Esta mañana he tenido el placer y el honor de participar en un desayuno con CanalCEO en La Salle URL, campus de Barcelona, para hablar de TecnoTalento y del “Paradigma Ironman”: la diferencia entre el aprovechamiento positivo de la tecnología desde el talento y el “digiticidio”, Y lo he hecho presentando tres trilemas.
Un trilema, es una elección entre tres opciones aparentemente contradictorias que conduce a resultados distintos. Son conocidos y reconocidos, entre muchos otros:
- en religión el trilema de Epicuro (¿Por qué un Dios omnipotente y benevolente permite el mal?) y el trilema apologético (¿Jesucristo es Dios o no es Dios pero no lo sabia o mentía?)
- en derecho, el trilema cruel (ante un juramento religioso de decir la verdad, ¿el reo cometía perjurio, se autoincrimina o guarda silencio y se resiste a la autoridad?)
- en filosofía, el trilema de Munchhausen (¿justificacion infinita, corte arbitrario o una justificación circular?) o el de la censura (la opinión censurada contra la libertad de expresión es: ¿cierta, falsa o a medias?)
- en economía, el “triángulo molesto” (pleno empleo, estabilidad de precios y libre negociación colectiva) (3), el trilema social (una sociedad no puede ser a la vez justa, libre e igualitaria) ,
- en política, el trilema de Zizek (un comunista no puede ser a la vez honesto, inteligente y servidor del régimen)
- en el mundo empresarial, el trilema de la gestión de proyectos (bueno, bonito y barato), el trilema informático (precios bajos, fiabilidad y velocidad) o el trilema 3 E (en inglés, economía, energía y environment, medio ambiente).
Como toda verdad esconde una paradoja (Víctor Hugo), muy probablemente la vida está llena de trilemas.
Los CEO deben proponerse tres tilemas específicos.
El primero, surgido tras la pandemia, es el del aprendizaje. La primera opción es que el covid 19 ha extremado nuestros vicios y virtudes. Es la exacerbación. Por ejemplo, en los índices de lectura: la mitad de los españoles que confiesa abiertamente que no lee ni un libro al año y alega falta de tiempo para ello no ha mejorado tras el confinamiento. La segunda, que todas las pandemias de la historia han supuesto un cambio de civilización, de era (desde la gripe antonina en el siglo II a la mal llamada “gripe española” de 1918, pasando por la de Justiniano, la peste negra o el barroco). La tercera, que sólo sobrevivirán los organismos vivos (incluyendo las comunidades humanas que llamamos empresas) que aprendan a un ratio igual o mayor al entorno . ¿Cómo resolver el trilema del aprendizaje? Desde el Liderazgo Consciente, puesto que el proceso de aprendizaje es una combinación de incompetencia o competencia e inconsciencia o consciencia: de ser inconscientemente incompetentes a conscientemente competentes y de conscientemente competentes a inconscientemente competentes (talento natural, que no innato). L@s CEOs debe ser el mejor ejemplo de consciencia en sus presentaciones, reuniones, objetivos… en un mundo de hábitos arraigados que no siempre son los mejores ni los más saludables.
El segundo trilema de estos nuevos tiempos para l@sCEOs está ligado al Compromiso. Ya sabes que el Talento se compone de Capacidad (Aptitud y Actitud) por Compromiso en el Contexto adecuado, y que el Compromiso es la energía (física, mental, emocional y de valores) que le ponemos a lo que hacemos. No olvidemos que, según los análisis de Gallup, tan sólo el 15% de los profesionales en el mundo muestran un alto nivel de compromiso con su empresa; esta cifra baja al 11% en la Unión Europea y al 6% en el caso español. El 70% del compromiso de cualquier empleado se explica desde la calidad directiva del jefe directo, siendo la variable más importante.
