (19 años) de quien aprendo muchísimo.
Me he acordado estos días del concepto de Carlos Andreu, ‘Del ataúd a la cometa’.
Si dibujamos cuatro ejes: nuestra vida: familia, trabajo, salud y amigos, un exceso de trabajo en detrimento de los demás configura un ataúd. El equilibrio aristotélico (en el justo medio está la virtud) nos da una cometa. Gracias, Carlos por tus ideas y tu buen ánimo siempre.
Me interesa mucho el tema de la productividad. Por eso en este tema tengo tres héroes:
David Allen, creador del método GTD (Getting Things Done, Organízate con Eficacia): Clasificar las acciones, Recolectar, Elaborar una lista. Preguntarte respecto a las tareas a realizar:
Puedo tirarlo o borrarlo sin hacer nada?
¿Es información que debo guardar como referencia?
¿Puedo delegarlo en alguien?
¿Puedo hacerlo inmediatamente en menos de 2 minutos?
César Piqueras, con el “Hackeo de la productividad” en su espléndido libro ‘Deja de sumar, multiplica’ (en este Blog, 23 de enero de 2018) . Siete hábitos para ser más productivos:
Dormir bien. Siete horas y media, siesta de 20’. Calidad del sueño.
Hacer deporte. Bien practicado, es maravilloso. Lleva en tu bolsa de viaje las zapatillas de correr.
Meditar y visualizar. En contacto con nosotr@s mism@s.
Pensar antes de comer. César se ha quitado azúcar, trigo, alcohol.
Respirar para mantener tu atención. Respiración diafragmática.
Eliminar el estrés. Rediseñando nuestro puesto de trabajo, adquiriendo habilidades, evitando el residual (burnout). Dormir más y mejor, organizarnos, movernos, salir a la naturaleza, cortar por lo sano, un café contigo, masaje.
Planificar las 3 cosas importantes: tiempo libre, prioridades, planificación.
Cinco hackeos: el plan a 8 años (qué quieres haber logrado en 2028): “no esperes ver para creer; sólo si crees puedes ver), el objetivo anual (META3), a vista de pájaro (organización por cubos de tareas), objetivos de la semana y objetivos del día. Empieza por lo más difícil y utiliza Trello (plataforma para la productividad).
Graham Allcott, fundador de Think Productive y autor del éxito ‘Cómo ser un NINJA de la productividad’ (2014), con más de 100.000 ejemplares vendidos.
El camino del NINJA de la productividad no es “la gestión del tiempo” sino “la gestión de la atención”. Efectivamente, el tiempo es el que es; debemos poner el foco en nuestra energía. Como dice Graham, es pasar de “responsible a response-able” (de responsable a capaz de responder).
Las características de un/a NINJA son:
Una Calma tipo Zen. Serenidad: prepárate y organízate.
Crueldad (Ruthlessness). Di “No” a ti mismo y a los demás. “Empieza con un objetivo en la mente” (Covey).
Sabiduría tecnológica (Weapon-Savvy). Conoce tus herramientas mentales y organizativas, que no te distraiga el “porno de productividad”.
Sigilo y camuflaje. Delega con sigilo, que no te pillen en dilemas.
Heterodoxia. Ten poco respeto por la burocracia.
Agilidad. Aprovecha las oportunidades cuando vengan.
Meditación (Mindfulness). Gestiona la mente.
Preparación, práctica y mental.
Los Ninjas no son Superman, aunque lo parecen.
Gestión del Estrés: frente a “lucha o huida” (cerebro reptiliano), un nuevo contrato psicológico. Detectemos los “disparadores” (triggers) del estrés y actuemos con serenidad.
Gestión de la Atención: si eres un/a trabajador/a del conocimiento, no sólo eres emplead@, también eres el jefe/ la jefa. El estrés se reduce con Claridad, y la claridad con Atención (Foco). “Sólo los mediocres están siempre a tope” (Colin Powell). Hay atención proactiva, atención activa y atención inactiva. Protege tu atención de distracciones e interrupciones, prográmala, aprende a ser asertiv@ y ten presente que tu energía mental es clave. “La mente es como un mono montando un elefante”. Crea “bolsillos de atención”: llamadas mientras andas, leer mientras esperas, pensar mientras viajas, tomar café mientras conversas (por estos trucos José Antonio Marina me llama “trapero del tiempo”).
El Email del Ninja. No los “chequees”, procésalos y decide: borrar, actuar ahora o luego, delegar, diferir. El Inbox tiene que estar a cero.
Modelo CORD (Captura, Organiza, Revisa y Do:Haz). ¿Es fuerte tu “CORD”, tu cable? Captura ideas (vienen de todos sitios), Organízate con listas de Proyectos, de Master Actions (acciones clave) y To-Do (por hacer). La WFL (Waiting-For List) es el arma secreta del Ninja.
El hábito de revisar. “Debemos ver los árboles y el bosque. Debemos aprender a conectar” (Peter Drucker). Checklist semanal y diario, al principio y al final de la jornada. 5 preguntas en 5′: calendario, pesos pesados, resistencia, gestión de la atención y dependencias.
El hábito de hacer. Atención, Decisión y Táctica. Ya sabes que la ejecución es el 90% de la estrategia. Cuidado con la Ley de Parkinson (el trabajo abarca todo el tiempo disponible) y la Ley de Hofstatder (el trabajo requiere el doble del inicialmente previsto). Practica el monotasking (“La acción es elocuencia”, Shakespeare). Utiliza la técnica del Pomodoro (Francesco Cirillo), por aquellos temporizadores de cocina de diseño, con forma de tomate. “Nada grande se hizo sin entusiasmo”, Ralph Waldo Emerson.
Gestión de proyectos y reuniones. “Convierte la pre-ocupación en pre-paración y pre-acción”, Churchill. 5 etapas del proyecto: establecimiento, en marcha (underway), a medio camino (mid-way), terminación y celebración. Reuniones: es una tensión entre escuchar y hacer. Si no hay ninguna de las dos, rutina burocrática; si hay más escucha que acción, terapia; si hay más acción que escucha, ignorancia; si ambas son altas, productividad. Las reuniones son indispensables (Galbraith) pero deben seguir la regla de 40-20-40 en preparación, reunión y seguimiento. La magia está en la confianza y el compromiso.
El Teléfono móvil: tu atención se descarga tan rápido como su batería. Que te sirva a ti y no tú a él (es buen siervo pero mal amo).
Impulso (Momentum). Cuidado con nuestro “cerebro de reptiles” (lucha, huida, bloqueo) y con las resistencias que fomenta, para avanzar en hábitos saludables de productividad.
Mi gratitud a David Allen, César Piqueras y Graham Allcott. En la era de la sobrecarga de información, en tiempos de RSP (Responsabilidad Social Personal) por el coronavirus, las técnicas tradicionales de la “gestión del tiempo” ya no aplican. Es cuestión de atención, de energía.
Te animo a fijar tus prioridades para ser un/a NINJA de la productividad.
Primer domingo de primavera. Cuando salgamos de ésta (nunca mejor dicho) disfrutaremos de la primavera más que nunca.
Mi recuerdo a Kenny Rogers (1938-2020), fallecido ayer. Ha sido uno de los mejores cantantes country de todos los tiempos (21 números uno, de los que 20 saltaron al Top 40). Mi canción favorita de él es ‘You decorated my life’ (1979).
Me pregunto qué provoca que unas personas estén una lección de RSP (Responsabilidad Social Personal) durante este estado de alarma decretado por el Gobierno de España, en tanto que otras se comportan de una forma decepcionante. Aplausos al personal sanitario y algunos ciudadanos (como me contó el kioskero de Sanchinarro ayer por la mañana) que, tras ser apercibidos por la policía por un comportamiento incívico han de ser detenidos porque siguen sin hacer caso.
The gambler (El jugador), el clásico de Kenny Rogers de 1978:
Precisamente en la web de Psychology Today, la Dra. Karen Wu (profesora de la Universidad estatal de California en San Francisco nos da la respuesta: ‘11 razones por las que las personas adoptan comportamientos saludables durante la pandemia‘. Con la experiencia de la gripe porcina de 2009 (que infectó al 20% de la población mundial) y el SARS de 2002 (el virus mató al 10% de los infectados) podemos conocer cuáles son esas claves. En 2010, el Dr. Allison Bich y la Dra. Susan Michie (University College de Londres) condujeron un meta-análisis de 26 estudios y determinaron que lo que marca la diferencia es:
La edad, en ocasiones. Durante el SARS de 2009, las personas de mayor edad se comportaron más responsable; siete años antes, con motivo de la gripe porcina, fueron los más jóvenes los más responsables. En algunos países como Australia la edad no correlaciona.
El género. En todos los países analizados (Australia, el Reino Unido, Singapur, Hong Kong), las mujeres han sido más responsables que los hombres.
Del gran Kenny Rogers: ‘Lady’, compuesta por Lionel Richie.
La educación. En general las personas de mayor educación se comportan más responsablemente.
La ansiedad. Si bien la ansiedad conlleva ciertos inconvenientes, las personas más ansiosas suelen cumplir mejor con las prescipciones durante una pandemia.
Confianza en la autoridad. Las personas que se fían más de las instituciones y de la autoridad suelen comportarse más responsablemente en estos casos.
Susceptibilidad. Las personas más susceptibles, tanto en la amenaza percibida de la enfermedad, los beneficios percibidos, autoeficacia y “llamada a la acción”, se comportan de manera más responsables.
Creencias. Cuando creen que la enfermedad es seria, se lo toman con mayor responsabilidad.
‘She believes in me’ (Ella cree en mí) de Kenny Rogers
Creer en los beneficios de los comportamientos saludables.
Menores costes percibidos de las conductas.
Mayor autoeficacia.
Síntomas potenciales: llamada a la acción.
Y finalmente ‘Through the years’ de Kenny Rogers. ¡Qué letra tan preciosa!
Comienza una semana decisiva en la lucha contra el Coronavirus. Diez días después de declarado el estado de alarma, se espera el pico de contagiados alrededor del jueves 26 o viernes 27. Ayer el Doctor Ricardo Cubedo, médico del Hospital universitario Puerta de Hierro de Majadahonda cuyo podcast se ha hecho viral, nos aportó un hilo de esperanza respecto al Covid 19. “Antes de ayer el ritmo de la velocidad del ritmo de contagio era superior al 50%. Ayer fue de un 25%; la cifra que se ha mencionado hoy es del 14%. Si realmente esa tendencia se confirma y no hay nada que lo estropee, estaremos replicando los primeros indicios que se vieron en China y en los países asiáticos que consiguieron doblegar la infección por Coronavirus”.
Mi gratitud al Doctor Cubedo y a quienes nos informan desde la ciencia en medio de tanto bulo.
Ayer tres de los mayores pensadores de nuestro tiempo compartían con sus lectores sus pensamientos sobre esta enfermedad, la mejor y más rápidamente conocida de la historia.
El israelí Yuval Noah Harari, autor de ‘Sapiens’, ‘Deus’ y ’21 lecciones para el siglo 21′ (comentados en este Blog), escribía en Financial Times: ‘El mundo después del coronavirus‘. “Pasará la tormenta, pero las decisiones que tomamos ahora cambiarán nuestras vidas durante años”.
Harari opina que en esta crisis global, sanitaria, política y económica, hemos de actuar rápidamente. “Sí, la tormenta pasará, la humanidad sobrevivirá, la mayor parte de nosotr@s estaremos viv@s, pero habitaremos un mundo diferente”. En tiempos de emergencias asumimos riesgos que en momentos de tranquilidad jamás asumiríamos. En esta situación, Harari se refiere a dos dilemas: el primero es el de la vigilancia totalitaria y el poder de los ciudadanos. El segundo es el del aislamiento nacionalista y la solidaridad global.
En la batalla contra la epidemia, los gobiernos están utilizando nuevos sistemas de vigilancia. China monitorea los móviles de la gente, usa millones de cámaras de reconocimiento facial, obliga a sus ciudadanos a reportar su temperatura corporal y condiciones médicas, obtiene datos de quienes están próximos a los infectados. El primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu ha autorizado a sus servicios secretos sistemas de vigilancia tecnológica reservados anteriormente a la lucha contra el terrorismo. Para Netanyahu es un “decreto de emergencia”. Esto supone un cambio profundo que Harari denomina de viglancia “sobre la piel” (over the skin) a “bajo la piel” (under the skin). “Antes, cuando tocábamos una pantalla, el gobierno quería saber qué decidíamos. Ahora tiene la temperatura de nuestro dedo y la presión sanguínea”. Los gobiernos pueden pedirnos que llevemos “pulseras sanitarias” por nuestro bien para siempre: no sabemos dónde nos llevará esa vigilancia. “Es crucial recordar que la ira, el disfrute, el aburrimiento o el amor son fenómenos biológicos como una tos. La misma tecnología que identifica nuestras toses (coughs) puede identificar nuestras risas (laughs)”. La monitorización biométrica puede hacer que el hackeo de Cambridge Analytica (que dio la victoria a Trump y el Brexit) parezca de la edad de piedra. Imagina en 10 años una pulsera para cada ciudadano de Corea del Norte: si no escucha el discurso de su líder o muestra enfado al oírlo, ya sabes la consecuencia.
Bueno, las emergencias son temporales. Harari nos recuerda que en su país natal, Israel, muchas de las medidas temporales que se tomaron en 1948 para la Guerra de Independencia siguen vigentes.
Elegir entre salud y privacidad es engañoso. Hemos de disfrutar de las dos. No hace falta combatir el coronavirus desde un Estado totalitario, sino haciendo responsables a los ciudadanos (Harari recordaba los casos de Corea del Sur, Singapur y Taiwan). Las pruebas extensivas, el reporte honesto y el deseo de cooperación de un público bien informado. “Cuando a la gente se le explican los hechos científicos y confía en las autoridades públicas que aportan esos datos, los ciudadanos hacen lo correcto sin que haga falta un Gran Hermano que les cuide. Una población automotivada y bien informada es más poderosa y efectiva que una ignorante y policializada”. Harari pone como ejemplo lavarse las manos con jabón. Una medida de higiene del siglo XIX que hemos asumido como hábito.
Harari apuesta por la Confianza. En la ciencia, en las autoridades, en los medios. Son los políticos irresponsables quienes quieren llevarnos al autoritarismo (este pensador nos advirtió en Davos, enero del 2020, de los dictadores digitales). Estoy con Harari en que en tiempos de emergencia debemos evitar la comodidad de las dictaduras (que el jefe supremo tome decisiones por mí) y darlo todo por la confianza y la cooperación. Tecnologías para empoderar a los ciudadanos, no para vigilarlos. La epidemia del coronavirus es un gran examen para la ciudadanía. “Si no tomamos las decisiones correctas, perderemos nuestra libertad pensando que es la única forma de salvaguardar nuestra salud”.
