Sí, hemos visto Barbie, la película de este verano, y nos ha gustado. Zoe destaca el “empoderamiento” de las niñas a través de las muñecas frente al patriarcado, más o menos sutil, del “mundo real”; el proceso de “masculinización” (kenergy) de Ken y el personaje de su amigo Alan, un buen tío; y el hecho de que las Barbies colaboren, evitando la “rivalidad femenina” (y fomentando los celos en sus Kens). Producida por Margot Robbie, con Ryan Gosling como tándem de protas, escrita y dirigida por Greta Gerwig, es una cinta que ofrece más de lo que esperabas a simple vista.
En Fotogramas, Laura Pérez le da cuatro estrellas sobre cinco. Y destaca que “Gerwig campa a sus anchas por el jardín de las contradicciones de Barbie en el que nadie había sabido cómo entrar. Ella cree que es inspiradora para las chicas, porque ahora fabrican modelos de diferentes profesiones, tallas y razas. Pero cuando viaja al mundo real descubre que las adolescentes del siglo XXI la odian, porque representa todo lo que está mal en el mundo: el machismo, el consumismo, la falta de conciencia medioambiental… Hasta le llaman fascista. Luego, se atreve a mostrar una junta directiva de Mattel formada exclusivamente por hombres convertidos en una parodia de sí mismos a golpe de cuñadismo. Greta Gerwig muerde la mano que le da de comer y, encima, le aplauden”. El sarcasmo como arma de denuncia.
En Psychology Today, la Dra. Karen Dill-Shackelford (Universidad de Santa Barbara) se refiere al cambio de imagen de Barbie: ejercicio de nostalgia y a la vez de reimaginización. Las madres trabajadoras, que tuvieron sus Barbies cuando eran niñas, sufren una vida de trabajo extenuante (en casa o fuera de ella) y suelen sentirse “malas madres” respecto a sus hijas.
y el Dr. Nicholas Balaisis (profesor de la Universidad de Waterloo, en Ontario, Canadá), analiza en la misma publicación cómo muchos hombres trasladan su angustia existencial en ira, resentimiento y nulidad sexual. Para Barbie siempre es un gran día; para Ken. sólo cuando ella le mira. En él vemos la sexualización del pavor existencial y la soledad no buscada. Barbie le recomienda no estar supeditado a la chica, sino ser capaz de tener una identidad propia “sin ella”. Nada de dependencias.
El lema de la muñeca desde hace décadas es “Si las Barbies pueden ser cualquier cosa, las mujeres también”. Ojalá. Estamos lejos de esa equidad a la que aspiramos.
El tema musical no tiene nada que ver con Barbie ni con Mattel. Es la canción de Sole Giménez con Revólver, ‘Dentro de ti’, dedicada a la ciudad de Valencia.
y la entrevista de mi amiga Teresa Viejo, la maestra de la curiosidad, precisamente a la gran Sole Giménez, una de nuestras mejores voces: https://www.rtve.es/play/audios/la-observadora/sole-gimenez/6924226/
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