Jornadas en Santiago de Compostela (hoy viernes y mañana sábado) con la Galicia Business School, en el Master de Dirección de Recursos Humanos, para trabajar el Talento desde la Gestión y el Desarrollo del Talento. Mi gratitud a Eduardo García Erquiaga y su equipo de la GBS.
Ayer, almuerzo con mi amigo y socio Enrique Ulloa (IDEO Business) en la Taberna del Alabardero.
Por la tarde, ya en casa, estuve viendo el documental ‘Cristiano y Messi’ en Movistar +. El periodista Guillem Balagué, uno de los que más admiro en el mundo del futbol, biógrafo de ambos, destaca que se CR7 y Leo se parecen más de lo que parece. Algo que la Dra. Leonor Gallardo y un servidor destacábamos en nuestro libro ‘Messi, Falcao y Cristiano Ronaldo’ (2013). Una rivalidad de 15 años que nos ha hecho disfrutar de lo lindo.
‘El pensamiento circular’, de Iván Ferreiro, banda sonora de #CristianoYMessi. “Hay tardes que todo parece mentira/ y pienso en ti”.
Me temo que en un gran número de casos el/la CEO está siendo más consciente de que el limite de crecimiento de su organización es el talento individual y colectivo que la propia Dirección de RR HH, más ocupada en la administración del personal que en la Gestión Estratégica del Talento. Un problema muy grave. Veamos lo que más preocupa a l@s CEOs en estos momentos de crisis sistémica, según el último número de Fortune-Deloitte. Sí, la Escasez del Talento la eligieron en el podio tres de cada cuatro Consejeros Delegados.
Según el Estudio de Tendencias Globales de Talento 2022 de Mercer, las cinco prioridades de una “organización empática” son:
- Restablecer la relevancia: adaptarse a los valores de clientes, empleados e inversores. Menos del 40% de los DRH han incluido la Sostenibilidad en la agenda de la Transformación.
- Trabajar en colaboración. Significa reevaluar la relación entre jefe y colaboradores.
- Ofrecer bienestar. El 81% de los empleados se siente en riesgo de “burnout” (estar quemados). No hay seguridad psicológica sin auténtico liderazgo.
- Desarrollar la empleabilidad. La mayor parte de las empresas creen que no se va al ritmo adecuado.
- Aprovechar la energía colectiva. La motivación de los profesionales ha caído diez puntos desde la pandemia. Un cansancio colectivo que afecta a la productividad.
Tenemos que reinventar la experiencia del Talento; si l@s CEOS son más sensibles a ello que l@s DRHs, la empleabilidad de estas últim@s está en riesgo.
Hay esperanza porque tenemos “superpoderes ocultos“. Retomo el artículo de portada de ‘Psychology Today’ del pasado mes de marzo, que se refiere a:
- La imperfección: aprender de los errores. Es el “efecto caída” (Elliot Aronson).
- Generatividad: poner a los demás por delante de nosotr@s mism@s. Es un predictor de plenitud.
- Rutinas. Nos libera del “overthinking” (darle demasiadas vueltas a las cosas) e impulsa la creatividad y la salud mental.
- Persuasión. Somos más influyentes de lo que nos creemos.
- Satisfacción: la capacidad de estar feliz contigo mism@.
- Nostalgia: recordar lo bonito del pasado puede ayudarnos. Los recuerdos nos dan coherencia.
- Deseo: tiene un efecto muy positivo en las relaciones primarias.
- Esperanza: nos cambia la vida, literalmente.
- Ser soñadores (daydreaming). Nuestra mente está más activa cuando divagamos.
- Inquietud. La diversidad de experiencias eleva el bienestar.
Usa tus superpoderes, más y mejor. El Talento que no se aprecia, se deprecia. No es lo que somos, es aquello en lo que nos podemos llegar a convertir, nuestro yo del futuro.
La entrada Talentismo sin gestionar el Talento se publicó primero en HABLEMOS DE TALENTO.