El segundo dilema esencial es escoger entre el aislamiento nacionalista y la solidaridad global. La pandemia es mundial, con “efecto mariposa” (lo que descubre un médico en Milán puede ayudar a la población de Irán). Los gobiernos deberían compartir información y material médico (tests, respiradores). Del mismo modo que los países nacionalizan industrias durante una guerra, han de “humanizar” las líneas de producción cruciales contra el coronavirus. Los países ricos con pocos casos deberían cooperar con los demás para ganar entre todos. Y lo mismo respecto a la economía. “Necesitamos un plan de acción global. Y lo necesitamos rápido”.
Desgraciadamente, los países no lo harán. No hay conciencia global. El G7 se reunirá por videoconferencia la semana entrante y nos tememos que no logrará nada. Harari nos recuerda que en la crisis financiera de 2008 y en la pandemia del ébola de 2004 los EE UU asumió el rol de líder. La administración Trump no lo hará; ha abdicado. Prefiere “la grandeza de América” al futuro de la Humanidad. Ha abandonado a sus socios europeos, ha escandalizado a Alemania pretendiendo comprar por un billón de dólares los derechos de una vacuna de una farmacéutica germana para quedarse con el monopolio. Relaciones internacionales envenenadas, echándole la culpa a un “virus extranjero”.
Harari concluye: “La Humanidad necesita elegir. ¿Vamos por la ruta de la desunión o por el camino de la solidaridad global? Si escogemos la desunión, la catástrofe será mayor en el futuro. Si vamos por la solidaridad, no solamente venceremos al coronavirus sino a todas las epidemias futuras y a las crisis a las que nos enfrentemos en el siglo XXI”. Espléndido artículo, que da mucho que pensar.
Ayer domingo José Antonio Marina nos regaló un fantástico holograma: ‘Elogio de la guerra‘. “¿Por qué creo que venceremos pronto al coronavirus? Porque hemos adoptado una mentalidad bélica y eso provoca un colosal despliegue de energía.” Una fuente de horrores permanentemente elogiada. JAM citaba al ilustrado Kant, que tanto luchó por la Paz: “la guerra tiene algo de sublime en sí, y cuanto mayores son los peligros que el pueblo ha arrostrado, más sublime es su modo de pensar; en cambio, una larga paz hace dominar el mero espíritu de negocio (y con él, el bajo provecho propio, la cobardía y la debilidad), y rebaja el modo de pensar de la gente” y a Juvenal, el autor de sátiras del siglo I: “Nunc patimur longae pacis mala”. (Ahora padecemos los males de una larga paz). Se nos ha venido encima el lujo, más corrosivo que las armas. Ningún crimen ni acción lujuriosa nos falta desde que la austeridad romana desapareció”. Porque la Guerra lleva al límite al alma humana.
Lenguaje bélico en los discursos de Trump, Macron y Sánchez, cuando la guerra (junto con el hambre y la peste) es lo que más ha temido la Humanidad. Nos lo advirtió Aristóteles en su ‘Política’: “la mayoría de las ciudades se mantienen a salvo mientras luchan, pero en la paz pierden el temple. De esto es responsable el legislador por no haberlos educado para el descanso”. Hegel, con el valor ético de la guerra: “estado en el cual se toma en serio la futilidad de los bienes y las cosas de este mundo, y los pueblos salen de un letargo que los enferma y a la larga envilece”. La guerra, dice en otro lugar, preserva la salud ética de los pueblos“igual que el movimiento de los vientos preserva al marinero de la pereza en que lo haría sucumbir una calma duradera, tal como lo hace con los pueblos una paz duradera o, peor, eterna». Nietzsche elogie al guerrero (frente al soldado), en ‘Así habló Zaratustra’: “Debéis amar la paz como medio para nuevas guerras. Y la paz, más corta que larga. ¿Vosotros decís que la buena causa es la que santifica incluso la guerra? Yo os digo: la buena guerra es la que santifica todas las causas. ¡Vivid vuestra vida de obediencia y de guerra!¡Qué importa vivir mucho tiempo!¡Qué guerrero quiere ser tratado con indulgencia!”. Max Scheler, filósofo ético, consideraba que “en la guerra se lucha por algo superior a la existencia”. La guerra como enfrentamiento espiritual. En ‘Guerra, ¿para qué sirve?’ el historiador Ian Morris defendió la tesis de que todas las mejoras políticas, sociales, económicas de que disfrutamos han surgido gracias a la guerra (como la “destrucción creativa” de Joseph Schumpeter). Porque la reconstrucción post-bélica ha sido el gran motor de progreso.
Marina distingue entre el concepto Guerra frente a la guerra real. Y pone como ejemplo al politólogo y economista francés Bertrand de Jouvenel (1903-1987), cofundador de la economía ecológica, que sufrió los horrores de la II Guerra Mundial: “Ni una participación tan general ni una destrucción tan bárbara hubieran sido posibles sin la transformación de los hombres por pasiones violentas y unánimes que han permitido la perversión integral de sus actividades naturales”. La propaganda como maquinaria de guerra: “Ella ha sostenido la atrocidad de los hechos con la atrocidad de los sentimientos”. Propaganda, como nos enseña Marina, que aviva las pasiones, las desentierra. “Todo hace suponer que el zafarrancho de combate despierta emociones ancestrales de identificación con el grupo, de movilización pasional -miedo y furia- contra un enemigo, de olvido de intereses particulares para concentrarse en los de la comunidad, por eso se relaciona con la valentía y la generosidad”. No hay cultura que no haya admirado al/ a la valiente, a quien “en momentos de dificultad no huye sino que resiste”. Estado de excepción como sensación de lucidez. ” Lo que elogiamos de la guerra no es la sangre, ni el sufrimiento, sino la movilización de las energías para conseguir un fin común, el aparcamiento de los intereses privados, la cooperación, el sentimiento de que todos podemos colaborar en un proyecto que nos supera, la resistencia, la capacidad de controlar el inevitable miedo, la repugnancia ante los egoísmos miserables y las sensibilidades superfluas.”
Después de la guerra sanitaria vendrá la económica y comprobaremos lo que hemos aprendido (como diría Carmen Pellicer, se trata de aprender, no de pasar el examen). “No somos tan miserables como pensamos. La inteligencia humana sabe seducirse a sí misma desde lejos, proponiéndose grandes fines que dan sentido y significación a lo que hacemos.” El personal sanitario no son unos burócratas sino unos héroes.
Marina finaliza con la célebre historia medieval de los tres canteros. El primero es un sufridor, el segundo un mandado; el abocado a la grandeza sabe que está construyendo una catedral. Los estudios de Gallup (2018) utilizando el cuestionario Q12 revelan que el 18% de los empleados en el mundo son como el primer cantero (activamente desenganchados). El 67%, como el segundo cantero (indiferentes, unos mandados). Sólo el 15% se sienten altamente implicados. Una pérdida de productividad que es siete veces el PIB de España. Una desconexión que va por geografías: en el norte de África y Oriente Medio están “enganchados” el 58%; en el este de Asia el 57%; en Iberoamérica el 32% y en Norteamérica (EE UU y Canadá) el 31%; en los estados post-URSS el 18%, en la Europa del Este el 15% y en Australia y Nueva Zelanda, el 14%. En Europa Occidental, el 10%; en España, el 6%. En las mejores compañías para trabajar (Top Employers) el 70%. “Lo que hace atractiva la guerra es que da significado a los esfuerzos. Para que sea atractiva la paz deberá ser capaz de hacer lo mismo” (José Antonio Marina).
El “tercer mosquetero” de estas reflexiones es el filósofo de origen coreano residente en Alemania Byung-Chul Han. He hablado de sus libros en este Blog. Ayer escribía ‘La emergencia viral y el mundo del mañana’. “Los países asiáticos están gestionando mejor esta crisis que Occidente. Mientras allí se trabaja con datos y mascarillas, aquí se llega tarde y se levantan fronteras”.
Compara las cifras de Asia y Europa. A 20 de marzo, 108 casos en Taiwán y 193 en Hong Kong; en Alemania, 15.320 casos confirmados y en España 19.980. “Europa está fracasando. Las cifras de infectados aumentan exponencialmente”. Para Byung-Chul Han, son sobreactuaciones inútiles: “Los cierres de fronteras son evidentemente una expresión desesperada de soberanía. Nos sentimos de vuelta en la época de la soberanía. El soberano es quien decide sobre el estado de excepción. Es soberano quien cierra fronteras. Pero eso es una huera exhibición de soberanía que no sirve de nada. Serviría de mucha más ayuda cooperar intensamente dentro de la Eurozona que cerrar fronteras a lo loco”. Si Europa es el centro de la pandemia, son los europeos quienes no deben salir del continente.
“La conciencia crítica ante la vigilancia digital es en Asia prácticamente inexistente. Apenas se habla ya de protección de datos, incluso en Estados liberales como Japón y Corea. Nadie se enoja por el frenesí de las autoridades para recopilar datos. Entre tanto China ha introducido un sistema de crédito social inimaginable para los europeos, que permite una valoración o una evaluación exhaustiva de los ciudadanos. Cada ciudadano debe ser evaluado consecuentemente en su conducta social. En China no hay ningún momento de la vida cotidiana que no esté sometido a observación. Se controla cada clic, cada compra, cada contacto, cada actividad en las redes sociales. A quien cruza con el semáforo en rojo, a quien tiene trato con críticos del régimen o a quien pone comentarios críticos en las redes sociales le quitan puntos. Entonces la vida puede llegar a ser muy peligrosa. Por el contrario, a quien compra por Internet alimentos sanos o lee periódicos afines al régimen le dan puntos. Quien tiene suficientes puntos obtiene un visado de viaje o créditos baratos. Por el contrario, quien cae por debajo de un determinado número de puntos podría perder su trabajo.”
No hay esfera privada con 200 millones de cámaras de vigilancia dotadas de Inteligencia Artificial. Si alguien rompe la cuarentena un dron se le acerca y le ordena volver a casa y le imprime una multa. Una distopía a lo “black mirror” (la aterradora serie británica sobre los peligros de la tecnología) que a los chinos no les preocupa. Estado autoritario y ciudadanos obedientes. “También por cuanto respecta a la pandemia el futuro está en la digitalización. A la vista de la epidemia quizá deberíamos redefinir incluso la soberanía. Es soberano quien dispone de datos. Cuando Europa proclama el estado de alarma o cierra fronteras sigue aferrada a viejos modelos de soberanía”.
El filósofo coreano insiste: “Europa está fracasando. ¿De qué sirve cerrar tiendas y restaurantes si las personas se siguen aglomerando en el metro o en el autobús durante las horas punta? ¿Cómo guardar ahí la distancia necesaria? Hasta en los supermercados resulta casi imposible. En una situación así, las mascarillas protectoras salvarían realmente vidas humanas. Está surgiendo una sociedad de dos clases. Quien tiene coche propio se expone a menos riesgo. Incluso las mascarillas normales servirían de mucho si las llevaran los infectados, porque entonces no lanzarían los virus afuera”.
La fabricación de mascarillas se externalizó a China y ahora vemos las consecuencias. La “gripe española” (1918), mucho más letal que el coronavirus, no tuvo un efecto tan negativo contra la economía. ¿Por qué? Porque ocurrió en plena I Guerra Mundial. “En realidad hemos estado viviendo durante mucho tiempo sin enemigos. La guerra fría terminó hace mucho. Últimamente incluso el terrorismo islámico parecía haberse desplazado a zonas lejanas. Hace exactamente diez años sostuve en mi ensayo ‘La sociedad del cansancio’ la tesis de que vivimos en una época en la que ha perdido su vigencia el paradigma inmunológico, que se basa en la negatividad del enemigo. Como en los tiempos de la guerra fría, la sociedad organizada inmunológicamente se caracteriza por vivir rodeada de fronteras y de vallas, que impiden la circulación acelerada de mercancías y de capital. La globalización suprime todos estos umbrales inmunitarios para dar vía libre al capital. Incluso la promiscuidad y la permisividad generalizadas, que hoy se propagan por todos los ámbitos vitales, eliminan la negatividad del desconocido o del enemigo. Los peligros no acechan hoy desde la negatividad del enemigo, sino desde el exceso de positividad, que se expresa como exceso de rendimiento, exceso de producción y exceso de comunicación. La negatividad del enemigo no tiene cabida en nuestra sociedad ilimitadamente permisiva. La represión a cargo de otros deja paso a la depresión, la explotación por otros deja paso a la autoexplotación voluntaria y a la autooptimización. En la sociedad del rendimiento uno guerrea sobre todo contra sí mismo.”
Una sociedad debilitada por el capitalismo global, en la que la digitalización elimina la realidad. “La realidad se experimenta gracias a la resistencia que ofrece, y que también puede resultar dolorosa. La digitalización, toda la cultura del “me gusta”, suprime la negatividad de la resistencia. Y en la época posfáctica de las fake news y los deepfakes surge una apatía hacia la realidad. Así pues, aquí es un virus real, y no un virus de ordenador, el que causa una conmoción. La realidad, la resistencia, vuelve a hacerse notar en forma de un virus enemigo. La violenta y exagerada reacción de pánico al virus se explica en función de esta conmoción por la realidad”. Me ha recordado aquella escena de ‘El indomable Will Hunting’ en la que el profesor (Robin Williams) le espeta a Will (Matt Damon) que sabe mucho pero no ha vivido nada.
“Žižek afirma que el virus ha asestado al capitalismo un golpe mortal, y evoca un oscuro comunismo. Cree incluso que el virus podría hacer caer el régimen chino.” Byung Chul-Han cree que el filósofo esloveno se equivoca, “El virus no puede reemplazar a la razón”. ¿Un régimen policial digital en Europa, con estado de excepción permanente? Esperemos que no. Luchemos para que no sea así.
Y concluye: “El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana. Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta”.
Mi profunda gratitud a Harari, a Marina y a Chul-Han por compartir sus fructíferos pensamientos. Hemos de salir de ésta más fortalecidos, y sólo de nosotros depende (con o a pesar de nuestros gobernantes).
En mi caso, hoy seguiré con llamadas a clientes y compañer@s, Estrategia Personal con Andrés Pérez Ortega, cursos (Trilema a las 4pm, Mónica Galán a las 7 pm, Liderazgo y Aristóteles), ocio (lecturas, segunda temporada de ‘Vivir sin permiso’) y ejercicio físico (con Patry Jordan a través de YouTube). Para mañana y pasado el curso ‘HR and the Future of Work’ del Exchange HR Network de Nueva York https://www.hrexchangenetwork.com/online-events/future-of-work-2020/?ty-ur Learnability (Aprendibilidad), más que nunca.
La canción de hoy, ‘Into the unknown’ (Hacia lo desconocido), de ‘Frozen II’, por Idina Menzel, compuesta por los ganadores del Óscar Kristen Anderson-Lopez & Robert Lopez. La película, que vimos ayer en TV, nos pareció flojísima. Sin embargo, esta canción con cantos de sirena es poderosa. Frozen II recaudó 1.446 M $, en tanto que la primera parte 1.280 M $ y la última de Star Wars poco más de 1.000 M $. El poder del merchandising.
En la web de El Economista esta mañana, una espléndida entrevista de Esther Esteban al neurovirólogo José Antonio López Guerrero (Madrid, 1962), profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y director en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC).
