Aprovecho esta mañana de sábado para leer el informe de ‘Save the Children’ para Eurostat sobre la pobreza infantil en Europa. Casi 20 millones de niñ@s estaban en riesgo de exclusión social en 2021. Tras la pandemia, la pérdida de empleos, la inflación y el claro aumento de la desigualdad ha hecho que la pobreza infantil empeore en el viejo continente. El Estado del Bienestar hace aguas.
Según este informe, presentado el 7 de marzo, en 2021 se incorporaron 200.000 niñ@s al este triste índice, el AROPE (siglas en inglés de las Personas con Riesgo de Exclusión Social), hasta un total de 19,6 millones de criaturas. Un auténtico dolor.
En nuestro país, que no ha gestionado demasiado bien la crisis del Coronavirus (ideologías aparte), la situación ha empeorado particularmente. De 2018 hasta ahora, si en la zona Euro la pobreza infantil ha pasado del 20,7% al 22,9%, en España ha sido del 22,6 al 29,20%, casi un tercio. Junto a Rumanía y Bulgaria, ocupa el triste podio de la pobreza infantil, tras Rumanía y Bulgaria, superando a Grecia, Italia y Francia (que desgraciadamente han empeorado este lustro entre 3 y 5 puntos).
Algunas repúblicas bálticas lo están haciendo bien (en Letonia la pobreza infantil ha caído 15 puntos y en Lituania, 10 puntos porcentuales). En Eslovenia, el descenso ha sido a la mitad: del 18% al 9%.
La desigualdad es un drama social y la situación, como han señalado desde Save the Children, “devastadora”. El 14 de junio de 2021 la Unión Europea estableció una Recomendación al respecto para garantizar los derechos de la infancia.
En nuestro próximo libro, mi hija Zoe y un servidor analizamos las siete dirigentes que mejor gestionaron la pandemia, cuya magnífica labor no deberíamos olvidar, por mucho que Jacinda Ardern haya dimitido, Ángela Merkel se haya jubilado y alguna política nórdica haya perdido posteriormente las elecciones generales. No por casualidad, pertenecen a países desarrollados desde el índice de Gini que mide la desigualdad. Creemos que son círculos viciosos o virtuosos (espirales de crecimiento o de decrecimiento, en realidad): sociedades avanzadas (“sociedades auténticas”, las llama Pedro Pacheco, Marca Venezuela) que eligen líderes auténticas…
España sufre una tormenta perfecta de desempleo estructural (12,8% frente a la media de la OCDE de 4,8%, que es desempleo friccional), un porcentaje de NiNis (jóvenes que ni estudian ni trabajan) de escándalo, una inflación (la real) lamentable, con el Euríbor al 4% y subiendo, lo que encarece las hipotecas una media de 300 €/mes y un aumento de la desigualdad injustificable.
Le generación de empleo digno desde empresas bien dirigidas, con líderes auténticos, es una prioridad nacional. Una lástima que en año triplemente electoral (municipales y autonómicas el 28M, nacionales el 23J) la educación, el empleo y la equidad social no sean los temas centrales. Nos jugamos el todo por el todo como sociedad.
‘Chiquitita’ de ABBA
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