Primera semana de junio que me llevará, Dm, a la entrega de los Premios DUX a los mejores CEOs (es un honor formar parte del Jurado, presidido por Manuel Pimentel) en el Barceló/Pachá el jueves, a varias sesiones de Coaching vía Zoom, a impartir Liderazgo y Ética en Deusto BS y a estar con el Club de Excelencia en Gestión y la Universidad Politécnica de Valencia en la XIV Jornada en Gestión Universitaria para hablar de Talento y Empleabilidad en la ciudad del Turia.
El descenso a la Liga Smartbank de Elche. RCD Espanyol y Real Valladolid tiene un oculto denominador común: el entrenador de Salas de los Infantes José Rojo Martín, Pacheta. Muy querido por la hinchada espanyolista, suya es una de las puertas del estadio por deseo de la afición (en sus propias palabras, como jugador “allí pasó cinco años maravillosos en los que se me trató de una manera fantástica”). Ascendió al Elche hace apenas tres años al entrar el equipo ilicitano en el play off como sexto clasificado cuando el presidente, Christian Bragarnik, que hace las veces de Director Deportivo, no le había renovado. Y ascendió al Real Valladolid la temporada pasada de forma directa. A 11 jornadas del final de éste, cuando el equipo no estaba en descenso, el presidente Ronaldo Nazario (que lo compró en 2018) le destituyó inesperadamente. Su sucesor, un entrenador uruguayo sin experiencia en las ligas europeas, ha conseguido que su equipo encaje en los diez jornadas previas a la de ayer 19 goles (casi dos por partido, imposible para la salvación). Quienes amamos el deporte sabemos que el éxito no es por casualidad… ni el fracaso tampoco. Sólo los equipos honestos son sostenibles.
En estos momentos en los que la salud mental es tan frágil (pronto te comentaré el libro de Javier Cantera al respecto), me ha alegrado que el Premio 2023 a los valores de XL Semanal se haya entregado a Alicia Koplowitz y su Fundación, que tanto ha hecho por que la psiquiatría infantil sea una reconocida en nuestro país, que ha invertido en la formación de estos especialistas y que ha llevado a los psiquiatras a los colegios ante los alarmantes casos de suicidio, anorexia, ansiedad y depresión entre niños y adolescentes. Una travesía en el desierto, una labor muy valiosa.
Si la labor de Alicia Kopolwitz por la salud mental de los jóvenes es la cara, la de Nathan Anderson es la cruz. Le llaman “el último cuerdo de Wall Street”. A sus 39 años, destapa malas prácticas a través de rigurosos informes de compañías hasta entonces respetables. Entre sus logros, mostrar la corrupción del grupo de Gautam Adani, el hombre más rico de Asia (puertos, aeropuertos, minas), del creador de Twitter, Jack Dorsey o del tiburón Carl Icahn, que practicaba una estafa piramidal. En palabras de este Robin Hood: “El mercado se ha convertido en un casino. Una auténtica basura de empresa puede dispararse un 1.000%. Actúo por principios”.
Principios y valores (valores vividos, no sólo enunciados), más importantes que nunca.
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