Ayer por la tarde y hoy sábado de 9 a 2 he iniciado mis clases en el Programa de Dirección de Marketing Deportivo en ESIC Valencia. Mi gratitud a Ana Belén, Palmira y Jorge por contar conmigo.
Mi compromiso con la educación (una de mis cinco actividades profesionales, además de la de “booster” de líderes -antes coach-, consultor, consejero y conferenciante) se concreta en colaborar con la Fundación Trilema, la EBS (aprendizaje experiencial), Deusto Business School y Galicia Business School (Escuela de Negocios del año). El denominador común es el Liderazgo de las instituciones. El de Carmen Pellicer, Carlos Ongallo, Almudena Eizaguirre y Eduardo García Erquiaga, que son lo mejor de lo mejor en el ámbito educativo. Os estoy muy agradecido por vuestra labor.
Pero vayamos al Liderazgo Consciente, esencial en el Marketing Deportivo. ¿Se puede ser un buen líder sin él? Claro, a base de prueba y error. ¿Se puede ser un gran líder? Lo dudo mucho. En un momento en el que el Liderazgo es la clave de aprendizaje, reputación, compromiso y fidelización del talento, clima laboral y por tanto resultados, tanto en facturación como en margen.
Como nos ha enseñado el maestro José Antonio Marina, nuestra inteligencia funciona “en dos pisos”: la generadora y la ejecutiva. Entre una y otra, el umbral de la consciencia. Aprender es ser conscientes para ser competentes. Cuando nos damos cuenta y practicamos con la debida frecuencia, convertimos el conocimiento en comportamiento. maravilloso poder de la educación.
La aptitud (conocimientos y habilidades) viene antes de la actitud, para evitar lo que Emilio Duró llama humorísticamente “tontos motivados”. En un país maravilloso, una de las 15 principales economías del mundo, que es el 43º en Calidad Directiva, imagínate todos los que debe haber. Inconscientes de su incompetencia, que han heredado su negocio (que no empresa, porque realmente no lo es) o preparados técnicamente pero no como líderes.
Un/a líder consciente sabe lo que se trae entre manos, gestiona inteligentemente sus emociones (que son el 90% del liderazgo en la práctica), impacta desde la Autenticidad (Imelda Rodríguez) y desde la autoridad moral, desde la credibilidad, generando confianza y compromiso, y desde el ejemplo. Y utiliza un método valioso, como el i4 de About My Brain.
Liderazgo Consciente. No es un tipo de Liderazgo, sino el proceso de aprendizaje.
Ayer en La Lectura (suplemento cultural de El Mundo), Alfonso Pinilla se refería al último libro de José Antonio Marina, ‘El Deseo Interminable’ de la Editorial Ariel, como “un fructífero diálogo entre Filosofía e Historia”. A partir de la búsqueda de la Felicidad, el mejor pensador vivo reivindica los valores de la Ilustración, que hoy se pierden en la bruma del forofismo.
Y el también filósofo Jorge Freire, en el mismo diario, defendía el ‘Menosprecio de corte y alabanza del mérito’. La élite propone una sociedad sin mérito, de privilegios. El pueblo sabe que el esfuerzo y no la cuna deberían determinar el destino. Pero no hay igualdad de oportunidades sin educación de calidad. Buena parte de la clase política o no se entera o prefiere no hacerlo, anclada como está en la demagogia.
Sigamos comprometidos, en la medida de nuestras posibilidades, por la buena educación.
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