De sus palabras podemos entresacar las siguientes conclusiones:
El confinamiento es una condición sine qua non, una condición básica que se puede complementar e intensificar con alguna otra medida adicional, como restringir toda actividad empresarial que no sea estrictamente necesaria para el mantenimiento de la viabilidad de la cuarentena.
El aumento de infectados no significa que la pandemia se esté recrudeciendo, sino que el diagnóstico se hace antes y a más personas.
Hasta ahora los análisis científicos no han podido desmentir que el vehículo principal de transmisión del virus es el contacto, aéreo y físico, bien porque una persona que esté cerca de ti tosa o te contamine de forma directa vía aérea, o bien porque tocamos superficies que han sido recientemente contaminadas por personas con el virus. Si impedimos la transmisión del virus por este contacto, con confinamientos forzosos, habrá una modificación de la pendiente de la curva, y se computará a la baja la curva exponencial de crecimiento.
En Alemania hay un 0,38% de mortalidad por varios factores: un mayor envejecimiento de la población española e italiana, porque allí las personas mayores viven solas desde mucho antes que en España -donde nuestros hijos conviven con nosotros hasta los 40 años, siguen yendo a trabajar y cuando llegan a casa infectan a sus familiares mayores. Por otro lado, en Alemania, cuando en España llevábamos solamente 30.000 test realizados, y a las personas con síntomas más graves, allí ya se hacían 150.000 test por semana. Han detectado el virus en un porcentaje mucho mayor de población, y eso hace bajar la tasa de mortalidad. En cuanto al sistema sanitario también influye: allí hay ocho camas por cada 1000 habitantes, y aquí tres, y por eso el sistema sanitario alemán dista mucho de estar colapsado como empieza a ocurrir en nuestro país.
Ahora mismo hay dos cosas que son indudables científicamente: que este virus proviene de un coronavirus de murciélago, con el que comparte más del 80% de su secuencia genómica, y eso no hay quien lo rebata, y otro aspecto que todavía falta un poco más por contrastar, que seguramente ese virus pasó por un animal intermediario, porque los primeros casos de infección por este virus, en China, se vieron cuando el murciélago estaba en hibernación y es plausible que haya un animal intermedio. Se habló del pangolín, pero no parece factible.
En todos los coronavirus que se han estudiado, cada 24 horas que el virus pasa a altas temperaturas pierde el 90% de su viabilidad. La única excepción es el Mers, que es otro coronavirus que apareció en 2012 y que está en Arabia Saudí, en sitios muy cálidos. Es un virus que pasó del murciélago al camello, pero la transmisibilidad entre humanos es muy baja. El resto de los coronavirus estudiados, en condiciones de alta temperatura, se inactivan rápidamente. Además, la presencia de días más largos y la luz ultravioleta, a los virus los destruye, porque muta su material genético y los hace inviables. Cabe esperar por lo tanto que el verano juegue a nuestro favor.
Angela Merkel se tomó al pie de la letra las hipótesis de los científicos, y efectivamente Johnson y Trump siguen siendo quizás los dos más escépticos y negacionistas de la situación real. Ellos se basan en que es mejor que el virus se disemine libremente y una vez que lleguemos al 60, 70% de contagio, de infección en el mundo -al igual que pasa con la gripe- el virus ya no encontrará forma de extenderse. A eso se le llama inmunidad de rebaño, y se trata de dejar que se expanda y luego controlar los casos que vayan apareciendo.
Que los políticos se aprovechen de esta situación para sacar tajada partidista me parece deleznable. Siento vergüenza por estos políticos que no desaprovechan la ocasión ni los momentos más dramáticos de la historia de nuestro país para sacar un rédito político. Afortunadamente la ciudadanía española está muy por encima de la clase política. Ahí están los sanitarios y todos los héroes que están en primera línea, que nos están dando un ejemplo de solidaridad y de responsabilidad.
Mi gratitud a la periodista Esther Esteban y al profesor López Guerrero por aportarnos información veraz sobre la pandemia. Ayer, también en El Economista, Cinco buenas noticias en la guerra contra el Covid 19 (Antonio Lorenzo): indicios de una menor velocidad de propagación en Italia y en Andalucía, empresas que están imprimiendo respiradores en 3D, el aburrimiento da lugar a la creatividad (estudio de la Australian National University) y TVE inició sus clases en Clan (para Primaria) y La2 (para Secundaria). Gracias, Antonio, por estas buenas noticias.
Fue Mónica Galán, experta en comunicación y autora del “Método BRAVO” quien me presentó a Alexis Díaz Pimienta, poeta cubano experto en repentismo. El gran maestro Pimienta ha escrito en la revista YOROKOBU: ‘Cuando esto acabe‘.
Con esta frase, la más repetida, Alexis recuerda cuando llegó a España por primera vez desde su tierra natal, desde nuestro país hermano: “Me acordaba de Martí, imaginaba sus destierros a la patria de sus padres. Y luego me acordaba de Machado, de Lorca, de Quevedo, de Lope.” “España había salido, por fin, de mis libros de texto, de mis lecturas poéticas y mis películas y mis series de los años 80 –desde El discreto encanto de la burguesía, hasta La colmena o Mujeres al borde de un ataque de nervios; desde Cañas y barro y Fortunata y Jacinta, hasta Turno de oficio–; España se me había plantado, íntegra y real, frente a las narices. España era la T-1 en Barajas, que me parecía tan moderna entonces. Y Atocha. Y un Talgo que también me parecía enorme y modernísimo.” Llegó a Granada y a la Alpujarra. Imaginó la Guerra (la Civil, la Mundial). “Sí, otro fantasma recorre Europa, y este no es metafórico. Un enemigo invisible que está ahí fuera, y nadie ve, y todos tememos. Las peores imágenes del cine catasfrofista –ese subgénero que ha subdegenerado tanto– toman cuerpo en España, como lo hicieron en Italia antes y en China primero. Recuerdo ahora unos versos apocalípticos de un viejo repentista cubano (Rafael Acosta) que se atrevió con un cuasihaiku radioactivo: «Después del desastre / la señora radioactividad / anda hablando a solas».”
“Y no me vengo abajo, no, porque las personas, todas, tenemos una válvula secreta que se activa en momentos extremos. Como este. Entonces, sin pensarlo dos veces, me pongo a cantar décimas, y a pensar en mis próximos cursos online para enseñar la décima a grandes y pequeños desde las redes; y a editar vídeos, y a escribir, mi verdadera máscara para la supervivencia. Y pienso que debo tomar el teléfono y decirles a mis hijos: «Cuando esto acabe iré corriendo a darles un abrazo y un beso que les dure hasta la próxima gran crisis».
Y decirle a mis ex: «Cuando esto acabe iré corriendo a abrazarlas y a agradecerles los tantos años juntos, los hermosos momentos que hemos vivido y disfrutado». Y a mis amigos: «Cuando esto acabe los iré a visitar, compraré ron, sacaré el dominó, leeremos poemas, cantaremos canciones, reiremos a mandíbula batiente como antes». Y a mi pareja: «Cuando esto acabe seguiremos confinados en el amor, en la compañía, en la empatía, en el cariño preocupado». Y a mi madre, que está empezando a escribir décimas a sus 80 años: «Mamá, cuando esto acabe nos quedarán 80 años más para quererte mucho, para cuidarte y agradecerte y admirarte».
Y a mis hermanos: «Cuando esto acabe, bróders, asaremos un puerco, compraremos cervezas, hablaremos en voz altísima hasta escandalizar a los vecinos, improvisaremos décimas como unos descocidos». Y a la cuota de desconocidos que me corresponde: «¡Ey, ustedes! Cuando esto acabe nos cruzaremos otra vez por las calles, dentro de los ascensores, en el transporte público, y nos sonreiremos todos, y nos diremos “hola”, “buenos días”, “gracias”, “vaya usted con Dios”, aunque no seamos creyentes». Y así todo el tiempo: «Cuando esto acabe», «cuando esto acabe», «cuando esto acabe».
Pero, entonces, la señora Cuando Esto Acabe, que lo sabe todo y lo oye todo –hasta los pensamientos–, me mira sonrisueña detrás del nasobuco, a un metro de distancia; me guiña un ojo y me dice, casi sin mover los labios: «¡Eres un copión!», con un tono infantil indescriptible. Y ya está: sonriendo yo también, pienso en mis nietas.”
Gracias, querido Alexis, por tu sensibilidad poética y tu entusiasmo caribeño. Al leerte, he pensado en otro gran amigo, granadino, para que la música, lenguaje universal, combine con tus palabras. Se trata del tenor José Manuel Zapata, que canta como nadie ‘Granada’.
He estado leyendo el libro ‘Coaching de Equipos. Alto rendimiento y personas felices en el deporte y la empresa’, de Daniel Álvarez y Diego Gutiérrez, Francisco Lamilla, Melisa Terriza y Marcela Parga. Diego Guiérrez, que dirige el Experto Universitario en Coaching del Deporte de la Universidad Camilo José Cela desde 2007, es uno de los coaches más prestigiosos del mundo del deporte y trabaja, entre otros, con el Atlético de Madrid (corazón y coraje) que ha eliminado al actual campeón de Europa, el Liverpool de Jurgen Klopp.
El libro comienza con una cita de Phil Jackson, uno de mis coaches deportivos favoritos (he disfrutado mucho con sus equipos de basket: Chicago Bulls y Los Ángeles Lakers): “No son las brillantes actuaciones individuales las que construyen grandes equipos, sino la energía que se libera cuando sus jugadores dejan de lado su ego y trabajan juntos hacia un objetivo común. Los buenos equipos acaban siendo grandes equipos cuando los integrantes confían los unos en los otros lo suficiente como para renunciar al yo por el nosotros”. Fácil de decir, muy difícil de hacer.
Con prólogo de Joseph O’Connor, cofundador de ICC, y epílogo de Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto (campeona del mundo).
“El coaching es alto rendimiento y pretende conseguir procesos eficaces. Estar feliz es una consecuencia del buen coaching ya que las personas sólo pueden estar felices en un entorno ordenado y motivador”. Nunca olvidemos que las personas felices somos el triple de productivas; ahí está el secreto: es la felicidad la que lleva al éxito y no al revés.
El texto se divide en tres partes:
Comprendiendo el Coaching de Equipos. Las 5 competencias para apropiarte de tu trabajo (jobcrafting): Conocer el puesto y valorarlo, Pensar bien, Hábitos de pensamiento saludables, Aprópiate de tu motivación y Comunicación auténtica. Los 3 cerebros del Equipo: insitinto, cerebro social e intuición. Según el Proyecto Aristóteles de Google, los cinco principios del éxito de un equipo son Seguridad psicológica, Confianza profesional, Estructura y claridad (normas), Significado personal del trabajo e Impacto del trabajo en la compañía. La cultura es el alma del equipo. Delegar y promover el talento es la misión del líder. LAs fases del equipo: germen (forming), conflicto (storming), estabilización (norming), alto rendimiento (performing). El líder-coach.
El coaching de equipos en la práctica. Gestión del Cambio: reto motivador, el discurso del cambio (pasado heroico, amenaza común, propuesta de desafío), el proceso de coaching de equipo (voluntariedad, confidencialidad, neutralidad), las sesiones, la técnica del coach (guía al equipo hacia su mejor versión).
Profundizando en el coaching de equipos. Resolver conflictos para convertirlos en evolución del equipo, Organizaciones vivas (alto rendimiento; como ejemplo, la academia de fútbol de un equipo profesional), la combinación entre Coaching y Lean (dignidad de las personas y mejora continua): Querer (compromiso de la dirección), Poder (Liderazgo LEAN) y Poder (aprender haciendo). Cómo presentar el proceso de coaching.
Un libro estupendo. Mi gratitud a Diego Gutiérrez y a todo el quinteto: los coaches Daniel Álvarez, Marcela Parga, Melisa Terriza y Andrea Caride y el investigador Francisco Lamilla.
Cuando esto acabe, espero, confío y deseo que en tu empresa una de las prioridades sea el Coaching de Equipo del comité de dirección. Ser un gran equipo es imprescindible para la supervivencia de la organización. La clave está en el “engagement” (la implicación, la involucración, el compromiso), decisivo para los resultados. Con un 6% de compromiso de los empleados en las empresas españolas (en tanto que en las Top Employers es un 70%), mucho tenemos que hacer.
Las canciones de hoy, de The Weeknd. Las cantaron en Saturday Night Live el 8 de marzo (aquí en Movistar+). ‘Scared to live’: “Scared to live again”. ‘
Durante estos días de RSP (Responsabilidad Social Personal, porque asumimos responsablemente quedarnos en casa y no el confinamiento como víctimas), estoy tratando de aprender de esta pandemia y de compartirlo contigo para que salgamos fortalecidos de ésta. En ese agradable esfuerzo para quienes asimilamos aprender con liderar (a nosotr@s mism@s, a l@s demás, a la sociedad en su conjunto), reconozco que estoy encontrando interesantes aportaciones de pensadores (filósof@s, economistas, sociólog@s, tecnólog@s) y no tanto de ejecutiv@s que nos cuenten sus reflexiones. Una de ellas es Anna Gener, CEO de Savills Aguirre Newman.
El pasado lunes Anna Gener escribió una tribuna en ElMón, ‘Un mundo en pausa‘, que quisiera destacar.
Anna parte de una situación que a much@s de nosotr@s nos ha tocado vivir: “Repaso la agenda de reuniones previstas para las próximas semanas, todas frustradas por el confinamiento. En la calma de estos días, me sorprende la agresividad del ritmo que me había impuesto, sin espacios para reflexionar o relajarme. Todo tenía que pasar deprisa, en una dinámica extenuante.
En este nuevo mundo en pausa los pensamientos encuentran, finalmente, espacio para recorrernos; algunos entran y salen huidizos, otros se hacen fuertes, construyendo nidos dentro nuestro. Las emociones también se hacen más presentes, porque el silencio posibilita que nos podamos escuchar mejor interiormente.”
La cruda realidad: “Un mundo en silencio nos desbroza, confronta con nuestra verdad, nos desnuda de artificios en los que refugiarnos. Afloran nuestros fantasmas, también nuestros verdaderos deseos. El reto de estos días no es sólo vencer al virus, también es vencernos a nosotros mismos.”
Pausa y Creatividad: “Tras el confinamiento muchos de nosotros querremos funcionar a un ritmo más pausado y consciente. Una dinámica que intuyo más capaz de hacer brotar la creatividad, un estado de gracia que sólo sabe manifestarse con una mente clara y en paz. Repensarse. Prepararse para cuando volvamos a la cotidianidad. Solidificar los pilares sobre los que construir una vida más plena, donde el universo de nuestros afectos configure la escalera de prioridades. Hemos atendido demasiadas urgencias que nos eran ajenas.”
¿Qué pasará tras el virus? “Cuando podamos volver a salir a la calle y sentir el ruido de Barcelona, que lucirá preciosa en plena primavera, viviremos momentos de euforia.
Nos reencontraremos con personas que hemos echado de menos estos días de reclusión, y podremos volver a abrazarnos con libertad. Es muy posible que salgamos del confinamiento con grandes dosis de ternura y con mucho menos cinismo.
