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Salzburgo: Lo que Mozart nos ha enseñado sobre el Talento y su Desarrollo

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Siempre me ha fascinado el genio de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Hoy hemos ido a su casa natal (en el 9 de la Getreidegasse), en la que la familia habitó de 1747 a 1773, donde nació Amadeus (27 de enero de 1756), se pueden visitar las habitaciones originales, instrumentos originales, un óleo inacabado (‘Mozart en el piano’, por su cuñado Joseph Lange) y tres exposiciones (`La vida de un niño prodigio’, ‘Mozart en el teatro’ y ‘La familia Mozart se presenta’). Hemos paseado por la plaza Mozart, con el monumento al compositor en bronce (Ludwig Von Scwanthaler) descubierta solemnemente por los hijos de Mozart. Hemos vistado la vivienda de los Mozart (entre 1773 y 1787), con el Salón del Maestro de Bailes en el que se daban conciertos en la época. Y en el Cementerio de San Sebastián, las sepulturas de su padre, Leopoldo Mozart, y su esposa Constanze Niessen (1762-1842). Como sabes, Amadeus fue sepultado en una fosa común en el cementerio de Viena.

Mozart se considera el mayor ejemplo de “talento innato”, de niño prodigio. Sin embargo, cuando estudiamos su biografía nos damos cuenta de que en realidad no es así. Wolfgang Amadeus Mozart nos ayuda a responder a las principales preguntas sobre el Talento:

- ¿El Talento nace o se hace? Ni nace, ni se hace (si un@ no quiere). Si bien Leopoldo Mozart le llamaba “el milagro que Dios dejó caer en Salzburgo”, su propio hijo le reprochaba, en una de sus últimas cartas, que no conocía a nadie en el mundo de la música que hubiera trabajado tanto como él. “La gente comete un tremendo error cuando piensa que mi arte ha llegado con facilidad. Nadie ha dedicado tantísimo tiempo y pensamiento a la composición como yo”. El Talento se cultiva; el Liderazgo se forja.

- ¿Fue importante el entorno en el Talento de Mozart? Sin ninguna duda. Si hubiera nacido en otro sitio y no en Salzburgo, en otro momento histórico y no a mediados del XVIII, no habría fructificado su genio. Su padre Leopoldo Mozart (1719-1787), compositor, profesor, director y violinista alemán, publicó su Tratado sobre el violín, traducido a varias lenguas, al poco del nacimiento de Amadeus. Toda la familia se volcó en torno al chaval.

- ¿La vocación de Mozart valió más que su talento “innato”? Así es. Leopoldo Mozart se casó a los 28 años con Anna María Perti, hija del administrador de Salzburgo. Tuvieron siete hijos, de los que sobrevivieron Anna y Wolfgang. Con un enorme talento docente, Leopoldo disminuyó su actividad creativa (era el compositor del arzobispo de Salzburgo) para instruir a sus hijos. La mayor, Nannerl, no mostraba tanta vocación como el niño (4’5 años menor). Amadeus dominaba el teclado y el violín, le ponía muchas ganas para leer las partituras, gustaba de improvisar y a los cinco años ya componía.

- ¿Necesitó Mozart de 10.000 horas de “práctica deliberada”?  Si bien Amadeus compuso desde muy niño, sus primeros siete conciertos (de los 11 a los 16) no tienen nada original. Su primera obra valiosa es la Sinfonía nº 29, tras una década de preparación. Su primer gran concierto el 9º) lo crea a los 24 años. Su primera ópera de calidad, Idomeneo, es l décimo tercera de las que compuso y la hizo también a los 24 años. No 10.000 horas, sino dos tandas de 10.000 horas.

- ¿Fue “progresando adecuadamente” Mozart en su talento? El Talento no es fijo (vales o no vales), sino móvil. Las obras por las que Amadeus ha pasado a la historia como un genio de la composición (Las Bodas de Fígaro, La Flauta Mágica, Cosi fan tutte, Don Giovanni, La pequeña serenata nocturna, la Sinfonía nº 40, el Quinteto de Clarinete, el Concierto de piano en C K 467, el Requiem o el Concierto de clarinete en la mayor KV 622) son posteriores a 1785, cuando tenía 30 años. Moriría cinco años después.

- ¿Qué papel jugaba la memoria en Mozart? Se cuenta que en Roma en 1770 escuchó el Miserere de Gregorio Allegri en la Capilla Sixtina. La obra tenía un carácter secreto y su publicación llevaba la pena de excomunión. El joven Mozart (14 años) la reprodujo al llegar a su habitación, en una versión muy aproximada. El papa Clemente XIV no solo no le excomulgó, sino que le nombró Caballero de la Espuela de Oro.

- ¿Necesitaba Mozart aprender de los demás? Por supuesto. De su propio padre en los inicios, y posteriormente de otros colegas (especialmente Johan Christian Bach, a quien Amadeus visitó en Londres en 1764 y 1765). Nunca dejaba de aprender. La influencia de Haendel y Johan Sebastian Bach se nota en ‘La flauta mágica’ y la sinfonía ‘Júpiter’. Sus cartas  (4 volúmenes) eran una especie de diario de continuo aprendizaje.

- ¿Tuvo Mozart representante que “elevara el valor de su marca profesional”? Claro que sí: su propio padre. En 1762, cuando Amadeus tenía 6 años, le llevó de gira por las cortes europeas: Múnich, Viena, Praga (más elogios que dinero). Al año siguiente, junio de 1763, una larga gira de 3’5 años: Múnich, Mannheim, París, Londres, La Haya, París, Zúrich, Donaueschingen, Múnich. Hasta que se enfadaron en 1781 Leopoldo era su “Jorge Mendes” (representante de Cristiano Ronaldo), su “Jorge Messi” (padre de Leo). Leopoldo murió en 1787, a los 67 años, sin el acompañamiento de su hijo.

- ¿Cuándo cambió su suerte? ¿Y qué pasó con su legado? Amadeus y su padre volvieron a Salzburgo en marzo de 1773. El príncipe-arzobispo Schrattenbach, que siempre les había apoyado, falleció en esa época. Con su sucesor, Hyeronomus von Colloredo, no hubo la misma sintonía. Un salario muy bajo; su madre murió en 1778 porque se demoraron en llamar al médico por falta de fondos. Marchó a Viena en 1881, enfadado con el arzobispo Colloredo, que le trataba como un mero sirviente, y con Leopoldo Mozart, que esperaba de su hijo una actitud servil. Empezó con cierto éxito como pianista y compositor (innovando con las óperas en alemán), se casó con Constanze sin consentimiento paterno y tuvo seis hijos (sobrevivieron dos). Sus dificultades económicas a partir de 1786 fueron consecuencia de la guerra entre Austria y Turquía (disminuyeron los conciertos públicos, importante fuente de ingresos para la familia). Llegaron  a Viena nuevos pianistas, más aguerridos, que eran más del gusto del público. Su último año de vida fue de gran productividad personal. Respecto a su legado, Beethoven comenzó componiendo a la sombra de Mozart (1787) y Haydn (se conocieron en 1781) declaró que se tardaría más de un siglo en conseguir un genio similar. Tuvo un entierro de 3ª, pero tras su fallecimiento hubo una ola de entusiasmo, con varias biografías. La obra de teatro de Peter Shaffer y la película ‘Amadeus’ (1984) de Milos Forman reafirmaron su imagen en nuestros días, si bien ha quedado como un crío banal y despreocupado.

- ¿Qué es lo más importante para el Talento? Mozart lo tenía muy claro. El Amor. “Ni un alto grado de inteligencia, ni la imaginación, ni la suma de ambas, pueden generar un genio. El Amor, el Amor, el Amor, es el alma del genio” (Mozart).

Irene Martínez, autora de ‘Marca Profesional’, que hoy celebra su cumpleaños (felicidades, Irene) llamó “efecto Mozart” a esa peregrina idea de que podemos aprender (un idioma, a tocar un instrumento) sin esforzarnos. Frente a esta fantasía, el “efecto Zander” (en honor a Benjamin Zander, director de la sinfónica de Boston y profesor del conservatorio de la ciudad): el talento nato (natural) depende de practicar, practicar y practicar, hasta hacerlo inconscientemente. Muchas gracias por este hallazgo tan valioso.


                           


Educar desde la libertad y no desde el miedo

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Como colofón a nuestra visita a Salzburgo, anoche estuvimos Zoe y un servidor viendo el DVD ‘In search of Mozart’ (En busca de Mozart), escrito y dirigido por Phil Grabsky. Más de dos horas repasando la vida del genial Amadeus, con las opiniones de historiadores, directores de orquesta, violinistas y pianistas, cantantes de ópera, etc. Un espectáculo delicioso que deja muy clara, en el desarrollo del talento de este prolífico compositor (620 obras, mueriendo a los 35 años) la importancia de haber viajado por 35 ciudades de 8 cortes europeas, su relación con el poder, con su padre, con su mujer Constanza y sobre todo el valor del aprendizaje. Leopold se empeñaba en decirle a todo el mundo que poseía un talento innato, y sin embargo fue la confianza en las capacidades de su hijo, su educación (nunca fue al colegio, pero se dedicó a él en cuerpo y alma uno de los mejores profesores, compositores y violinistas de la historia de la música), su voluntad por absorberlo todo como una esponja, su actividad febril (le dolían los dedos de componer), sus trabajos de encargo (para emperadores y reyes, empresarios, amigos), sus ganas de sorprender, su autoexigencia, las que marcaron la diferencia.

Hablando de educación, gracias a Facebook he podido recuperar una entrevista del verano pasado a mi admirado Koldo Saratxaga. Recuerdo que mi buen amigo Joxe Mari me invitó hace unos años al Foro de Elgoibar, al que pertenecían ambos. Hablamos de El Quijote (mi libro ‘En un lugar del talento’ ya se había publicado) y, por supuesto, de la libertad. Koldo Saratxaga fue coordinador del proyecto Irízar (mejor empresa europea del año 2000) y es directivo humanista, escritor y profesor.

Eduardo Azumendi titulaba su entrevista a Koldo: “Estamos haciendo jóvenes mercenarios porque les educamos en que todo es a cambio de algo” (www.eldiario.es/norte/euskadi/haciendo-mercenarios-educamos-jovenes-cambio_0_282422124.html)

De sus profundas reflexiones, me quedo con:

- “A los jóvenes que vienen les hemos enseñado una jerarquía y ahora pretendemos que actúen como si no existiera. Pretendemos que sean emprendedores y que innoven, pero seguimos con el mismo modelo de relaciones humanas basadas en el poder. Y esto no es ético”. Hace falta una “ética de lo humano” para el ámbito empresarial.

- Ética. Solo desde la ética se puede compartir; es necesario otro estilo en el terreno de las relaciones personales “porque venimos del mundo de la organización vertical”.  Cambiar este modelo basado en las relaciones humanas según el poder y las jerarquías es “la gran revolución que hay que hacer”.

- La transformación ha de superar dos grandes obstáculos. El dinero, “que ya no solo importa a unos pocos sino a todas las personas”. “El dinero condiciona totalmente nuestra sociedad. De esta forma, el que más tiene más puede. Nos han educado a competir y no a compartir. En el colegio, por ejemplo, consiste en tener que sacar resultados más altos que sus primos, sus amigos o sus vecinos”. Y el miedo. “Viene de muy atrás. No nos han educado en libertad, sino en el miedo”.

- La libertad. Según Saratxaga, la libertad tiene que ver con la capacidad de expresarse y ponerse de acuerdo. “Nuestra sociedad necesita de ciudadanos maduros, donde se supere este déficit de ordenes jerárquicos, y se genere una libertad fraternal en la que ni se impone, ni se delega; se participa”. Este problema de órdenes en las empresas lleva a que no se conozca a las personas, saber lo que sienten o piensan. “Si no entendemos que la persona es más que un obrero o un subalterno, donde había cinco personas acabamos poniendo un robot fácilmente”.

- La empresa. Desde una perspectiva ética, sus pilares son la eficiencia y el cliente porque sin éstos no hay beneficios, y “sin beneficios no hay futuro”. Ha de cambiar el concepto de propiedad y combinarlo con la participación en beneficios. “La posesión de la tierra no es razón para no compartir el fruto de la cosecha entre quienes han participado en su obtención”.

- Y sobre todo la educación.“La educación es la clave de un país. A los niños se les educa durante las 24 horas del día porque un niño está permanentemente acumulando. Y esa acumulación es mayor gracias a las experiencias o vivencias que tenga”. El modelo que impera en la escuela es el basado en las notas, en la evaluación, en lo previsible. “Hay que pasar a un modelo que desarrolle la imaginación y la intuición. Un modelo más cercano al concepto de que cada persona es diferente, cada persona es ese diamante único. Bajo esta idea podemos potenciar personas con pasión, que conecten emocionalmente con lo que hacen”.

Sin embargo, “protegemos y compramos. Estamos haciendo mercenarios porque los estamos educando a golpe de prestación. Los niños no disfrutan de lo que obtienen porque no lo viven. No sienten orgullo por conseguir las cosas porque todo es a cambio de algo”. Es decir, “estamos haciendo mercenarios porque educamos a los jóvenes en que todo es a cambio de algo".

Muchas gracias, Koldo, por estas valiosas ideas y por tu quijotesca (en el mejor de los sentidos), labor. Y de antemano a Joxe Mari, que tan espléndida labor está realizando en Eibar y que ya encontrará la ocasión para que volvamos a estar juntos.

No puedo estar más de acuerdo con Koldo  en que la educación es el pilar fundamental de una sociedad. Como la instrucción convencional favorece el “mercenarismo” (término que existe en italiano pero no recoge la RAE, que define mercenario en su cuarta acepción como “hombre que desempeña por otro un empleo o servicio por el salario que le da”), la generosidad se ha convertido en una de las cualidades más destacadas para el talento en este paso del Capitalismo al Talentismo. La generosidad se aprende, se desarrolla por supuesto; sin embargo, como está tan vinculada a la empatía, que es la competencia más difícil de elevar, convertir a personas egoístas en generosas no es tarea sencilla.

Si educamos desde el miedo (en el colegio o en la empresa), obtenemos autómatas. Si lo hacemos desde la Libertad (la cercanía, la capacidad de errar y corregir, de tomar y asumir las propias decisiones, el sano orgullo de pertenencia), des-arrollamos Talento. Y como consecuencia, generamos Felicidad.    

Viena, de Ultravox, y los One Hit Wonders

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Llegamos a nuestro Hotel de Viena, junto al Danubio, y nos pusimos a caminar por el centro hasta llegar a la Musicverein, sala mundialmente famosa por el Concierto de Año nuevo desde esta capital imperial. Hoy hemos visto toda la ciudad con el City Sightseeing y, además de los museos de rigor, el de Madame Tussaud’s que tanto le gusta a Zoe vayamos donde vayamos.

Si Salzburgo nos suena a quienes tenemos cierta edad a ‘Rock me Amadeus’ de Falco (1985), la capital del imperio austrohúngaro nos recuerda al tema ‘Vienna’ de Ultravox


Ultravox era una banda “new age” creada en 1974, cuyo líder era inicialmente Jon Foxx. Cuando dejó la formación cinco años después, le sustituyó Midge Ure. Su mayor éxito fue precisamente ‘Vienna’, que lanzaron en 1981.

La letra decía, en castellano:

“Caminamos en el aire frío

Un aliento congelado, en el cristal de una ventana

La mentira y la espera.

Un hombre en la oscuridad en un marco de fotos

Por lo tanto, místico y conmovedor

Una voz que extiende la mano en un grito desgarrador

Hasta que se queda contigo.


El sentimiento se ha ido, solo tú y yo;

No significa nada para mí.

Esto no significa nada para mí.

Oh, Viena.


La música está tejiendo

Notas inquietantes, las cuerdas en punteo.

El ritmo está llamando

Solo en la noche mientras llega la luz del día.

Un silencio vacío frío,

El calor de su mano y un cielo gris frío.

Se desvanece con la distancia.


La imagen se ha ido, solo tú y yo;

No significa nada para mí.

Esto no significa nada para mí .

Oh, Viena.


Esto no significa nada para mí.

Esto no significa nada para mí.

Oh, Viena”

En el mundo de la música se denomina “One Hit Wonders” a los grupos que solo tuvieron un éxito en el mercado. Como por ejemplo, los Vanilla Ice (‘Ice, Ice, Baby’, 1990), Toghy Said Fred (‘I’m too Sexy’, 1991), Nena (’99 Luftbaloons’, 1984), Survivor (‘Eye of the Tiger’, 1982), Sinead O’Connor (‘Nothing compares to you’, 1990), Bobby McFerrin (‘Don’t woory, Be Happy’, 1982), Sofy Cell (‘Tainted Love’, 1982), The Archies (‘Sugar, Sugar’, 1969), Europe (‘The Final Countdown’, 1982), Lou Vega (‘Mambo number 5’, 1999), Aqua (‘Barbie Girl, 1999), Spandau Ballet (‘True’, 1983), Haddaway (‘What is love’, 1983), Ziggy Marley (‘Tomorrow people’, 1988), Buggles (‘Video killed the radio star’, 1979), Lipps, Inc. (‘Funkytown’, 1980), Aha (‘Take on me’, 1985), Frankie goes to Hollywood (‘Relax’, 1984), Carl Douglas (‘Kung Fu Fighting’, 1974), The Weather Girls (‘It’s raining men’, 1979), Ami Stewart (‘Knock on wood’, 1979), Ini Kamoze (‘Here comes the Hotstepper’, 1994), Vangelis (‘Charriots of fire’, 1982), Anita Ward (‘Ring my bell’, 1979), Van McCoy (‘The Hustle’, 1975), Lou Reed (‘Walk on the wild side’, 1972)  o, a nivel internacional, Los Del Río (‘Macarena’, 1996).

Los One Hit Wonders nos enseñan que hay que saber disfrutar del éxito (porque es muy muy difícil alcanzarlo) y que pocas personas logran una sólida carrera profesional.     


