Hoy día 3 de julio de 2014 cumplo 50 años. En términos estadísticos, he pasado dos tercios de mi propia vida (trabajo desde los 16) y me queda un cuarto de siglo de existencia.
Anoche tuvimos cena de la Dirección del Grupo en Barcelona. Las cenas corporativas son un insustituible termostato del clima laboral, del ambiente de trabajo, y me encantó comprobar que el nuestro sigue en forma. Mi gratitud a mis compañer@s, comenzando por Raúl, el presidente, con los que pasé un rato muy pero que muy agradable. Brindamos, nos reimos mucho, cantamos… lo pasamos de maravilla. Muchas gracias a tod@s vosotr@s.
Y hoy, aunque por ser una empresa sensible al equilibrio de vida personal y profesional tenemos derecho a cogernos el día de vacaciones, he cogido el vuelo de Iberia de las 7 a Madrid y he tenido reuniones comerciales e internas (también me ha dado tiempo a tomar un café con l@s compis). Muchísimas gracias a tod@s l@s amig@s que me habéis felicitado, desde Australia hasta Venezuela, por teléfono, wasap, Facebook, etc. La amistad es la sal de la vida.
Paul Brandeis, periodista de The Huffington Post, cumplió esta edad hace unos días (el 29 de junio) y, como dobla en edad a sus compañeros de redacción, imaginó ’25 cosas que mi yo de hace 25 años me diría en mi 50 cumpleaños’. Son las siguientes:
“1. No te esfuerces tanto por ser respetable. Habla desde el corazón sobre aquello en lo que de verdad crees, aunque te haga parecer un iluso o un sentimental.
2. Puedes cambiar tu vida de forma radical cuando lo necesites. No tienes por qué seguir haciendo lo de siempre sólo por haberte acostumbrado a ello.
3. Ser simpático y abierto con gente nueva en lugares diferentes te puede llevar a vivir aventuras y amistades increíbles. No te acomodes a tus círculos de amistad ni a tus conocidos habituales.
4. Recuerda: pasar una noche bailando con un gran DJ en una discoteca es un importante camino hacia la trascendencia. Hazlo de vez en cuando.
5. Necesitas mucho menos dinero del que crees para sobrevivir, así que deja de obsesionarte con ello y trata de gastar menos. Antes podías vivir con menos de 10 euros al día.
6. No te preocupes si no sabes lo que quieres hacer para el resto de tu vida. Deja hueco para que ocurra lo inesperado.
7. Dios te quiere aún más por ser un poco rarito. No escondas tu luz y enséñasela al mundo.
8. De vez en cuando, sal de casa sin un objetivo concreto y observa a dónde te lleva la ciudad. No te quedes solamente con el camino que hay entre tu piso, el trabajo y el gimnasio.
9. Queda más a menudo con tus amigos de toda la vida y ponte en contacto con aquellos con los que lo has perdido. Parece que no tienes tantos amigos como solías.
10. La ambición está sobrevalorada. Deja de esforzarte tanto por "lograr el éxito".
11. Está bien creer que merece la pena trabajar por una sociedad utópica en la que todos los individuos son tratados con dignidad e igualdad. El cinismo no te hace inteligente, sino cínico.
12. Haz algo artístico de vez en cuando. Aunque no tengas demasiado talento y a nadie le encante tu retrato desnudo bajo las hojas de otoño, el proceso creativo es bueno para el alma.
13. La próxima vez que te acuerdes de todo lo que solías hacer, plantéate volver a hacerlo. Estudiar danza, tallar calabazas para Halloween e improvisar no deberían ser simplemente pensamientos del pasado.
14. Reza con la misma urgencia con la que lo hacías cuando tenías 25 años y eras totalmente consciente de lo mucho que necesitabas la ayuda de Dios.
15. Por favor, por favor, aprende a tocar al menos una canción con la guitarra. Llevas 30 años diciendo que quieres hacerlo.
16. No te limites a dar limosna, vete de voluntario a algún lugar en el que puedas interactuar de forma directa con la gente. Tu vida es demasiado aséptica y te estás volviendo un aburrido. Seguro que, aunque no duermas, pasar la noche en un centro de acogida para personas sin hogar te permite conocer a gente increíble.
17. Deberías estar absolutamente agradecido por haberte enamorado. Has pasado mucho tiempo solo, sin imaginar que encontrarías a alguien tan espectacular. No pases un solo día sin recordar lo afortunado que eres.
18. Practica un nuevo deporte. La rutina de cardio y pesas para tener un físico decente ya se ha pasado de moda. ¡Tú antes eras un atleta! Vuelve a hacer natación, apúntate para la próxima carrera de tu ciudad o prueba con el boxeo.
19. ¿Cuándo te convertiste en un pijo aburrido? Antes no te preocupaba tanto destacar y no te importaba ponerte de vez en cuando alguna prenda adelantada a la moda. Tus creencias religiosas no te impiden innovar.
20. Tus padres siempre han estado presentes y te han mimado, también en los malos momentos. Ahora son ellos los que te necesitas. Nunca te arrepentirás de pasar tiempo con ellos.
21. Disfruta de momentos de soledad en el campo o en el agua. No te olvides de lo valioso que es estar solo en la naturaleza.
22. Teniendo en cuenta que llegaste a poseer una compañía discográfica y que fuiste DJ, resulta sorprendente que el último CD que compraste sea de 1997. Busca un grupo formado en los últimos cinco años y cómprate un disco nuevo.
23. Deja de martirizarte por los errores que has cometido. La autocrítica es buena, pero también tienes que ser comprensivo.
24. Si puedes convertirte en padre, hazlo. Siempre has querido formar una familia. Si no puedes conseguirlo, trata de ser el mejor tío para tus sobrinos y sobrinas. Te hacen sentir realmente orgulloso.
25. Valora cada día de tu vida. A los 25 nunca pensaste que llegarías a los 50. Disfruta de la vida.”
Excepto lo de tocar la guitarra, todo lo demás me lo aplicaré a partir de ahora. Valorar cada día, disfrutar de la paternidad (de una adolescente), relativizar los errores, comprar libros, CDs y DVDs, cuidar a mis padres, practicar deporte, vivir enamorado, hacer cosas diferentes, reflexionar sobre la transcendencia, practicar el altruismo, estar con amigos, innovar…