Comienza hoy hasta el domingo FITUR 2021, la Feria Internacional del Turismo, con formato presencial. Los asistentes han de acudir con un test de antígenos o PCR. 165 países, más de 7.000 periodistas (entre ellos, mis buenos amigos de TUR43), más de 11.000 empresas expositoras, 150.000 profesionales y se espera a 261.000 asistentes. Mucho éxito. La economía española se juega mucho con la revitalización del turismo.
Vivimos, como bien sabes, en una cuádruple crisis sanitaria, medioambiental, económica y social (tetracrisis) de la que hemos de salir con el desarrollo de nuestro talento, es decir, con la EDUCACIÓN por delante. Algo que tiene mucho que ver con la madurez emocional.
He estado leyendo en la web de Psychology Today ‘Las leyes de la maestría emocional’, del Dr. Noam Shpancer. Está en el número de mayo, titulado ‘El Elevado Coste de la Calma. Por qué relajarnos nos cuesta tanto trabajo’.
Tenemos que cuidar nuestra salud mental como cuidamos de nuestra salud física, ejercitándonos. Esto no se improvisa; se diseña y se ejecuta. La salud es un tesoro y como tal debemos conservarlo, para lo cual hemos de atender a tres leyes:
- la preciosa conexión entre pensamiento, emociones y comportamientos. Somos lo que hacemos, lo que sentimos, porque somos lo que pensamos. De ahí la importancia de la autoconfianza (basada en la autoestima y la autodignidad) como pilar de la inteligencia emocional y de elegir conscientemente la idea que tenemos en la cabeza (una sola idea cada vez) como hábito “brain-friendly” para ser más felices y vivir con mayor bienestar. Es la Positividad (Barbara Fredrickson), el “optimismo inteligente” como estilo explicativo de la realidad que explicó Martin Seligman. Pensemos bien y acertaremos con nuestra vida; evitemos los pensamientos distorsionados y dañinos.
- No neguemos ni obedezcamos a las emociones; aceptémoslas como vienen. Una emoción es una reacción neurológica casi instantánea provocada por una estimulación. David H. Barlow y sus colegas de la Boston University hanm demostrado que buena parte del distrés está provocado no tanto por las emociones sino por la falta de regulación de las mismas (por eso es importante que, desde pequeños, conozcamos, definamos y aceptemos nuestras emociones). El psiquiatra George Valliant (Escuela Médica de Harvard) ha investigado los efectos nocivos de la supresión de las emociones: esquizofrenia, adicción a las drogas, alcoholismo y trastornos de personalidad. La “evitación experiencial” (así la define Stephen C. Hayes, de la Universidad de Nevada) conlleva psicopatologías. En el otro extremo, la “obdiencia emocional” (es que soy así) denota inmadurez. Aristóteles nos enseñó que tenemos una “primera naturaleza” (temperamento) y una “segunda naturaleza”, construida voluntariamente (carácter). El justo medio entre la negación dañina y la ciega obediencia es la sana aceptación. Por ello, “el conocimiento es poder” (Francis Bacon). “Las emociones son buenas consultoras y malas directivas”, dice el Dr. Shpance.
- Asume el dolor a corto plazo para evitar el sufrimiento a largo plazo. Para alcanzar los retos que nos proponemos (un hábito “brain-friendly”), hemos de esforzarnos. “No pain, no gain” (Sin dolor no hay ganancia). Mark Bouton (Universidad de Vermont) y Michelle Craske (UCLA), entre otros, han demostrado que hemos de enfrentarnos a nuestros miedos para salir adelante. La implicación conductual (behavioral engagement) provoca que nuestras emociones siguen a nuestras acciones (“fake it till you make it”; Amy Cuddy). Davd Eker (Universidad de York) ha investigado sobre los efectos de esta activación intencionada de los comportamientos (por ejemplo, reír hasta generar endorfinas, hormonas del placer). “Ríe, y el mundo reirá contigo”.
