Jornada en Madrid. Reuniones con clientes por la mañana y por la tarde, almuerzo con una de las principales plataformas de conferenciantes. Y a última hora de la tarde, ‘Mamma mia” para desconectar.
He estado leyendo ‘The business of being a writer’ (El negocio de ser escritor), de Jane Friedman. Más allá de un arte o una vocación, esta editora con más de 20 años de experiencia en la industria lo considera un negocio, en el mejor sentido de la palabra. Y nos lo presenta en cinco temas:
- Los primeros pasos. Se trata de preguntarnos si podemos “ganarnos la vida” como escritores. Es “el arte de construir una carrera profesional”, para lo cual hay que generar leads (tener seguidores) y la formación adecuada (un MFA, Master of Fine Arts, o similar).
- Entender la industria. La de publicación de libros, la de las revistas especializadas, la de los medios digitales y online, la de la distribución en este siglo XXI.
- Cómo conseguir que te publiquen. Se trata de entender a los agentes literarios, a las editoriales, a quienes resumen y hacen la crítica de libros, la autopublicación, los blogs y las particularidades de la poesía o los relatos cortos. Particularmente interesante el concepto de “author platform” (la plataforma del autor) y los básicos del lanzamiento de un libro (provocar la noticia).
- Cómo hacer dinero. La carrera de freelance, las relaciones con la educación y la docencia, el crowdfunding, las suscripciones, los anuncios, publicar en medios corporativos…
Una plataforma es la visibilidad en el mercado. Para ello, seis componentes:
- Contenidos disponibles para el público (como es Blog diario, por ejemplo, que seguís miles de personas, o Twitter con 15.000 seguidores).
- Actividad de social media: artículos, presentaciones, etc.
- Una página web.
- EL mundo de relaciones.
- Influencia: la capacidad de convertirte en el/la referente en un tema,
- Alcance real: el número de personas a las que llegas con un determinado mensaje.
En estos seis elementos, un/a escritor/a debe focalizar sus esfuerzos si quiere triunfar. Gracias Jane Friedman por compartir tu sabiduría.
También te recomiendo el artículo “Si quiere ser gurú, escriba un libro”:
https://elpais.com/economia/2016/06/23/actualidad/1466675092_471236.html
En otro orden de cosas, hoy en La Contra, Víctor-M. Amela entrevistaba al profesor Pedro Olalla, asturiano de 52 años que vive en Atenas desde hace un cuarto de siglo. Es su patria espiritual. Acaba de publicar el opúsculo ‘De senectate politica’.
Pedro Olalla nos enseña que los antiguos griegos acuñaron los conceptos de “eunomía”: gobierno de las buenas leyes, y “isonomía”: gualdad ante la ley. Las consecuencias son la “isegoría”, igualdad en el uso de la palabra, y la virtud de la “parresía”: atreverse a decir la verdad. “La democracia ateniense inspiró la ley romana, pero Roma no llegó a tener una democracia”. En palabras de Cicerón, hace más de 2.000 años: “Por nuestros vicioshemos perdido la república, aunque de nombre sigamos manteniéndola”. Poco antes de ser decapitado, escribió ‘De senectute’ (sobre la vejes), que Pedro Olalla lleva de lo ético a la política.
“Envejecer bien no es sólo un empeño ético, individual, es también un empeño político, social, precisa de un compromiso colectivo que incluya a todos”. Se trata de “senescere addiscentem” (envejecer aprendiendo): vivir bien, virtuosamente… en plenitud de facultades, siempre vitales, desplegando sus talentos para conquistar la felicidad.
Pedro Olalla nos recuerda que la palabra “consciencia” la creó Cicerón a partir del griego “sineydesis”, con conocimiento): “cum scientia”. Es el conocimiento compartido de algo. Cicerón le ha enseñado a Pedro y el profesor Olalla a nosotros que “una vida bien vivida se convierte en ganancia”, con las virtudes del buen ciudadano: la auctoritas (poder de convicción avalado por obras, autoridad moral), nobilitas /(nobleza de espíritu), dignitas (dignidad), veritas (vercidad), libertas (libertad), aequitas (equidad), iustitita (juesticia), firmitas (tesón), laetitia (optimismo), fides (fe), pietas (piedad), humanitas (amor por el prójimo). Las virtudes de una buena persona.
La cancion de hoy, de Serrat, sobre la vejez:
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