‘Viena’ es una canción sobre la noche y el despertar. De hecho, nunca llegó al número uno. Alcanzó el segundo puesto de las listas británicas y 30 años después logró un “número uno honorífico”. Ultravox lanzó una versión extendida en vídeo, de unos 8 minutos: www.youtube.com/watch?v=dH89u_6G83w


Mi admiración y gratitud a los One Hit Wonders. Sus canciones, sus éxitos, están en la memoria de tod@s nosotr@s. El viaje es el destino.

¿Sigue siendo Viena la ciudad de 'El Tercer Hombre'?

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Tercer día en la capital austriaca. Ayer Sandra, una compatriota que trabaja para una de las compañías de Sightseeing, nos contó maravillosamente las ventajas de su empresa y nos convenció. Como Teresa de Pablo en Salzburgo y como tant@s compatriotas con l@s que hemos hablado estas dos semanas, piensan que España es el mejor país del mundo pero que hoy por hoy no puede ofrecerles un empleo. Siento que quienes estamos en esa actividad de ayudar a generar empleo tenemos una enorme responsabilidad para con nuestr@s jóvenes. Hemos de hacer más y mejor, convenciendo al empresariado de la necesidad de contratar, flexible y permanentemente.

Anoche estuve viendo de nuevo en DVD ‘El Tercer Hombre’ de Carol Reed (1949). Una de las mejores películas británicas de todos los tiempos. No la había visto en versión original, la compré en la tienda de EMI de la Kärtnerstrasse y tras el emocionante duelo de la Supercopa de Europa entre el FC Barcelona y el EuroSevilla de Unai Emery, me dispuse a verla.

Esta joya parte de un guión (que Graham Greene prefirió convertir en novela, en una espléndida novela), que produjo y dirigió Carol Reed (1906-1976), a quien también debemos ‘El tormento y el éxtasis’ ‘Oliver’ o ‘El ídolo caído’. En el reparto, Joseph Cotten, Orson Welles, Trevor Howard y Alida Valli. Música de Anton Karas (1906-1985), interpretada por él con una cítara (Karas trabajaba en un Heurige –bar de vinos vienés y Reed le invitó a Londres a componer; el significado de la banda sonora es “regresar de la muerte”).

‘El Tercer Hombre’ es la historia de Holly Martins (Cotten), escritor de novelas del oeste, que llega a la Viena de posguerra (una de las ciudades más bombardeadas del conflicto bélico, dividida en cuatro zonas aliadas, en la que todo el mundo duda de todo el mundo) por invitación de su amigo Harry Lime (Orson Wells). Su amigo acaba de morir, supuestamente en accidente. Sin embargo, las piezas no encajan: unos le dicen a Martins que a Lime le ayudaron, antes de fallecer, dos personas, y otros, tres. ¿Quién es “el tercer hombre”?.

La gran protagonista de la cinta, más allá de personajes muy bien diseñados, es la propia ciudad de Viena. Vemos una capital imperial en ruinas, brumosa. Paseamos junto al Danubio, en el Hotel Sacher, los anuncios de cerveza Gösser, las alcantarillas y la inolvidable imagen de la noria del Prater. La aparición de Orson Welles en la película (una cara iluminada en fondo negro) es de las más memorables del séptimo arte, y sus diálogos quedan para siempre (“Recuerda lo que dijo no sé quién: en Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor fraternal, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!”. Una genial improvisación de Welles). Orson, ese genio, intervino apenas una semana en el rodaje, y está en la película un total de 5 minutos. Hizo posteriormente una serie para la radio, ‘Las vidas de Harry Lime’.

Efectivamente, esta Viena aparentemente serena fue decisiva en el ajedrez de la guerra fría, como capital neutral. ¿Y ahora? Según nos han contado, el espionaje es principalmente económico y tecnológico más que político. Sin embargo, viven en la ciudad más de 3.000 espías en estos momentos.

Viena es sede de Naciones Unidas (UNOV), de la OPEP, de la Agencia de la Energía Atómica, de la ACNUR, del Secretariado de la OCDE, de la Organización Internacional de Migraciones… y lo ha sido de Eurovisión este año (la cantante Conchita Wurst, con su peculiar barba, ganó el certamen en 2014).     

Hablando de política y de equilibrios difíciles, si no has leído el último artículo de mi amigo John Carlin, ‘Agosto 2020’, no te lo pierdas. Es delicioso (y altamente probable, a cinco años vista). Es el siguiente.

El presidente Donald Trump invade México. Vladímir Putin convoca una reunión urgente de sus aliados europeos: el presidente del Gobierno español, Pablo Iglesias, el primer ministro griego, Yanis Varoufakis, y el primer ministro británico, Jeremy Corbyn, ideólogo de la izquierda chavista vegetariana del Partido Laborista que una vez presidió el Tony Blair. La cumbre se lleva a cabo en el peñón de Gibraltar, recién devuelto a la república española por el anticolonialista Corbyn.

El ministro de Defensa español, el camarada Íñigo Errejón, da inicio a la reunión con un informe sobre la situación en el terreno. Tropas estadounidenses han penetrado en territorio mexicano a lo largo de toda la frontera norte. Su objetivo, según el propio Trump, es “recuperar” los Estados norteños de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo Léon y Tamaulipas y colocarlos bajo la soberanía de Washington. El Ejército mexicano se ha replegado y los únicos enfrentamientos registrados han sido entre unidades de boinas verdes y una fuerza de policías municipales liderada por el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.

Complicando la cuestión, hay indicios de que un significativo porcentaje de la población de los seis Estados está reaccionando a la aparición de los primeros batallones estadounidenses con júbilo. El hashtag #bienvenidomrtrump ya es trending topic en la ciudad de Monterrey. Otra dificultad: hay señales de división interna en el Gobierno mexicano. Un vídeo en YouTube muestra al presidente de México, el antiguo seleccionador de fútbol Miguel Herrera, dándole un puñetazo a un general.

Errejón concluye su informe y Putin pide propuestas sobre cómo reaccionar a la crisis. El laborista Corbyn, luciendo su habitual gorrita Lenín, dice que jamás en sus 71 años de vida ha traicionado el principio del pacifismo, pero comprende que es necesario tomar represalias a favor del pueblo hermano mexicano. Tiene una idea que, está convencido, será una daga al corazón del imperialismo yanqui: nacionalizar todos los McDonald’s de su país y transformarlos en “comedores del pueblo”.

Iglesias, que acaba de presentar su programa semanal Aló, presidente por Skype desde la habitación de su hotel (dos estrellas), se pone de pie y declama que él no es “ni de izquierdas ni de derechas”, que siempre, siempre defenderá los derechos del proletariado contra la oligarquía (Corbyn alza un puño; Putin suprime un bostezo) y que la respuesta española a la agresión yanqui se tendrá que decidir bajo el principio no negociable de la democracia directa. Con lo cual —alzando la voz, desafiante, las manos hundidas en los bolsillos de sus vaqueros— anuncia que dará la orden de que se lleve a cabo un proceso urgente de “consultas populares digitales” con las bases de su partido. Varoufakis, vistiendo una chaqueta de cuero Prada, visiblemente irritado por la poca convicción marcial de sus dos antiguos compañeros de lucha, se sube a la mesa, grita “¡Esto es Esparta!” y declara que los yanquis solo entienden un lenguaje. Está preparado, proclama, a enviar la fuerza aérea griega “mañana mismo” a Washington a bombardear el Banco Mundial, el FMI y la Casa Blanca.

Los tres líderes europeos miran a Putin, a quien se le escapa una leve sonrisa. “Me interesa la opción tuya, Coletas”, dice. “O sea, no hacer nada”. Iglesias protesta. “Mire usted, camarada, tiene que entender que tenemos unos problemas internos muy graves, no estamos como para aventuras…”. Suena el teléfono móvil de Putin, lo coge, asiente con la cabeza y anuncia: “Perdonen, señores. Tengo una visita. Salgo un momento”.

Los tres juniors de la alianza putiniana se miran perplejos, pero aceptan su retirada sin protesta. Iglesias sigue hablando.

Por un lado, les cuenta a Corbyn y Varoufakis, se enfrenta a sectores inquietos de las Fuerzas Armadas españolas deseosos de recuperar Catalunya por la fuerza; por otro, como consecuencia de la generosa política de “puertas abiertas” a la inmigración de su Gobierno, decidida en un referéndum nacional vía Twitter, la llegada a España de diez millones de extranjeros —iraquíes, sirios, somalíes y, ante todo, griegos— ha contribuido a incrementar la cifra nacional del desempleo al 70%. Y, lo que más le ata las manos, hay manifestaciones diarias en todo su país exigiendo la extradición del rechoncho cocinero español José Andrés, encarcelado por la Administración Trump.

Cuando Trump lanzó sus famosos insultos a los mexicanos en la campaña electoral de 2015, denunciándolos como “criminales” y “violadores”, Andrés respondió retirándose de un proyecto con el magnate pelirrojo para abrir un restaurante en un hotel neoyorquino. Trump le demandó y el español le contestó “Alégrame el día”, convirtiéndose al instante en ídolo de la resistencia antitrumpista. Andrés, no solo el preso político más famoso del mundo sino el más solidario, abandonó una larga huelga de hambre el día de Navidad de 2019 al ver que su salud mejoraba mientras su compañero de celda Sepp Blatter, que se estaba comiendo la comida de los dos, engordaba a extremos alarmantes.

Ahora España tenía que elegir, explica Iglesias, entre tomar represalias por la invasión estadounidense y abandonar Andrés a su destino, o intentar lograr su liberación por la vía diplomática. Ante semejante encrucijada, la única salida responsable era recurrir una vez más a la sabiduría de las masas.

“¡Me cago en las masas!”, suelta Putin, que entra por una puerta acompañado por el presidente Trump, los dos muertos de la risa. Los tres revolucionarios se miran estupefactos. “Mr Trump y yo hemos llegado a un acuerdo que garantizará la paz mundial”, anuncia Putin. “Él tendrá vía libre para hacer lo suyo no solo en México sino en toda América Latina y nosotros en Europa. Esperamos un poco de resistencia de la presidenta Marine Le Pen en Francia, pero en poco tiempo lograremos nuestra misión histórica de reconstituir la Unión Oligárquica —digo, Soviética— en todo el continente, solo que ahora… ¡Hasta el Atlántico!”.

Putin saca una botella de vodka y cinco copas. “¡Un brindis!”, exclama.

Iglesias, Corbyn y Varoufakis no saben si celebrar o llorar.

“Una pregunta”, murmura Iglesias. “¿Y José Andrés?”. “¡Que se pudra en su gulag!”, grita Trump. Putin se parte a carcajadas.

El riesgo de los populismos y los viejos hábitos autoritarios, a ambos lados del Atlántico. John Carlin cita a un viejo líder comunista sudafricano, Joe Slomo: “A veces, si te acostumbras a llevar traje, cambias de ideología”. Amén.

Mi gratitud a John (le tendré en cuenta en la segunda parte de ‘Del Capitalismo al Talentismo’), a Carlos Reed y todo el equipo de ‘El Tercer Hombre’ a l@s jóvenes de nuestro país que tienen que trabajar involuntariamente en Austria, aprendiendo alemán en menos de un año (sin relacionarse con sus compatriotas y con 3-5 horas de clase diarias). 

El viento de Viena, de Helena Cosano. Un viaje iniciático y espiritual

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Viena en la música (Mozart, los valses de Strauss que estoy escuchando mientras escribo esta entrada, Ultravox), en el cine (‘El tercer hombre’), en la pintura (Klimt) y en la literatura. En este viaje me he traído ‘El viento de Viena’, de Helena Cosano, por el que ganó un premio internacional de literatura. La autora es amiga de mis buenos amigos Silvia y Jorge, vivió seis años en la capital vienesa y escribe magníficamente. Una buena expectativa.


De inicio, un espléndido prólogo de Emilio Ruiz Barrachina (1963), poeta, escritor y director de cine, que parte de la noción de locura (HC la define como “distorsión de la realidad, incapacidad de diferenciar el mundo subjetivo de la propia mente con el objetivo de los demás”), define la novela como un tratado de espiritualidad, reconoce que Helena conoce tan eficazmente Viena como a sí misma y destaca su idea de que “vivir es volar”. Volar es ser libre. Compara la obra con ‘Las Moradas’ de Santa Teresa de Jesús (“tu hogar está donde estás tú”), incluye el apunte del yoga, y por supuesto el amor. Gran prólogo; mi enhorabuena a Emilio.

‘El viento de Viena’ trata de Eleonor, que llega a la ciudad para estudiar psiquiatría. Se lo había recomendado su profe de instituto: “En Viena cada uno encuentra lo que le falta y se pierde en sí mismo; en Viena el tiempo tiene otro ritmo y el aire sabe a otros tiempos; en Viena te verás reflejada en miradas extraviadas, en anacrónicas siluetas, en costumbres absurdas, y por fin te verás. Te perderás del todo. O te encontrará. En Viena comprenderás la locura… El viaje a Viena es un viaje sin retorno”.

Desde su llegada, a la estudiante le duele la cabeza. Es el viento de Viena, que provoca cefaleas, y a otros la locura. En su piso (cutre) conoce a Liuba (que significa Amor), que llevaba un año en Viena. Nacida en Omsk (Siberia), es judía y con ella marcha a Israel. Es “el laberinto del destino”.

No te voy a desvelar la novela, porque mi pretensión es que la leas (me agradecerás el consejo), pero en la trama aparecen novios con los que una sigue por conformismo, porque resulta cómodo, alma poderosas, ninfómanas divertidísimas, dramas humanos, cursos sobre “psicología de las profundidades” y una secta que interrelaciona la felicidad, el amor y el sexo. Seo redentor (el Amor libera. La libertad da la felicidad. La mejor expresión humana del Amor es el sexo”). Y por supuesto, el yoga (“el cese de la mente”), el tantra y la danza del vientre. La historia concluye en un barco, “Shanti”, paz en sánscrito.

Mis dos párrafos favoritos del libro son: “Lo más importante es seguir la vocación. Uno es feliz cuando hace lo que le gusta, porque entonces la vida adquiere sentido…” y sobre todo “A mí me fascina una mujer cuya mirada es amor, puro amor, porque mira la chispa eterna, la esencia, el alma. La busca y sin juzgar intenta comprender. Eso es amor. Desinteresado y libre. Amor de almas. Amor de ángeles”.

La tesis de la autora, me parece, es que en una sociedad enferma que hasta ha perdido el recuerdo del paraíso perdido, hay lugar para la esperanza. “La gente es muy feliz”, escribe Helena a través de los pensamientos de Eleonor, “Aquí en Viena tienen una vida cómoda, sin grandes problemas y, sin embargo, se les ve neuróticos, amargados… Todos locos”. Hasta en Viena se puede ser feliz.

Ayer por la tarde, después de la Albertina y antes de ir a cenar (en el Urania, junto al Danubio), fuimos al ‘Time Travel’ (un espectáculo 3D que a Zoe le encanta, que cuenta la historia de la ciudad: la peste medieval; los asedios otomanos; el Imperio de los Habsburgo; Mozart, Haydn, Strauss, Beethoven; el desmembramiento austrohúngaro, la república social, el Anschluss, la II Guerra Mundial, la década de posguerra hasta la independencia y la neutralidad). En palabras del actor y director vienés Erich Von Stronheim (1885-1957) “Si hablas de Viena debe ser en pasado, como un hombre hablaría de una mujer a la que ha amado y ha fallecido”.


Mi gratitud a Helena como lector y a Silvia y Jorge una vez más.       


¿Y qué decir de Eslovaquia, que el 1 de enero de 1993 se separó de Chequia? Como bien sabes, tras la II Guerra Mundial, dentro de Checoslovaquia, sufrió el yugo comunista de la Unión Soviética. Hoy en día su renta per capita es de 13.900 euros (la de su vecina Austria es de 38.600 €). Sueldos bajos (potencia automovilística), sistema financiero tomado por entidades extranjeras, escaso peso del turismo (el 40% del país son bosques; esquí en los Cárpatos). Su capital, Bratislava, tiene un centro histórico interesante, entretenido, con historia. No sé si con 5’4 M de habitantes (425.000 en la capital) tiene “masa crítica” para el desarrollo que necesita. Cuestión de escala. Sí, es miembro de la Unión desde mayo de 2004, su deporte nacional es el hockey sobre hielo y su gastronomía está ligada a condiciones climáticas severas (en invierno, intenso frío; hoy, 42 grados).      

La máscara del mando. Un estudio sobre el liderazgo de Alejandro Magno, Wellington, Grant y Hitler

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Cerca de casa, hemos almorzado en el restaurante Zarauz: ensaladilla rusa y filete mi hija, paella y huevos con jamón un servidor. De postre, sendas tartas de manzana y milhojas. Con tinto de verano y agua. Estupenda calidad a un precio irrisorio. Así es nuestro país: comida, clima, calma (seguridad, tranquilidad) y cordialidad. Calidad de vida, que desgraciadamente no solemos valorar como debiéramos.

Entre las lecturas de este viaje por Centroeuropa, ‘La máscara de mando. Un estudio sobre el liderazgo’, de John Keegan. El profesor Keegan (1934-2012) es uno de los historiadores británicos más reconocidos de nuestro tiempo. Fue docente en Cambridge, Harvard, Princeton y durante un cuarto de siglo de la academia de Sandhurst. Autor de una veintena de libros, entre ellos sobre las dos guerras mundiales y la civil norteamericana.