Seremos los supervivientes de una gran catástrofe; lloraremos a nuestros muertos y contabilizaremos las pérdidas económicas. Habremos vencido al virus, pero la sensación de vulnerabilidad de estos días permanecerá con nosotros por siempre jamás.”
Anna concluye: “Y como siempre ha hecho la humanidad, volveremos a empezar. Y muchos recomenzaremos nuestras vidas de una forma distinta, donde el respeto hacia nosotros mismos y hacia nuestro entorno configuren un nuevo paradigma”. Muchas gracias, Anna. Aguirre Newman es una compañía con la que he tenido el honor y el placer de colaborar durante largos años (por eso con el que fuera su DG, Ángel Serrano, nos llamamos cariñosamente “socios estratégicos”). He aprendido mucho de vosotros, desde el poder del diseño a la importancia del espacio en el clima laboral. Desde la humildad y el respeto a la dignidad humana, me gustaría pensar que el nuevo paradigma, el nuevo modelo mental, sea el del respeto a nosotr@s mism@s y a nuestro entorno (equipo, empresa, sociedad en su conjunto). El Humanismo de verdad, sin retóricas vacías.
El reto de vencernos a nosotr@s mism@s. Estos días le estoy dando muchas vueltas al concepto de “adaptación hedónica” o “noria del placer”, acuñado por Brickman y Campbell en 1971. La adaptación hedónica es la capacidad de los seres humanos de volver a un nivel estable de felicidad pase lo que pase en nuestras vidas (por ejemplo, algo tan “MegaVUCA” como el Covid 19). Más allá del término, el concepto es antiguo en el pensamiento occidental. San Agustín (354-430) nos enseñó la diferencia entre desear y conseguir: “Se extiende o dilata el ánimo con el deseo de la cosa anhelada, no con la alegría de lo conseguido”. Por cierto, mi cita preferida de San Agustín es: “en el corazón soy lo que soy”. Como sabes, Agustín de Hipona nació en la actual Argelia, hijo de familia acomodada y una madre devota cristiana (Santa Mónica). A los 16 años se trasladó a Cartago para convertirse en Hombre de Estado y hasta los 30 años, diríamos que fue un golfo de tomo y lomo (una vida licenciosa); a los 32 se convirtió al Cristianismo y a los 37 pasó a ser asistente del Obispo. Aprendizaje experiencial. “Necesitamos de nosotros para ser nosotros”. Te recomiendo su obra, ‘Sobre el libre albedrío’, esencial en estos tiempos. Ya sabes que para San Agustín, que bebió intelectualmente de Platón, del neoplatónico Plotino y del estoico Cicerón, las facultades humanas: memoria, inteligencia y voluntad, son la vida, la mente y la sustancia del alma.
Memoria para recordar lo que está pasando, inteligencia para tratar de comprenderlo y voluntad para que demos el salto hacia una vida mejor.
Fue Michael Eysenck quien comparó el “relativismo hedónico” con una noria, que nunca se detiene. En 1978, Brickman, Coates y Janoff-Bulman publicaron su famoso estudio sobre los ganadores de lotería y las víctimas de accidentes de tráfico: ‘¿Es la felicidad relativa?’. Sí, en la medida que depende de las circuntancias anteriores y del proceso de habituación (acostumbranos a la nueva realidad). Respecto al Coronavirus, hemos pasado de “no creérnoslo” (previamente al estado de alarma) a pensar ahora que nunca acabará.
En 2005, Fujita y Ed Diener crearon el concepto de “base suave” (soft baseline) para referirse al punto fijo de la Felicidad, que tanto ha investigado Sonja Lyubomirsky (‘La ciencia de la Felicidad’, ‘Los mitos de la Felicidad’). Si el punto fijo es bajo, gravitamos hacia la tristeza frecuente y la depresión; pero hay un 40% de nuestra felicidad que es absolutamente voluntaria, no lo olvidemos. Estaba previsto que la profesora Lyubomirsky participara en el congreso #EqAp, Escuelas que Aprenden, de la Fundación Trilema este mes de marzo en Madrid y seguro que vendrá en cuanto esto pase.
Christopher Wildeman, Kristin Turney y Jason Schnittker estudiaron las consecuencias para la felicidad de estar presos (Journal of Criminal Law and Criminology, invierno de 2014). Mientras las personas están confinadas, el punto fijo (set point) de Felicidad baja; tan pronto como son liberadas, vuelven al punto de Felicidad anterior.
Sobre la adaptación hedónica, cómo nos acostumbramos a un cierto nivel de Felicidad, hay varios aspectos a tener en cuenta: no es neutral entre emociones positivas y negativas (por ejemplo, los Amish o los Masai lo tienen más alto), es individual (en un 50%, rasgos estables, predisposición), se puede cambiar (los investigadores del The Economist descubrieron que el 85% de la diferencia entre países depende de 9 factores, entre ellos la renta per cápita, la esperanza de vida, la estabilidad política o la tasa de divorcios) a un ritmo diferente según las personas (por ejemplo, las personas menos satisfechas con la vida se benefician más a largo plazo de un matrimonio estable).
¿Podemos escapar de la “noria”? Barbara Fredickson, la maestra de la Positividad, y sus colegas Cohn, Coffey, Pek y Finkel demostraron en 2008 que sí, por ejemplo a través de la LKM (Loving-Kindness Meditation, Meditación del Amor y la Amabilidad). Silvia Damiano, en sus escritos y en su documental ‘Make me a Leader‘ insiste en los beneficios de la Meditación y el sueño para un Liderazgo “Brain-Friendly”, un Liderazgo Saludable.
En definitiva, hay una serie de trucos para elevar a voluntad nuestro nivel de Felicidad (Tal Ben-Shahar, 2006):
Darnos permiso para ser realmente humanos, aceptando nuestras emociones (aunque éstas sean la tristeza, el miedo o la ira), porque negarlas nos lleva a la frustración.
Simplificar nuestra vida: una cosa para cada momento, evitando la multitarea.
Encontrar placer y significado, porque de eso debe estar hecha la experiencia. Perseguir nuestros sueños y no los que nos imponen. Dedicar a nuestras aficiones varias horas a la semana. Pasar tiempo (de calidad) con nuestros seres queridos.
Centrarnos en ser positivos y agradecidos, y ponerlo por escrito (de Tal Ben Shahar aprendí en el Congreso de la Felicidad en el Trabajo de La Coruña a convertir este blog en un “diario de gratitud”).
Dedicar esfuerzo consciente a las personas que más queremos. Volver a tener citas con quienes amamos y dialogar con nuestr@s hij@s.
Practicar la conexión cuerpo-mente a través de la meditación, la respiración y el ejercicio físico (gracias, Easy Zen por tu ‘Meditación guiada para la mañana’ y a Patry Jordan por sus vídeos de GymVirtual).
Te propongo escuchar esta entrevista a Byron Katie, autora de ‘The work’, sobre la práctica de la Felicidad.
Nos vencemos a nosotros mismos ayudando a los demás. Esta entrada va dedicada a mi buena amiga Marta y su hija Ares, que sé que las leen. Tras la pérdida de un ser muy querido, están encontrando la Paz que merecen.
La canción de hoy, el clásico de Cecilia, ‘Un Ramito de Violetas’. “Era feliz en su matrimonio, aunque su marido era el mismo demonio”.
La violeta es una flor que significa lo sencillo, lo simple. Refleja el proceso interior hacia la calma, la Paz. Justo lo que necesitamos.
Tratando de equilibrar el empleo del talento (creo que el Covid 19 se está llevando por delante el “trabajo” tal como lo conocíamos) con el ocio inteligente, ayer terminé de ver ‘Vivir sin permiso‘ en Netflix (2 temporadas, 23 episodios de unos 75 minutos). La historia de Nemo Bandeira (José Coronado), el capo de Oeste; su vida cambia cuando le diagnostican Alzheimer y se plantea su sucesión. Tiene tres hijos: Carlos (drogadicto e inútil), Nina (una ambiciosa galerista) y Lara (ilegítima, rebelde, cuida de su madre que esta en coma), además de su ahijado Mario Mendoza (Álex González), abogado brillante que es su mano derecha. Su mano izquierda es Ferro (Luis Zahera), al que le hace prometer que acabará con él cuando Nemo no recuerde el nombre de sus hijos. Frente a él, juezas, policías y otros narcos (mexicanos, colombianos).
De una serie tan recomendable como entretenida, además de admirar las actuaciones de Coronado, de Luis Zahera, de Pilar Castro o de Leonor Watling, podemos recordar algunas cosas importantes como:
el dilema entre el amor al poder y el poder del Amor.
el papel de nuestros hijos: sufrimos más que ellos su dolor, nos alegramos sólo por su felicidad.
los límites de la ambición. Como ha dicho el propio Álex González, Mario Mendoza tiene algo de Tom Cruise en ‘Magnolia’, del personaje de ‘American Psycho’ y de Tom Hagen en ‘El Padrino’.
el valor de la auténtica lealtad, hasta el final. La lealtad es fidelidad con criterio.
la importancia de planificar, de diseñar una estrategia y adaptarla en función de las circunstancias. Los planes siempre se cumple, pero planear (como los hidroaviones) lo es todo. Vivimos proyectados hacia el futuro.
ahora que se habla tanto de guerra (contra el coronavirus), recordar que la primera víctima de toda guerra es la verdad.
Atención a las localizaciones: el Pazo Bandeira es el Pazo de A Toxeiriña, en Moraña,
Combinar ‘Siempre Alice’ de Julianne Moore con ‘El Rey Lear’ de Shakespeare y el narcotráfico en las Rías Baixas (Oubiña y compañía) es un innovación estupenda.
Mi enhorabuena y mi gratitud como espectador a Manuel Villanueva, DG de contenidos de Mediaset por su gran apuesta de ficción; al escritor gallego Manuel Rivas (leeré su libro ‘Vivir sin permiso y otras historias de Oeste’), por la idea; a Aitor Gabilondo, productor, guionista y showrunner de Alea Media y al elenco artístico, protagonizado por José Coronado, Álex González, Luis Zahera y Pilar Castro. Moitas Grazas.
Hoy, además de hablar con amigos y preguntarles realmente, tomándonos tiempo, cómo están y cómo se sienten, y de preparar temas comerciales con Talent Solutions (gracias, María José y Orestes por estar al pie del cañón), he disfrutado del webinar de Brandty ‘¿Está tu empresa preparada para el teletrabajo? Del control a la confianza‘ de 11 a 12,30 h. Esta tarde, sesión de trabajo sobre Estrategia Personal con Andrés Pérez Ortega de 90’ en la que participaré con Zoe, #AlientaTalk en Instagram con Roger Domingo (a las 7 pm) en la que recomendaré los libros para estas semanas y Gym Virtual con Patry Jordan a las 20,15 h tras los aplausos de agradecimiento a los profesionales sanitarios. Por la noche, empezaremos la serie ‘Hogar’ (Netflix) con Javier Gutiérrez, uno de los actores que más admiro.
En estos días de RSP (Responsabilidad Social Personal) necesitamos poesía. En mi caso, Garcilaso, Quevedo, Lope de Vega, Bécquer, Pedro Salinas, Luis Alberto de Cuenca, Claudio Rodríguez, Ángel González, las décimas repentistas de Alexis Díaz Pimienta y por supuesto Yolanda Sáenz de Tejada.
He vuelto a leer ‘Diario de una mujer completa’, su última obra. Un homenaje poético a la mujer que tuve el honor y el placer de prologar.
“Hay poemas que nunca encuentran el lugar adecuado para mostrarse.
Hay mujeres, también, que viven dentro de ti y que escondes como si fueran canas tempranas o arrugas canallas que delatan tu agonía.”
Yolanda Sáenz nos explica el enamoramiento en ‘Me enamoró’.
o el poema ‘Mamá, no me lo perdono’: “La ausencia de madre joven,/ que apenas tiene tiempo de jugar/ con sus cachorros en la alfombra”.
En el prólogo de ‘Diario de una mujer completa’, te animo a leer poesía, “porque es un reino mágico en el que los seres humanos ofrecemos nuestra mejor versión. Y ya puestos a hacerlo, a leer los poemas de Yolanda, que son tan precisos en su confección como valientes en su exposición.
Son los poemas de una “mujer completa”, con su sangre vertida ante nosotr@s, su corazón tendido al sol y con los ovarios que le ponen a la vida las mujeres atrevidas, luchadoras y desafiantes.”
Y concluyo: “Acude pronta a la cita con Yolanda y sus versos, que son un ingrediente especial para el bienestar de cuerpo y alma, para la alegría de vivir, para ese placer y ese sentido que nos aguardan en la felicidad”.
Te mereces vibrar con poemas como éstos, que salen de dentro.
Mi gratitud eterna a Yolanda por su poesía, por su visibilidad femenina, por su amistad tan especial.
Te deseo que cuando salgamos de ésta (y, si puede ser, antes) la poesía forme parte diaria de tu vida. Leerla, memorizarla, expresarla a tus seres queridos.
La magia, como poesía, es una forma única de comunicación. “We have to believe we are magic” (Tenemos que creer que somos mágicos). Olivia Newton John, Xanadú
And if all your hopes survive/ your destiny will arrive./ I’ll bring all your dreams alive/ for you” (Y si tus esperanzas sobreviven/ llegará tu destino./ Haré que tus sueños se realicen/ por ti).
Ya hemos cumplido dos semanas de RSP (Responsabilidad Social Personal) y muy previsiblemente nos quedan otras dos semanas, hasta el sábado 12 de abril. Con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide.
Hasta entonces, aprendamos de quienes mejor lo hacen. Como nuestro compatriota el chef José Andrés, portada de la revista TIME, retratado como un nuevo Quijote, con lanza y escudo. “Apart, not Alone”.
En honor a quienes, como José Andrés, hacen tanto bien a los demás, los ‘Tres epitafios’ de Rodolfo Halfter (1900-1988), obra para coro a capella compuesta en su exilio en México, allá por 1947. El recuerdo de Cervantes al otro lado del Atlántico.
“Sin empatía nada funciona”, nos recuerda el chef José Andrés en el artículo de TIME. En el artículo que le dedica la prestigiosa revista https://time.com/collection/apart-not-alone/5809169/jose-andres-coronavirus-food/ se destaca la labor de su ONG World Central KItchen, que reparte miles de comidas saludables a quienes más lo necesitan. “Andrés es una lección de liderazgo en tiempos de crisis. En una catástrofe en la que la respuesta del gobierno de EE UU ha sido lenta, confusa e insegura, su cocina modela el liderazgo -ágil, confiado, proactivo- que el público necesita en una crisis (y hasta ahora, lo ha asegurado más que el gobierno federal). “Tenemos a un Presidente más preocupado de Wall Street que del virus”, ha declarado José Andrés.
