Segundo domingo de julio, con la ciudad vacía. Ayer por la tarde disfrutamos de Caleido, el centro de ocio junto a las cuatro torres (de hecho, bajo la quinta, la del IE University), con una ligera brisa y sin demasiado calor. Su lema dice: “Caleido, el sitio más guapo de Madrid”.
Probablemente recordarás que mi frase favorita respecto a la gestión del talento es la de Mark Twain: “No es lo que no sabes lo que te mete en líos, sino lo que das por cierto y no lo es”. Así la recogí en mi libro de 2022.
Lo mismo aplica respecto al éxito, entendido como la meta final (éxitus) que desea cada un@. En su libro ‘Errando el tiro’ (cuyo título original es ‘Ladrando al árbol equivocado’, es decir, errar en lo que tienes que hacer), best-seller del Wall Street Journal, nos enseña en la práctica que casi todo lo que creemos sobre el éxito es erróneo.
Eric Barker es el bloguero de ‘Ladrando al árbol equivocado’. Ha sido guionista de Hollywood y trabajado para Disney y la Fox, ha formado parte del equipo de la Wii en Nintendo y colaborado con Stan Lee y los Backstreet Boys. El libro lo recomiendan Daniel Pink, Adam Grant, Robert Cialdini y Robert Sutton.
¿Qué lo que damos por cierto respecto al éxito y nos desvía del camino?
A. ¿Ir a lo seguro o no hacer lo que nos dicen? Karen Arnold (Boston College) hizo un seguimiento a alumn@s de Instituto: 95% fue a la Universidad (nota media: 7,2), el 60% ha hecho posgrado. Un 40% ha alcanzado puestos directivos. Buen@s chic@s que no han llegado muy lejos. “Estamos priorizando la conformidad y la voluntad de seguir el sistema”. Quienes se atienen a las reglas no llegan a la cima. Lo hacen gente como Churchill o Lincoln, que no ha sido “filtrada” (Gautan Mukunda), que son “intensificadores”, líderes de la transformación. Como el pianista Glenn Gould, el nadador Michael Phelps o Brad Bird (Pixar), que asumen riesgos. “¿En qué eres buen@ que produce automáticamente los resultados deseados? (Peter Drucker).
B. Confianza, cooperación y bondad: ¿l@s chic@s buen@s terminan l@s últim@s? Eric Barker nos habla de Michael Swango, asesino en serie; de los piratas y los pandilleros. “A corto plazo, ser malo puede parecer bueno”. Para Jeffrey Pfeffer (Stanford), lo que tu jefe piensa de ti (percepción) es más importante que lo que realmente haces (resultados). Esperar que los demás no sean fiables es una profecía autocumplida (Dan Ariely, Duke University). Sin embargo, Adam Grant (Wharton) ha analizado a las personas generosas (givers) frente a las aprovechadas (takers). La generosidad lleva al éxito siempre que no sea excesiva (lo que se define como “prodigalidad”). “A largo plazo, ser un cabrón envenena el pozo”. El dilema del prisionero nos enseña que la cooperación es vital. Frente a la desconfianza, el TFT (“tit for that”, donde las dan las toman): empezar cooperando y si el otro no lo hace, responder con la misma moneda. Las seis reglas son: elige el estanque adecuado, coopera primero, ser desintersad@ no es de sant@s sino de tont@s, trabaja duro, pero asegúrate de que se note, piensa a largo plazo y haz que los demás hagan lo mismo, perdona.
C. Cuánto aguantar: ¿Los que abandonan nunca ganan y los ganan nunca renuncian? Es una mítica frase del gran coach Vince Lombardi. Sin embargo, los Navy Seals, los videojuegos, los matrimonios concertados y Batman nos enseñan que, si bien la perseverancia es el secreto de los campeones (Ángela Duckworth,, Grit) y debemos dotarnos de un “diálogo interior positivo” que nos lleve al optimismo inteligente frente a la “indefensión aprendida” (Martin Seligman), todo tiene un límite. “La valentía no siempre es seria; el valor no es más que un juego”. Fluyamos y asumamos el “abandono estratégico”. Sepamos en qué ser perseverantes y optimistas (en nuestro talento), con una historia significativa, disfrutemos del juego, hagamos pequeñas apuestas y pensemos en el legado (cuando ya no estemos).
D. No es lo que sabes, sino a quién conoces (salvo que realmente sea lo que sabes). Es el poder de las redes, en los negociadores de rehenes, los mejores cómicos e Isaac Newton. Sin embargo, los introvertidos tienen una ventaja (Susan Cain). Anders Ericsson y Gerard Roche nos enseñan lo valioso que es tener un mentor. Haz que se sienta orgullosa de ti. La gente de éxito siempre está recibiendo y dando. Ten y mantén una muy buena red.
