Otra lección del deporte español: Rafa Nadal ganó el Open de Roma (su octavo campeonato alli) y asegura el numero uno de la ATP, el Real Madrid de Baloncestó logró su décima Copa de Europa y se despidieron de la Liga tres jugadores míticos: Andrés Iniesta (FC Barcelona), Fernando Torres (Atlético de Madrid) y Xabi Prieto (Real Sociedad). El deporte nos enseña mucho sobre los valores y especialmente sobre el trabajo en equipo.
Hablando de equipos, he estado letendo ‘Cuando las arañas tejen juntas pueden atar a un león. El secreto de los equipos de más éxito del mundo’ (en el original inglés, ‘The Culture Code’) de Daniel Coyle. Autor de ‘El pequeño libro del talento’ (2013), que comenté en su día en este blog, Coyle se centra en las claves culturales de los mejores equipos. Y las estructura en tres capacidades: labrar la seguridad, compartir la vulnerabilidad y definir un propósito.
A. Seguridad. “Me siento segur@”. La experta es Amy Edmonson (Harvard): la seguridad psicológica es esencial. Como ejemplos, la tregua de navidad de 1914 o Gregg Popovich (NBA). “Labrar la seguridad consiste en identificar los instantes sutiles y en proyectar señales dirigidas en los momentos clave”. Para ello:
– Manifiesta la escucha
– Expresa tu fiabilidad desde el principio (especialmente si diriges el equipo)
– Abraza al mensajero (no te lo cargues)
– Prevé las conexiones futuras
– Agradece constantemente
– Esmérate en los procesos de selección
– Retira las manzanas podridas
– Crea espacios seguros que faciliten las colisiones
– Dale voz a todo el mundo
– Recoge la porquería (limpiar y ordenar el sitio)
– Aprovecha los momentos umbral
– Huye de las evaluaciones rutinarias
– Diviértete (las risas son señal de seguridad y conexión)
B. Vulnerabilidad. “Dime lo que quieres y te ayudaré”. Como ejemplos, el vuelo 232 de United Airlines (1989) o los SEAL (supercooperadores). El bucle de la vulnerabilidad (Jeff Polzer, Harvard): señal de vulnerabilidad, captación, propia vulnerabilidad, captación… así se construye la confianza. Es una cuestión de contexto. “Todos piensan con un solo cerebro”. Para fomentar hábitos de vulnerabilidad:
– Cerciórate de que el líder sea vulnerable primero y a menudo
– Insiste en las expectativas
– Comunica los aspectos negativos en persona
– A la hora de formar equipo, céntrate en dos momentos clave: la primera vulnerabilidad y el primer desacuerdo
– Escucha como una cama elástica (Zenger y Folkman)
– Durante una conversación, resístete a aportar valor añadido
– Recurre a prácticas que promuevan la franqueza
– Fomenta la franqueza y evita la honestidad brutal (sincericidio)
– Alinea el lenguaje con la acción
– Levanta un muro entre la crítica del desempeño y el desarrollo profesional
– Recurre a la orientación relámpago
– Haz de vez en cuando que los líderes desaparezcan (los All Blacks tienen sesiones sin entrenador)
C. Definir un propósito. Con los ejemplos de James Burke (Johnson & Johnson), la domesticación de los hooligans (Eurocopa 2004, Portugal) y el desarrollo de los cirujanos, los restaurantes de Danny Meyer (Union Square Café) o Ed Catmull (Pixar). Ideas para entrar en acción:
– Pon nombre a las prioridades y clasifícalas
– Sé diez veces más claro con tus prioridades de lo que creas que debes ser
– Determina cuándo el equipo persigue la excelencia y cuándo la creatividad
– Emplea lemas
– Señala qué es lo que de verdad importa
– Utiliza símbolos
– Céntrate en los comportamientos que sirvan de baremo
“Cuando las arañas tejen juntas pueden atar a un león”, dice un proverbio etíope. Dan Coyle nos presenta casos de éxito, desde una escuela desfavorecida o una banda internacional de ladrones de joyas, y las tres claves para lograr un equipo de alto rendimiento.
La seguridad psicológica, vulnerabilidad y propósito coinciden, como no podía ser de otra manera, con los tres motivadores internos de Daniel Pink (‘La sorprendente verdad sobre qué nos motiva’): propósito, autonomía (que te aporta seguridad) y maestría (cuando se pone a prueba la vulnerabilidad). Aprendemos desde el sentido, el fin, el reto y desde nuestra propia autonomía (elevar nuestras capacidades mediante el compromiso): fluidez individual y colectiva, que provoca sinergias.
Un texto interesante, profundo y recomendable.
La canción de hoy, ‘Together forever’ de Rick Ashley:
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“Together forever with you”
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