TIME define a este cocinero español de 50 años como carismático, impulsivo, divertido, contundente y decidido, un idealista que alimenta a miles de personas y un duro rival en la cancha de baloncesto. Uno de los mejores cocineros de los Estados Unidos. Su grupo, ThinkFoodGroop, posee 30 restaurantes en Washington, Florida, California, Nueva York y otros cinco estados del país. Dirige todo tipo de establecimientos, desde los más vanguardistas a una casa de comidas (food court) que según el crítico gastronómico del New York Times fue el mejor nuevo restaurante de Nueva York en 2019. Además, este inmigrante español (asturiano, para más señas) ha destacado por su ayuda humanitaria. World Central Kitchen preparó unas 4 millones de comidas para residentes de Puerto Rico tras el huracán María (su libro, un best-seller, se llama ‘Alimentamos a una isla’). Su ONG ha actuado decisivamente en 13 países, entregando unas 15 millones de comidas y aportando más de 15.000 voluntarios. El año pasado, José Andrés fue nominado al premio Nobel de la Paz.
José Andrés piensa a lo grande. “Esto va a pasar a los libros de historia. Más que el 11S, más que el Katrina. “Think Big” (Piensa a lo grande). Porque cuando pensamos a lo grande, lo hacemos. Y el dinero aparece”. En la Crisis del Gran Princess, un trasatlántico con 2.400 pasajeros, algunos infectados con el Covid 19 que llegó a Oakland, California, desinfectó la cocina y alimentó al pasaje. En Puerto Rico aprendió que debía evitar la burocracia gubernamental para lograr su propósito, alimentar a quienes más lo necesitan, sea en Haití, en los incendios de California, un terremoto en Albania o un volcán en Guatemala. En la tragedia del huracán Dorian en las Bahamas el pasado mes de septiembre, dirigió helicópteros e hidroaviones para alimentar las islas Ábaco. “Nadie me dijo que alimentara las Bahamas. Yo lo hice”. En 2020, World Central Kitchen ha estado ayudando en los incendios de Australia o a las víctimas del tornado de Nashville, con más de 25 muertos. En febreroalimentó a otro crucero infectado, el Diamond Princess, obligado a atracar en Yokohama. Cuando el 15 de marzo se ordenó en EE UU el cierre de espacios públicos, José Andrés convirtió sus cinco restaurantes de Washington y el de Nueva York en comidas comunitarias. Hasta el 25 de marzo, World Central Kitchen y sus aliados han coordinado comidas saludables para más de 150.000 familias en Nueva York, Washington, D.C., Little Rock, Arkansas, Oaklan Orlead, Nueva Orleans, Los Angeles, Miami, Boston y Madrid. Ahí es nada. En todo Estados Unidos, la ONG “Chefs for America” da comidas desde 346 restaurantes y 567 colegios. El 23 y 24 de marzo, José Andrés donó en la capital federal más de 13.000 mascarillas.
“Nos aseguramos de adelgazar los muros y ensanchar las mesas”, ha declarado José Andrés, que siempre se sitúa al otro lado del narcisista Donald Trump. Cuando Trump ataca, José Andrés contrataca. Cuando Trump llamó “violadores” a los mexicanos, cerró el restaurante de uno de sus hoteles. Cuando el parón de la Administración, donó 300.000 a funcionarios sin paga. La empatía, no meramente activa sino declarativa, es la clave para que todo funcione.
José Ramón Andrés Puerta nació en Mieres (Asturias) el 13 de julio de 1969. Hijo de enfermeros, con cinco años se trasladó a Barcelona, con 12 preparaba platos para toda su familia y con 15 empezó a trabajar en la Escuela de Restauración y Hostelería de la ciudad condal y en El Bulli de Ferrán Adrià. A los 21 marchó a Nueva York (se dice que con 50 $ en el bolsillo) para trabajar en el Paradís Barcelona de la “Gran Manzana”. Después se trasladó a Washington. Su restaurante ‘Jaleo’ introdujo las tapas en EE UU. De 2005 a 2007 hizo un programa de cocina en TVE. En 2016, ‘Minibar’ consiguió dos estrellas Michelín. En 2016 le otorgaron la nacionalidad estadounidense y el 14 de marzo de 2019 abrió en el complejo Hudson Yards de Manhattan ‘Mercado Little Spain’ con los hermanos Adrià, que es la sensación de Nueva York. Un “food hall” de 3.200 m2 para evocar los sabores de nuestro país: Marca España. Gastronomía que alimenta la Filantropía. José Andrés logra que su amado país se asocie a la Generosidad.
José Andrés apareció en la lista de los más influyentes de TIME en 2012 y 2018. Fue padrino de la Universidad George Washington en 2014, Y su ONG ha pasado de contar con 650.000 $ en 2016 a 28’5 M $ en 2019 (dos tercios, de donaciones, entre ellas las de Marc Benioff, CEO de Salesforce y dueño de TIME). “Si pasas más tiempo dedicado a tus miedos que a tus esperanzas, al resentimiento más que a la compasión, a separarte de los demás en un mundo interdependiente, lo vas a pasar mal”, ha dicho de José Andrés y su empatía el ex presidente Bill Clinton.
José Andrés vive en movimiento perpetuo, actuando por impulsos. Tras el crucero de Oakland, a San Francisco para combatir el coronavirus. Mientras trabajaba en Bahamas estaba en permanente contacto con su gente de Puerto Rico. Y siempre con su mujer, Patricia, también española, a la que conoció en Washington en los 90. “A veces me gustaría cargármelo, tirarlo por la ventana”, ha declarado ella. Andrés juega a ganar, en la empresa como en la cancha (entre sus colegas del basket, el mítico José Manuel Calderón). En Bethesda, Maryland, su hogar, con sus dos hijas, la mayor de ellas Carlota, de 21 años.
Como Clinton, José Andrés conecta con la gente a la primera. Y da muy bien en televisión. En los últimos años ha perdido a sus padres y a su gran amigo Anthony Bourdain, que se suicidó. “Hay días en que piensas que pierdes el control”, ha declarado José Andrés en la entrevista de TIME.
Su mujer Patricia le recuerda despertándose ansioso hace 3 años, cuando ya era un chef afamado, tras el huracán María, “¿qué voy a hacer con mi vida? ¿Estoy haciendo lo suficiente? No estoy haciendo nada”. Me recuerdan las palabras de Oskar Schindler al final de la película de Steven Spielberg.
Clinton considera a José Andrés “un tesoro nacional”. “Es una de las personas más especiales que he conocido”, ha declarado el expresidente. Por su parte, el chef opina sobre su labor: “Cubrimos las grietas del sistema. En una crisis como ésta no puedes esperar que el gobierno lo haga todo, que las grandes ONGs lo hagan todo. Somos los primeros en primera línea. Y tengo la sensación de que seremos los últimos en abandonarla; porque ése siempre ha sido el caso”.
Recuerdo al gran escritor John Carlin (‘El factor humano’, sobre Nelson Mandela y el Mundial de Rugby en Sudáfrica) hablarme en el aeropuerto de San Sebastián hace algunos años de José Andrés.
La empatía como cualidad esencial del Liderazgo. Algo que debemos recordar TCV (Tras el CoronaVirus), siempre. Porque una cosa es estar distanciado físicamente y otra no ponerse en el lugar del otro, no tratarle con dignidad y respeto. Cuando eso se nos olvida, por codicia, por soberbia, perdemos buena parte de nuestra alma.
Mi gratitud a Sean Gregory, el periodista de TIME y por supuesto a José Andrés, magnífico Quijote. Don Quijote cabalga de nuevo. ¿Molinos? Este mes de marzo dos millones de españoles irán al desempleo, el peor mes de la historia de nuestro país. Nos vamos a dejar el alma para proteger el empleo de su talento. Lo necesitan por su economía, por su salud mental, por sus familias. Y no dejaremos a nadie detrás.
Soñemos como niños con la banda sonora de nuestra infancia. Caballero del Honor.
Para celebrar el Día Internacional del Teatro (¡Qué falta nos hace esta actividad artística!), anoche disfruté del ‘Estudio 1’ (RTVE) ‘Olvida los tambores’ de la gran Ana Diosdado. Lo tienes en ‘RTVE a la carta’:
Esta obra de 1970, hace 50 años (la versión de ‘Estudio 1’ es de navidades de 1973, a menos de dos años de que muriera Franco), trata de una joven pareja, la formada por Alicia (María José Goyanes) y Tony (Juan Diego), que ve alterada su existencia cuando irrumpe en sus vidas Pili (Mercedes Sampietro), la hermana mayor de Alicia, huyendo de su acabado matrimonio con Lorenzo (Jaime Blanch). Tony, que ha formado un grupo musical con su amigo Pepe (Emilio Gutiérrez Caba) coinciden en casa de Alicia con Nacho (Pastor Serrador), un productor musical. En la velada se irán descubriendo los miedos, aspiraciones y verdades de todos los personajes. Una función muy brillante, que da mucho que pensar.
Recordaremos siempre a Ana Diosdado y la serie ‘Anillos de oro’, con la inolvidable música de Antón García Abril (Teruel, 1933). Tuve el honor de contar con el maestro García Abril en el curso ‘Arte y creadores de tendencias’ de la UIMP (Palacio de la Magdalena, Santander).
“Como en cualquier situación que se despliega en el tiempo, Olvida Los Tambores incluye muchos temas, si no tantos como frases se dicen, al menos tantos como personajes. Por ejemplo, esté el tema de la visión del mundo y pautas de conducta vital, lo que se concreta en formas diferentes para cada personaje, o el tema de la doble moral, la de Alicia, tan bien descrita por su marido Tony (“Si hubiera venido a contarte que había asaltado un banco, o que había cosido a puñaladas a un individuo, me habrías ayudado a esconderme, pero habiendo una cama de por medio…” ); por no hablar de los conflictos generacionales, o la envidia de Tony por Lorenzo; o el poder del dinero y el éxito o, en fin, pero nada menos, esa España de los años setenta de cuyos componentes políticos y “gubernamentales”, por cierto, apenas nada se dice explícitamente, pero que el espectador de entonces podía presuponer o vislumbrar.
La vida como teatro, la vida como representación de unos papeles; solo que aquí Lorenzo, Pili o Tony… no lo saben, sino que lo descubren al descubrir el ropaje de los personajes que hasta entonces han representado: el hombre de orden (Lorenzo), la mujer acomodadamente feliz (Pili), la felizmente progresista (Alicia) o el artista libre de convenciones, “autentico” (Tony)” (Antoni Tordera, Introducción al ‘Teatro escogido’ de Ana Diosdado, 2007). Gracias, Ana Diosdado (1938-2015), premio MAX a toda una vida 2013. Como decía mi querido Juan Luis Galiardo, una está viva mientras le recuerden los demás.
TCV (Tras el CoronaVirus)…
El pasado jueves participé en una de las #AlientaTalks vía Instagram lideradas por Roger Domingo (gracias Roger por esta labor pedagógica). Creo que está “colgado” en Insta, como las de Mónica Galán y Margarita Álvarez. El tema: ‘Recomendaciones de libros desde el Liderazgo’.
Ya sabes que para mí leer es un vicio (aunque leo en papel, afortunadamente estas semanas tenía stock pendiente) y el Liderazgo es mi campo (desde transmitir a transformar). Por eso quería responder a la pregunta: “Si quiero transformar realmente mi organización, ¿cómo lo hago?”. Ya sabes que defino el Liderazgo “el Talento para influir decisivamente en los demás desde la autoridad moral, la credibilidad y el ejemplo”. Más concretamente, se requiere “Liderzgo Digital”, una de las cinco tendencias del #FuturoDelEmpleo . Es el Liderazgo Consciente y Coherente que necesitan los CEOs para transformar realmente sus organizaciones.
Creo que el/la líder debe marcar la diferencia en estos tiempos difíciles de crisis sanitaria y económica desde:
la Comunicación: recomiendo encarecidamente ‘El Método BRAVO’ de Mónica Galán Bravo. Uno de los mejores libros no sólo para hacer presentaciones eficaces, sino para comunicar como líderes. Y respecto al lenguaje que utilizamos, ‘El Lenguaje de la Felicidad’, de Luis Castellanos, el padre del “lenguaje positivo”, porque necesitamos un lenguaje positivo e inspirador en tiempos difíciles.
la Motivación propia y ajena y la Dirección por Objetivos. Estamos improvisando el eworking o tecnoempleo (más allá del simple teletrabajo) y la verdadera respuesta es la DPO. Recomiendo ‘Haz que suceda’de Rubén Turienzo. Un libro muy práctico para marcarte objetivos SMARTER y conseguirlos. Y el libro ‘Atrévete a motivarte’ que tuve el honor de coescribir con Jorge Carretero, durante 18 años el portavoz del RFEF, un equipo de leyenda: píldoras concretas para la acción.
la Economía. Creo que son imprescindibles ‘La era de la disrupción digital’ de Rafael Doménech y Javier Andrés, catedráticos de la Universidad de Valencia (un libro muy bien documentado sobre el futuro del empleo) y ‘Excesos’ de Emilio Ontiveros; para mí, la mejor explicación de la crisis anterior, que nos anticipa la entrante.
la Tecnología. Atención a ‘La era de la Humanidad‘ de Marc Vidal y ‘Superpoderes de la Inteligencia Artificial‘ de Kai-Fu Lee.
temas de máxima actualidad.‘¿Somos malas madres?’de Marta Grañó, que detalla las ventajas de trabajar como profesionales dentro y fuera de casa, ‘Te van a despedir… y lo sabes’ de la investigadora Pilar Llácer y ‘e-Renovarse o morir’ de Silvia Leal.
la Filosofía, especialmente la Serenidad que nos aportan el Zen y el Estoicismo. Bushido: El Código del Samurái, de Inazio Nitobe y las ‘Meditaciones’ de Marco Aurelio.
la Confianza. Necesitamos mucha, y en esto el maestro es José María Gasalla. Recomendaría su último libro, ‘Empréndela contigo mismo desde la Confianza’(2018).
Y por supuesto, necesitamos invertir nuestros esfuerzos en proyectos paralelos, y para ello ‘Monetízate’, del padre de la Marca Personal y gurú de la Estrategia Personal, Andrés Pérez Ortega.
Con toda modestia, creo que hoy los líderes necesitan un manual y para ello, ‘Liderazgo Innovador para Dummies’, que tuve el honor de coescribir con mi buena amiga la catedrática de organización de empresas de la Universidad de Málaga Ana María Castillo. El Liderazgo Innovador requiere de “playbook” (manual) y de un/a buen/a coach; sin acompañamiento estratégico, la soledad del corredor de fondo puede resultar asfixiante.
Los líderes también necesitan distraerse. Yo no leo mucha ficción, pero recomendaría las novelas de la gran Teresa Viejo. Más concretamente ‘Animales domésticos’ y ‘Que el tiempo nos encuentre’. Son magníficas historias, primorosamente relatadas.
Y en términos generales, me parece esencial ‘El fin del mundo tal como lo conocemos’ de la periodista Marta García Aller.
Como comenté en la #AlientaTalk, tengo muchas ganas de leer el libro que está terminando el tenor José Manuel Zapata, que imparte una de las mejores conferencias actualmente en nuestro país, ‘Cómo dar el Do de Pecho’. Zapata aúna profesionalidad, profundidad y un gran sentido del humor.