E. Cree en ti mism@, pero sólo a veces. De maestros de ajedrez como Gary Kasparov (derrotado por Deep Blue en 1997), de unidades militares secretas (Operación Bettenbourg), estafadores de Kung Fu como George Dillman o Yanagi Ryuken y personas que no pueden sentir miedo aprendemos la fina línea entre la autoconfianza y el autoengaño. El coach Marshall Goldmsith considera que las personas de éxito tienen una especial autoconfianza. Sin embargo, cuidado con el “efecto Dunning-Kruger” (actitud sin aptitud): hay una correlación evidente entre estupidez y vanidad. Tomás Chamorro-Premúzic ha investigado los beneficios de la humildad: control de la realidad y limitación de la arrogancia. Creer en ti mism@ es bueno; perdonarte a ti mism@ es mejor. Ajusta tu nivel de autoestima, gánate la confianza, no seas un/a farsante. Autocompasión y sabiduría.
F. ¿Trabajo al máximo o equilibrio de vida? Con el ejemplo de Spiderman, los monjes budistas, Albert Einstein, los luchadores profesionales y Gengis Khan con su plan. La clave es una alta productividad ( Frank Barton, Universidad de Santa Cruz; Keith Simonton). De nuevo, el talento. La ambición y la voluntad predicen el éxito mejor que la inteligencia o el salario. Estar sin trabajo aumenta la mortalidad prematura un 63% (Evan Silver, Universidad McGill). “El verdadero artista dejará que su mujer pase hambre, que sus hijos vayan descalzos, que su madre siga trabajando a los 70 años antes de dedicarse a cualquier otra cosa que no sea su arte” (George Bernard Shaw). El agotamiento es la otra cara de la perseverancia. Cuatro claves de equilibrio; FELICIDAD = DISFRUTAR, LOGRO = GANAR, SIGNIFICADO = CONTAR PARA LOS DEMÁS, LEGADO = EXTENDER. “Good enough (lo suficientemente bueno) is almost always (es casi siempre) good enough” (Barry Schwartz). Tener un plan es vital para tener éxito y ser feliz. Pero las listas de tareas (“To Do” lists) suelen ser perversas. N tratemos de programarlo todo; terminemos el día bien y a tiempo.
Una gran lectura para este verano. Puedes sustituirlo por su charla en Google de apenas una hora.
Las seis dimensiones del éxito se resumen en tres pilares: el “Conócete a ti mismo” del Oráculo de Delfos, el equilibrio aristotélico y el talento definido adecuadamente, sin dar por cierto lo que no es. ¿Ir a lo seguro o romper reglas? Primero una cosa, luego la otra. ¿Ser buena persona o malvada? Buena, pero no tonta. ¿Perseverancia o abandono? Conocer la curva de la S de tu carrera profesional (paciencia en la travesía del desierto, evitar la euforia en el crecimiento, autocrítica cuando estás plano). ¿Redes o conocimientos? Ni aislamiento ni ignorancia: cuidado con los tontos motivados (Emilio Duró). ¿Autoconfianza o autoengaño? Sana autodescripción (los amigos son vitales). ¿Dejarte el alma o equilibrio de vida? Disfrutar con lo que haces y darte tiempo para ti.
Mi gratitud y enhorabuena al autor, Eric Berker, a la traductora, Daniela Fried, y al editor en castellano, Manuel Pimentel.
Estos días estivales estoy viendo buen cine en las plataformas. Una deliciosa película francesa como ‘La Belle Epoque’ (2020), protagonizada por Daniel Auteuil, Guillaume Canet, Doria Tillier, Fanny Ardant. Si pudieras revivir una época de tu vida, ¿Cuál elegirás? ¿Volver a cuando conociste a tu gran amor?
‘El Apartamento’, de Billy Wilder, con Jack Lemmon y Shirley McLaine, una de las mejores películas de la Historia. “Yo vivía como Robinson Crusoe, era un náufrago entre ocho millones de personas, hasta que un día vi pisadas en la arena y la encontré a usted”.
Y ayer, ‘Un pez llamado Wanda’, la deliciosa comedia de John Cleese con Jaime Lee Curtis, Kevin Kline y Michael Palin.
Propuesta musical: ‘Always something there to remind me (Siempre hay algo ahí que me recuerda) de Dionne Warwick. Banda sonora de ‘La Belle Epoque’. El tema de Burt Bacharach de 1963. “Well how can I forget you?/ When there is always something there to remind me/ Always something there to remind me/ I was born to love you/ And I will never be free/ You’ll always be a part of me”.
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