El autor se centra en cuatro figuras principales de la historia, a quienes considera generales. La primera, Alejandro Magno y su liderazgo heroico. Nacido en julio de 356 a.C., hijo de Filipo II de Macedonia y de su esposa Olimpia (una historia de amor y pasión), sintió devoción por Hercules. Aristóteles creó para él una escuela en Mieza, junto a Pella, la capital. Tres años después, a los 16, Alejandro fue a la guerra. “La materia primea de la leyenda de Alejandro sería su manera de afrontar esos asuntos políticos, así como su capacidad como estratega, su maestría en la logística y su habilidad para la diplomacia”. Durante una década, estuvo continuamente en marcha. La cohesión era el fundamento de la guerra de falanges. Cenaba con sus compañeros de armas, con su estado mayor. Dotado de gran oratoria, sus discursos no eran sencillos ni cortos. En el campo de batalla era inconfundible y sabía arriesgar. Para William Tarn, que dedicó su vida a Alejandro, era una especie de santo precristiano; para Ernst Badian, una preconfiguración de Hitler. Napoleón consideró que la mejor educación militar era estudiar su vida.

Wellington es el antihéroe. Vencedor de Waterloo, se había curtido en las campañas de la India y de la independencia española. Valoraba los suministros (“para llegar al objetivo hay que estar alimentado”) y por los detalles, se guiaba por una ética en la que el jefe debía ganarse la consideración del soldado. “En Europa –decía- hay muchos generales buenos, que ven varias cosas a la vez. Yo veo solo una, el núcleo del enemigo, e intento aplastarlo”. Foco. El “pathos”, el deseo ardiente de Alejandro, era hacer algo sin precedentes; la perfección (areté) era su ethos. En Wellington, “la senda del deber fue el camino de la gloria”.

El de Ulises S. Grant es el mando no heroico. La fortuna favoreció al valiente. Consideraba que “la guerra es progresiva”, era graduado de West Point y veterano de la guerra de México. Era incisivo y de comunicación directa. Lincoln valoraba de él que sabía combatir. “La causa de la gran guerra de la rebelión contra Estados Unidos habrá de atribuirse a la esclavitud”, escribió en sus memorias.

Hitler, el antihéroe, se presentaba a sí mismo como un soldado. De hecho, como presidente desde 1934 era el comandante en jefe del ejercito y la armada alemanes. Destituyó a Brauchistch como jefe supremo en diciembre de 1941y asumió el control directo. Los tres jefes de sus ejércitos al iniciarse la IIGM fueron cesados antes de acabase. Era un don nadie que pretendía ser artista (en Viena, en Múnich) y fue condecorado en la gran guerra.

John Keegan revela que Alemania estuvo a punto de ganar la IGM en 1918. Cuatro meses antes del armisticio, ocupaba más territorio que nunca. Hitler inició la contienda con una amplia victoria y pensaba que Gran Bretaña se rendiría en 1940. En Stalingrado llegó a la cima. A partir de ahí, la suma de la URSS y EEUU acabó con su ejército. Su historia es la de una creciente desconfianza hacia sus generales y lejanía del teatro de operaciones.

El mando, nos cuenta Keegan, obtiene su obediencia por amor o por miedo. Grant y Wellington lograron liderazgo por afinidad. Alejandro, como gran psicólogo, por oratoria y dominio de la escena. “La primera cualidad de un oficial es la alegría” (Mariscal Lyautey).  La afinidad, la prescripción y las sanciones son previas al mando. Pero luego está la acción: el imperativo del ejemplo. “Los generales modernos aspiran a un estilo de mando tan heroico como el de Alejandro. Y sus ejércitos responden a ello”. El historiador concluye: “Hoy el mejor debe tener la convicción suficiente como para no ejercer de héroe nunca más”.

Un libro excepcionalmente documentado, riguroso, intenso. Un análisis histórico de cuatro líderes (para los suyos), sus rasgos y su conducta.




Mi gratitud, una vez más, a Roger Domingo, que ha compartido en Facebook la lista de los nominados al premio FT 2015 al mejor libro empresarial: ‘La Economía de la manipulación y la decepción’ de Akerloff y Shiller, ‘La creación de la Economía Conductual’ de Richard Thaler, la biografía de Elon Musk (Tesla) por Ashlee Vance, ‘Las consecuencias económicas del cambio climático’ de Gernot Wagner y Martin Weitzman, ‘Cómo la música se hizo gratuita’ de Stephen Witt, ‘Mujeres, Hombres, Trabajo y Familia’ de Anne-Marie Slaughter, ‘Recomenzar: la última oportunidad para la economía de la India’ de Mihir Sharma, ‘El ascenso de los robots’ de Martin Ford, ‘La Gran Depresión, la Gran Recesión y su aprendizaje’ de Barry Eichengreen, ‘La invención de una batería para salvar el mundo’ de Stephen LeVine, ‘Perdiendo la señal: auge y caída de la Blackberry’ de Jacky McNish y Sean Silcoff, ‘La historia no contada del Bitcoin’ de Nathaniel Popper, ‘Superforecasting: El arte y ciencia de la predicción’ de Phillip Tetlock y Dan Gardner, ‘Liderazgo BS: fijar los entornos y las carreras de verdad en verdad’ de Jeffrey Pfeffer y ‘La galopada del caballo negro: la historia interna de Lloyds y la crisis bancaria’ de Ivan Fallon. Habrá que irlos leyendo de uno en uno (en inglés, o en castellano cuando se publiquen).     

    

   

          

Resiliencia y Crecimiento post-traumático: Ole a la vida, por Muki Palacios

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Así es el fútbol. Prácticamente nadie podía imaginar que el Athletic le ganara 4-0 a todo un FC Barcelona, y sin embargo ocurrió ayer en la Catedral. Una afición como hay pocas, un equipo en estado de gracia, un Messi apagado y un Luis Enrique que no dio con la clave del partido. Mi felicitación a Josu, coach y presidente del Athletic, a Ernesto Valverde y a los leones. Falta la vuelta, el lunes en Barcelona. En condiciones normales, “gabarra” después de 31 años. Quién ha visto y quién le ve a este equipo en el inicio de la temporada pasada y ahora.

He estado leyendo ‘Olé a la vida. Una historia de crecimiento post-traumático’, de María del Carmen Palacios Donayre. Muki, para sus amigos. Muki Palacios fue una de las estrellas del V Congreso de la Felicidad en el Trabajo de La Coruña. Su filosofía parte de “florecer donde estás plantado”. Sus programas de desarrollo ‘Reinventa mujer’ y ‘Felicidad en el trabajo’ tienen gran éxito en su Perú natal y en otros países, como España. Puedes ver una entrevista suya en www.youtube.com/watch?v=cpEUqhEUlrY

‘Olé a la vida’ la introduce Beatriz Vera, autora de un espléndido tratado sobre Psicología Positiva. Nos habla de este testimonio vital de lucha y superación. Y concluye: “Un olé por María del Carmen por compartir con todos nosotros un gran pedacito de su alma y por enseñarnos que una vida mejor es posible, sean cuales fueran las circunstancias”.

Muki Palacios perdió a su esposo, Eduardo, en 2007 por un accidente automovilístico. Fue su primer enamorado, mantuvieron 15 años de relación, 10 de matrimonio, 2 hijos (Matías, nacido en 2000, y Santiago, en 2006). Compartían todos los días spinning, trabajo, proyectos, almuerzos diarios, fines de semana en una caravana de su propiedad. Fue a 4 días de un crucero que iban a realizar y a 5 días del cumpleaños de ella.

La sensación fue de “apagón total”. ¿Ahora que hago? ¿Por qué a mí? ¡Tengo miedo! ¿Quién respalda a mis hijos? ¿Quién aprueba mis decisiones? Por si esto fuera poco, meses después le robaron en la casa.

Su “momento eureka” fue en la Plaza de Toros de Las Ventas, al ver a un torero ser corneado y levantarse. Entonces decidió “tomar el toro por las astas” y afrontar la vida.

Crecimiento a tres niveles: personal (deporte, aprendizaje: “soy más fuerte de lo que pensaba), interpersonal (baila flamenco, amigos, fundó una filial en Chile), espiritual (labor social, terapia).

Muki Palacios se vio “de pronto, en el ruedo” y divide su historia personal en parar, mandar y templar.

Parar (“Tener los pies firmes y quietos en la acometida del toro durante la suerte”). La embestida, el dolor, el temor.

Mandar (“Dominar la lidia y los movimientos del toro mediante el buen uso del engaño”). Frente a la supresión o represión, la transformación. Convertir la rabia no en agresividad, culpa o depresión, sino positivamente. En sus palabras, “la rabia es la más seductora de las emociones, pues tiene el poder de proporcionarnos una enorme energía, que adecuadamente canalizada es capaz de cambiar nuestro mundo”. Pasó de víctima a protagonista, de estar en el tendido a pisar la arena. Cita a Bonnano y Wortman, que demostraron en 2002 que un 45% de las personas tras una pérdida muestran conductas resilientes, en tanto que un 10% quedan sumidas en la depresión. “La resiliencia es el fruto de la interacción entre el propio individuo y el entorno”. Es un proceso dinámico, evolutivo, no absoluto. El apoyo de los demás (sobre todo de su madre, que la ayudó con el bebé) fue de 6 meses. Un hito en su vida fue ‘La auténtica felicidad’ de Martin Seligman. “El éxito en la vida y la satisfacción personal más profunda proceden del desarrollo y ejercicio de las fortalezas personales, y no debemos esperar un gran quiebre para valorar y reconocer nuestro talento y los roles que nos toca vivir a cada momento”. Así supo que era capaz.

Templar (“Realizar un movimiento acompasado con el engaño, bien sea el capote o la muleta, llevando al toro sin que éste llegue a tocar el engaño en el transcurso de la embestida”). Muki sabe que “para tener fuerza psicológica es necesario estar preparado, haber entrenado constantemente, reconocer nuestros talentos y en mi caso sentir y recibir muestras de afecto fueron claves para encontrar escenarios afortunados”. Más importantes que la fuerza física son el autocontrol, la disciplina, la capacidad de postergar la satisfacción, una visión clara, la perseverancia. “El torero es un artista y un modelo digno de valorar, porque aparte de jugarse la vida ofrece un espectáculo de valentía”.

Muki valora “el afecto, la solidaridad y la generosidad” de las personas a su alrededor. Su tristeza terminó convirtiéndose en nostalgia. Cita, por supuesto, a Viktor Frakl (‘El hombre en busca de sentido’), a Kobasa y Madi (personalidad resiliente), a Simon Reynolds (50 técnicas para una mayor satisfacción personal) y a nuestro querido Csikzentmilhalyi (fluidez), que estuvo por videoconferencia en el mencionado congreso.

Focalizar la atención para reinterpretar lo vivido y mucha gratitud. “Logré reemplazar mis diarios lamentos de víctima por mi cuaderno azul de las gracias”. Es el legado a sus hijos cuando no esté en este mundo.

Este texto está dedicado dos veces. En el inicio, “A mi madre, modelo de fortaleza, amor y servicio”. Y en la última página, “dedicado a la memoria de Eduardo”.


La acertada metáfora del torero me ha recordado un libro de 1999, ‘Valor y al toro. Guía práctica para la creación de valor en la empresa’ que hicimos José Ignacio Arraiz, José Medina, Enrique de Múlder, José María Ortiz y un servidor, con prólogo de José María García Hoz y epílogo del comentarista taurino Joaquín Vidal. Y también me ha evocado la canción ‘Torero’ de Julio Iglesias y El Puma (www.youtube.com/watch?v=4fmYEU4PVzU). “Para estar a su lado hay que ser torero, y medir la distancia que va a su cuerpo”.   


Gracias, Muki, por tu testimonio, por este libro y por tu amistad. Y a Belén, Santi y todo el equipo de FET que te llevó a La Coruña como ejemplo de felicidad.      

Tom Cruise y Kevin Spacey: su empleo del talento y sus carreras consolidadas

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Ayer sábado por la tarde fuimos a ver ‘Misión Imposible: Nación Secreta’ (‘Mission: Impossible, Rogue Nation). Una película de acción trepidante, de 140 minutos, en la que Ethan Hunt y su equipo, el FMI (que no es el Fondo Monetario Internacional, obviamente, sino la Fuerza Misión Imposible), debe luchar contra “el sindicato” (The Syndicate, no The Union), una mafia clandestina que derriba gobiernos y obtiene ventajas económicas (‘Rogue Nation’, traducida como ‘Nación secreta’, es más bien, creo, nación de pícaros, de granujas). Entretanto, el director de la CIA (Alec Baldwin, que pone cara de jefe tóxico como nadie) consigue del Senado de EEUU que este FMI desaparezca por indisciplinado.

Como sabes, ‘Misión: imposible’ fue una serie de televisión que estuvo en antena de 1966 a 1973. A los espectadores nos encantaba la sensación de equipo (el líder, el tecnólogo, el actor, la chica, el fortachón), el uso de las nuevas tecnologías, lo sorprendente del argumento, el hilo conductor en plena guerra fría y la música de Lalo Shrifin (un ritmo tenso y vertiginoso, con aquella cerilla que encendía la mecha). “La grabación se autodestruirá en…”

La serie creada por Bruce Geller se convirtió en película, dirigida por Brian de Palma y protagonizada por Tom Cruise, en 1996. Fue la tercera película más taquillera del año. En estas dos décadas, Tom Cruise ha sido Ethan Hunt en cuatro ocasiones más, en 2000 (la segunda parte mezcla la Semana Santa sevillana y las Fallas de Valencia) dirigida por John Woo, en 2006 (con Phillip Seymour Hofman como villano), dirigida por J. J. Abrams, en 2011 (rodada en Dubai, Praga, Moscú, Mumbai y Vancouver) dirigida por Brad Bird, y la actual (con localizaciones en Viena, Marruecos y el Reino Unido), dirigida por Christopher McQuarrie (guionista de ‘Sospechosos habituales’ y director de ‘Jack Reacher’).

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi a Tom Cruise en pantalla. Fue en la Gran Vía madrileña, y la película era la mítica ‘Risky Business’ (1983), con Rebecca de Mornay. La historia de un estudiante de empresariales que conoce una escort y monta un fiestón en la casa de sus padres. En los pocos días que sus progenitores le dejan solo, aprende un montón de la vida. La frase de la cinta es “hay veces en la vida en las que hay que decir: ¡Pero qué diablos1”. La película ingresó más de diez veces lo que había costado, solo en su país.

Tom Cruise (nacido un 3 de julio de 1962 en Siracusa, Nueva York) había participado antes en cuatro pelis (‘Amor sin fin’, ‘Taps. Más allá del honor’, ‘Rebeldes’, ‘Ir a perderlo… y perderse’) y desde entonces, hace más de tres décadas, ha construido una de las carreras profesionales más sólidas de Hollywood: ‘Top Gun’, ‘Cocktail’, ‘El color del dinero’, ‘Rain man’, ‘Nacido el cuatro de julio’, ‘Algunos hombres buenos’, ‘La tapadera’, ‘Entrevista con el vampiro’, ‘Jerry Macguire’, ‘Eyes wide shut’, ‘Magnolia’, ‘Minority report’, ‘El último samurái’, ‘Collateral’, ‘La guerra de los mundos’, ‘Leones por corderos’, ‘Valkiria’, ‘Al filo del mañana’. Y tiene pendientes, anunciadas o en post-producción, las secuelas de Top Gun y Jack Reacher, la sexta parte de Misión Imposible y ‘Mena’ (2017).

Más de 40 películas como actor, una veintena como productor (la primera fue precisamente, ‘Misión Imposible’) y ha dirigido un episodio de ‘Ángeles caídos’ (1993). Hijo de un ingeniero eléctrico y una profesora de educación especial, Thomas Cruise Mapother IV quería ser obispo (a los 14 años era seminarista franciscano). Después de pasar por 15 colegios distintos (sus padres cambiaban mucho de residencia), a los 18 decidió ser actor. ‘Amor sin fin’ (1981) fue su oportunidad, y la aprovechó muy bien. En 1990 renunció a su fe católica y abrazó la iglesia de la Cienciología.


Anoche estuve viendo un Youtube de 10 minutos sobre ‘Las 10 mejores interpretaciones de Kevin Spacey’: www.youtube.com/watch?v=SmxUXsVS76sSus papeles en ‘El Negociador’ (1998), ‘Cadena de favores’ (2000), ‘Beyond the sea’ (2004), ‘Esto (no) es un secuestro’ (1994), ‘Seven’ (1995), ‘L. A. Confidential’ (1997), ‘El factor sorpresa’ (1994), ‘House of cards’ (2013- ), ‘Sospechosos habituales’ (1995), Óscar como actor de reparto, y ‘American beauty’ (1999), con el que ganó el Óscar al mejor actor.

Creo que la primera vez que me impactó fue 20 años en ‘Sospechosos habituales’ (ese maravilloso papel de Kaiser Soshé: “¿el Papa es católico?”) y en Seven, como un psicópata asesino en serie sin móvil sexual. Una carrera de más de 40 películas, 6 episodios de ‘Freedom’ y 40, de momento, de ‘House of cards’.

Kevin Spacey Fowley nació un 26 de julio del 59 en New Jersey. Hizo de un técnico y una secretaria, descubrió su vocación en el Instituto en California. Después de Julliard, pasó al New York Shakespeare Festival en 1981. Luego hizo papeles secundarios en ‘Se acabó el pastel’, ‘Armas de mujer’ y ‘Glengarry Glen Ross’.


Dos actores aparentemente antagónicos. Kevin Spacey es una persona celosa de su vida privada (“cuanto menos sepas de mí, más creíbles te parecerán mis personajes”) y ama el teatro (apareció en ‘Looking for Richard’ con Al Pacino y es director artístico del Old Vic de Londres). Tom Cruise es parte del “Star system” y está encantado con ello. Todos sabemos de sus matrimonios con Mimi Rogers, Nicole Kidman y Katie Holmes, de su relación con Penélope Cruz, de la Cienciología. Kevin mide 1’78 y Tom, 1’70. Uno es discreto y shakespeariano, el otro mediático. Spacey interpreta papeles de introvertido, poderoso en la sombra; el otro, de héroe salvador. Uno se ha atrevido a rodar con una empresa de televisión por cable (‘House of cards’, para Netflix) y el otro trabaja con la Paramount. Eso sí, los dos viven en Los Ángeles (Kevin Spacey es amigo de Tom Hanks, Sean Penn y Steve Martin; nunca se ha casado).