A posteriori de este diálogo, algunos me habéis pedido “que me moje más”. Lo acepto. También recomiendo (bonus track) ‘Austeridad. Historia de una idea peligrosa‘ de Mark Blyth (todavía no lo he comentado en este Blog). Cuando los líderes confunden eficiencia (optimización de recursos) con anorexia corporativa (no sólo quemar grasa sino destruir músculo) es el principio del fin.
Te animo como líder a chequear si estás comunicando como debes, hasta qué punto te sientes motivad@ y logras la motivación de los demás, desde la confianza, generando compromiso, si estás al tanto de la economía y la tecnología… Tu equipo y tu empresa necesitan tu mejor versión, sin paños calientes. No necesita “austericidios”. Como te escudes en la urgencia TCV, llevas inconsciente e involuntariamente a tu organización al precipicio.
Mi gratitud a Roger Domingo, a María José Bertrán y a todo el equipo de Alienta. En un maravilloso país como el nuestro que lee tan poco, la correlación entre la calidad directiva (que debe elevarse exponencialmente TCV) y el empleo, que debemos generar a toda costa desde la empleabilidad y la learnability (aprendibilidad) parece más que evidente.
Como estamos en “año Galdós”, te recomiendo otra pieza del maestro Antón García Abril, de la banda sonora de ‘Fortunata y Jacinta’. ¡Qué gran compositor!
Ayer sábado por la mañana vimos en Netflix ‘El Hoyo’, ópera prima del bilbaíno Gander Gaztelu-Urrutia, premio del Público en los festivales de Toronto y Sitges. Una inquietante y dura metáfora de la desigualdad social. Si todavía no la has visto, aquí tienes el tráiler:
Trata de una cárcel (llamada un “Centro Vertical de Autogestión”) con varios niveles (¿100? ¿200? ¿333?) en la que hay dos reclusos por planta. Allí se confina voluntariamente Goreng (Iván Messegué) con un libro, El Quijote, para pasar 6 meses, dejar de fumar y obtener un certificado. Conocerá a Trimagasi (Zorion Eguileor), a la funcionaria Imoguiri (Antonia Sanjuan), al combativo Baharat (Emilio Buale), a la asiática Miharu (Alaxandra Masangkay) en busca de su hija… Una plataforma de la que baja comida, de forma que cada nivel come las sobras del de más arriba: ¿egoísmo, solidaridad espontánea?
En el guión de David Desola (Barcelona, 1971) encontramos ecos de la ‘Divina Comedia’ (Dante baja a los infiernos por su amor a Beatriz, y es guiado por Virgilio), por supuesto del idealismo quijotesco (“El grande que fuera vicioso, será vicioso grande y el rico liberal será un avaro mendigo. Que al poseedor de las riquezas no le hace dichoso tenerlas, sino gastarlas. Y no el gastarlas como quiera, sino saberlas bien gastar”), de la película canadiense Cube (el espacio asfixiante) y de ’12 monos’ de Terry Gilliam, con Bruce Willis, Madeleine Stowe y Brad Pitt.
“En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos” (Gandhi).
“La riqueza no consiste en tener grandes posesiones sino en tener pequeños deseos” (Epícteto).
“Quien sabe de dolor, todo lo sabe” (Dante Alighieri).
“Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso de tonto y mentecato?” (Miguel de Cervantes)
“Con la excusa de “los de arriba” evitamos asumir nuestras propias responsabilidades”, ha declarado el director de la cinta. La victoria es cambiarse uno mismo (“ama, no lo que eres, sino aquello en lo que te puedes llegar a convertir”) más que tratar de cambiar a la sociedad en su conjunto. Obvio.
Premiada internacionalmente, hizo algo más de medio millón de euros en taquilla. Ahora en Netflix, donde está desde el 20 de marzo, será un éxito global, estoy seguro. Comparto lo que ha escrito la crítica Mireia Mullor en Fotogramas: su contundencia narrativa la convertirá en un film de culto.
En otro orden de cosas, o no, he estado leyendo el libro ‘Austeridad. Cuándo funciona y cuándo no’ de los profesores italianos Alberto Alesina (Harvard), Carlo Favero y Francesco Gravazzi (Bocconi). Se trata de un meta-análisis de medidas fiscales en 16 de las principales economías (Estados Unidos y Canadá, Australia, Japón y 12 países europeos, entre ellos España) en los últimos 40 años (1970-2014). El gran Martin Wolf (Financial Times) considera este libro “extremadamente importante”.
La tesis central del libro es que hay dos tipos de austeridad, la recesiva (la más habitual) y la expansiva. Por tanto, tan importante es el “qué” como el “cómo”. Alesina, Favero y Giavazzi definen la austeridad como aquella política orientada a reducir el déficit público y a estabilizar la deuda del estado, objetivo que se procura lograr a través de la reducción del gasto, la subida de los impuestos o una combinación de ambas.
Sí, hay dos formas de austeridad. La más habitual es la subida de impuestos, directos e indirectos, ya de por sí elevados, lo que provoca la asfixia de la economía. Ajustes profundamente recesivos hasta 3-4 años después de su introducción, lo que provoca descensos en el PIB. La más inteligente es la austeridad expansiva, basada en los recortes de gasto, que reduce la relación deuda/PIB y tiene un efecto más permanente en la economía. Los autores demuestran en el libro la bondad de este modelo y la perversión del anterior sin ningún género de dudas.
La diferencia entre austeridad expansiva y recesiva y el control del gasto me ha recordado al profesor José Barea Tejeiro (Málaga, 1923-Madrid, 2014), catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, presidente y socio de honor de AECA (tuve el honor de que el profesor Barea me entregara el I Premio AECA de artículos cortos originales sobre Contabilidad y Administración de Empresas en 1995 por ‘Jugando al ajedrez de Alicia’ ).
El profesor Barea fue un economista de estado (un hombre de Estado dedicado a la economía) que destacó en el dominio de la política presupuestaria: disciplina, control, estabilidad, déficit, integración europea, crisis, sistemas de pensiones: viabilidad, envejecimiento y otros importantes aspectos de política económica, como la financiación del déficit exterior, la financiación automática o la competencia en el ámbito del Sector Público. Fue Director de la Oficina Presupuestaria de Presidencia de Gobierno con rango de Secretario de Estado. Premio CEOE de las Ciencias, Círculo de Economía y Jaime I de Economía. Gran Cruz de Isabel la Católica, de la Orden de Cisneros y presidente del Senado de CEDE.
En el Reino Unido de 2010 a 2014 se practicó la austeridad (2/3, recortes de gasto y 1/3, subida de impuestos) que el Fondo Monetario Internacional anticipó que llevaría a la recesión. Sin embargo, no fue así (austeridad expansiva) y el FMI se disculpó públicamente. En Irlanda en el mismo periodo, con una crisis bancaria de gran alcance, se redujo el gasto público un 11% del PIB y se subieron los impuestos un 4% del PIB. En 2013, Irlanda estaba creciendo al 4’3% y en 2014 al 8’9%. En España (2009-2014), el gobierno introdujo medidas de austeridad por el 12% del PIB; de los 12 puntos porcentuales, 7 fueron por subidas fiscales. En Portugal en un periodo similar y tras un “sudden stop” (parón de la inversión extranjera), austeridad por el 17% del PIB: 10% por reducción de gastos y 7% por subida de impuestos.
Como dijo Roger Domingo en el pasado #AlientaTalk al referirse al libro ‘Hablando se entiende la gente’ de Emilio Ontiveros, Daniel Lacalle y Juan Torres, la buena economía (la seria, la rigurosa) va más allá de la ideología.
Mi gratitud a los buenos economistas como Alesina, Favero, Giavazzi, Ontiveros, Lacalle o Torres y mi recuerdo muy cariñoso al profesor Barea y a su hija Maite, desgraciadamente también fallecida tras una larga y penosa enfermedad.
Pensemos en la austeridad en las empresas TCV (Tras el CoronaVirus). Si únicamente considera variables tangibles, como los ingresos, los gastos, el margen, las llevará al austericidio. En el Talentismo, la nueva era en la que el Talento es el motor de crecimiento, hemos de considerar otras variables para distinguir la austeridad expansiva, deseable, de la recesiva, que llevará al final de la compañía (no olvidemos que la esperanza de vida corporativa se ha reducido a la quinta parte desde 1970).
La clave está en dos variables intangibles: la confianza y el compromiso. Siempre importantes, ahora esenciales.
“La confianza es el sentimiento que se genera cuando se dice la verdad y se cumplen las promesas” (José María Gasalla). Siguiendo el modelo del profesor Gasalla (Deusto), el gran maestro en la Gestión por Confianza, resulta de 10 variables:
Competencia Profesional
Claridad
Consistencia
Cumplimiento
Compromiso
Coherencia
Confidencialidad
Complicidad
Conciencia
Correspondencia (Reciprocidad)
Mi buen amigo José María Gasalla insiste en que “la confianza no se impone, se inspira”. Me gusta recordar que la confianza, siguiendo a Stephen Covey, es una cuenta corriente emocional, con sus reintegros y sus depósitos. Cuando queda a 0 es que la persona no es creíble.
La Confianza conecta con el Compromiso (entendido como implicación, “engagement”) en un 76%, según ha demostrado Paul Zak (2017)). Esto es, tres cuartas partes de la confianza se trasladan al compromiso, entendido como “la energía que le ponemos a lo que hacemos”.
Los datos son inconstestables. La consecuencia, en términos de Compromiso, es clara. Y no corren buenos tiempos para el Compromiso, no corrían ACV (Antes del CoronaVirus). Según las investigaciones de Gallup, en la Unión Europea sólo el 10% de los profesionales en las empresas se sienten comprometidos y en España la cifra apenas alcanza el 6%.
Pensemos en un caso concreto. Como consecuencia de la crisis sanitaria, una gran empresa se plantea un ERTE. Se trata de una compañía con poderosos servicios centrales desde siempre, que apenas se tocan en este expediente, en tanto que la red comercial sufre de lo lindo. La actitud de la Alta Dirección no genera confianza precisamente, porque da poco ejemplo. El resultado lo podemos adivinar: por el bajón en confianza y compromiso, que se traslada al servicio al cliente, la compañía se está poniendo en serio riesgo. La austeridad como “austericidio”.
Afortunadamente, hay esperanza por dos motivos. Primero, porque sabemos lo que debemos hacer para elevar el Compromiso. Silvia Damiano en su libro ‘Engage Me’ lo llamó “modelo de las 3 E” (en ingles): Enjoy, Emotional Connection, Empowerment. Si la Alta Dirección fomenta el disfrute de verdad (de nuevo, dando ejemplo desde el propósito real de la empresa), la conexión emocional con empatía y auténtica compasión y la autonomía/delegación, la cosa puede funcionar. Si como “no está el horno para bollos” se trata de sufrir, de despegarse emocionalmente, de concentrar y recentralizar, apaga y vámonos. Tan simple como esto.
¿Funciona? Volviendo a Gallup, ese engagement del 10% en la UE se convierte en el 70% (sí, en el setenta por ciento) entre las Top Employers, entre las compañías que objetivamente gestionan mejor el Talento.
En fin, ACV (Antes del CoronaVirus) sólo el 20% de las compañías eran sólidas desde el punto de vista de la Confianza que generaban en los empleados, los clientes y el resto de stakeholders. Veremos TCV (Tras el CoronaVirus). Ni que decir tiene que son claves la convicción del CEO y la mentalidad del CFO, el Director Financiero: si posee perspectiva estratégica, practicará la “austeridad expansiva”. Si se dedica exclusivamente a cortar por lo sano, el niño (la empresa) se irá por el desagüe. Una mala austeridad nos lleva AL HOYO.
Las cartas están encima de la mesa. Hace falta el coraje, la valentía, para hacer las cosas bien (por eso un/a coach estratégico ayuda). Buenos tiempos para el Liderazgo Consciente y Coherente.
La canción de hoy, ‘Hope’ (Esperanza) de The Chainsmokers con Winona Oak. La hay si se hacen las cosas bien.
Comenzamos la que muy probablemente será la semana más dura de la RSP (Responsabilidad Social Personal) para quedarnos en casa. Además de este Blog diario, he comenzado en LinkedIn (conectado a Twitter) una serie de pequeños artículos, de menos de 400 palabras: ‘Toca mojarse’.
Durante el pasado fin de semana he disfrutado de dos enormes entrevistas de Teresa Viejo, la maestra de la Curiosidad, a Jorge Ruiz (Maldita Nerea)
Gracias, Teresa, Jorge, José María. Os váis a llevar un buen abrazo en cuanto volvamos a vernos. Como dice Teresa, al miedo no se le teme, SE LE OBSERVA.
La investigación demuestra que los seres humanos somos más resilientes, más capaces de adaptarnos a las circunstancias por duras que sean, de lo que imaginábamos previamente. La vida nos pone a prueba y demuestra nuestra grandeza.
El Dr. Noam Schpancer, psicólogo clínico de Columbus, Ohio, y escritor en Psychology Today, lo ha analizado en profundidad en un artículo que publicó ayer: Somos más resilientes de lo que sentimos. Cuando llega una amenaza, tendemos nuestra atención inicial en ella. Se estrecha la atención, se magnifica la amenaza y se eleva nuestra ansiedad. En la pandemia del coronavirus se ha mostrado la vulnerabilidad individual y colectiva. Nos propone una evaluación rápida de Verdadero (V) y Falso (F).
Soy capaz de adaptarme cuando se producen los cambios.
Puedo gestionar lo que se pone en su camino.
Cuando hay problemas suelo ver la parte positiva del asunto.
Gestionar el estrés me fortalece.
Tiendo a recuperarme tras una enfermedad, dolencia o dificultad.
Creo que alcanzo mis objetivos, aunque haya obstáculos.
Bajo presión, me centro y pienso con claridad.
No me desanimo cuando cometo errores.
Pienso en mí mismo como alguien fuerte cuando surgen las dificultades.
Soy capaz de gestionar emociones desagradables como la tristeza, el miedo y la ira.
El Dr. Noam Schpancer ha adaptado este test del CDBRS (en inglés. Breve Escala de Resiliencia de Connors y Davidson) y considera que si hemos aprobado (mayoría de síes) somos una persona resiliente.
Los investigadores pioneros Ann Masten y Norman Garmezy centraron sus estudios en los resultados de chicos en alto riesgo. Y definieron la resiliencia como “el proceso de una adaptación de éxito en circunstancias retadoras o amenazantes”. Desde los años 90, la investigación científica ha demostrado que la resiliencia es nuestro “default mode” (modo por defecto). Lisa Butler, de la Universidad de Stanford, analizó a más de mil personas tras el 11 S durante seis para comprobar sus traumas; por el contrario, lo que encontró en la mayoría de los casos fueron comportamientos de resiliencia. En otro estudio, de Masten y Garmezy sobre 2.500 neoyorkinos tras los atentados de las Torres Gemelas, dos tercios de ellos se comportaron de modo resiliente.
Caemos en la tentación de pensar que la resiliencia es algo que “tenemos o no tenemos”, basada en características como la inteligencia que mide el C I, los rasgos de personalidad, la autoeficacia, el locus de control o la flexibilidad psicológica. Masten y Garmezy han comprobado en los niños que ante condiciones hostiles pueden aprender, tomar buenas decisiones y mostrarse más competentes.
