He lamentado mucho el fallecimiento de Noelia López-Cheda, ingeniera industrial (ICAI, 1999) y conferenciante motivacional, casada y madre de dos hijos, nos abrió los ojos sobre el papel de madres y padres, que “no somos la agenda de nuestros hijos”. Precisamente, se hizo popular con una entrada en su Blog con este tema:
Tuve la ocasión de conocerla con mi hija Zoe en ‘Gestionando hijos’. Nos dio una magnífica conferencia y adquirí su libro ‘No seas la agenda de tus hijos y prepáralos para la vida’, que nos firmó.
Sus mundos eran la educación y la empresa. Como ella decía, “No elegimos lo que nos pasa. Elegimos cómo pasarlo”. Su legado siempre estará con nosotr@s. Siempre estará en nuestras mentes y nuestros corazones. Aquí tienes el vídeo de aquella ocasión en ‘Gestionando hijos’:
He estado leyendo, de la Biblioteca de Neurociencia y Psicología, el libro ‘Ambiente, Plasticidad y Desarrollo Cerebral’, de Nicoletta Berardi y Alessandro Sale. La Dra. Berardi es profesora de UNIFI (Universidad de Florencia) del departamento de Neurociencia, y el Dr. Sale trabaja en el Instituto de Neurociencia en Pisa.
“El desarrollo del cerebro es un proceso muy complejo que se inicia durante la vida embrionaria y que continúa mucho después del nacimiento, en algunos circuitos de la corteza cerebral incluso puede alargarse hasta la edad de 20 años”. Todos los comportamientos del ser humano dependen de su sistema nervioso y en particular del cerebro, configurado por 100.000 M de neuronas y cientos de miles de millones de sinapsis (conexiones neuronales).
- La experiencia construye y modela un cerebro en desarrollo. El libro presenta el desarrollo embrionario del sistema nervioso. “Los genes forman la base biológica de las potencialidades”, si bien el debate entre la herencia y el medio ambiente (Nuture or Nurture) es como preguntar por la importancia en un rectángulo por la base o por la altura. La neuroplasticidad es esencial; las experiencias son decisivas. “El niño es sensible a la experiencia y al ambiente ya en la fase prenatal”.
- Periodos críticos en el desarrollo cerebral. “Se aprende a ver como se aprende a hablar” (Voltaire). Hay periodos críticos en el desarrollo visual, de forma que tras ellos se deteriora la neuroplasticidad. La duración de los periodos críticos se armoniza durante el desarrollo. Como ejemplos, las capacidades para reconocer los rostros, en los sistemas de control emocional, en el desarrollo del hipocampo. Una vez cerrados los periodos críticos los errores de neurodesarrollo son muy difíciles, si no imposibles, de corregir.
- Enriquecimiento ambiental y maduración de las funciones cerebrales. “El ambiente en el que vivimos es el conjunto variado de lugares, personas y circunstancias que generan los estímulos de nuestras vivencias”. Hay ambientes enriquecidos (concepto de Donald Hebb), naturales y empobrecidos. “Los animales adultos introducidos en un ambiente enriquecidos demuestran tener más habilidad para desenvolverse en tareas de aprendizaje y memoria”. Los cuidados maternos son de suma importancia en l@s niñ@s. El licking y el grooming (lamer y acariciar a las crías) son esenciales. “El masaje infantil se configura como un paradigma efectivo de enriquecimiento ambiental temprano, quizá el más efectivo”. Los estímulos táctiles de la madre son la llave para acceder a los ritmos cerebrales del niño”. El ambiente prenatal es básico, con importantes efectos a largo plazo. En términos de motivación, Harry Harlow demostró con los macacos de Wisconsin en los años 40 los efectos devastadores de la ausencia de la figura de la madre. En la edad adulta, los simios presentaban serios problemas de relación social. “El ambiente de desarrollo encierra en sí mismo recursos capaces de favorecer la maduración de los circuitos nerviosos cerebrales a través de una combinación de cuidados, relaciones sociales, estímulos cognitivos y actividades motoras”.
- Genes, ambiente y epigenética en el desarrollo del cerebro y el comportamiento. Los autores repasan las teorías de Platón (Menón), David Hume (Teoría de la Naturaleza Humana) e Immanuel Kant (Crítica de la razón pura). Los genes y el ambiente mantienen un diálogo continuo. Konrad Lorenz fundó la etiología, ciencia del comportamiento, perfeccionada por el psicólogo estadounidense John B. Watson. “Es bueno aclarar que cuando se habla de la influencia de los genes en el comportamiento no quiere decir que existan genes específicos para determinados comportamientos, lo cual sería inaceptablemente determinista”. Tanto los genes como el ambiente contribuyen en la formación de la personalidad (Boomama, 2002). Los gemelos idénticos comparten el 100% de sus genes, y los no idénticos, como mucho el 50%. Los idénticos coinciden en la esquizofrenia un 45% y los no idénticos, un 15%. La epigenética sirve de regulador y el ambiente influye incluso en el ADN.
Un libro valioso sobre el papel del medio ambiente, que sirve no sólo para entender mejor el desarrollo del cerebro humano, sino para plantearnos preguntas sobre las “learning organizations”, l@s líderes-coaches, las conversaciones de carrera y la learnability.
En esta línea, Marta Grañó escribía hoy una maravillosa entrada en su Blog sobre el poder tónico de tus abrazos:
www.martagranyo.com/blog/abrazos-donde-quedarse/
Citando a los Dres. Michael Meaney (University McGill) y Joan Luby (Universidad de Washington), la Dra. Grañó (ESADE y Universitat de Lleida) nos muestra que los abrazos reducen el miedo, estimulan la oxitocina (alegría y bienestar), bajan el ritmo cardiaco, estimulan la dopamina (hormona del placer), estimulan la serotonina, mejoran el sistema inmune y el metabolismo, equilibran el sistema nervioso parasimpático y producen glóbulos blancos. Comod dice Marta, “deberíamos abrazarnos más”. La receta de la felicidad son al menos 12 abrazos diarios de más de 6 segundos. ¿Te apuntas?.
La canción de hoy, ‘Quiero verte’ de Marta Soto, que actuó ayer en Madrid. Gracias, Nico, la referencia en BMM (Branding Marketing Management) por dármela a conocer:
“Te reto a ser capaz…”
La entrada Los efectos del ambiente en el desarrollo cerebral se publicó primero en HABLEMOS DE TALENTO.