Hay incluso un programa de ‘The Movie Times’, cara a cara, que te permite comparar entre actores: www.the-movie-times.com/thrsdir/ActorVS.cgi?kspacey+tomcruise 3 nominaciones para Cruise, dos Óscar para Spacey. 1.500 M $ ingresados por Kevin en sus 31 papeles protagonistas, 3.500 M $ por Tom en sus 31 (los éxitos son, respectivamente, ‘Batman returns’ para KS y ‘La guerra de los mundos’ para TC, ambos con más de 200 M; dos petardos muy comerciales). Solo en ‘Rock of ages’, con la taquilla no se ha recuperado lo que se ha pagado a Tom Cruise. En términos crematísticos, Tom Cruise le gana 12 a 8 a Kevin Spacey. En calidad interpretativa, gana Kevin Spacey por riesgo y versatilidad.

Sin embargo, hay dos elementos que creo que tienen en común y que explican su talento. Uno es su “capital relacional”, que en el séptimo arte se explica por el Número de Bacon (número de actores o actrices que les separan de Kevin Bacon, ahora protagonista de la serie ‘The Following’). El número normal de los actores es 6-7 y solo hay 17 actores (de los 700.000 de la base de datos IMDB) que necesitan 8 saltos. Tanto Tom Cruise como Kevin Spacey tienen “números de Bacon” muy similares: unos 3.000 en el 1, unos 360.000 en el 2, 1’3 millones en el 3, 280.000 en el 4, 25.000 en el 5, 3.000 en el 6, 400 en el 7, unos 60 en el 8, alrededor de 10 en el 9, 1 en el 10 (grados de separación). Puedes consultarlo en “el oráculo de Bacon”: https://oracleofbacon.org/onecenter.phpTodos recordamos que Tom Cruise y Kevin Bacon trabajaron juntos en ‘Algunos hombres buenos’ y entre los Kevin el número es 2; sin embargo, se puede llegar a través de Val Kilmer, también 2 (compañero de Instituto de Spacey, a quien convenció para estudiar en Julliard). Curiosamente, entre Kevin Spacey y Tom Cruise hay un “número de Bacon” de 1. Trabajaron juntos en… ‘Austin Powers en Miembro de Oro’ (2002), con Mike Myers, Michael Caine, Beyoncé, Spielberg, John Travolta, Gwyneth Paltrow, Britney Spears y Danny de Vito. Un delirio.


Y lo más importante, han gestionado sus carreras desde el aprendizaje. El joven Tom Cruise trabajó con Paul Newman (1986), Dustin Hofman (1988), William Dafoe (1989), Robert Duvall (1990), Jack Nicholson (1992), Gene Hackman y Ed Harris (1993), Brad Bitt (1994), Cuba Gooding Jr (1996). 10.000 horas prodigiosas. Y después le han dirigido Stanley Kubrick (1999), Paul Thomas Anderson (1999), Steven Spielberg (2002), Michael Mann (2004) o Robert Redford (2007). En esta cinta compartió reparto con Merryl Streep.

En la década previa a ‘Sospechosos habituales’ y ‘Seven’, Kevin Spacey trabajó con Merryl Streep y Jack Nicholson (1986), Harrison Ford, Melanie Griffith y Sigourney Weaver (1988), Kevin Kline (1992), Al Pacino, Jack Lemmon, Alec Baldwin, Ed Harris y Alan Arkin (1992), Dustin Hoffman y Morgan Freeman (1995). Y después le han dirigido David Fincher (1995), Al Pacino (1996), Curtis Hanson (1997), Clint Eastwood (1997), Sam Mendes (1999), Lasse Hälstrom (2001), Alan Parker (2003), Se atrevió a dirigir ‘Beyond the sea’, sobre la vida del cantante Bobby Darlin (“Mack the knife”), a participar en ‘Los hombres que miraban fijamente a las cabras’ (2010), con George Clooney, Ewan McGregor y Jeff Bridges, a producir ‘La red social’ (2010) y Margin Call (2011), a vacilar en las dos partes de ‘Cómo acabar con tu jefe’ (2011 y 2014) y a crear la serie ‘House of cards’ desde 2013.

En ambos casos, unos 10 años como secundarios cerca de grandes actores, una oportunidad que aprovecharon y después buenos directores, combinando la calidad con la comercialidad.


Por cierto, atención a Brian Synger (1965), que ha dirigido a Spacey en ‘Sospechosos habituales’ (2005) y ‘Superman returns’ (2006) y a Tom Cruise en ‘Valkiria’, y a Christopher McQuarrie (1968), guionista –oscarizado- de ‘Sospechosos habituales’, ‘Valkiria’, ‘Jack Reacher’, ‘Al filo del mañana’ y ‘Misión Imposible. Nación Secreta’.


Mi gratitud a los buenos actores con carreras profesionales consolidadas. Como dijo Chris Rock en la ceremonia de los Óscar, “en este mundo solo hay un puñado de estrellas; el resto es gente popular”.    


Nostalgia y Redefinición del Liderazgo

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Y cierta tristeza por la prensa en este mes de agosto. Mantengo la tradición (que no sana costumbre) de leer los principales diarios en domingo, y sobran con los dedos de una mano los artículos que me resultan verdaderamente interesantes.

Entre éstos, excepcionales, ‘Europa: Nostalgia del Liderazgo’ de la profesora de la UAM Máriam Martínez-Bascuñán. Es el siguiente:

La promesa de la soberanía sigue siendo una estrategia política demasiado recurrente en un mundo en el que los Estados ya no tienen el monopolio de la mayor parte de los poderes de su dominio tradicional. Tratan de compensarlo haciendo guiños al nacionalismo, el imperialismo o el autoritarismo. Por eso, más que la expresión de un discurso renovado de la soberanía estatal, las nuevas manifestaciones de los discursos soberanistas entendidas en clave de Estado-nación deberían verse como los iconos de su propia erosión. Esa espectacular teatralidad de la performancesobre el poder soberano que hemos visto estos últimos tiempos, tanto en Grecia como en Alemania, por poner sólo dos ejemplos recientes, encarnan lo contrario a aquello que quieren expresar; el poder del no,el carácter residual de un poder que se ha evaporado y cuyo ejercicio no ha hecho más que revelar apocamiento y vulnerabilidad por un lado, y autoritarismo disciplinario, por otro.

Por una parte, hemos asistido exasperados a la convocatoria de un referéndum que se nos presentó como un ejercicio de soberanía del pueblo griego, aunque Tsipras era perfectamente consciente de que no iba a poder cumplir sus promesas electorales. De otra parte, hemos presenciado con la misma exasperación un acuerdo posterior sobre la deuda que también se nos ha vendido como una respuesta soberana alemana. En medio de tanto ejercicio soberano de democracia directa y democracia representativa nos hemos quedado con única pregunta: ¿dónde está Europa? La respuesta es que Europa está huérfana de líderes.

Soberano es quien decide. Pero para decidir hay que ejercer el liderazgo, y lo que tenemos en Europa es puro seguidismo de las opiniones públicas de cada nación, que nos devuelven la imagen de aquel liderazgo que afirmaba “yo soy el líder, tengo que seguir al pueblo” (Ostrogorski). La inmensa mayoría de los griegos piensa que Alemania es la responsable de sus desgracias, del mismo modo que Merkel sabe que el grueso de la opinión pública alemana desconfía de Grecia. La sobreactuación del Gobierno alemán después de la victoria del no en el referéndum griego ha estado determinada por “lo que gusta y lo que no gusta a la sociedad”. Esta performance teatralizada no es más que un ejemplo de lo que John Stuart Mill denominaba “el gobierno de la opinión”. Lo que hoy nos une como europeos no son los ideales del proceso de unificación, sino el euroescepticismo y la ausencia de líderes.

En este contexto, hemos focalizado sobre países concretos problemas europeos que deberían haberse abordado de otra manera. El problema de Europa no es Grecia, sino la propia Europa. Y sin embargo, cada vez es más difícil encontrar líderes que defiendan Europa más allá de una visión rigorista y tecnocrática dirigida a preservar las denominadas “reglas del juego”. Europa pierde su sentido por el uso que hace de los medios que paradójicamente se dio para preservar su sentido. Sobre todo las razones normativas de sus obligaciones, como el no humillar a los más débiles, el ir más allá de los discursos particularistas de cada Estado, la obligación de recuperar los valores humanistas e ilustrados de democracia, diversidad y solidaridad. Sí, esa solidaridad que tanto escasea con la crisis de los refugiados.

Lo que ahora tenemos es puro seguidismo de las opiniones públicas de cada nación

La contradicción es que los Estados-nación siguen siendo el ámbito en el que uno debe ganar las elecciones mientras que el proyecto europeo sólo podrá salvarse si es capaz de transgredir esa línea roja autoimpuesta; la del marco del Estado-nación para hacer frente con una sola voz a los grandes desafíos del siglo XXI. El siglo de la trasnacionalización, como sostiene el viejo Habermas, sólo puede abordarse desde una democracia trasnacionalizada. Lo que ahora nos parece un imposible político, continúa el filósofo, sólo podrá ir materializándose si hay líderes a la altura de las circunstancias. Y esto exige que los líderes de las naciones más poderosas asuman la obligación moral de salir de sus intereses particularistas para seguir la hoja de ruta marcada por un demos europeo democrático.

Hoy sabemos que gran parte de la desconfianza de la ciudadanía europea deriva de la distancia tecnocrática con la que se ha construido la Unión, y de la imposibilidad para sujetarla a un verdadero control democrático. Esta visión aparentemente utópica es el único antídoto que nos queda ante la distopía en la que se ha instalado Europa. Como sostiene Habermas, ni el diagnóstico más negro debería descargarnos de la obligación de intentar lo mejor.”


Efectivamente, la nostalgia (del griego “nostós”, regreso) es la tristeza melancólica originada por el recuerdo de una pérdida. En este caso, lo que hemos perdido son dirigentes con capacidad de liderar. De marcar la pauta (especialmente), porque son seguidistas de la supuesta “opinión pública”; de hacer equipo con la ciudadanía, porque sirven a sus propios intereses; de liberar energía positiva, porque quienes alcanzan el poder en los partidos no son los idealistas entusiastas, sino quienes evitan el conflicto desde el gris profundo. ¿Hay esperanza? A grandes males, grandes remedios.

 

En el mismo periódico, el escritor Jorge Carrión (Tarragona, 1976) analiza si las series están cambiando la realidad.

“Cada época tiene sus contraseñas. “Klopstock pasó a ser sinónimo de una nueva relación entre leer y vivir, de entender la vida siguiendo el ejemplo de la literatura”, escribe Stefan Bollmann en su recomendable ensayo Mujeres y libros. Una pasión con consecuencias (Seix Barral): “En Las desventuras del joven Werther,novela publicada en 1774, sólo hace falta pronunciar este nombre para que la joven y el joven, enardecidos por el baile mientras fuera azota una tormenta nocturna, se abran el corazón mutuamente”. La obra de Goethe es hija de la Klopstock, provocó también una auténtica fiebre: los jóvenes lectores comenzaron a vestirse y a comportarse como el personaje suicida —y a suicidarse por centenares—. Fue prohibida en varios países, porque la censura es pura conservación e intenta que la lectura no cambie la realidad.

Pero lo cierto es que ese es el poder más radical de los textos: no sólo transforman nuestras neuronas, también devienen gestos y acciones, que a veces trascienden del individuo aislado al colectivo sincronizado. Los más influyentes, como La Biblia, El Corán, Sobre las revoluciones de las esferas celestes, La Enciclopedia, El origen de las especies o La interpretación de los sueños, provocaron en su momento revoluciones que siguen activas. Dogma o ciencia, son leídos como no ficción.

El personaje de ficción va ocupando capas de piel del actor o actriz que lo encarna

Más difícil, en cambio, es medir la capacidad de cambio social de los textos ficcionales. Varias generaciones del siglo XX aprendieron a besar en las películas de Hollywood. La ficción porno nos ha enseñado a follar en el XXI. Siempre invocamos los mismos precedentes de esa tradición emocional, en el ámbito de la configuración del amor: cómo el neoplatonismo, la poesía trovadoresca, la novela de caballerías, el petrarquismo, el romanticismo, la novela realista, las revistas femeninas o el movimiento hippie fueron creando lo que Eva Illouz ha llamado “estilos emocionales”, los modos en que “una cultura empieza a preocuparse por ciertas emociones y crea técnicas específicas –lingüísticas, científicas, rituales– para aprehenderlas”, leemos en La salvación del alma moderna. Terapia, emociones y la cultura de la autoayuda (Katz).

Según la socióloga de origen marroquí, en el centro del estilo emocional de nuestro cambio de siglo está la cultura de la terapia. Eso son las redes sociales: una gran psicoterapia constante y colectiva. En su circulación perpetua se insieren las series de televisión, como parte ahora sí fundamental de la conversación social (junto con los deportes, la salud, la tecnología, la política o la comida, como temas principales).

El grado cero del efecto de la ficción serial sobre la realidad lo encontramos en el cuerpo de los actores. En Hombres fuera de serie (Ariel, 2014) —la gran crónica panorámica sobre la tercera edad de la televisión— Brett Martin alude en diversas ocasiones al apego y a la identificación de varios actores con sus personajes: desde James Gandolfini con Tony Soprano (“reconocía no dormir del todo tranquilo al saber que el destino de Tony estaba en manos de David Chase”) hasta Peter Krause con Nate Fisher (dejó de aceptar que su personaje fuera un eterno adolescente), pasando por Indris Elba, que tuvo que asentir finalmente, tras un cabreo considerable, a que Omar Little meara sobre su cadáver (bueno: el de Stringer Bell). El personaje de ficción va ocupando capas de piel del actor o actriz que lo encarna a causa de la exposición prolongada a la radiación de la personalidad imaginada.

La duración es el rasgo fundamental de las series: tanto en su propia materia como en nuestra experiencia de recepción. La convivencia con ese mundo y sus seres va filtrando en nuestro cerebro lenguaje, comportamientos, valores. El éxito arrollador de Gomorraen Italia, el año pasado, hizo que la imitación de las frases del guion fuera habitual en las reuniones entre familiares y amigos. Broma cómplice o contraseña, se pronunciaba repetidamente mientras se organizaban protestas contra la representación estereotipada del sur de Italia como territorio criminal.

Las series movilizan comunidades de inteligencia colectiva. No hay más que pensar en la Lostpedia o la Fringepedia, auténticos repertorios eruditos de información acerca de los mundos creados, respectivamente, en Perdidos y Fringe. O en las redes estables de fans que ejercen de modo altruista la subtitulación (como Argenteam, que nació como plataforma para aprender inglés). O en las redes inestables de antifans que atacan una escena, a un personaje o toda una serie. Porque la inteligencia colectiva a menudo es más bien instinto en masa.

Y tal vez sea en ese nivel, digamos, pre-racional, donde más penetran las teleficciones: normalizando la presencia de mujeres de todas las razas en los más altos niveles de la política estadounidense; hablando sin ambages del espionaje o de la tortura de Estado o de las cárceles o de los drones; generando un debate polifónico e informado, que por su aspecto ficcional parece de baja intensidad, pero que quizá vaya calando de un modo que ya no pueda hacerlo el periodismo. Mad Men cambió la moda (primero en los diseños elitistas de Michael Kors, Prada, Louis Vuitton o Marc Jacobs; después en el mainstream de Mango y Zara) y la miniserie documental The Jinx permitió que su protagonista, que durante décadas se había librado de la cárcel, tras una inesperada confesión de sus crímenes cuando creía que el micrófono estaba desconectado, haya sido finalmente procesado; pero los cambios más duraderos no son tan fácilmente rastreables.

En el último capítulo de la tercera temporada de Orange is the New Black hay una alusión a Walter White, de Breaking Bad; pero la propia Piper, que se ha malogrado, para intimidar a sus compañeras de la prisión se refiere en cambio a El Padrino. También en Suits se suceden las bromas y las referencias tanto a películas como a series.

Tras la influencia extrema de Frozen en niñas y preadolescentes es imposible afirmar que las series han invadido el lugar del cine como generador de modelos. Estamos en una época de convivencia. Pero sí intuyo que lo audiovisual (con literatura en forma de guiones) está influyendo en la realidad más que lo exclusivamente textual. Tal vez el último libro que actuó como gran contraseña fuera Rayuela: en los 90 todavía entendíamos como “romántico” lo que así había decidido que fuera Cortázar; para mi generación (los nacidos en los 70) el amor y sus códigos todavía fueron regidos sobre todo por la literatura.

Los nacidos en los 80 y en los 90 tal vez hayan sentido un eco de esa experiencia con Los detectives salvajes de Bolaño, hija de la obra maestra cortazariana. Pero mi sensación es que —excepto los cosplayers, que sí sitúan una única ficción en el centro de sus vidas— los seres humanos hemos dejado de tener contraseñas principales: nos guiamos por una mitología personal muy Frankenstein, hecha con retazos de lecturas que provienen de todos los lenguajes narrativos y simbólicos que nos rodean.”


La ficción televisiva parece inofensiva; sin embargo, tal vez esté redefiniendo nuestros valores. El estilo neo-medieval de ‘Juego de Tronos’, que tanto defienden Pablo Iglesias y los suyos. El cinismo en la política de ‘Scandal’ o ‘House of cards’ (Shakespeare, versión actual). Las redes sociales y los seguidores en ‘The following’. ¿Quién es el nuevo modelo de líder? ¿Daeneris Targayen (Emilia Clarke)-, la khaleesi madre de dragones?, ¿Frank Underwood (Kevin Spacey)?, ¿Olivia Pope (Kerry Washington)?, ¿Chris Pratt, el protagonista de ‘Jurassic World’, un James Stewart pasado por el gimnasio?