Por tanto, las investigaciones más recientes señalan que la resiliencia no es un rasgo, sino un proceso dinámico y por to sorprendente. Los profesores australianos Gemma Aburn, Merryn Got y Karen Hoare han comprobado que una persona puede mostrar ciertas fortalezas en el entorno laboral y hundirse en el personal. Y al revés: heroes inesperados.
En cualquier caso, son indicadores de resiliencia la autorregulación emocional de la propia salud mental (serenidad) y la autorregulación cognitiva, de pensamiento, propia de una inteligencia más elevada. Siempre hemos de considerar los efectos de padres poco considerados, colegas antisociales, comunidades con bajos recursos.Las condiciones sociales importan, y mucho.
El apego (attachment) correlaciona con una mayor resiliencia. En la literatura científica, el “active coping” (afrontamiento activo) es la mejor estrategia para lidiar con las dificultades: un esfuerzo valiente, centrado en objetivos, para mitigar los efectos negativos de los traumas.
Desde la psicología clínica, varias advertencias. La primera, que la resiliencia no depende enteramente de nosotros, sino de la magnitud de la propia amenaza y de nuestras experiencias pasadas. La segunda es si bien algunos aspectos sí dependen de nosotros, en lugar de practicar el aislamiento (emocional), hemos de relacionarnos con los demás: con los amigos, con la familia, con nuestra pareja. Por ello, en lugar de autoflagelarnos con lamentaciones, hemos de generar hábitos. No te pierdas en la rigidez (tercer consejo) sino en la flexibilidad. Y la cuarta y última, dedicar el tiempo no a quejarse sino a la acción. Céntrate en los asuntos que están bajo tu control (tu “círculo de influencia”, en la terminología de Covey), acepta la realidad y practica el Liderazgo consciente.
Que la resiliencia sea dinámica es una esperanza y una lección de humildad. No la experimentamos hasta que toca. Como ahora.
La canción de hoy es una de las que emitió anoche Teresa Viejo en ‘La observadora’. De Joe Coker, ‘Trust in me’ (1987)
Último día de marzo, este mes que nos ha cambiado materialmente la vida para siempre. Esta mañana (hora española) he estado hablando por Skype con Silvia Damiano, fundadora y CEO de About My Brain, que me ha aportado valiosas reflexiones sobre qué podemos aprender de esta crisis sanitaria y económica (el enfriamiento de la economía deviene en recesión).
El documental de Silvia Damiano ‘Make me a leader’, que ha recibido numerosos premios internacionales, puedes verlo GRATIS a partir de hoy en
Gracias, Silvia, por este regalo. Para quienes amamos el Liderazgo como talento para influir decisivamente en los demás, es un presente único para la introspección.
He estado leyendo ‘Principios de Art(e). 50 años de duro aprendizaje en la construcción de una firma de servicios profesionales de categoría mundial’.
El Liderazgo en Art Gensler en la arquitectura y diseño está al nivel del de Marvin Bower (McKinsey) en consultoría y diseño, David O’Gilvy en publicidad o Hnery Kravis (KKR) en el capital riesgo. Un arquitecto convertido en emprendedor, en empresario. Art considera la empresa como una gran familia, da importancia a compartir, genera un marco de Confianza y se centra en añadir valor. Nada nuevo desde el sentido común; esencial desde la práctica común. Diez conjuntos de principios:
Para construir una compañía de servicios, sentido común, ganar escala, volver a lo básico y mejora continua.
Importancia de la cultura corporativa: la confianza es clave, formar una familia, ética, reparto justo, lavar los platos sucios y hacerlo divertido.
Liderazgo: ser firme y justo, resiliente, con las capacidades clave.
Talento: contrata a los mejores, atráelos y fideliza, invierte en talento, déjalos ir, ayúdales a planificar su futuro.
El día a día. Curiosidad, a las 6 a casa, Storytelling, Carrera profesional, Reintegración.
Estrategia: no se dejes llevar por las modas sino por los principios duraderos, abre mercados y explora territorios desconocidos.
Operaciones: reúnete los lunes y cuenta el dinero los viernes, conoce las cifras e impide los silos.
Conseguir negocio: todos somos comerciales, oportunidades imprevistas, ningún proyecto es pequeño, respeta a los clientes, conviértete en el asesor de confianza. La gente valora lo que paga.
El poder del diseño, desde el interior. Resuelve el problema del momento, desde una edición meditada.
Impacta en el mundo del clientes desde un desempeño excelente.
Sí, estas cosas funcionan y la carrera profesional de Art Gensler lo demuestra ampliamente.
Muchas gracias a quienes habéis empezado a seguir en LinkedIn la serie ‘Toca mojarse’ desde ayer lunes. Reflexiones con voluntad práctica de menos de 400 palabras, para incitar a la acción. Las empresas que no tengan preparado el “re-welcoming” para dentro de 3 semanas, perderán un tiempo precioso. Pasado mañana jueves desde las 9, la segunda entrega.
Y mi agradecimiento a Tomás Pereda (puro talento senior) y a Elena de la Mata (Kreab) por el Primer balance del desafío Covid 19 de la Fundación Más Humano, así como a los directores de personas de Alsa, Altamira, Aon, Bankinter, Catenon, Cepsa, Cigna, Línea Directa, Microsoft, Orange, Reale, Repsol, Santander, Savills Aguirre Newman, SGS, Sodexo, Suez, Telefónica, Unilever, la Universidad Francisco de Vitoria y Wolters Kluwer.
CAN YOU GO THE DISTANCE?
La canción de hoy, ‘Go the distance’ por Michael Bolton (BSO de ‘Hércules’), en homenaje a los héroes de nuestro tiempo.
Decisivos y compasivos. A lo largo del día de hoy he tenido ocasión de comprobar en tres CEOs de distintos sectores, por llamada, wasap y vídeoconferencia, cómo se hacen bien las cosas. Esta crisis sanitaria y ya económica (el FMI anticipa una caída del 3’5% del PIB para la Unión Europea, según ha declarado su director, Poul Thomsen) requiere lo mejor del Liderazgo.
En realidad, se trata de dilemas de equilibrio aristotélico (en el término medio está la virtud):
Liderazgoinspirador y confortable que empuja a la exigencia. No estamos en el “business as usual”, qué duda cabe, pero tampoco las empresas pueden dejar de dar resultados, porque precisamente el empleo depende de ello. La clave puede estar en el ampersand (&) “definir la realidad”, sin pelos en la lengua, y “proveer de esperanza”. Nunca está de más recordar a Dante: cuando se pierde la esperanza es cuando estás en el infierno. Más conexión que corrección. Cuando en la exigencia nos sentimos protagonistas y no víctimas, las cosas salen mejor.
Cómo responder a las preguntas de los colaboradores cuando las respuestas no están claras. Los directivos son humanos; aunque la incertidumbre no le gusta a nadie, su gente acepta la vulnerabilidad. No pasa nada con admitir que se trata de tiempos especialmente duros, que no están previstos en los manuales. La comunicación ha de ser honesta, consistente y adaptativa, con principios claros e innegociables (ligados al propósito y a los valores, que ahora se ponen en juego) y acciones en función de las circunstancias. En crisis como ésta (no hay precedentes), la Reputación sale fortalecida o dañada para siempre. Lo repetiré una vez más: las dos claves en este caso son el “engagement” (la implicación, el compromiso, el enganche) del talento, que parte de la confianza. Son intangibles de vida o muerte, como el oxígeno para respirar o el maldito coronavirus. Los errores se corrigen; la falta de atrevimiento, no.
Cómo mantener la visibilidad y la influencia con limitadas posibilidades de interacción. Sí, las reuniones son remotas, en el espacio y en el tiempo, pero cuidado con aislarnos más de lo debido. Establecer un hábito de aparición 1-2 veces por semana con tu gente es muy saludable. No más de 45 minutos, con la persona encargada de la parte técnica (en tiempos de ERTEs, el responsable jurídico, por ejemplo), mostrando naturalidad y la emotividad justa. Con la integridad que señalan la honestidad y la vulnerabilidad. Sin paternalismos. Es una oportunidad para reforzar una identidad resiliente.
Mantener la Marca Profesional sin parecer vanidos@. Son las Marcas (comerciales) las que compiten en los mercados, reforzadas por las Marcas de sus CEOs. Los rostros, antes que los logos (Cristina Mulero, MarcaCEO). Es tiempo de “embajadores de la Marca” y de un/a canciller que, con toda humildad, asuma el protagonismo necesario. Porque no se trata del “yo, yo, yo” sino del “nosotras y nosotros”, del sano orgullo de pertenencia, del honor de representar a una empresa, a una institución, a una gran comunidad humana. De dar la cara con sana ambición.
Cómo mantener al equipo motivado trabajando en remoto. Sí, son tiempos de “malabarismo”, como madres/padres, pseudoprofesores, cociner@s y también emplead@s. ¿De dónde enchufar la energía como líderes? De las 3 E del Engagement (Silvia Damiano). De disfrutar (enjoy): un poco de humor y mucho de humanidad ayudan para sobrellevar la carga. Conexión emocional, incluyendo el recuerdo a las personas que han fallecido por la pandemia. Y empowerment, empoderamiento, más que nunca. No hay confianza sin información; no hay compromiso sin responsabilidad. L@s líderes deben apelar a la autonomía de sus colaboradores siguiendo sus directrices.
El coach se refería a otro colega, Michael Bungay Stanier, y su concepto de “el arte de permanecer curioso”. Autor de ‘The Coaching Habit’, acaba de publicar ‘The Advice Trap’ (La Trampa del Consejo). La clave para los líderes es pivotar del consejo (lo sabemos todo) a la curiosidad, porque “el cerebro siempre busca la salida”. Bungay ha creado el cociente TERA, de Tribu: ¿estás conmigo o no?, Expectativas: enséñame el futuro, Rango: elévame, hazme crecer y A: Autonomía, déjame elegir a mi nivel. En otras palabras, fomenta la Curiosidad desde el orgullo de pertenencia, la visión de futuro, el potencial y la delegación. Cuatro bloques para el engagement.
Ya sabes que la maestra de la Curiosidad es Teresa Viejo. Te dejo su TED ‘La Curiosidad rejuvenece’. Frente al miedo, la curiosidad. Al miedo no hay que temerlo, hay que observarlo.
La canción de hoy, ‘Euphoria’ de Loreen (Suecia), final del Festival de Eurovisión 2012
Después de haber hecho desde el verano pasado 8 cursos certificados por Coursera, siete en universidades de EE UU: Harvard, Yale, Stanford, University of North Carolina, Wesleyan y los dos últimos, recién terminados con Richard Boyatzis en Case Western sobre Liderazgo Inspirador y con Susan Meyers en Pensilvania sobre Aristóteles, los epicúreos y los estoicos, y uno en una universidad rusa (Tumsk, en Siberia, sobre el Talento), me encamino a Asia Pacífico. Voy a cursar en este segundo trimestre un curso de Chino para Principiantes en la Universidad de Pekín porque estoy convencido de que TCV (Tras el CoronaVirus) el país del imperio central va a salir fortalecido. Y otro sobre Transformación de las organizaciones en la Macquarie University en Sidney, una de las instituciones más prestigiosas de Oceanía.
Su curso ‘Leading Transformation: Manage Change’ lo imparten el profesor Richard Badham y la profesora Brenda Santiago y forma parte del Global MBA. Seguro que aprenderé un montón. La Learnability nos fortalece, es nuestro sistema inmunitario en un mundo MegaVUCA.
Estoy dando muchas vueltas a qué deberíamos hacer, puesto que se trata de un deber moral, TCV (Tras el CoronaVirus). Más de 10.000 fallecidos oficialmente, más de 300.000 desempleados en un mes…
Como sabes, la Inspiración, junto con la Comunicación, la Generosidad y el Coraje, forman parte del pilar de la Colaboración en el modelo i4NM (About My Brain). Los líderes que miden científicamente y analizan su capacidad de liderar siguiendo este modelo son conscientes de que en general no somos tan inspiradores como nos pensamos (la inspiración y el liderazgo en general está en la percepción de los miembros del equipo, es relacional y lo negativo, por pequeño que sea, pesa el triple que lo positivo) y que hemos de mejorar en este apartado.
Silvia Damiano nos aporta cinco ayudas para elevar nuestra capacidad de inspirar:
Escuchar música inspiradora. Cuando trabajaba en México con los directivos de Pemex, hace 8 años, mi “himno” era La Biquina, en la versión de Luis Miguel.
Ahora tengo en mi arsenal ‘Take on me’ de Aha y ‘Don’t stop me now’ de Queen
¿Cuáles son las canciones que “te ponen las pilas”?
2. Practicar el buen hábito del Reconocimiento, positivo y constructivo. Ya sabes que un reconocimiento no es un halago porque va dirigido a lo que la persona hace, no a lo que la persona es. Debemos reconocer a toda la gente con la que tenemos contacto al menos tres veces por semana.
3. Reírmucho y sentirse entusiasta. El optimismo inteligente nos aporta 12 años de vida.
4. Dejar de quejarnos y de compararnos con los demás.
5. Servir de voluntari@s a una buena causa.
¿Cómo convertir la Empatía en Compasión (así traducimos del inglés “compassion”, aunque nuestro diccionario la defina como “sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien”)? ¿Cómo trasladar un sentimiento como la empatía a la acción? La Dra. Marilyn Price-Mitchell nos propone utilizar el modelo FIDS (Feel, Imagine, Do y Share) que creó en la India Kiran Bir Sethi y con la Escuela de Diseño de Stanford e IDEO ha llegado a dos millones de jóvenes en 65 países a través de la ONG Design for Change.
FEEL: Siente. Entiende la Necesidad.
IMAGINE: Imagina. Sé creativ@.
DO: Haz. Comienza a actuar.
SHARE: Comparte. Reta a otras personas.
El modelo FIDS de Design for Change está basado en herramientas de Design Thinking y funciona.
Hoy es un día un tanto especial dentro de la triple crisis porque desde las 9 de la mañana emitían en Netflix la cuarta temporada de ‘La casa de papel’ (Money Heist). Zoe quería que viéramos juntos los episodios como una especie de ritual. Una temporada magnífica, con actores en estado de gracia y un guión propio de un equipazo liderado por Álex Pina: Javier Gómez-Santander, Esther Martínez Lobato, Pablo Roa, Fernando Sancristóval, David Berrocal, Luis Moya, Esther Morales, Juan Salvador López, Ana Boyero, Almudena Ramírez Pantanella, Emilio Díez, Alberto Úcar. Talento español, Marca España (Dalí, Quijote y Sancho, el fútbol, la comida, la Castellana). distribuido por la plataforma más potente del espectáculo global: 165 millones de suscriptores, poco más de un tercio en EE UU y el resto en 190 países.