La Salud mental a través del pensamiento apropiado, la gestión emocional y la implicación con los comportamientos, desde la holística (porque los tres -ethos, pathos y logos- están interconectados). Una práctica deliberada que requiere esfuerzo; la alternativa es la baja salud mental que sufre cada vez más gente a nuestro alrededor.
En esta misma línea, el coach Daniel Colombo publicaba en infobae ‘La vacuna que falta: cómo la escasez de inteligencia emocional pone en crisis a todo el mundo‘. Porque, “en la era de la información, nunca ha habido mejor momento para ser inteligente” (para tener talento, diría yo. Inteligencia con buenas metas, manejo de la información, gestión de las emociones y puesta en práctica de las virtudes de la acción).
Cinco sabios consejos en este contexto pandémico de baja inteligencia emocional )de “tontunavirus”):
- Enseñar inteligencia emocional. Y no sólo a nuestr@s hij@s, sino a todo el mundo. En el talentismo, en la Globalziación 4.0, lo que nos diferencia de los robots es precisamente nuestra inteligencia emocional. La hemos de conocer, testar y desarrollar. Por ello nunca insistiremos lo suficiente en el valor esencial y creciente de la educación en esta sociedad del entretenimiento, el ruido y la banalidad.
- La mayor parte de las personas no sabe gestionar sus emociones. Hemos de ser conscientes de ello (con el Liderazgo como talento ocurre algo similar: cuanto menos tiene un directivo menos cree que necesita desarrollarlo). Autoconocimiento, introspección y entrenamiento no conocen sustitutivos.
- No se puede entender ni salir adelante en este mundo sin flexibilidad y adaptabilidad. Sólo podemos aprender al menos al ritmo del entorno (la ley de la supervivencia, de la sostenibilidad) si somos suficientemente ágiles, autocríticos, pacientes y perseverantes.
- Haz las paces con tu pasado y prepárate para lo nuevo. Mirar atrás te convierte “en estatua de sal”. Aferrarte a lo desfasado, a lo que no te hace feliz, es una forma segura de enterrarte en vida.
- Crea cada día un mejor estado interno. Vincúlate contigo mism@ para después vincularte con los demás (recuerda que el tándem es la unidad mínima de Liderazgo).
Mi gratitud a Michael y a Daniel por sus aportaciones, tan valiosas.
Las canciones de hoy tienen que ser del gran Franco Battiato, fallecido ayer a los 76 años en su querida Sicilia, tras una larga lucha contra el Alzheimer. “Centro de gravedad permanente”.
“Busco un centro de gravedad permanente
Que no varíe lo que ahora pienso de las cosas, de la gente,
Yo necesito un… cerco un centro di gravità permanente”.
Y la lírica ‘La cura’
Te protegeré de los miedos de la hipocondria
De las perturbaciones que encontrará en su camino a partir de hoy.
De las injusticias y engaños de tu tiempo
De los fracasos que por tu naturaleza normalmente atraerás
Te aliviaré de dolores y cambios de humor
De las obsesiones de tus manías
Superaré las corrientes gravitacionales
Espacio y luz para que no envejezcas
Y te curaras de todas las enfermedades
Porque eres un ser especial
Y yo te cuidaré
Vagué por los campos de Tennessee
¿Cómo llegué allí, quién sabe?
¿No tienes flores blancas para mí?
Más rápido que las águilas, mis sueños
Cruzan el mar
Sobre todo, te traeré silencio y paciencia.
Caminaremos juntos los caminos que conducen a la esencia
Los aromas del amor embriagarán nuestros cuerpos
La calma de agosto no calmará nuestros sentidos
Tejeré tu cabello como tramas de una canción
Conozco las leyes del mundo y te las daré
Superaré las corrientes gravitacionales
Espacio y luz. para que no envejezcas
Te salvare de toda melancolia
Porque eres un ser especial
Y yo te cuidaré
Lo hago, yo te cuidaré
DEP, gran poeta. Ciao, maestro.
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