Algo se está cociendo en el Liderazgo. Estaremos al tanto.                          

Las peculiaridades del cerebro adolescente

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Hace menos calor en Madrid esta semana, la tercera de agosto, que en Baviera y Austria la pasada. Alrededor de 30º, con una brisa muy agradable. Ayer, por la mañana en la oficina (jornada continua), reunión con mi buen amigo Manuel Merinero (un mago de la estrategia y el desarrollo de negocio, con una visión muy clara de la empresa y del deporte) y almuerzo con mis compañeros Rocío y Borja en el Lateral de la calle Velázquez. Un modelo de negocio de éxito: buena calidad, servicio rápido y a buen precio.

He estado leyendo el último número, el de agosto, de la revista Investigación y Ciencia (la versión española de Scientific American). En portada, un artículo sobre el cerebro adolescente y su plasticidad, firmado por el profesor Jay N. Giedd, de la Universidad de California en San Diego y redactor jefe de la publicación trimestral ‘Mind, Brain and Education’ (se puede consultar en la biblioteca online de Wiley: http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1111/(ISSN)1751-228X).

Solíamos creer que el cerebro adolescente era una especie de “error biológico” entre el del niño y el del adulto. No es así. La última década ha demostrado que “el cerebro adolescente no es defectuoso, ni tampoco se corresponde con el de un adulto a medio formar. La evolución lo ha forjado para que opere de distinta forma que el de un niño o el de un adulto”.

Del análisis del profesor Giedd quisiera extraer siete claves:

1. Su especial capacidad de cambio y adaptación al entorno, que le permite avanzar a zancadas en el pensamiento y la socialización y, por otro, lado hace a los adolescentes vulnerables a conductas peligrosas y graves trastornos mentales. La pubertad se está anticipando, lo que amplía estos “años críticos”. La drogadicción juvenil, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados, las depresiones y los suicidios están entre los factores de riesgo.

2. Mayor sustancia blanca. Se trata de la mielina, que enfunda y aísla al axión (el largo filamento que se extiende desde el cuerpo celular de la neurona). La mielinización acelera la conducción de impulsos nerviosos (los axiones mielinizados transmiten señales 100 veces más rápido) y multiplican la frecuencia (por 30) en la que las neuronas emiten información. “Ese refuerzo de las conexiones constituye la base del aprendizaje”. Para la transmisión, las neuronas han de ser sincronizadas y la mielina hace posible la sincronización.

3. Transformación “escultórica”. Como Miguel Ángel decía de su David (salió a la luz de un bloque de mármol), se cercenan las conexiones no utilizadas o contraproducentes. Es la especialización, con la consiguientes reducción de sustancia gris (desde los 10 años, en la que está en máximos). El desarrollo de las áreas sensitivomotoras primarias (la atención a los cinco sentidos) se complementa con la corteza prefrontal (funciones ejecutivas). Tras la pubertad, el ser humano toma más y mejores decisiones, porque idea situaciones hipotéticas (escenarios). “La corteza prefrontal constituye una parte fundamental de los circuitos implicados en la cognición social, esto es, nuestra destreza para transitar por complejas relaciones sociales, discernir amigos de enemigos, hallar cobijo en grupos y llevar a cabo la directiva más clara en la adolescencia: atraer a una pareja”.

4. Cambios drásticos en el sistema límbico. Influye en la búsqueda de novedades, la asunción de riesgos y la camaradería. Estas conductas les animan a alejarse de sus familias y explorar ambientes nuevos. “Lo más determinante de la conducta juvenil no es el tardío desarrollo de las funciones ejecutivas ni el precoz arranque de la conducta emotiva, sino el desfase temporal entre ambos procesos”. El fascinante desajuste entre el comportamiento emocional y el contemplativo, de la impulsividad frente a la prudencia.

5. Los riesgos de la prolongada híper-plasticidad. El autor señala que el 50% de las enfermedades mentales se adquieren antes de los 14 años, cifra que se eleva al 75% antes de los 24.

6. El impacto de la revolución en las tecnologías de la información. “Disponen de una voluminosa información, aunque de calidad muy variable. La pericia requerida en el futuro no consistirá en recordar hechos, sino en evaluar de modo critico una gran cantidad de datos, discernir la señal del ruido, sintetizar contextos y emplear tales síntesis para abordar problemas del mundo real.

7. Más riesgos y más oportunidades. “Los adolescentes son, en todas las culturas, los más fáciles de reclutar para convertirse en soldados o en terroristas, como también de orientar hacia la enseñanza o la ingeniería”. En definitiva, “los avances en la neurociencia deberían animar a los jóvenes a entrenar su cerebro en la clase de pericias que les harán sobresalir el resto de la vida. Tienen una maravillosa ocasión para definir su propia identidad, perfeccionar el cerebro de acuerdo con sus gustos y prepararlo para un futuro que será rico en datos, muy diferente de las vidas de sus padres”.

Gracias a Jay N. Giedd por su información y reflexiones, y a Pilar Bronchal y Laia Torres, DG y Directora Editorial respectivamente de Investigación y Ciencia.

Si deseas profundizar en el cerebro adolescente, te recomiendo:

- los vídeos de SciShow (el espectáculo científico) ‘El cerebro adolescente explicado’ (www.youtube.com/watch?v=hiduiTq1ei8): hormonas, mayor necesidad de sueño, tendencia a acostarse más tarde, limpieza sináptica, impulsividad, menor lectura emocional ajena, centros de recompensa… y ‘El misterioso funcionamiento del cerebro adolescente’ (www.ted.com/talks/sarah_jayne_blakemore_the_mysterious_workings_of_the_adolescent_brain?language=es) de Sarah-Jayne Blakemore (2012). Esta neurocientífica cognitiva que trabaja en Londres es una maravilla.

- los libros ‘Tormenta cerebral: el poder y el propósito del cerebro adolescente, de Daniel J. Siegel (2014) y ‘El cerebro adoelscente. Guía de una madre neurocientífica para educar adolescentes’ de Amy E. Jensen (2015).  


Mi admiración a todas las madres y padres (& abuelas y abuelos) con niñ@s adolescentes o preadolescentes. 

Por qué las "fábricas de talento" generan más valor que otras empresas

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Dos noches seguidas de fútbol estival. Anteayer, el partido de vuelta de la Supercopa de España entre el FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao. Los leones demostraron, como en el partido de ida, que le pusieron más garra en esta competición. Mis felicitaciones a mis buenos amigos hinchas del Athletic. Y anoche, invitados por mi amigo Diego, fuimos al torneo Santiago Bernabéu a ver al Real Madrid frente al Galatasaray de Sneijder. Los dos favoritos al título de Liga tienen sus equipos a medio construir, faltos de mentalización, excesivamente dependientes de cracks que no  están en su mejor forma. Mucho les queda por hacer a sus entrenadores.  

He retomado como lectura un artículo de la Harvard Business Review de junio (un número, por otro lado, no especialmente feliz, a diferencia del de este verano, que es magnifico y he comentado en el blog). ‘Luxury’s Talent Factories’ (Las fábricas de talento del lujo), subtitulado ‘How companies like LVMH, Kering and Richemont groom designers and managers’ (Cómo grupos como LVMH, Kering y Richemont desarrollan a diseñadores y directivos), de los profesores del INSEAD Andrew Shipilov y Frédéric Godart.

El sector del lujo es especialmente interesante. Hace medio siglo, estaba constituido por empresas familiares y diseñadores emprendedores. Hoy en día lo dominan tres gigantes: Louis Vutton Moët Hennesy (propietario de Louis Vuitton, Möet & Chandon, etc), Richemont (dueños de Cartier y CHloé, entre otros) y Kering (antes PPR, con marcas como Gucci e Yves Saint Laurent). La competencia es feroz.

Shipilov y Godart han demostrado que la concentración no crea valor a no ser que se obtengan ahorros significativos y sinergias en las operaciones. Los autores, analizando 350 empresas de moda en una década (2000 a 2010), concluyen que el éxito correlaciona con formar parte de un grupo (de hecho, el triple).

¿Dónde está la clave? En crear un mercado interno eficiente (se obtiene más con menos recursos) para el capital, pero especialmente para el talento. “Lo que hemos comprobado es que dentro de sus fronteras los tres grupos han creado una vibrante circulación del talento que les permite difundir el conocimiento y las mejores prácticas, más allá de la rivalidad entre marcas”.

Las personas abandonan las compañías, como sabes, porque quieren nuevas experiencias. En Kering, LVMH y Richemont, las experiencias se las proporcionan dentro de la casa. El 70% de las aperturas en LVMH se cubren con gente interna. Las personas con alto potencial reciben oportunidades. Y así los directivos saben capturar el valor. En palabras de un manager del sector, “es importante compartir talento entre las marcas para fidelizarlo. A veces un alto directivo observa que dentro de una marca no hay oportunidades para crecer, y que es mejor reubicar a alguien valioso en otra marca que perderlo y que se vaya a un competidor”.

Todos estos grupos empresariales se han dotado de programas para favorecer las carreras profesionales internas. En Richemont, la evaluación del desempeño incluye competencias como agilidad mental, orientación a resultados, gestión del cambio y liderazgo. La iniciativa FuturA de LVMH (300 candidatos al año) sirve a un propósito similar. En este programa se valoran tres factores: agilidad de aprendizaje, engagement y compromiso, sana ambición.

En los grupos del sector del lujo, normalmente los participantes no saben que están en un programa especial (para no desmotivar a quienes no forman parte del mismo), no hay “career path” (un camino trazado para la carrera profesional) y se enfatiza la historia de las distintas marcas (para fomentar el orgullo de pertenencia).

La movilidad de carreras profesionales ha potenciado la identidad de los grupos y la transferencia de las mejores prácticas. La experiencia internacional, por ejemplo, correlaciona con mejores resultados. Y lo que sirve en unas marcas (ropa, por ejemplo) se aplica a otras (relojes, vinos). Mayor inspiración, mejor comprensión de los clientes.

El prestigio de las marcas hace atractiva a la compañía: ¿quién no quiere que aparezca Gucci, Möet o Cartier en sus CVs? Para atraer talento, los grupos empresariales mantienen relaciones fluidas con universidades y escuelas de negocios, invierten en la formación y desarrollo de diseñadores y artesanos, reclutan de otros sectores (por ejemplo, de Toyota para la gestión de suministros) y sobre todo potencial el liderazgo. Ya sabes que más del 60% de la productividad y competitividad es cuestión de calidad directiva.


Mi gratitud a Andrew Shipilov y Frédéric Godart por su investigación, que incluye más de 50 entrevistas a directivos del sector. Andrew, ucraniano-francés, es experto en estrategia y ha publicado ‘Network Advantage’ (La ventaja de las redes). Frédéric, profesor de comportamiento organizativo, es un apasionado de la sociología de la moda y trabajó durante tres años en McKinsey.




Precisamente hoy en Expansión Nerea Serrano escribía sobre la rivalidad entre LVMH y Kering. La primera tiene unas 70 marcas (además de las ya mencionadas, Dior, Loewe, Bulgari, Fendi, Guerlain o Sephora. La segunda, antigua PPR, cuenta con Balenciaga, Château Latour, Bottega Veneta, Stella McCartney o Puma. Ambos grupos cuentan con “emperadores”. El de LVMH es Bernard Arnault, que tuvo éxito en el mercado inmobiliario en EEUU y volvió a Francia en 1984. Compró un grupo textil, Boussac, en el que estaba Dior (por entonces, de capa caída). La fusión entre LV y MH es de 1987. Monsieur Arnault es la segunda fortuna de Francia y la tercera de Europa (32.700 M $); está casado (en segundas nupcias con una pianista canadiense. El de Kering es François Pinault (1962), que tenía un negocio de materiales de construcción especializado en madera y fue DG de FNAC hasta que en los 90 compró los almacenes Printemps y la empresa de venta por catálogo La Redoutte. Posee una fortuna de más de 15.100 M $ y está casado desde 2009 con la actriz mexicana Salma Hayek.

Además de que ninguno de los dos empresarios procedía del sector, tienen en común su amor por el arte contemporáneo. Pinault posee unas 2.500 obras, de Picasso, Miró, Andy Warhol, Jeff Koons o Mark Rothko, que exhibía desde 2007 en el Palazzo Grassi de Venecia y después en Punta della Dogana. El pasado 12 de octubre la fundación de Arnault inauguró su sede parisina, creada por Frank Gehry. En marzo de 2014, el MOMA de Nueva York le otorgó a Arnault el premio Rockefeller por su “generosidad deslumbrante y la defensa efectiva de los deberes culturales y cívicos”. LVMH adquirió en su día la casa de subastas Phillips y la entonces PPR hizo lo propio con Christie’s. si te interesa el tema, te recomiendo encarecidamente ‘Secretos del lujo’ de una directiva referente, María Eugenia Girón. Así presenta su obra: http://mariaeugeniagiron.es/mis-libros/secretos-de-lujo-de-maria-eugenia-giron/


Las ideas de esta industria me parecen muy sugerentes para aplicar a otros sectores. Es el momento del talento.     

Las mejores empresas para trabajar 2015

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Inicio de la semana en Madrid. Este fin del mes de julio espero estar en Barcelona, volver a Madrid, asistir brevemente al curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía en La Rábida (Huelva) y finalizar en Valencia.

El número de verano de Actualidad Economica, como es costumbre, se refiere a Las Mejores Empresas para Trabajar. Este 2015 el BBVA, L’Oréal, Deloitte, Crédito y Caución y Gas Natural Fenosa lideran la clasificación. El año pasado, el Top 5 lo ocuparon PwC, BAT, GlaxoSmithkline, KPMG y Garrigues. Por lo visto, ninguno ha repetido.

¿Qué mide esta clasificación? Básicamente, la Gestión del Talento, la Retribución y compensación, el Ambiente de trabajo, la Responsabilidad Social Corporativa , la Formación y la Valoración de los empleados.

En el Top 100, 15 aseguradoras (Crédito y Caución, Mapfre, Mutua Madrileña, Marsh, Aon, Sanitas, DKV, Generali, VidaCaixa, Zurich, Reale, Allianz, Direct, N. N., Liberty ), 12 tecnológicas (Telefónica, Orange, LG, Phillips, HP, Electrolux, Jazztel, Ericcson, SAS Institute, SAP, Meta 4, IBM), 10 de consumo y alimentación (L’Oréal, Kimberly-Clark, BAT, Altadis, Nutreco, Unilever,  Phillip Morris, Mondelez, Heineken y Mahou-San Miguel), 8 bancos (BBVA, Santander, Caixabank, Bankinter, Banca March, Sabadell, Popular, Cetelem), 7 de energía (Gas Natural Fenosa, Abengoa, Endesa, Repsol, Enagás, GALP, Red Eléctrica), 5 farmacéuticas (Glaxo SmithKline, Sanofi-Aventis, Roche, Pfizer, AstraZeneca), 5 de turismo y transporte (Amadeus, Hotelbeds Group, Room Mate, Accor e Iberia) y las 4 grandes auditoras (Deloitte, PwC, KPMG, EY).

Me ha parecido una excelente noticia la presencia en las listas de Inditex (37º), Llorente & Cuenca,  Accor (90º), Ribera Salud (94º) y Mahou-San Miguel (100º).


ManpowerGroup, que el año pasado no pudo estar entre las 100 primeras, este 2015 se ha situado en el puesto 26º. La clave está, sobre todo, en la Gestión del Talento, donde se ha colocado en el nº 1 del Top 50 (la segunda, tras Hays, en el Top 100; Hays ocupa la posición nº 79). Un gran motivo de satisfacción y de sano orgullo. Nuestro grupo ha obtenido 225 puntos en Talento (sobre 240 posibles), 155 en Retribución y Compensación (sobre un máximo de 225 puntos), 135 en Ambiente (sobre 205), 45 en RSC (máximo, 50), 195 en Formación (sobre 220 puntos) y 60 en valoración de los empleados (el máximo posible). Un total de 815 puntos. El BBVA ha logrado 15 puntos menos en Gestión del Talento, 55 más en Retribución y Compensación, 60 más en Ambiente, 5 más en RSC, 5 menos en Formación y los mismos puntos en valoración de los empleados (un total de 915).


Beatriz Zúñiga, la periodista de Actualidad Económica que ha liderado este estudio, destaca el papel de la tecnología (especialmente la digitalización) y del talento. “Las compañías se han dado cuenta de que la única forma de competir en el mercado global es teniendo a los mejores en sus organizaciones” (Custodia Cabanas, IE Business School).

Si contrastamos los Top Employers 2015 en España con las 100 mejores empresas para trabajar según AE, coinciden en las listas Accenture, Bankinter, BAT, Cetelem, Electrolux, Enagás, EY, Gas Natural Fenosa, KPMG, LG, ManpowerGroup, McDonald’s, Phillip Morris, Repsol, Roche, Thales, Volswagen Audi y Zurich. Un selecto grupo de 20 compañías. Un óptimo paretiano.

Las cinco mejores empresas para trabajar explican las claves de su éxito. Donna Lee de Angelis, directora de Talento y Cultura del BBVA (28.620 profesionales en España y 108.770 en el mundo), considera que “la clave en la gestión del talento (atraerlo, desarrollarlo y retenerlo) radica en tener una potente propuesta de valor, que incluye, entre otros aspectos, una remuneración competitiva, la posibilidad de trabajar con los mejores profesionales y con líderes que crean un ambiente productivo y agradable, el acceso a una formación continua de primer nivel, un trabajo motivante y retador, y movilidad internacional. Todo ello forma parte fundamental de la experiencia de empleado que estamos creando”.

Judit Ruiz de Esquide, DRH de L’Oréal, destaca de su compañía (2.214 empleados en España y 78.600 en el mundo): “Aquí trabajan muchos de los que yo llamo emprendedores de corporación, ese tipo de persona que siempre ha tenido el sueño de crear su propia empresa pero que nunca se ha atrevido a dar el paso. Para nosotros son fundamentales, porque tienen una gran ambición, en un sentido positivo, poseen una gran visión estratégica y son capaces de llevar proyectos concretos”.

