La semana laboral acaba con la presentación (virtual) desde Asturias de mi nuevo libro, ‘Cómo Descubrir y Aprovechar el Talento de tu organización’, dentro del aniversario de APD Asturias (mi gratitud a ese fabuloso tándem que forman Ana Sánchez y Mercedes González y a l@s 25 participantes) y con la reunión con el Consejo Científico del Club de Excelencia en Gestión para preparar el Congreso del próximo mes de octubre, que seguro será un éxito.
Anoche celebramos en el Teatro Barceló la entrega de los I Premios DUX por un Nuevo Liderazgo, unos galardones que reconocen la labor de l@s mejores directiv@s de nuestro país. Condujo la Gala de manera muy brillante Noemí Boza, Socia y DG de +Cuota, que tras la bienvenida dio paso a un diálogo intergeneracional entre Antonio Garrigues (que cumplirá 88 años el próximo 30 de septiembre) y Borja Oria (Arcano) sobre la necesidad de que nuestro país se libere de complejos y sea más sanamente ambicioso, la natalidad y la maternidad, etc. “Hay que hacer un esfuerzo para no morir nunca”, nos dijo Antonio. Me recordó a mi buen amigo el gran actor Juan Luis Galiardo, “uno está vivo mientras le recuerden”: el valor del legado.
Los tres primeros premios los entregaron mis compañer@s del jurado Raquel Roca (Bienestar), Mercè Brey (Diversidad) y María Lladró (Sostenibilidad). El premio DUX de Bienestar, para David Boronat (Multiplica), que se lo dedicó a su mujer, Sara: “T’estimo molt”; el de Diversidad, para Alberto Durán (Ilunion), que recogió su CEO Alejajndro Oñoro y el de Sostenibidad para Rosa Ortiz (Tibidabo), que destacó la labor de este maravilloso parque de atracciones en la cima de Barcelona.
Manuel Pimentel, como presidente del jurado, destacó la voluntad de que estos premios se conviertan en la referencia de un nuevo Liderazgo, definido por un ideal, esfuerzo y una sana ambición.
Un servidor entregó el premio DUX de Talento a Carmen Bustos (SoulSight) y Celia Caño (Equimedia) el de Compromiso e Impacto Social al DG de IFEMA Eduardo López-Puertas.
Noemí Boza y mi querida Inma Shara, a quien no había visto desde la pandemia, mantuvieron un exquisito diálogo sobre “La batuta invisible”. La mejor directora de orquesta de Europa, con la sensibilidad que le caracteriza, nos dejó perlas como “dirigir es una función, liderar es una actitud ante la vida”, “creo que en un escenario lo moral se impone a lo formal”, “Deja la apariencia, céntrate en la esencia”, “la diferencia entre una orquesta y otra es la implicación del talento”, “la utopía es un último acorde hacia la excelencia”, “para mí el éxito está en e ytrbajo interior, en la paz, en el sosiego”, “el liderazgo es una utopía que nunca se acaba de alcanzar” o “no hay que buscar la perfección en nuestros equipos, hay que buscar que haya vida”, “sustituiría la jerarquía por la intensidad del deseo (Aristóteles)”. Inma Shara, que es una batuta en sí misma, desborda autenticidad.
Paula Carsi (Ford) entregó el premio DUX de Innovación a Joan Tristany, DG de AMEC: “Vengo a hablar desde la emoción” y Nacho Villoch el premio DUX de Futuro a Almudena Román (ING): “De los 13 cargos que he tenido, del que me siento más orgullosa es como responsable de proyectos”.
Puso el broche de oro el maestro y compañero del jurado Xavier Marcet, que nos habló de ese nuevo Liderazgo que es “crecer para hacer crecer”. “Una empresa debe unir valor corporativo y valor social”, “un negocio genera dinero, una empresa genera legado”, “no hay empresas sanas en sociedades insanas” (Peter Drucker), “respetas a aquellos de los que aprendes”, “sin pasión no pasa nada y hace falta pasión para construir legado”, “la compasión hemos de entenderla de otra manera, como empatía más acción”. Maravilloso.
Para el DUX del año, el presidente Manuel Pimentel se lo entregó a Mario Rovirosa (Grupo Ferrer).
Una ceremonia equilibrada, a buen ritmo (en menos de dos horas), plena de emociones y que superó las expectativas. “El mayor premio no es tenerlo, el mayor premio es merecerlo” (Noemí Boza).
Cóctel en el “Cielo” de Pachá, donde estuve con Inma Shara y su marido Jesús Ángel, Alejandro Oñoro, Ignacio Babé, Xavier Marcet, Joan Tristany, María Lladró, Mercé Brey, Ángel Bonet y un larguísimo etcétera de buenos amigos.
¡Qué cantidad de grandes momentos! El listón está muy alto para la segunda edición. Mi gratitud a Noemí, su socia Cristina y todo el equipo que ha organizado estos premios.
En el cielo de Pachá volvimos a escuchar sonidos ochenteros como los de ABBA o Earth, wind and fire: “Boogie wonderland”.
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