Jornada en Elche, de Coaching de Equipo con el Comité de Dirección de una de las principales empresas de la ciudad, la séptima industrial de España. No concibo procesos de Transformación Cultural serios y rigurosos sin coaching del equipo directivo y de cada un@ de las ejecutiv@s por separado. La ejecución es el 90% de la estrategia, y por ello más del 70% de las transformaciones (el 84% de las transformaciones digitales) fracasan.
Muchas gracias a la Cátedra Mujer Empresaria y Directiva de la UMU (Universidad de Murcia), que dirige Isabel Martínez Conesa por el lunch ayer que abrió su programa. Reflexionando sobre el Talento, la Marca y la Mujer quise compartir con las alumnas diez temas, con la frase de Mark Twain “No es lo que no sabes lo que te mete en líos, sino lo que das por cierto y no lo es”;, como denominador común.
El Talento no distingue de género, pero el cerebro sí. La Dra. Louann Brizendine (1952), que ha escrito sobre el cerebro femenino (2006) y masculino (2010), en la configuración cerebral de ambos géneros, el de la mujer presenta cinco grandes diferencias:
– es más eficiente (de menor tamaño en un 9%, pero con la misma cantidad de neuronas),
– dedica un 11% más a la comunicación,
– tiene un hipocampo mayor (por tanto, es más emocional),
– es más empático y menos testosterónico (menor inteligencia espacial, menor
agresividad, menos tiempo pensando en el sexo),
– es más ejecutivo (corteza prefrontal).
El Talento es una inteligencia muy concreta. Siguiendo a José Antonio Marina, “el talento es la inteligencia que elige bien las metas, maneja la información, gestiona las emociones y practica las virtudes de la acción” (‘Objetivo: Generar Talento’, 2017).
La Marca es una Promesa de Valor. Por tanto, está conectada al Talento, que es poner en valor lo que sabemos, queremos y podemos hacer. Es lo que dicen de ti cuando no estás. “Los rostros, antes que los logos” (Cristina Mulero).
El Liderazgo Femenino parte con ventaja. Según el estudio de McKinsey ‘Liderazgo Femenino’ (2009) sobre los nueve rasgos del liderazgo innovador, hay tres características en las que las mujeres tienen una importante ventaja:
– desarrollo de personas,
– expectativas y recompensas y
– creación de modelos.
Hay dos cualidades con ligera ventaja del Liderazgo Femenino:
– inspiración y
– toma de decisiones participativa.
Hay empate entre hombres y mujeres en:
– estímulo intelectual y
– comunicación eficiente
Y ventaja del liderazgo masculino en:
– toma de decisiones individual y
– control y corrección.
Sin embargo, no os sentís escuchadas: Según John Gray y Barbara Annis (directora del Consejo de Liderazgo Femenino de Harvard), autores de ‘No hay Marte sin Venus… ni Venus sin Marte’ (2013), el 58% de los varones cree que hay igualdad de oportunidades en el trabajo, en tanto que solo un 24% de las mujeres piensa lo mismo. El 79% de los hombres, y solo el 48% de las féminas, creen que los hombres aprecian a las mujeres en el trabajo. También hay una diferencia en el reconocimiento: ellos quieren ser reconocidos por el resultado, independientemente de cómo se obtenga (89%); ellas quieren ser reconocidas por su esfuerzo, obtengan pocos o muchos resultados (82%). El 82% de las mujeres se sienten excluidas, en tanto que el 92% de los hombres lo niega.
¿Os sentís excluidas las mujeres? Según los hombres, no (92%); según vosotras, sí (82%). Los hombres creen (en un 92%) que las mujeres hacen demasiadas preguntas, algo que niega el 80% de las mujeres. Casi la mitad de las féminas (48%) critica que los hombres no escuchan, algo con lo que no están de acuerdo el 82% de los hombres. Los hombres cuentan un tema a otros 3 colegas; las mujeres, a 32 por término medio.