Para Juan Luis Díaz Calleja, DRH de Deloitte, cree que lo que les diferencia es “nuestros valores y el compromiso de las personas que trabajan aquí. Un conocimiento técnico profundo, capacidad de gestión internacional, pero también integridad, disciplina, humildad, empatía, respeto y excelencia. El foco está siempre puesto en el desarrollo de las personas y los clientes”.

José Miguel López, DRH de Crédito y Caución, entró, como el DG, con 18 años; auxiliares administrativos. Operan en 45 países y han logrado que convivan tres generaciones. “A un joven le interesa el proyecto; a alguien mayor, la estabilidad”.

Miguel Ángel Aller, DRH de Gas Natural Fenosa, pone énfasis en el compromiso y la satisfacción de los empleados. “Creemos que esta fidelidad existe porque también se intenta poner sobre la mesa aquello que pensamos que crea compromiso, como la RSC, la conciliación, la discapacidad, la diversidad y la retribución.


Gas Natural Fenosa era la nº 25 en 2014 y la 5ª en 2015. Crédito y Caución, la 19ª el año pasado y la 4ª éste. Deloitte, la 15ª y ahora 3ª. L’Oréal, la 37ª y en 2015 la 2ª. El BBVA, la 7ª y este año la 1ª. Así es el Capital Atractivo de las compañías: sube o baja; nunca permanece inalterado.

Mi gratitud a Beatriz Zúñiga y su equipo de Actualidad Económica, así como a su antecesora, Marta García Aller.

Gary Hamel lleva a la empresa Las 15 enfermedades del Liderazgo según el Papa Francisco

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Martes de sesión de coaching estratégico, firma del convenio del Human Age Institute con el CSD (Consejo Superior de Deportes) y viaje a Barcelona, para una reunión comercial mañana a primera hora.

Manuel Gross en su blog ha recogido un artículo de Gary Hamel en Harvard Business Review (abril 2015) sobre ‘Las 15 enfermedades del Liderazgo según el Papa Francisco’.

Al parecer, el Sumo Pontífice se dirigió a la Curia Romana antes de la pasada Navidad para alertarles de los peligros del Liderazgo. Gary Hamel, uno de los principales gurús de la gestión empresarial, lo llevó al management. Los 15 principios son los siguientes:

1.Creer que somos inmortales:

Muchos líderes modernos llegan a creer que son infalibles e indispensables por lo que dejan de hacerse los “chequeos” necesarios para saber cómo va su salud. Algunos líderes sucumben a la patología del narcisismo y al complejo de superioridad, lo que hace que se sientan con más derechos que el resto de las personas de su organización. El antídoto para esta plaga es la humildad, el liderazgo de servicio: saber decir “soy un servidor más, que solo cumple con su deber”.


2. Estar siempre ocupados:

Son los líderes curroadictos, que se sumergen en el trabajo y se olvidan de descansar, por lo que sufren de estrés.  El tiempo de descanso no solo es imprescindible, es que debe ser tomado en serio.


3. La “petrificación emocional”:

Se encuentra en quienes tienen un “corazón de piedra” porque con el tiempo se han hundido en el papeleo. Son aquellos que pierden la sensibilidad humana al dedicarse solo a cumplir con metas difíciles. Es importante llorar con quienes lloran y reír con quienes ríen.


4. El exceso de planificación:

Aqueja a los líderes que creen que para que las cosas funcionen deben estar perfectamente planificadas. Según el Papa Francisco, las cosas deben planearse bien sin caer en el riesgo de perder la espontaneidad.


5. La coordinación pobre:

Se da cuando los miembros de una comunidad empiezan a creer que no necesitan de los demás. Cuando el pie dice al brazo: “Yo no te necesito ", o la mano dice a la cabeza: "Yo estoy a cargo”,  se crean incomodidad y estrechez de miras.


6. El “Alzheimer” del liderazgo:

Consiste en olvidar a las personas que nos han ayudado, enseñado y aportado en nuestros propios caminos, al quedar atrapados en las obsesiones del presente.


7. La rivalidad y la vanagloria:

Se presenta cuando las apariencias, los títulos y los beneficios son el objetivo primordial de nuestro trabajo como dirigentes. Es “no hacer cosas desinteresadas” y dejar de pensar en el bienestar de los demás.


8. La “esquizofrenia emocional”:

Es la condición que aqueja a las personas que se encierran en los trámites burocráticos y pierden contacto con la realidad de las personas a las que está dirigiendo.


9. El chisme:

Este padecimiento surge primero con pequeños comentarios sobre un colega que después pueden degenerar en maledicencia. Es una enfermedad de las personas débiles que carecen de la valentía para hablar a la cara y prefieren hacerlo a las espaldas de las personas.


10. Idealizar a los superiores:

Es la enfermedad de quienes buscan agradar a sus jefes directos solo para ganar favores. Son las personas que honran al oportunismo en lugar de luchar por el bien de una organización. Solo piensan en lo que pueden obtener y no en lo que tienen que dar, pues son tóxicamente egoístas.


11. La indiferencia:

Se presenta cuando los jefes solo piensan en ellos mismos y pierden la sinceridad. Se da cuando las personas no ponen sus conocimientos al servicio de otros, cuando los celos y el egoísmo eliminan la posibilidad de ayudar a todos compañeros.


12. “La cara seria”:

Se trata del mal que aqueja a aquellos líderes que creen que siempre deben tener una cara severa para ser tomados en serio. El Papa Francisco indica que al contrario de lo que se pretende, mostrar un pesimismo estéril frecuentemente es una muestra de inseguridad. Un líder debe ser sereno, cortes, entusiasta y alegre para transmitir buena energía a los demás.


13. El acaparamiento:

Ocurre cuando el líder trata de llenar el vacío existencial con bienes materiales. Es un ejercicio inútil porque ningún objeto puede compensar lo que hace falta en el interior de la persona.


14. Los grupos de poder:

Se presenta cuando una organización tiene grupos dentro de sí misma que concentran el poder y no lo ponen al servicio de las personas. Suelen surgir como medios para dirigir una organización, pero terminan convirtiéndose en un cáncer que impide su crecimiento.


15. La extravagancia:

Por último, este mal surge cuando los dirigentes buscan acumular más y más poder y estar presentes en las conversaciones de todos – porque los hace sentir glamurosos e importantes - y están dispuestos a hacer lo que haga falta para obtenerlo.


Gran reflexión la de Gary Hamel y enorme esfuerzo el del Papa Francisco por servir de conciencia moral.

Como el Liderazgo es en más del 90% pura Inteligencia Emocional y ésta se compone de 5 S (Seguridad, Serenidad, Superación, Servicio y Sinergia), ¿qué enfermedades combaten cada una de estas S?

La Seguridad evita el exceso de planificación, el “Alzheimer”, la idealización. 

La Serenidad evita la creencia de inmortalidad, el chisme, la extravagancia.

La Superación evita la curroadicción, la esquizofrenia, el acaparamiento.  

El Servicio (empatía) evita la “petrificación emocional”, la vanagloria, el chisme.

La Sinergia (influencia honesta) evita la coordinación pobre, la cara seria, los grupos de poder.


Por eso, en casi todos los procesos de Coaching Ejecutivo conocerse a un@ mism@ y un plan de acción para mantener las propias fortalezas y aprovechar las oportunidades de mejora es habitual.


Mi gratitud a Manuel Gross, a Gary Hamel y al Papa Francisco por estas reflexiones.  




Presente y futuro de la Neurociencia

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He estado leyendo el último número de la revista ‘Mente y Cerebro’ (versión española de ‘Gehirn und Geist’) cuya DG es Pilar Bronchal y la Directora Editorial, Laia Torres. En portada, ‘La neurociencia del futuro. Ideas para mejorar la investigación del cerebro’.

Anna Von Hopffgarten nos ofrece la historia de la neurociencia, desde las primeras trepanaciones (2500 a.C.), Hipócrates (400 a.C.; el cerebro como sede de las emociones y la experiencia), Galeno (170 a.C., que creía que un gas, el espíritus animalis, transportaba las emociones; su teoría se mantuvo un milenio), Vesalio (anatomía: 1543), Descartes (el cerebro como máquina: 1649), Galvani (la naturaleza eléctrica de los impulsos nerviosos: 1791), Franz Joseph Gall (fundador de la frenología: 1800), Phineas Gage (funciones de la parte anterior del cerebro: 1841), Paul Brocca y Carl Wernicke (centros del habla: 1862-1874), Camillo Golgi y Santiago Ramón y Cajal (premios Nobel 1906), Korbinian Brodmann (áreas de la corteza cerebral), Dale y Loewl (acetilcolina: 1914), Walter Dandy (neumoencefalografía: 1919), Hans Berger (1º EEG: 1924), Egas Moniz (angiografía: 1927; lobotomía: 1934), Penfield y Rasmussen (homúnculo sensorial y motor: 1957), David Cohen (magnetoencefalografía: 1968), Resonancia magnética (1973), Tomografía por emisión de positrones (1975), R. W. Sperry (hemisferios cerebrales; premio Nobel 1981), Quenthony Barler (EMT, 1985), Giacomo Rizzolatti (neuronas espejo: 1991), Neuroimagen por tensor de difusión (1995), Proyecto Blue Brain (2005) hasta el Proyecto Cerebro Humano de 2013 (500 investigadores de 20 países para crear un modelo cerebro por ordenador).

El pasado noviembre, un Congreso en la Universidad Humboldt de Berlín debatió los pros y contras de la Neurociencia. Steve Ayan nos habla de cinco controversias:

1. La reducción del ser humano a su biología, frente a la naturalización de la mente.

2. Exageración de los resultados.

3. La “neuromoda” en los medios de comunicación.

4. Uso de conceptos equivocados (“falacia mereológica”: tomar la parte como el todo).

5. La investigación y la publicación enferman (sesgo de publicación). Steve nos recuerda que el obispo Milton Wright (1828-1917) vaticinó que las personas nunca volarían, porque eso solo lo podían hacer los ángeles. Sus hijos Wilbur y Orville destrozaron la profecía de su devoto progenitor.

La psicóloga Isabelle Bareither, el psicofarmacólogo Felix Hasler y la filósofa Anna Strasser (los tres, de la Escuela de la Mente y el Cerebro de Berlín) nos presentan las 9 ideas para mejorar la neurociencia del mencionado congreso ‘Mind the Brain’ (Cuidado con el Cerebro) de la capital alemana.

1. Criterios de calidad más estrictos “Nos ahogamos en falsos positivos” (Ulrich Dirnagl). Desatención a los estándares científicos.

2. Más transparencia. 50% de las investigaciones no se publican.

3. Replicar más estudios, para que sean más seguros y fiables.

4. Mejorar la formación en métodos estadísticos.

5. Un nuevo sistema de incentivos. Vivimos “la tiranía del factor de impacto” (Reinhard Werner).

6. Cambiar el sistema de publicación.

7. Considerar la investigación científica en el contexto social.

8. Más información (auto)crítica. Muchos hallazgos se publican en los medios de forma precipitada, exagerada o errónea.

9. Una teoría sobre el cerebro. “Necesitamos una teoría global sobre el cerebro” (Henrik Walter, Escuela de la Mente y el Cerebro de Berlín). Se requiere más y mejor colaboración interdisciplinar entre biólogos, cibernéticos, psiquiatras, psicólogos y neurocientíficos.

Los números son impresionantes. Entre 2009 y 2013, 1’79 M de artículos especializados en Neurociencia en publicaciones científicas (un 16% del total), 1.730.000 neurocientíficos investigan desde hace 20 años, 59’3% de participación de la Neurociencia en temas interdisciplinares. Tras la euforia, la Neurociencia ha entrado en crisis.


Dos libros a tener en cuenta,que nos recomienda Luis Alonso:

‘The Future of the Brain’, El Futuro del Cerebro (Princeton, 2015), dirigido por Gary Marcus y Jeremy Freeman. En 2005 se introdujo la optogenética (diseñar neuronas que se iluminan cuando se excitan). David Hubel y Thorstein Weisel descubrieron que las neuronas dela corteza visual se encuentran sintonizadas. En el cerebro hay 85.000 M de neuronas, con 100.000 neuronas y 900 M de sinapsis por milímetro cúbico de corteza cerebral. Todavía ignoramos cómo se almacenan los recuerdos o se secuencian acontecimientos a lo largo del tiempo.

Las tres grandes líneas de investigación que se han abierto en Neurociencia son la conectómica (cartografía de la conexión sináptica entre neuronas), la cartografía de la actividad cerebral (observación del trafico eléctrico a lo largo de las sinapsis) y la simulación a gran escala del cerebro.

Herbert Simon, uno de los padres de la Inteligencia Artificial, predijo en 1965 que en 20 años las máquinas realizarían cualquier tarea de la mente humana. Ha pasado medio siglo y evidentemente no ha ocurrido.

‘Sobre la belleza y la risa’, de Sixto J. Castro (2014). La Estética (del griego “aishtenashtai”, percibir) es una parte de la Filosofía que permite converger Ciencia y Arte. Charles Darwin ya abordó la estética animal (la paradoja del pavo real), por significado aposemático (aposematismo es la función disuasoria frente a depredadores). La belleza como utilidad, Darwin estudió la selección sexual de las mariposas (de pasada en ‘El Origen de las Especies’, 1859; de forma exhaustiva en ‘El Descendiente del Hombre, 1870).

Tanto en la belleza como en la risa, se han buscado paralelismos con otras especies. No es exclusiva de los seres humanos. Es una herramienta para crear un contexto placentero de interacción y comunicación social”.

Este ensayo de ontología estética del profesor de la Universidad de Valladolid repasa belleza y risa desde los diálogos de Platón. “La belleza y la risa son realidades que se proyectan más allá de sí mismas y que fundan mundos. Son celebraciones de la existencia que simbolizan y realizan el sentido. Risa y belleza representan siempre el contrapunto a la desesperación. Y, de este modo, abren el camino a una interpretación de la existencia alternativa a la filosofía trágica, a una ontología que comprende el mundo como hogar y la existencia de un arraigo alegre y gozoso”. Belleza, junto a la verdad y la bondad.

Y de Platón a Paul Adrien Maurice Dirac, el físico cuántico: “Reviste mayor importancia obtener la belleza de una ecuación que alcanzar que se ajuste a la observación experimental”. La guía del físico, del matemático, del pintor, del poeta (¿del lider?) debe ser la belleza. ¿Se conjugan las palabras, los colores, las ideas, las conductas de una manera armoniosa? Es la primera prueba a superar.

Mi gratitud a Luis Alonso, a Sixto, a Pilar y Laia, a Isabelle, Felix y Anna, a Steve… y l@s neurocientífic@s que nos aportan y nos aportarán tanto.  

El comportamiento maniaco-depresivo de la economía española y el precioso don de la consciencia

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Jueves finalmente en Madrid, cerrando temas. Tenía que estar en el maravilloso curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía, codirigido por dos grandes amigos, Isabel Tovar y José María Gasalla, pero no ha sido posible. La serenidad ante las adversidades es parte de la vida.

Contentísimo con las reuniones ayer en Barcelona y Madrid. Sendas empresas líderes, en crecimiento, con sana ambición que de verdad son conscientes del impacto del talento (individual y colectivo) en los resultados. Directivos fans de ‘La sensación de fluidez’. ¿Qué más se puede pedir?

En el AVE de vuelta de Barcelona a Madrid estuve leyendo un artículo y una entrevista en La Vanguardia especialmente interesantes.

El artículo de Antón Costas, catedrático de la Universitat de Barcelona se titula ‘De rentabilidad a productividad’. Comenzaba recordándonos que la economía española va viento en popa a toda vela: si en marzo de 2014 la previsión para este año era de +1’8%, ahora es del 3’8%. Aquí se crearán unos 900.000 empleos en 2015-16 (estimaciones de la OCDE) y aumenta el empleo de los jóvenes. Los motores son internos (consumo y exportación) y externos (nueva política monetaria del BCE).

Sin embargo, nos advierte el profesor Costas, “hay algo más en esta recuperación que me produce inquietud. La economía española sigue teniendo un comportamiento maniaco-depresivo. Hagan memoria. Fuimos el país que más creció y creó empleo en la etapa de la burbuja crediticia; después, con la crisis, fuimos el país que más empleo destruyó, y ahora parece que volvemos a comportarnos de la misma forma”.

La clave, según el autor, es que “tanto la cultura empresarial y sindical como las políticas publicas favorecen estrategias empresariales de vuelo gallináceo. Estrategias basadas en una visión cortoplacista de la empresa, que buscan más la rentabilidad rápida que la productividad a largo plazo”. Regate en corto con la reforma laboral, las reducciones impositivas o los despidos masivos de los EREs.

Costas nos propone reconducir la situación con una nueva cultura del compromiso entre empresas y trabajadores. Y concluye: “Lo ideal sería que la política que la política acompañase y favoreciese este cambio de estrategias empresariales desde la rentabilidad y la productividad. ¡Qué buen vasallo sería esta recuperación, si tuviese buen señor! De lo contrario, volveremos al ciclo maniaco-depresivo”.

Un artículo muy clarificador e inspirador. Gracias, profesor Costas, por poner el punto sobre la i.

Con toda admiración y respeto, creo que lo que Costas llama “estrategias empresariales de vuelo gallináceo” no son en realidad estrategias, sino politiquillas de pícaro. La calidad directiva ha bajado enteros en nuestro país desde 2008 y lo que tenemos es una serie de compañías profesionalizadas (unas pocas) que compiten internacionalmente junto a una inmensa mayoría de autónom@s y micropymes. En medio, tierra de nadie.

