Comienza la semana en Madrid con una sesión de Coaching de Equipo. Una semana que acabará en Murcia, con ‘NADALÍZATE’ en diálogo con Lucio Fernández (gracias, Brandty, Círculo de Economía, ENAE; Adimur, AJE AED y Dirección Humana por participar en la iniciativa). El 80% de las empresas están “estupefactas”: no saben por dónde va el aire en estos momentos. Una minoría se está “nadalizando”, potenciando el talento de la organización a través del coaching. ¿Te imaginas a Rafa Nadal o a Carlos Alcaraz sin entrenador? Imposible. Sin embargo, creemos -errçoneamente- que nuestr@s CEOs no necesitan coaching. Así nos luce el pelo, que dirían Faemino y Cansado.
De la prensa del fin de semana, quisiera empezar con el especial “Escuelas de Negocios” de El País. En portada, ‘ChatGPT, útil bajo control‘. Parafraseando a Cervantes, el ChatGPT (la tecnología en general) es buen siervo pero mañ amo. Elena Sevillano escribía sobre la IA como arma de doble filo: potenciadora del talento pero, como ha dicho José Antonio Marina, “un burro delante de un ordenador sigue siendo un burro”. Belén Kayser trataba el tema de la brecha de género. Pablo Blanco explicaba las “microcredenciales”: programas cortos e híbridos de formación con el aval de la UNESCO o la Comisión Europea. Claudia Villa Galán: “Con mente sana se trabaja mejor”; talleres para gestionar la ansiedad o el estrés. Diana Oliver explicaba los cursos para emprendedores (1.3 millones de empleados).
Y Ana Camarero, ‘Se buscan talentos polifacéticos’. No sólo el aptitud (conocimientos y habilidades), sino actitud (competencias). Ana tiene la amabilidad de citarme en la zona central.
Estas son las preguntas que me planteó Ana Camarero:
- ¿A qué nos referimos cuando hablamos de talento en el ámbito formativo (Escuelas de Negocio/Universidad) de cara a la incorporación en el mundo empresarial? La empleabilidad requiere de un espectro mucho más amplio de lo que significa el talento. La aptitud, entendida como conocimientos y habilidades, es condición necesaria pero no suficiente. El talento incluye además actitud, que son comportamientos específicos, compromiso (la energía que le ponemos a lo que hacemos) y encaje cultural con la organización. Más concretamente, lo que buscan las empresas en sus potenciales empleados es resiliencia, capacidad para ser equipo, pensamiento crítico y un alto nivel de compromiso.
- ¿Cómo lograr sinergias entre escuelas de negocio-universidad-empresas para la captación de “talento”? Se pueden lograr sinergias entre la universidad y la empresa si ambas abandonan sus posiciones maximalistas y están dispuestas a aprender una de la otra. Desgraciadamente, suelen miradas con desdén. Una universidad carente de sentido práctico y una empresa que desconoce las aportaciones de la universidad están abocadas al fracaso.
- ¿Tienen este tipo de instituciones -escuelas de negocios/universidad/empresas- el suficiente talento para lograr atraer a los mejores? Me temo que para atraer más y mejor talento estas instituciones han de trabajar su propósito, su capacidad de inspirar e integrar y su liderazgo. Hay mucho camino que recorrer.
- ¿Cómo desarrollar el talento de los estudiantes desde el aula? La definición de la RAE es manifiestamente incompleta. Siguiendo a José Antonio Marina en su libro ‘Objetivo: Generar Talento’ (2017), el talento es una inteligencia que elige bien las metas, maneja la información, gestiona las emociones y practica las virtudes de la acción. El talento no es sólo aptitud, sino también actitud, compromiso y contexto (encaje cultural)
La universidad y las escuelas de negocio deben ofrecer conocimientos, pero también comportamientos desde valores vividos y hábitos arraigados.
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