Las mujeres habéis demostrado mejor gestión de la pandemia. Avivah Wittenberg-Cox, en Forbes (2020), nos abrió los ojos respecto a que l@s siete gobernantes que mejor gestionaron la crisis sanitaria fueron las mandatarias de Taiwán, Nueva Zelanda, cuatro países nórdicos y Alemania. La clave estuvo en el T3: Test, Tratamiento y Trazabilidad. “La Neurociencia ha demostrado que el cerebro femenino está estructurado para una mayor fluidez en el procesamiento de la información, utilizando ambos hemisferios cerebrales para tomar decisiones, resolver problemas, desarrollar estrategias o comunicar. La intuición y la integración son rentables para las empresas” (Silvia Damiano, fundadora y presidenta del About My Brain Institute).
¿Somos malas madres? Según el espléndido libro de Marta Grañó (2019), a tu hijo le aporta mucho el hecho de que seas una mamá trabajadora.’ Marta se refiere a los estudios de Kathleen McGuinn (Universidad de Harvard) en 2002 y 2012, así como los de Nicholas Christakis y James Fowler sobre role modelling, influencia del ejemplo y actitud. Somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo (Jim Rohn). Influencia en el cerebro (hipocampo, a través del cariño), en el lenguaje (Patricia Kuhl, Universidad de Washington en Seattle). En el poder de las conversaciones. La profesora Grañó nos recuerda el estudio de Cerdeña 2007 sobre la heredabilidad: física en un 80%, de salud en un 40%, de carácter en un 20% (a través del temperamento). La actitud marca la diferencia (es la mentalidad de crecimiento de Carol Dweck, Stanford). En los deportes desarrollamos la mentalidad de los campeones, en la empresa la del liderazgo, en las relaciones sentimentales la mentalidad enamorada.
Síndrome de la impostora. ‘El síndrome de la impostora. ¿Por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas?’ (2021), de a periodista ´Elisabeth Cadoche y la terapeuta Anne de Montarlot . “Cuanto mayor es el éxito, mayor es la duda”. Hay motivos históricos, sociales y familiares, de relación con el cuerpo y con la palabra. La tipología del síndrome incluye a las perfeccionistas, las expertas, las independientes, las superdotadas, las superwomen, las entregadas y las falsas confiadas. Sobre una misma recae la vergüenza, la limitación a determinados roles, tiranía del aspecto físico, cosificación, miedo a que no te tomen en serio. Cuando la mirada del otro te salva. Cambia la mirada sobre ti misma.
Rivalidad femenina. En 2023, Elisabeth Cadoche y Anne de Montarlot han publicado ‘Rivalidad femenina y cómo acabar con ella’. La envidia y los celos como “pasiones tristes”. Los tipos de misoginia femenina son la puritana, la autocrítica, la que se detesta, la diabólica. Proviene de un condicionamiento desde la infancia, de la complicidad despiadada, de la fantasía del harén y de la favorita, del miedo a la escasez, de la biología de la agresión indirecta, de la “santísima trinidad” de la rivalidad femenina: belleza, delgadez y juventud, de una tendencia no determinista, del complejo de Electra como explicación psicológica, del mal endémico de la falta de autoestima y la imposición de la amabilidad, del deseo mimético… y en lo sociológico, de la misoginia interiorizada, las exigencias contradictorias, el veneno de la comparación y la atracción inconsciente. ““Hay un lugar en el infierno para las mujeres que no apoyan a otras mujeres” (Madeleine Albright).
La inclusión es cosa de tod@s. Necesitamos “inteligencia de género”, la capacidad de empatizar con el otro género. “Diversidad es cuando te invitan al baile; inclusión, cuando te sacan a bailar” (Verna Myers, Netflix). “Las personas más innovadoras son los hombres que incorporan su ‘lado femenino’ y las mujeres que integran su ‘lado masculino’”. “La incorporación de la mujer a las nuevas tecnologías aportará a la UE 9 billones de euros” (Mara Swan):
Son tiempos de Liderazgo Femenino (Abierto, como nos ha enseñado Imelda Rodríguez Escanciano). Aprovechémoslos.
Mi gratitud a Louann Brizendine, José Antonio Marina, McKinsey, John Gray y Barbara Anis, Avivah Wittenberg-Cox, Silvia Damiano, Marta Grañó, Elizaebth Cadoche y Anne de Montarlot, Verna Myers, Mara Swan e Imelda Rodríguez por todo lo que nos enseñáis.
‘I’m every woman’, por Whitney Houston.
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