Ayer fui a ver la nueva película de Álex de la Iglesia, ‘EL CUARTO PASAJERO’. Creo que es la comedia del año en nuestro país. Excelente selección de actores, tanto los principales (Alberto San Juan, Blanca Suárez, Ernesto Alterio, Rubén Cortada), como los secundarios, habituales de Álex (Enrique Villén, Carlos Areces, Jaime Ordóñez), muy bien dirigidos, un espléndido guión de Jorge Guerricaechea y el director, inspirada banda sonora de Roque Baños. Muy divertida.
La película empieza y acaba con el mítico ‘Mr. Blue Sky’ de la ELO (Electric Light Orchestra). Un temazo. “Oh Mr. Blue Sky please tell us why/ You had to hide away for so long (so long)/ Where did we go wrong?”
Mi enhorabuena y gratitud a Álex, Carolina, Jorge, Roque y a todo el equipo artístico y técnico de ‘El Cuarto Pasajero’.
Admiro mucho a Sergio Scariolo (Brescia, Lombardía, 1961), nuestro selección nacional de baloncesto, campeón mundial, tetracampeón de Europa, medalla de plata y bronce olímpicas. Uno de los mejores coaches de la historia del deporte de la canasta.
He estado leyendo su libro ‘MI AMOR POR EL BALONCESTO. La experiencia y la visión de un entrenador de campeones’, escrito con Paolo Frusca. Con prólogo de Pau Gasol (‘El italiano de la familia’), cuenta la trayectoria de Scariolo desde sus inicios en las canchas de Brescia. Comenzó a formarse como técnico a los 16 años y en 1990, con el mítico Scavolini de Pesaro, se convirtió en el entrenador más joven en ganar el campeonato transalpino.
De ahí al Autora Desio y al equipo Pallacanestro de Bolonia. Comenzó con el TAU de Vitoria, en la ACB, en 1997. Dos años en el Real Madrid (Liga y Copa) y cinco con el Unicaja de Málaga (Liga en 2006). Entre 2018 y 2021 fue el coach de los Toronto Raptors, con el que consiguió el anillo de la NBA. Es Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo e Hijo Adoptivo de Málaga. “Hay que apuntar al máximo a la excelencia; ya veremos luego cuánto conseguimos”.
45 años de carrera profesional. En Pesaro, una ciudad que respira baloncesto; en Bolonia la sabia; en “la ciudad blanca”, ya en España (15.000 espectadores en el Fernando Buesa); en “La Casa Blanca”, a ocupar un banquillo que había pertenecido a Pedro Ferrándiz y Lolo Sáinz; el verano surrealista de Bolonia en 2003; la pasión andaluza de los años de Málaga; la Fundación Cesare Scariolo (para niños con leucemia), en honor a su padre: el valor del ejemplo; el Jimki de Moscú (2009-2011); su labor como seleccionador los últimos 13 años; el Olimpia de Milán, un desafío no ganado y el Caja Laboral 2013-2014; el actual Virtus de Bolonia, el conjunto blanquinegro. Unas memorias plenas de vivencias.
Ya sabes que el talento (poner en valor lo que sabemos, podemos y queremos hacer) es una fotografía; la carrera es una película. En el caso de Scariolo, una película de gran éxito. Cuarenta temporadas de baloncesto, en buena medida gracias a Blanca Ares, su mujer, campeona de Europa y periodista, por su paciencia y apoyo. 30 años de relación, 25 de matrimonio. Dos hijos: Alessandro, 20 años, y Carlota, 19.
Me gusta que Sergio Scariolo sea un hombre de logros, de resultados, más allá de los alardes. Tiene una casa de color azul en Marbella, con cancha de basket, por supuesto (su mujer y sua hijos son baloncestistas).
Se dice que las arengas de Scariolo fueron claves para el éxito de España en el Eurobasket 2022. “Siempre hay margen para las variantes tácticas, pero la base de nuestro juego es nuestra defensa individual y la responsabilidad que cada uno mete en ella. Tenemos que ir a por ellos, no podemos esperar a que nos arrastren a la pintura y hagan valer su superioridad física. Estaríamos perdidos”. “Si estamos ahí, los llevamos a los últimos cinco minutos (…) y ahí, ya a ver quién tiene más huevos. Podemos tener más centímetros, más tiro… pero a huevos, a este equipo no lo cambio por ninguno”, Coraje y resiliencia activa.
¿Cuáles son las claves de Sergio Scariolo como líder-coach? Hace tres años, Pilar Jericó (Laboratorio de Felicidad, 7-X-2019) las explicaba así:
- Saber escuchar antes de hablar y de tomar decisiones.
- Desenmascarar el ego propio. “El ego es tu peor enemigo para gestionar personas con talento”, reconoce Scariolo.
- Diferenciar los errores que se cometen y convertirlos en maestros de aprendizaje. El entrenador italiano creció leyendo el poema “If” de Rudyard Kipling: el éxito y el fracaso son dos impostores.
- Eliminar lo superfluo y centrarse en lo esencial. “Aprendo muchas cosas en la NBA. Se manejan dimensiones brutales, tanto en presupuestos como en medios o en el número de seguidores, lo que genera mucho ruido y mucha expectativa sobre el equipo”. Es el criterio que te aporta el pensamiento crítico y el pensamiento conceptual.
- Identificar el momento y la forma adecuada de proponer las ideas. “Si no se ha tomado una idea mía porque no he sabido expresarla bien y el tiempo demuestra que podría haber tenido mejores consecuencias para el equipo, me hace sentir mal y me obliga a venderlas mejor. Lo que he aprendido es a saber identificar el momento y la forma adecuada para hacerlo, que es tan importante como el contenido de la idea en sí misma”.
- Gestionar la presión por saber relativizar. ““Un entrenador de baloncesto está sometido a una gran presión. Tiene que tomar muchas decisiones en un espacio corto de tiempo. Estas tienen un gran impacto en el resultado final, por lo que te expone a críticas o desaprobaciones. He aprendido a relativizar. Dar lo mejor de mí mismo sabiendo que si hoy pierdes un partido, mañana tienes otra oportunidad para ganar. Esto ocurre en el deporte, pero también en la vida. El éxito o el fracaso son muy relativos”
Pilar Jericó destaca de Scariolo su humildad, sus valores, su generosidad y cercanía. En sus palabras, “Un ejemplo inspirador de liderazgo efectivo y afectivo.”
Entrevista a Álex de la Iglesia por ‘El Cuarto Pasajero’. “Tenemos que librarnos de situaciones desesperantes y de personas desesperantes (…) Si podemos aportar una hora y media de descanso de la locura…”. La liberación del encierro: hemos de salir del entorno hermético. Hablando de carreras profesionales, la primera peli de Álex, ‘Acción mutante’, es de hace 30 años.
El director reconoce que ha copiado frases para el personaje que interpreta Ernesto Alterio (que se confiesa “hombre del Renacimiento”) de un “gurú” en YouTube. Estupideces sin sentido. “Todo el mundo tiene voz. Sí existe la posibilidad de cancelar, de prohibir”. Efecto Frankenstein y gente vanagloriada y elevada en exceso”. “Nos hemos encontrado con un mundo que no sabemos manejar”.
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