La supervivencia de la empresa es cuestión de calidad directiva. Sin estrategia (pero estrategia de verdad, con visión, misión y valores, dirección por objetivos, presupuesto serio, supervisión y control) no hay más que euforia o desánimo. El “cuanto más, mejor” no es propio de un gestor profesional. Y además, estructura (con organigrama y perfiles de talento), sistemas de información y comunicación, cultura corporativa (no hay cambio cultural eficaz si no se define convenientemente la cultura actual, deseada e idónea), estilo de liderazgo, mapa de talento (en lenguaje de competencias) y clima laboral (analizado y medido). Las organizaciones profesionalizadas cuentan con socios estratégicos que les ayudan en todo el ciclo estratégico del talento; las que hipotecan su futuro son tan complacientes que creen que se bastan solas.


También en La Vanguardia, en ‘La Contra’, Lluis Amiguet entrevistaba a Irvin Yalom (Washington, 1931), pionero de la psiquiatría existencial y protagonista de ‘La cura de Yalom’. Sus libros son superventas entre los profesionales de la salud mental. Su documental se estrena en España.

Hijo de inmigrantes judíos que abrieron una tienda de comestibles en un barrio marginal de la capital federal, Irvin se refugiaba en la biblioteca por el riesgo de una zona tan violenta. Su padre sufrió un infarto y su madre le culpó. Se especializó en psiquiatría porque la ve como “un relato de la existencia desde la conciencia” (como la literatura). Se psicoanalizó, como parte de su formación, pero la psicoanalista no se relacionaba con él. Aprendió que “la calidad de la terapia depende de la calidad de la relación entre terapeuta y paciente” (lo mismo ocurre en el coaching entre coach y pupil@). En las terapias de grupo exige sinceridad absoluta y constructividad (que ningun comentario de nadie nunca fuera destructivo). “Cada uno de nosotros vive en su propio mundo. Por muy cercanas que estén dos personas, siempre les separará todo aquello que no han vivido juntos”. ¿Y el amor? “El amor es la tensión por brindar al otro algo nuevo cada día y es muy diferente de enamorarse, una pasión que solo atiende a sí misma mientras dura y, si no se transforma en amor, acaba extinguiéndose”. Para Yalom, “el mejor modo de conocerse a sí mism@ es aprender a conocer a l@s demás. Y viceversa”. Irvin prefiere no trabajar con enamorados “porque los envidio y quizás también porque la psicoterapia busca iluminar la oscuridad y, en cambio, el enamoramiento se nutre de misterio y ambigüedad, por eso se desmorona al ser inspeccionado y racionalizado”. Yalom se ha especializado en la angustia existencial y su terapia de grupo se concentra en la relación con el paciente hasta lograr que se reproduzca con él los problemas que tienen con los demás. “La sexualidad es el centro de la vida”. “Nuestra consciencia es un don precioso y terrible”. En Youtube he encontrado una entrevista a Irvin Yalom sobre la muerte y el existencialismo. 50 minutos fascinantes.

Entre las citas de Yalom, me quedo con:
“Cada persona debe elegir cuánta verdad es capaz de soportar”

“La desesperación es el precio que debemos pagar por el auto-conocimiento”

“Si escalamos lo suficiente, alcanzaremos una altura en la que lo trágico deja de serlo”

“El espíritu del hombre lo construyen sus elecciones”

“Antes o después tendrá que abandonar su esperanza por un pasado mejor”

“Amar significa estar activamente ocupad@ por la vida y el crecimiento del otro”

“¡Vive mientras vivas! ¡La muerte deja de asustar cuando un@ ha consumido su vida! Si no vivimos de la forma adecuada, no moriremos de la forma adecuada!”

“No tomar posesión de tu plan de vida es dejar que tu existencia sea un accidente”

Mi gratitud a Isabel, José María y l@s alumn@s de su curso de verano.    


Biografía del silencio. El poder de la meditación y los cinco tipos de aburrimiento

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Viernes de San Ignacio de Loyola. Fin de la semana laboral, fin de mes, fin de temporada. Unas semanas de descanso y a encarar la 2015-2016. Hoy se casa, por tercera vez, mi buen amigo Jorge, una de las mejores personas que conozco. Le deseo toda la felicidad que nos proporciona a quienes compartimos su amistad.


He estado leyendo ‘Biografía del silencio’, de Pablo D’Ors. El padre D’Ors (Madrid, 1963) es sacerdote católico, escritor y consejero cultural del Vaticano por designación del Papa Francisco. En 2014 la fundación Amigos del Desierto, para profundizar en la práctica de la meditación.

El libro comienza con un cita de Simone Weil. “El deseo de luz produce luz. Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención”. Pablo D’Ors comenzó a meditar de forma autodidacta, con simplicidad del método y de pretensión. Inquietud física y mental. Parecía que la iba a abandonar, pero perseveró. “Me ha constado cuatro décadas comprender que el hombre empieza a vivir en la medida en que deja de soñar consigo mismo”. La meditación es una disciplina para acrecentar la confianza. “La atención me fue conduciendo al asombro”. Como frutos de la misma, la intuición de que nada permanece estable y que todo está unido. Sirve para desechar lo quimérico y quedarnos con lo concreto. “En Occidente vivimos en un mundo demasiado intelectualizado”. “Es maravilloso constatar cómo conseguimos grandes cambios con la quietud más absoluta”. Las reglas del juego son sentarse en silencio y observar lo que sucede dentro. El método espiritual es el de la búsqueda interior. La promesa de la meditación no es de poder, ni de gloria, ni de placer. “El silencio crea cierta adicción”. “Yo, naturalmente, no sé bien qué es la vida, pero me he determinado a vivirla”. La meditación ayuda a apreciar lo ordinario, lo elemental. El hombre, el ser humano, es un peregrino, un “homo viator”.

Para la nueva temporada, me vendrá bien la práctica de la meditación. Disfrutarla, fluir, y no aburrirme. Gracias, Pablo D’Ors, porque esta reflexión tan útil e inspiradora.


Conviene recordar que la fluidez (el concepto que diseñara Mihalyi Ciskzentmihalyi) está entre la ansiedad y el aburrimiento. ¿Cómo definir éste último? En 2012, John Eastwood (Universidad de York en Toronto) analizaron un centenar de estudios al respecto y concluyeron que las personas que se aburren no son apáticas, sino que no cuentan con alicientes. Comparten una alteración de atención básica. Es la actividad la que resulta aburrida.

Thomas Götz, de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, describió en 2013 cinco tipos de aburrimiento:

- “Aburrimiento indiferente” (el dolce fare niente)

- “Aburrimiento de calibración”: algo más inquietos, algo instisfechos, aunque no se plantean en serio otra cosa.

- “Aburrimiento de búsqueda”, en personas activas que desean salir de ese estado de ánimo.

- “Aburrimiento reactivo”, con excitación que suele acompañar la agresividad.

- “Aburrimiento apático”, en personas resignadas a su destino.

Uno de cada tres casos de aburrimiento pertenece a un estado de ánimo subyacente a la depresión.

¿De qué depende del aburrimiento?

- Del estatus y la falta de práctica deportiva, como demostraron Annie Britton y Martin Shipley, del University College de Londres. Quienes se aburren con más frecuencia tienen menor esperanza de vida.

- De focalizarse en pensamientos negativos (Eastwood, Universidad de Waterloo). Los depresivos suelen sufrir de aburrimiento crónico.

- De la desactivación del hipocampo (centro del pensamiento), como demostró Krystina Matiak (Universidad de Aachen) y su equipo en 2013.

- Del diálogo interior o “planteamiento cognitivo” (Ulrike Nett, Universidad de Ulm). Los alumnos suelen mostrar “aburrimiento de calibración” porque acaban soñando despiertos.

- De no encontrarle sentido a la tarea. Si se estimula la mente, la persona reacciona con gratitud. Si se dedica a ver la televisión (estimulación pobre), es probable que se aburra. “Creo que el uso excesivo de pantallas y tecnología influye de manera negativa en nuestro sistema de recompensa en el cerebro, como sucede con la drogadicción” (John Eastwood). Cuidado con la multitarea. “El aburrimiento es como las arenas movedizas, cuando uno se mueve no hace nada más que empeorar las cosas”. 

“El tiempo se arrastra cuando uno se aburre”, dice el biólogo y periodista Klaus Wilhelm (gracias por recoger todas estas investigaciones sobre la naturaleza del aburrimiento). Y el tiempo vuela cuando uno se divierte. Te deseo mucha diversión este verano.     

El Estado Islámico, Anna Tarrés y Olivia Pope

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Esta mañana he encontrado en la Librería Soriano el último libro de mi buen amigo Javier Martín sobre el Estado Islámico, subtitulado ‘Geopolítica del Caos’. Javier Martín es un periodista de raza, un historiador de la actualidad; valiente, riguroso, defensor como pocos de la libertad y de la verdad. Haber compartido con él el Challenge de 2014 en Israel y Jordania es algo que nunca olvidaré. Ahora está ejerciendo ese periodismo valiente y abnegado desde Túnez. Confío en que nos veamos pronto.

‘Estado Islámico’, publicado recientemente, nos cuenta cómo se ha gestado este proto-Estado declarado el 29 de junio de 2014 por Abu Bakr al Bagdadi (“el califa Ibrahim”, para sus acólitos). Tras la caída del Imperio Otomano, los acuerdos secretos francobritánicos de Sykes-Picot (1916) repartieron Oriente Medio en zonas de influencia. “Javier Martín huye de simplificaciones, deserta de generalidades, derriba estereotipos” (Cristina Sánchez, RNE, en el prólogo). El ISIS (Estado Islámico) es una amenaza mayor que una organización terrorista (Charles Lister, Brooking Institution). Su prioridad es la guerra santa, pero no es la única; el dinero fluye a raudales, las finanzas públicas son ejemplares, no hay corrupción ni dispendios, la sanidad y la educación son gratuitas, saben utilizar las redes sociales…

La región árabe atraviesa un periodo similar al posterior a la IIGM.

Javier y el profesor Sayig (King’s College) coinciden en que el inicio del caos se sitúa en el año 2000, cuando Hafez El Asad (presidente de Siria) instaura la dictadura republicana hereditaria. Su vástago preferido falleció en 1994 y le deja el país a su segundo hijo, un oftalmólogo de Londres. El experimento funciona y otros (como Hosni Mubarak en Egipto) tratan de copiarlo. En 2003, la invasión angloestadounidense de Irak (que el autor califica de “ilegal, chapucera y vengativa”). La caída de Sadam Husein refuerza el eje Teherán, Damasco y Beirut (ahora con el gobierno chií de Bagdad). El califa Ibrahim fue arrestado en enero de 2004 por tropas de EEUU y sus aliados musulmanes… y liberado en diciembre de ese mismo año. David Petreus montó en Irak en 2006 los “Consejos del Despertar” (milicias con señores del partido Baaz al mando) para luchar contra Al Qaeda. Cuando se retiraron las tropas occidentales, los Consejos volvieron a la insurgencia y finalmente al Estado Islámico.

El punto de inflexión fue la matanza de Hawiya (27 de abril de 2013), perpetrada por afines al primer ministro iraquí Al Maliki. Abu Bakr al Bagdadi era ya el líder del Estado Islámico en Irak (ISI). Un año después, proclamó el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). Es el primer líder yihadista de envergadura que no ha pasado por los campos de entrenamiento de Afganistán. Tiene una gran capacidad para convencer y anticipar las oportunidades. Su política es el terror y la solidaridad vecinal; económicamente, el estado funciona como la mafia: petróleo de contrabando, compraventa de armas, asalto de bancos y secuestro de extranjeros. Tiene 35.000 soldados de 90 nacionalidades.

En paralelo, uno de sus grandes enemigos: el movimiento chií Hizbulá, dominado por el jeque Hasan Nasrala.

Desde la caída del Sha en 1979 y la creación de una teocracia antiamericana en Irán, los EEUU se han apoyado en Israel y Arabia Saudi. Con el presidente Mohamad Jatami (1997-2005) hubo un primer intento –secreto- de acercamiento; ahora el panorama está cambiando.

La “primavera árabe” en realidad nunca fue, en opinión de Javier Martín. Arabia Saudí está “en el filo de la navaja” (es el título de un libro de Walter Lippman, periodista del Washington Post), por la renovación y porque China es ya el primer consumidor del crudo saudí. Israel comparte con Arabia Saudí la aversión por Irán, por el régimen de Siria y por Hizbulá. Y están los “Hermanos Musulmanes” (por quienes ha apostado Qatar), que atacan a todo estado democrático y moderno, y el papel de Turquía. “Siria es aún un inmenso charco de sangre, más dividido que antes si cabe y esclavo de la guerra civil, en el que chapotean si pudor los intereses geoestratégicos internacionales”. Suníes y cristianos, apoyados por Arabia Saudí, frente a chiíes (Irán, Hizbulá). “El destino del Estado Islámico está intrínsecamente vinculado a Siria. Y el futuro de Siria depende del desenlace de la guerra entre Irán y Arabia Saudí”. Javier opina que hay que repasar vetustas alianzas. “El Estado Islámico no es más que el reflejo monstruoso de la desigualdad y la desesperanza”. Gracias, querido Javier, por enseñarnos las claves del ISIS.

De la prensa de hoy, me quedo con los comentarios de dos mujeres líderes a las que admiro: Anna Tarrés y Judy Smith.

En la sección de deportes de El Mundo, la coach Anna Tarrés titula “España se ha precipitado al abismo”. Desde que ella se hizo cargo en 1993 hasta la primera medalla en un Mundial pasaron diez años (las 10.000 horas de práctica deliberada, ya sabes). El equipo se mantuvo en la excelencia hasta 2013, otra década, hasta que Anna se tuvo que marchar (despido nulo, según el TS). La Tarrés tiene sensación de vértigo (“¿será capaz España de salir del pozo en que se ha metido?”). en tres años, hemos perdido tres puestos. ¿Las causas? “Se ha perdido el nivel de perfección, la búsqueda constante de la excelencia y la innovación, que se traduce en coreografías que rompían estereotipos en un deporte, a veces, demasiado encorsetado”. Quedan 12 meses para los Juegos de Río “y mucho tendrán que cambiar las cosas para que España mantenga el podio que con tanto trabajo conseguimos en Pekín y en Londres”. Rusia y China en lo más alto, Ucrania y Japón por el bronce y luego Italia. En opinión de Anna, “España está más cerca del sexto puesto que del podio”.

Ya sabes que la Calidad Directiva es más del 60% de la productividad y la competitividad. Este es un nuevo ejemplo de ello.

Y Judy Smith, “la auténtica Olivia Pope”, entrevistada por Begoña Gómez Urzaiz en El País: http://elpais.com/elpais/2015/07/31/estilo/1438356059_436330.html

Begoña le pregunta a la mejor gestor de crisis de EEUU (cuyo libro ‘Escándalo’, he tenido el honor de prologar) por Bill Cosby y ella declara, muy profesional, que ella no habla de clientes.

“Obviamente, no resulta fácil pillar a Judy Smith en un renuncio ni hacerle decir una palabra de más o de menos. Esta experta en gestión de crisis lleva 20 años ocupando un segundo plano en las fotos cada vez que se produce un escándalo mediático en Estados Unidos. Su figura se hizo más reconocible durante el caso Lewinsky (a su pesar, porque la discreción es una de sus grandes bazas). Allá estaba Smith, guiando a la exbecaria de la Casa Blanca por el enjambre de fotógrafos que la seguía a todas partes. Desde entonces ha sido fácil reconocerla detrás o al lado de todopoderosos de la política, el entretenimiento o el deporte que se han visto envuelto en serios problemas.” Como con Kobe Bryant o SONY Pictures.

“Se entiende que Shonda Rhimes, la poderosa productora televisiva detrás de éxitos como Anatomía de Grey, quedara fascinada por ella cuando la conoció. Rhimes le prometió que crearía una serie basada en su vida y de ahí surgió Scandal, en la que Kerry Washington lleva cuatro temporadas interpretando a Olivia Pope, la versión de Smith en la ficción. “Bueno, yo no voy por ahí trasladando cadáveres ni mantuve relaciones con el presidente de Estados Unidos”.

“La jurista y experta en crisis, que fue subdirectora de comunicación del primer presidente Bush, acaba de publicar un libro hábilmente titulado Escándalo (Alienta) en el que traslada sus recetas para la gestión de crisis a la vida cotidiana. “Es muy útil”, asegura. “Lo primero es señalar cuál es el problema, qué lo está causando y después tratar de resolverlo de una manera honesta y pensada. Porque a menudo la tendencia cuando tenemos una crisis es no afrontarla y salir corriendo”.

“La apagafuegos ejerce también como productora ejecutiva de Scandal [en España se emite en Divinity] y aconseja a los guionistas a la hora de concebir las crisis a las que se enfrentan los “gladiadores con traje”, como Olivia Pope llama a sus asociados. Smith se refiere a los suyos como “superhéroes de la Liga de la Justicia”. Mantiene una excelente relación con Kerry Washington, que suele llamarla “al menos una vez por capítulo” para consultarle cómo afrontaría ella tal o cuál situación y ha calcado de ella varios detalles clave, como la tendencia a vestir de blanco y de firmas de lujo. “Es mi color preferido, pero yo no consigo estar tan impecable a todas horas como Olivia Pope ¡Nadie puede!”, dice.
Antes de que se empezase a emitir la serie, Smith llamó a su exjefe, George Bush padre, para alertarle. Bush bromeó con que le tentaba confirmar el affaire. “Sería bueno para mi reputación”, le dijo. Asesora tanto a republicanos como a demócratas en apuros y rechaza a muchos clientes.”

Su libro es uno de los mejores que puedes leer este verano. Nunca se sabes cuándo aparece una crisis a la que enfrentarse.

7 vídeos de TED para tomártelo con tranquilidad este verano

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Silvia Damiano, referencia internacional en Liderazgo y Neurociencia, nos propone con su equipo de ‘About My Brain’ siete vídeos de TED relacionados con tomárnoslo con calma y disfrutar más de la vida. Ideales para comenzar el verano.