Pero antes, un regalo de Ana Milán, una actriz decidida a la que admiro mucho. Un canto a la valentía, que me ha recordado la mítica frase de Shakespeare: “Nuestras dudas son traidoras, porque nos hacen perder aquello que pudimos ganar, por miedo a intentarlo”
Siguiendo con el Liderazgo Femenino, he estado leyendo un artículo que da mucho que pensar de una espléndida economista, Mariana Mazzucato, cuyos libros (El Estado emprendedor, El Valor de las cosas) he comentado en este Blog. Se trata de ‘La triple crisis del capitalismo’, publicado el 30 de marzo:
“Después de la crisis financiera de 2008, hemos aprendido a las malas que cuando los gobiernos inundan la economía con una liquidez desproporcionada, lo que hacen es retrasar la recuperación. Ahora espero que no cometamos el mismo error”.
La profesora Mazzucato se refiere a una triple crisis: sanitaria, económica y medioambiental. “Hace dos meses los medios se llenaban de bomberos exhaustos y ahora de sanitarios exhaustos”. El Capitalismo donde trata de apagar un fuego enciende otro. Los gobiernos trataron de resolver la crisis no dirigiendo el dinero hacia nuevas oportunidades de generación de valor sino hacia el sector financiero, que es “unfit for purpose” (no sirve al propósito necesario). Mariana Mazzucato explica en ‘El valor de las cosas’ que el sistema financiero no aporta valor; simplemente lo extrae.
Precariedad del empleo, economía circular (gig economy) que no es economía de la responsabilidad (gig responsibilty) y pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores durante décadas. El teletrabajo no es una opción para todos y muchos autónomos desguarnecidos.
Los gobiernos amplían los préstamos cuando la deuda privada está históricamente alta. En EE UU, una deuda de las familias de 14’5 billones de dólares de los nuestros (trillones de los suyos), 1’5 B más que en 2008… cuando la causa de la crisis fue precisamente la deuda. En el Reino Unido, un recorte de la sanidad en 1.200 M $, dedicados a la formación de los médicos, muchos de los cuales han dejado el National Health Service. En lugar de invertir en I+D, en salarios, en aprendizaje, dinero a los bancos que eleva el coste de la educación y la vivienda.
Las malas noticias, explica la profesora Mazzucato, son que el coronavirus exacerba estos problemas. Las buenas son que podríamos aprovechar esta oportunidad para mejorar una economía inclusiva y sostenible. “No se trata de retrasar ni bloquear la acción de gobierno, sino de estructurarla adecuadamente”.
¿Qué deberían hacer los gobiernos? Diseñar soluciones que sirvan al interés público de verdad. En Dinamarca, el gobierno está pagando los salarios de quienes no trabajan y apoyando el pago de alquileres e hipotecas para que se restablezca la economía cuando acabe la pandemia. “Se trata de crear valor y no de extraer valor”. El Business Roundtable que hablaba hace unos meses de valor para todos los agentes (stakeholders) y no sólo para el accionista (shareholder), que lo demuestre ahora.
Es tiempo de aliviar la deuda, en las familias y en las empresas y de repensar la colaboración público-privada. Por ejemplo, en la búsqueda de una vacuna contra el Covid 19. El Secretario de Sanidad de EE UU, Álex Azar, ha reconocido que cuando esté disponible la vacuna contra el coronavirus no se la podrán permitir la mayoría de sus compatriotas.
Necesitamos lo que la Mazzucato denomina “Estados emprendedores”, que invierten en Innovación: de Inteligencia Artificial a Educación a Renovables. “Esta crisis nos recuerda que necesitamos estados que sepan negociar para que lo público vuelva a lo público, al bien común”. Si no ocurre así la tercera crisis, la del planeta, se llevará por delante a las otras dos, anticipa esta brillante economista. Me temo que está en lo cierto, y la estupidez humana en forma de codicia será la causante.
Más allá de tramas a lo “Ocean’s eleven” y romances juveniles (“en el amor no basta con querer a alguien; hay que llegar a tiempo”), es lo que nos muestra brillantemente una serie de tanto éxito como ‘La Casa de Papel’ son los riesgos del exceso de liquidez. Si los que emiten billetes son los que van con caretas de Dalí, es delito; si lo hacen los bancos centrales, es rescate.
Mi profunda gratitud a las mujeres fuertes, como Mariana Mazzucato, como Ana Milán, como las primeras ejecutivas que dais la cara por vuestras instituciones. Sois nuestra esperanza.
La canción de hoy, el “Bella Ciao” (en versión de Najwa), himno antifascista que se ha convertido en canción de culto a la resistencia en todo el planeta. Obvio.
Anoche, Viernes de Dolores, me acosté poco más tarde de las 22,30 tras más de cinco horas de clase de aula virtual (y, por la mañana de 9 a 3 los ocho episodios de la cuarta temporada de ‘La Casa de Papel’, tal como los ven los Milenials y Centenials). Y esta mañana, otras más de cinco horas de clase con 18 alumn@s por Zoom, a quienes agradezco especialmente, como a los organizadores, su paciencia, atención y concentración en estos momentos.
He estado leyendo ‘Las dos pandemias’, de Robert J. Shiller, premio Nobel de Economía 2013, profesor de Yale y autor de los libros ‘Exuberancia irracional’ (2000), ¡Animal Spirits’ (2009), ‘Finance and the good society’ (2012), ‘Phising for fools’ (2015) y ‘Narrative society’ (2019), de los que he ido hablando en este Blog a lo largo de los años.
De la segunda pandemia, además de la del Coronavirus, a la que se refiere el profesor Shiller es la pandemia de la ansiedad. Recordemos que según la Organización Mundial de la Salud una pandemia se refiere a la “propagación mundial de una NUEVA enfermedad”, en tanto que una epidemia es una enfermedad que se propaga durante algún tiempo en un país, por lo que la diferencia entre ambas estriba en la geografía (globalización) y en el ritmo de aumento (exponencial).
Ni que decir tiene que las dos pandemias, la emocional (la propagación del miedo) y la sanitaria están interrelacionadas y se alimentan la una de la otra. La clave está en el sistema inmunitario de los seres humanos y de la humanidad en su conjunto.
El Nobel Shiller se refiere a la “heurística de la afectividad”, de los profesores de la Universidad de Oregón Paul Slavic, Melissa Finucane, Ellen Peters y Donald G. Macgregor (2007). La heurística es, como sabes, el arte o ciencia del descubrimiento: “Eureka”. Referida a la afectividad, muestra la importancia del afecto en la toma de decisiones. Al experimentar una emoción o un estado de ánimo, que es algo más prolongado, las decisiones que las personas tomamos están tamizadas. Por ejemplo, la tristeza puede provocar perder amistades o incluso el amor.
Robert Shiller, William Goetzmann y Dason Kim analizaron el impacto de los terremotos cercanos en el crack del 29 y el hundimiento de la bolsa en 1987 (diciembre de 2017). Donde hubo terremotos a menos de 50 kilómetros, los resultados fueron aún peores. Heurísitca de la afectividad en acción.
En el caso de la pandemia actual, la falta de confianza se traslada a una menor contratación, menor consumo y a una espiral de decrecimiento de la economía. En 1918, la mal llamada “gripe española” (que no estuvo producida por españoles en absoluto), de la que fallecieron 50 millones de personas en el mundo no provocó el hundimiento de las bolsas, porque tras la Segunda Batalla del Marne de julio-agosto de 2018 se puso fin a la I Guerra Mundial. Una cosa “tapó” la otra.
John M. Barry, profesor de la Universidad de Tulane y autor de ‘La mayor gripe’ considera la paradoja de fomentar el aislamiento, el confinamiento, y a la vez la colaboración. Esa es la tarea del Liderazgo: apelar a la vez a la Responsabilidad y a la Unión.
Para que la pandemia de ansiedad se separe de la del coronavirus, en el momento actual l@s líderes deben tener la cabeza fría. Han de comportarse estoicamente, dar su corazón en la gratitud y en la empatía hacia la salud de los demás y sus familias y no mostrar miedo y menos contagiarlo.
De los cinco dominios de la Inteligencia Emocional que difundió con maestría Daniel Goleman, la clave actual está en la SERENIDAD. Autocontrol que parte de la Autoconfianza, la Seguridad en un@ mism@ (que por supuesto se entrena), lleva a la Superación (marcarse objetivos SMARTER -Rubén Turienzo- e irlos superando) y a la inteligencia interpersonal: Empatía e Influencia Honesta. La Serenidad es cuestión de percepción, de interpretación, de interpretativa y de acción.
Los estoicos lo llamaron “amor fati”, amor al destino. La consciencia del destino, la liberación que supone hacerlo lo mejor posible, centrándonos en lo que podemos hacer, en solidaridad con los demás.
Liderazgo consciente y coherente que, mal que nos pese, no estamos admirando en los gobernantes de casi ningún país del mundo. Agustín Valladolid ha publicado ‘Un análisis de la gestión del coronavirus que no le va a gustar a nadie‘ que le agradezco a Juan José Almagro, el gran humanista jienense, haber difundido. Tras el 11 M (2004), el entonces presidente Aznar gestionó pésimamente la crisis. No convocó a los líderes del resto de partidos, se encerró en su propia versión y el resultado fue la victoria de su rival José Luis Rodríguez Zapatero contra los pronósticos previos. Frente a la reacción unánime de los ciudadanos, en aquella barbarie y en la actual pandemia, la torpeza por falta de liderazgo de los partidos. Buscan rédito político, aparecen como “corderos degollados” en lugar de mostrar firmeza compasiva. Desprecio a la oposición y a los empresarios y autónomos por parte de los gobernantes (“quienes no han visto en su vida un balance y creen que una cuenta de resultados en números rojos es una maquinación de las élites contra la clase trabajadora”, escribe Agustín Valladolid), rivales en Babia, hibernación del Parlamento.
Liderazgo estoico que bebe de las fuentes de la “libertad, equidad y solidaridad” propias de la cultura europea. Firmeza desde la claridad de ideas, que no son otra cosa que sentido común. Libertad para aplicarlas desde la autonomía y la delegación, porque si no se da Confianza no podemos esperar recibirla. Y el Compromiso que genera la ecuanimidad (“tratamiento desigual de situaciones desiguales”, según Aristóteles) y la solidaridad (“dignidad es algo muy sencillo: humanizar”, Adela Cortina).
Por cierto, si no has tenido ocasión de leer la entrevista de José Antonio Marina a Adela Cortina, te la recomiendo para este fin de semana. Deliciosa.
Esta mañana he estado viendo en YouTube #LaEstirpeDeLosLibres de Iker Jiménez. Un programa diferente, que la tecnología actual permite hacer con una calidad similar a la de las cadenas generalistas y con el liderazgo de Iker. A diferencia de muchos, se plantea preguntas, en esta ocasión sobre el Covid 19.
Hace poco más de 100 años la humanidad sufrió la “gripe española” (en realidad su origen no tuvo nada que ver con nuestro país, sino con soldados que volvieron del frente en la I Guerra Mundial). Más de 50 millones de fallecidos, y décadas después de 1918 hemos respondido al coronavirus de la misma forma: desde la negación, desde la soberbia, desde la ignorancia, desde el alarmismo. Y con la crisis económica que ya tenemos encima, desde la rutina, la inercia y la codicia en el 90% de las organizaciones. Mi gratitud a Iker y a los periodistas de vocación.
Realidad es que no sabemos muy bien por qué surge este virus, si hubo o no intervención humana (¿es la venganza de Gaia, del planeta?), por qué hay tanta diferencia entre Italia y España y los demás, por dónde infecta, hasta qué punto valen las mascarillas, cuál es el efecto “ajuste de cuentas” con los septuagenarios, si te puedes reinfectar o no, qué es la tormenta de citoquinas, cuándo va a pasar, nos mintieron o no en China. “Existe una fractura entre la información y los ciudadanos” (Iker Jiménez). Hgámonos preguntas sin necesidad de ser conspiranoicos.
He disfrutado muchísimo con el curso de Case Western Reserve sobre Liderazgo Inspirador por el Dr. Richard Boyatzis, con quien coincidí en el Hay Group (hoy Korn Ferry) en la segunda mitad de los 90. Richard Boyatzis y Daniel Goleman publicaron en Harvard Business Review en febrero de 2012 el artículo ‘La Inteligencia Emocional en 12 elementos. ¿Cuál tienes que trabajar?’ https://hbr.org/2017/02/emotional-intelligence-has-12-elements-which-do-you-need-to-work-on
Sabemos que el Liderazgo es en más del 90% pura IE ( Inteligencia Emocional), que inicialmente constaba de cinco dominios: Seguridad, Serenidad, Superación, Servicio y Sinergias. De ellos quedaron en cuatro bloques (consciencia y gestión de uno mismo, consciencia y gestión de uno mismo) y 12 competencias: Autoconfianza; Autocontrol, Adaptabilidad, Orientación a resultados, Positividad; Empatía, Consciencia organizativa; Influencia, Coaching y Mentor, Gestión de conflictos, Trabajo en equipo, Liderazgo inspirador.
Este es un buen momento para leer, o para releer si ya lo has hecho ‘Liderazgo Resonante’ de Goleman, Boyatzis y Annie McKee.
Y TCV (Tras el CoronaVirus) hacer el “test rápido” del Liderazgo: a tu CEO, al equipo de dirección, a tod@s l@s profesionales que dirigen equipos en tu organización. Mejor un test científico como el i4 NeuroModel.
Quiero también recomendarte ‘Ubuntu. Lecciones de sabiduría africana para vivir mejor’ de Mungi Ngomane, con prólogo del Nobel de la Paz Desmond Tutu.
El Ubuntu, palabra proveniente de la lengua Xhosa, es la actitud sudafricana ante la vida. Se basa en la creencia de un vínculo humano universal y en la importancia del respeto y la atención hacia los demás porque todos estamos conectados: «Existo porque tú existes».
Este libro inspirador y positivo contiene 14 lecciones y ejercicios sencillos para vivir mejor juntos y redescubrir valores como la bondad, el perdón, la tolerancia, el poder de la escucha y la esperanza. Consejos como
Acepta la situación
Actúa
Vive el presente
Escribe una lista de gratitud
Encuentra tu Fe
Activista de Derechos Humanos, Nompumelelo (Mungi) Ngomane, la nieta de Desmond Tutu, ha aprendido de su abuelo dos grandes lecciones: “Esperanza es ver la luz a pesar de la oscuridad” y “si te muestras neutral en situaciones de injusticia, te has puesto del lado del opresor”. Como Alma, la hija de Carmen Porter e Iker Jiménez (17 años), considera que hay que hacer lo correcto se oponga quien se oponga.
La canción de hoy, ‘Days like this’ de Van Morrison. Me encanta.
“When you don’t need an answer there’ll be days like this When you don’t meet a chancer there’ll be days like this When all the parts of the puzzle start to look like they fit it Then I must remember there’ll be days like this”
Concédete recordarte los mejores “domingos de Ramos” de tu vida: con tus abuelos, con tus padres, con tu pareja y tus hijos. Porque las piezas del puzzle acaban encajando. Y si quieres más Van Morrison, aquí tienes su ‘Piedra Filosofal’. “Even my best friends, they don’t know, that I’m searching for the Philosopher’s Stone”.