Como el talento es esencialmente aportación de valor (dar al cliente más de lo que espera), la tecnología resulta binaria, de 0 o 1: sustituye al trabajo (a las actividades de bajo valor añadido) y potencia el empleo (implicarse, comprometerse). Es lo que hemos venido en llamar “Paradigma Ironman”: Terminator acaba con los trabajos; Ironman nos da superpoderes si somos emprendedores (iniciativa, autoconfianza, serenidad, colaboración, orientación al cliente) como Stark. En términos netos, la Unión Europea calcula que por cada trabajo perdido por la tecnología se generarán tres empleos y medio… cualitativamente diferentes (2,5 por 1). De ahí la escasez- penuria- de talento.
A nivel ejecutivo, el tercer vértice de este triángulo es la necesidad de hacer equipo en lo que llamamos “C suite”: el/la CEO, el Director de Operaciones (COO), el de Marketing (CMO), el de Personas (CHO), el de Ventas (CSO), el de Sistemas (CIO). No hay Equipo sin líder ni Liderazgo sin equipo.
El tercer y último trilema TCV (Tras el CoronaVirus) es el de la Humildad, que no es depreciar el talento sino mostrarse realmente vulnerables. Los países que mejor han gestionado esta pandemia, comenzando por el podio de Nueva Zelanda, Taiwán y Vietnam lo han hecho desde un enfoque T3: Test, Tratamiento y Trazabilidad. Utilizar pruebas desde el primer momento, centrarse en los casos positivos y evitar que contagiaran. En las organizaciones, el Liderazgo que no se mide (con test fiables) no se consigue. A partir de ahí, mentoring y coaching (con una rentabilidad estimada del 1.600% de la inversión). Si el/la CEO no da ejemplo, no puede esperar que el resto de los responsables de equipo hagan lo mismo.
Liderazgo Consciente, aprovechando la tecnología para ser más eficientes y aportar más valor (talento) y T3 empezando por el/la CEO son prioridades de las empresas ganadoras, de crecimiento exponencial. Más allá de decirlo, de compartirlo, hemos de hacerlo. De eso se trata: o Ironman o Terminator.
Ayer por la tarde, en el AVE hacia Barcelona, estuve leyendo el nuevo libro de Mariana Mazzucato, la economista de moda. Se trata de ‘NO DESAPROVECHEMOS ESTA CRISIS’. Lecciones del covid desde el “Mission Economy”.
13 capítulos en cinco bloques:
I. La Triple Crisis (sanitaria, económica y medioambiental) como oportunidad para cambiar el capitalismo (yo diría: para pasar al talentismo)
II. La necesidad de estructurar el presente con una perspectiva de largo plazo, socializando los beneficios y no sólo los riesgos, tratando de evitar el “feudalismo digital”.
III. Crear un sistema sanitario innovador y simbiótico, con vacuna para todos y evitando que la pandemia se convierta en un botín para las farmacéuticas.
IV. Un mundo pospandémico más “verde”, con un Pacto Verde que no puede esperar.
V. Una idea diferente de Futuro, con nueva Constitución fiscal y renovación de la capacidad del sector público.
Me ha gustado especialmente la hoja de ruta para salir de esta crisis.
- Dirigir la producción y distribución del equipamiento que se necesita con urgencia.
- Gobernar el riesgo y las recompensas de la investigación frente al covid.
- Rescatar las misiones públicas, con el Empleo como prioridad, mejorando las condiciones de trabajo y el medioambiente, evitando el cierre de empresas y la prácticas abusivas de financiarización.
La profesora Mazzucato opina, y un servidor con ella, que la salida de la crisis depende en gran medida de que el Estado invierta en su capacidad de Liderazgo, en forjar mercados justos, meritocráticos, sostenibles, orientados en el bien común y en el interés general. No creo en el debate entre capitalismo salvaje que produce monopolios de facto o socialismo para la buena vida de los burócratas públicos. Creo en la convivencia, en la concordia real, en la Economía de las misiones y en un sector público eficiente, productivo e innovador, un Estado emprendedor que hace emprendedores (como Tony Stark) a sus ciudadanos.
La canción de hoy, de Robbie Williams, ‘Angels’
La entrada Paradigma Ironman: ¿aprovechar la tecnología sin el talento emprendedor de Tony Stark? se publicó primero en HABLEMOS DE TECNO TALENTO.