Este último fin de semana de abril y primeros dos días de mayo (fiesta del Empleo y de la Comunidad de Madrid), que he aprovechado para descansar. Ayer volví a ver, en Amazon Vídeo, ‘Envidia sana’ (Le bonheur des uns…), película de 2020 basada en la novela ‘La isla flotante’. Léa y Marc, y Karine y Francis, son dos parejas de amigos de toda la vida. El marido machista, la novia chillona… Todos ocupan su lugar en el grupo. La armonía se rompe el día en que Lea, la más discreta de todos, les comenta que está escribiendo una novela que acaba convirtiéndose en un éxito de ventas. La comenté en este Blog el 18 de julio de 2021. El éxito pone a prueba la amistad; la envidia es envidia, un pecado. La envidia sana es admiración. Para los envidiosos maledicentes, mi fórmula es la de Napoleón, “la envidia es una forma de elogio”, Mal gestionada. Bienaventurados quienes admiran y no envidian a los demás.
En la web de Psychology Today, ‘Por qué es tan importante aburrirse‘, de la Dra. Liraz Margalit, experta en comportamiento del consumidor.
Margalit cita a Schopenhauer (1788-1860), que dividía a la humanidad en dos grupos: quienes son eficaces y logran sus objetivos de una forma rápida y quienes se atreven a cosas que los demás no reconocen. Son quienes mueven a la creatividad y a la innovación. Explotar o explorar.
Sobre la creatividad, no estudiada hasta recientemente, se sabe que está asociada en el cerebro a la “red de modo predeterminado” (default mode network). Se activa cuando la atención no está dirigida por estímulos exteriores, de forma que la memoria es la fuente de nuestros pensamientos o imágenes, estemos duchándonos o paseando. Más allá de las funciones ejecutivas, la creatividad se dispara cuando la DMN está bajo control.
De ahí la importancia del supuesto aburrimiento. Los ejemplos de obras de arte son innumerables a lo largo de la Historia. Debemos practicarlo para que nuestra introspección (insight) nos lleve a la imaginación.
Te recomiendo un artículo del maestro José Antonio Marina, de 2013, titulado precisamente ‘El aburrimiento‘. “He pensado mucho en el aburrimiento, sin aburrirme”. Ocurre cuando no nos sentimos suficientemente estimulados. Algo infrecuente en esta sociedad del espectáculo.
El profesor Peter Toohey (Universidad de Calgary) demostró en su libro que el aburrimiento es la antesala de la creatividad. La sociedad del espectáculo genera seres pasivos.
Es la paradoja del ser humano que, tras aburrirse, crea.
De Michael Bolton, ‘(Sittin’ on) The Dicj of the Bay’, Wasting Time.
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