- ‘Elogio de la lentitud’, de Carl Honoré (TEDGlobal, 2005): www.ted.com/talks/carl_honore_praises_slowness?language=enConsiderado “el embajador” del movimiento slow, ha trabajado con niños de la calle en Brasil y ha publicado ‘Elogio de la lentitud’, ‘LA lentitud como método’ y ‘Bajo presión’. 


- ‘Todo lo que se tarda son 10 minutos de Mindfulness’, de Andy Puddicombe: www.ted.com/talks/andy_puddicombe_all_it_takes_is_10_mindful_minutes?language=en(Londres, 2012). Este experto en meditación y mindfulness ha estudiado educación física, recibido información de monjes budistas y trabajado en el Circo de Moscú.  


- ‘Los hábitos de la Felicidad’, de Matthieu Ricard. www.ted.com/talks/pico_iyer_the_art_of_stillness?language=en(2008) Este monje de familia francesa de intelectuales es considerado el ser humano más feliz del mundo. Nos cuenta cómo lograrlo.


- ‘Olvídate de la multitarea, prueba la monotarea’, de Paolo Cardini. www.youtube.com/watch?v=0YNeyBANrTIEducador y diseñador, profesor de diseño industrial, en este breve vídeo (apenas 3 minutos) alaba las ventajas de centrarse y poner el foco en solo un tema cada vez.


- ‘Si quieres ser feliz, sé agradecido’, de David Steidnt-Rast. www.youtube.com/watch?v=UtBsl3j0YRQEste monje y profesor vienés, benedictino, es experto en diálogo interreligioso. La gratitud está en el corazón de la fe.  


- ‘Visiones gloriosas de la animación y el rendimiento’, de Miwa Matreyek. www.youtube.com/watch?v=ViZBwbzOcC8(2010) Un fabuloso espectáculo de esta artista de Los Ángeles: animación con sus sombras, de apenas 11 minutos. Delicioso.


- ‘El arte de la quietud’, de Pico Iyer: www.ted.com/talks/pico_iyer_the_art_of_stillness?language=en(Nueva York, 2014). Este novelista y ensayista británico de origen hindú, nacido en Oxford en 1957, es experto en multiculturalidad y escribe habitualmente en el New York Times. En 2014 publicó un libro con el mismo título. 



Como extra, los consejos de Carl Honoré para reducir la marcha:

1. Dedica algo de tiempo cada día a apagar todos los artilugios. No hay excepciones. Y ningún retroceso.

2. Para neutralizar la ansiedad que provoca la desconexión, avisa a tus amigos y colegas que no vas a estar disponible durante las 24 horas del día para que sepan que pueden encontrarte en un horario determinado.

3. Programa alguna actividad al aire libre todos los días y aparca el teléfono. La naturaleza actúa como un bálsamo calmante.

4. Mantén un diario o una cuenta corriente del tiempo que estás delante de una pantalla durante una semana. A veces, ver por escrito la cantidad de horas que se han invertido en utilizar la tecnología sirve para concienciarte y decidir recortar.

5. Sal de casa sin cargador del móvil. Te verás obligado a utilizar el teléfono con mayor moderación para evitar quedarte sin batería.

6. Apaga cualquier pantalla media hora antes de acostarte y no la vuelvas a conectar hasta después de media hora de despertarte. Esto te dará el tiempo y el espacio para pasar a un ritmo más saludable.

7. Descansa desconectando los aparatos unos momentos al día.

8. Apaga tus notificaciones (Instagram, Whatsapp, etc). De esa manera puedes decidir cuándo ver una actualización en lugar de que constantemente te distraigan esos sonidos.

9. Realiza actividades libres de tecnología, algo como yoga, meditación, ecología, lectura , cocina, …lo que más te apetezca.


Al menos en vacaciones, mejor que nos lo tomemos con un poco de tranquilidad. Gracias, Silvia, por las indicaciones.


20 lecciones sobre Creatividad de las 100 personas más creativas del mundo de los negocios

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Vuelo con Zoe a Múnich, a pasar dos semanas en Baviera y el resto del sur de Alemania y Austria, de Innsbruck a Viena.


El vuelo de Iberia, de 4 a 6,30 pm, ha sido muy puntual. Y de ahí a Schwabing, un idílico barrio muniqués, cuna del "art nouveau" alemán, junto a la zona universitaria. Una zona especialmente divertida de Baviera.  
Llevo distintas lecturas, desde un libro sobre Arquímedes y ‘El origen del hombre’ de Darwin (que quiero releer, en una fantástica edición con dos eminantes investigadores, Joandoménec Roc, catedrático de ecología de la Universitat de Barcelona, y Carles Lafuerza-Fox, profesor de biología de la Universitat Pompeu Fabra) hasta ‘Salvados in extremis’ de Bernardo Quinn (DRH global de Telefónica), ‘La máscara del mando’ (un estudio de Liderazgo de John Keegan) y un texto fascinante sobre las batallas victorias de la historia de España, ‘Cuando éramos invencibles’). Este cambio de aires me vendrá bien para pensar en proyectos y para desarrollar la creatividad.

Hablando de creatividad, tenía pendiente la revista Fast Company con el número sobre ‘100 Most Creative People in Business’ (Las 100 personas más creativas del mundo de los negocios). Las hay de marketing y publicidad, arquitectura y arte, automóvil, electrónica de consumo, data, diseño, educación, energía y medio ambiente, moda y retail, películas y televisión, finanzas, comida, juegos, gobierno y política, sanidad, medios, música, ciencias, servicio, bien social, social media, deportes y tecnología.

El editor de Fast Company, Robert Safian, nos aporta ’20 lecciones de creatividad para 2015’:

1. La creatividad no discrimina (en el Top 100, 53 mujeres, 43 personas de color, todo tipo de sectores).

2. La creatividad desafía las expectativas. Durante la crisis del ébola, Charles Arntzen, profesor desconocido de Arizona, mostró una vacuna con potencial. Por eso ocupa el nº 1 de la lista de este año.

3. La creatividad se improvisa. Amy Poehler ha elevado su impacto desde la televisión a los libros y el vídeo. Por eso está en la portada de la publicación y en el nº 8 de la lista.

4. La creatividad parte de cero. Jason Jones (72º) convirtió Halo en un megagit para Microsoft y se lanzó a una nueva idea, Destiny, el nuevo vídeo juego de más éxito de la historia.

5. El miedo no puede con la imaginación. Vlan Dakhil (nº 41) es un objetivo del Estado Islámico y le han herido en un accidente de helicóptero. Este parlamentario iraquí utiliza Youtube para la causa de los Yazidis, amenazados con la aniquilación.

6. Agravar es inspirar. Tracy Young (nº 31) estaba exasperado por la ineficiencia de los planes tradicionales y creó PlanGrid. Martha Murray (nº 15) se atrevió con un nuevo enfoque para mejorar la recuperación tras las operaciones quirúrgicas.

7. Cuanto más grande seas, más rápido te mueves. Nike quedó desplazado por Adidas en el Mundial, pero Greg Hoffman (nº 12) dedicó sus esfuerzos a darle la vuelta y obtuvo 400 M de visitas. Linda Boff (nº 22) ha empleado el poder de GE para enseñar tecnología.

8. La Creatividad cambia lo malo por lo bueno. Zoe Quinn (17ª), acusada de abuso online, y su novio Alex Lifschitz (18º) lanzaron Crash Override para ayudar a otras víctimas. Azzendine Downes (nº 33) del Fondo Internacional de Bienestar Animal utiliza drones para encontrar a los malhechores.

9. La creatividad ocurre en 3D. Caitlin Oswald (nº 30) ha utilizado impresoras 3D para mejorar los motores de Pratt & Whitney. La profesora de Harvard Jennifer Lewis (nº 27) las utiliza para la electrónica.

10. La creatividad es ambidextra. El diseñador Thomas Heatherwick (nº 24) planifica la nueva sede de Google. Hemisferio izquierdo + derecho del cerebro.

11. La creatividad consigue adeptos. Christine Leonard (nº 48) ha obtenido apoyo de conservadores y liberales para la reforma de la sanidad pública.

12. El comercio y el arte se juntan. Un colectivo llamado K-Hole (nº 49-51) analiza tendencias sociales para trabajar como consultores de grandes compañías.

13. Los cómics son tendencia. Kelly Sue DeConnick (nº 64) ha convertido una luchadora contra el delito en una heroína de Marvel.

14. La Ciencia puede reforzar nuestras asunciones. Leslie Dewan (6ª) ha creado una tecnología para limpiar las centrales nucleares.

15. Los juegos pueden modificar la educación y la ciberseguridad. Jocelyn Leavitt (86ª) de Hopsnotch ha llegado a más de un millón de niños. Craig Stronberg (nº 83) de PwC ha creado un juego para vivir la experiencia de ciberseguridad.

16. La burocracia está bajo asalto. Verónica Juárez (nº 16) está modificando la industria automovilística. Megan Smith (nº 45), CTO de la Casa Blanca, y Hillary Hartley (nº 46) de 18F están replanteando el enfoque del gobierno a la tecnología.

17. Los datos cambian la sociedad. Dao Nguyen (nº 3) de BuzzFeed modifica los medios y Danilo Leao (nº 88) ayuda a granjeros en Brasil.

18. Y también la conversación. Larry Wilmore (nº 44) es un comediante que bromea sobre las etnias, Janet Mock (nº 57) sobre género y Mike Judge (nº 75) en el Silicon Valley.

19. La creatividad puede explotar pronto… Jerome Jarre (nº 58) es una estrella a los 25, Marques Brownlee (nº 28) un popular Youtuber a los 21 e Isabella Rosa Taylor (nº 77) lleva una línea de lujo de Nordstrom con 14.

20. …porque es cuestión de divertirse. Con la música de Run the Jewels (nº 81-82), con Minecraft de Jens Bergensten (nº 5) o con los chocolates Vosgues (nº 85), la cosa es disfrutar.


Me ha gustado la recomendación de Barcelona que ha hecho la arabista Nadine Chahine: “Una ciudad vibrante que combina las mejores cualidades: un clima estupendo, fantástica comida, playas y montañas fabulosas y una escena de diseño activa”. Zoe Ryan (CEO del Instituto de Arte de Chicago) se interesa por la arquitectura de la Ciudad de México. Steve Stoute (fundador y CEO de Translation) está encantado con que Kerry Washington (la actriz protagonista de ‘Scandal’) sea la conferenciante de su convención.

Atención a Rajan Anandan (2º), VP y DG de Google en Sureste asiático; María Claudia Lacouture (4º), presidenta de ProColombia (impresionante el rebranding de este maravilloso país, que ha elevado su turismo internacional un 56%); la actriz y productora Amy Poehler (es la voz de Alegría en ‘Del Revés’); Tracy Chou, Nadine Harik y Jennifer Tsai (nº 19-21) de Pinterest; David Eun (nº 23), VP de Innovación de Samsung; Kevin Well (26º), VP de productos de Twitter; Imran Amed (nº 54), Fundador y CEO, The Business of Fashion; Lisa Seacat DeLuca (63ª), inventora de IBM; Mehmood Khan (nº 67), Chief Scientific Officer de Pepsico; Donald Robertson (76º), VP de Desarrollo creativo de Estée Lauder; Bora Chung (80ª), VP de mercados de eBay; Mark Williams (nº 89), fundador de ‘Shakespeare in a chair’; Marije Vogelzang (96ª), diseñadora de comida; y Payal Kadakla (nº 100), fundadora y CEO de ClassPass, una aplicación que por 99$ al mes te permite ir de forma ilimitada a clases de fitness y danza.


Como dijo Herman Melville, el autor de ‘Moby Dick’: “Más vale errar en la originalidad que tener éxito en la imitación”.

Mi gratitud a Robert, a su equipo y a las 100 personas tan creativas que aparecen en este número.              

Las ETTs, las Start ups y una fantasía llamada Holacracia

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Estuve leyendo en Barajas, antes del vuelo de ayer, el Expansión del lunes 3. En portada, Stefano Scabbio, presidente de ManpowerGroup Mediterráneo, anunciando un crecimiento del grupo en España del 20%. A. Fernández entrevistaba a Stefano: “En los últimos años, el Gobierno ha hecho reformas en el ámbito laboral y fiscal que han tenido un impacto positivo para empresas y empleados, lo que se está reflejando en una mejora de la contratación”. El PIB español crecerá al 3% y ManpowerGroup por encima del 20%, hasta 400 M €. Prudencia: la recuperación económica todavía es débil y sujeta a alta volatilidad e incertidumbre. Los grandes temas son el desempleo juvenil (que supera el 50%) y el de larga duración (más de dos millones de personas).

Stefano Scabbio se refería a la educación, “para crear y atraer talento”, porque la escasez de talento “es un problema real”; en España no es nada fácil encontrar buenos perfiles en “trabajos cualificados, técnicos, ingenieros y en el sector de las Tecnologías de la Información”. Scabbio insiste en que contar con talento y fidelizarlo es clave para las empresas. Para ManpowerGroup, el trabajo temporal es el 60% y se ha reforzado en todo el ciclo estratégico de talento, desde la selección a la desvinculación, pasando por la formación y el desarrollo o la externalización. Como ejemplo, la integración de AnyHelp (una compañía de 40 M €, con clientes como el BBVA, Gas Natural Fenosa, HP, IBM o el Santander).

El dato más sorprendente, en mi opinión, de este artículo, es que el empleo flexible en España solo tiene una penetración del 0’6% respecto a la población activa, muy inferior al 1’1% de Italia, el más del 2% de Francia y Holanda y el 4% del Reino Unido. Una escasa penetración de la flexibilidad, a pesar del alto desempleo (o más bien, dos efectos de una misma causa: empresas rígidas y paternalistas).

En el mismo diario, Elena Arrieta entrevistaba a Bernardo Hernández, que se incorporó a Google en 2005. En California creó una consultora para ayudar a las empresas españolas a hacer las Américas. “Considero que uno debe trabajar en aquello que le apasione, que en mi caso es poner en marcha nuevos proyectos. Por supuesto no es fácil conseguirlo, pero hay que pelear por ello”. Bernardo dejó Flick por motivos personales. Le pide al trabajo “que me motive, que me divierta. Encontrar un buen equilibrio entre la vida personal y profesional es muy importante”. Tras 8 años en Silicon Valley (donde se concentra el 40% del Capital Riesgo de EEUU), quiere continuar con los emprendedores españoles: “Los españoles tendemos a tomar pocos riesgos en la vida. Hay que arriesgar para ganar”. Bernardo tiene muy claro que lo importante de una start up es su modelo de negocio para la creación de valor. “Si una start up consigue crear valor, los ingresos ya llegarán”. Y pone como ejemplo a Instagram, que no facturaba y fue vendida a Facebook por 1.000 M $.

En páginas centrales, “Sin jefes todo podría ser mejor”. Tino Fernández se refiere al libro ‘Holacracia. El nuevo sistema de management para un mundo rápidamente cambiante”, de Brian Robertson. Hace apenas 3 meses, el fundador de Zappos hizo esta declaración: “Quien no sea capaz de adaptarse a Holacracy deberá abandonar la empresa, con tres meses de indemnización”. Lo hizo el 14% de la plantilla. El resto se quedó a probar Holacracia (del griego “holos”) es un sistema de gestión sin jefes en el que el poder es de todos, no hay mandos ni jerarquía ni puestos de trabajo definidos. Cada empleado, supuestamente, es un líder y toma decisiones con la máxima autonomía.

Con todos mis respetos al desaforado entusiasmo de Brian Robertson, esta “Holacracy” es en realidad “Holacrazy”, una locura. Se trata, no de la democracia (un sistema político, que no empresarial) sino de acracia, algo que en la historia de España se conoce muy bien: “Ni Dios, ni amo”. La acracia deviene en una asamblea casi permanente: todo hay que votarlo para decidirlo. “Los empleados de Zappos sostienen que el nuevo sistema es confuso y requiere de mucho tiempo de adaptación. Algunas veces supone hasta 5 horas extra de reuniones por semana”. Más reunionitis, lo que faltaba.

En el término medio está la virtud. Igual que un servidor aborrece el pseudomisticismo de autoayuda barata y soluciones instantáneas tanto como el taylorismo, me gusta tan poco la anarquía como la tiranía. La solución en un mundo VUCA no es una organización sin autoridad, sino que la autoridad sea moral, de credibilidad (más y mejor liderazgo) y no formal, de galones, de imposición.

El creador de esta Holacracia debería conocer que allá por 1969 ciertos investigadores de Harvard apasionados del “flower power” hicieron un experimento con tres compañías, que llamaron Blazer, Booker y Balance. Una muy jerárquica y estructurada, otra “holacrática” y una tercera profesional, con liderazgo, dirección por objetivos, gestión del desempeño, etc. En la primera, el clima laboral era irrespirable. En la anárquica, el clima era bueno (no mejor que la que apostaba de verdad por el liderazgo), pero perdía dinero a tope. Cuando el accionista se cansaba de los números rojos, ponía un gerente tirano. La gente no estaba contenta, pero los beneficios llegaban. Lo inteligente es apostar por un modelo de empresa bien gestionada, humanista y con criterio.

La naturaleza, ya sabes, no conoce atajos.

En el vuelo estuve releyendo ‘¡Hazlo!’ de Seth Godin (con la revista Tiempo este verano). Una llamada a la acción, a la iniciativa, a la inteligencia ejecutiva, a la valentía.

Me gusta su concepto de los seis tipos de Capital: financiero, de redes (contactos), intelectual, físico, de prestigio (reputación) y capital instigador: “el deseo de avanzar. La capacidad y las agallas necesarias para decir sí”. Ni que decir tiene que a Seth Godin éste es el que más le gusta. “Y resulta que en la nueva economía es el más importante”.

Mi gratitud a Seth, a Tino, a Bernardo y a Stefano, por hacernos pensar en esta jornada agosteña.        

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