Para empezar bien este esperado mes de agosto, te animo a leer (desde la playa, si te es posible) el último post de Marta Grañó sobre cómo impacta nuestro nombre en nuestra vida
la entrevista de Mª Isabel Rodríguez Palop a Imelda Rodríguez Escanciano sobre el valor de la Autenticidad en el Liderazgo. “Los mejores políticos, los que necesitamos y merecemos, son auténticos”.
la reflexión de Mercè Brey sobre EL SÍNDROME DE LA ABEJA REINA, que se da en ciertas mujeres con poder en la organización que tratan con más dureza a otros mujeres que a los hombres, que no perciben obstáculo alguno en el desarrollo de su carrera profesional, que prefieren trabajar con varones, que no promueven ni ayudan a las féminas en el ámbito laboral, que son críticas con compañeras por su supuesta falta de empeño. Un mecanismo de defensa, un proceso inconsciente de protección basado en el rechazo y en la exigencia extrema a las demás. El antídoto es la empatía activa, la compasión.
y el vídeo de Elsa Punset: Dejar ir aquello que no puedas cambiar. Pregúntate: ¿es esto como las olas?
He estado leyendo el último de los libros que me traje de Italia hace una semana, ‘LA MENTE INNAMORATA’, del filósofo y teólogo laico Vito Mancuso, profesor universitario en Milán, Padua y Bolonia y fundador del Laboratorio de Ética. La mente enamorada es es el estado más feliz de la existencia y orienta la vida hacia la verdadera belleza.
Marcuso parte de Dante en el Paraíso (La Divina Comedia, Canto XXVII): “La mente innamorata, che donnea/ con la mia donna sempre, di ridure/ ad essa li occhi più che mai ardea”. Porque “somos dinamita” (Nietzsche) cuando sentimos entusiasmo (hay un Dios, Tao, Logos, Dharma, Espíritu Santo, Verdad, Belleza dentro de ti). Se pregunta qué es la mente (inteligencia, intelecto, tazón, memoria, consciencia, pensamiento), el supremo misterio, y por qué se inquieta: la mente-deseo. “Pensar significa sobrepasar” (Ernst Bloch), sobrepasar las cuestiones esenciales. De la mera subsistencia a la verdadera existencia, en plenitud.
Con la pandemia, en este “cahier de doléances” (cuaderno de lamentaciones) hemos reescrito nuestras prioridades, o deberíamos haberlo hecho. Desde la ecología y la geopolítica a nuestro entorno y nuestro propio yo. Con la esperanza de una mente enamorada.
¿Cuáles son las condiciones para el enamoramiento de la mente? La humanidad y la espiritualidad o trascendencia. “La esencia del espíritu es, formalmente, la libertad”. A partir de ahí, el autor se plantea tres preguntas:
- ¿De quién o de qué se enamora la mente? Se trata de un fenómeno ambiguo y fascinante, que lleva al altruismo.
- ¿Cómo se enamora la mente? La mayor fuerza con la que contamos. Mancuso repasa las aportaciones filosóficas de Giordano Bruno, Platón (el amor como locura), Karl Jaspers, Simone Weil, Elly Hillesum y Albert Schweitzer: la ética del respeto.
- ¿Cómo evoluciona la mente enamorada? Es la “tercera inteligecia”, el tercer ojo, el tercer género de la consciencia (Spinoza), el apagón de la razón (Bruno, Spinoza, Hegel, Nietzsche).
El/la que no siente Amor pierde de vista al otro.
Sentirnos enamorad@s es permitirnos nuestra mejor versión. Es sentir la asimetría entre conocimiento y virtud. Es el fruto de la educación espiritual. Vito Mancuso concluye: “La mente enamorada es el don más precioso que se puede recibir de la vida”.
Mi gratitud a Vito Mancuso por un texto tan profundo sobre la mente enamorada.
De Gianni Morandi, ‘Innamorato’.
El pasado sábado 30 de julio la Dra. Wendy Patrick, analista del comportamiento, publicó en Psychology Today el artículo ‘Cómo nos enamoramos’. En él se hacía eco del estudio de Suzanne Riela, Geraldine Rodriguez, Arthur Aron, Xiaomeng Xu y Bianca P. Acevedo (2010) sobre los factores que generan el enamoramiento. Los principales son gustarse recíprocamente y una personalidad deseable (humor, inteligencia, etc), si bien hay diferencias culturales (por ejemplo, entre Oriente y Occidente) en función de variables como el individualismo y el colectivismo o la independencia e interdependencia.
Un aspecto particularmente del estudio es el concepto de “readiness”, que definen Riela et al como “estar física y emocionalmente preparad@s para buscar una relación romántica”. Es como una llave de paso para que el romance ocurra o no. Benjamin Hadden, Christopher R. Agnew y Kenneth Tan ya habían demostrado en 2018 que si no hay voluntad para iniciar una relación, no hay nada que hacer. El denominador común de las personas que no se sienten listas para una relación es que, simplemente, no prestan atención. Hadden et al determinaron que ese “readiness” tiene que ver con la propia satisfacción con la vida, Mientras sea baja, la persona no va a invertir sus recursos en una posible dependencia emocional. “Readiness breeds Happiness”. La predisposición lleva a la felicidad.
La canción de hoy, ‘Let’s fall in love’ por Diana Krall, que anoche estuvo en el Jardín Botánico de Madrid para cerrar su gira española, después de haber actuado en Pedralbes, Marbella y Jerez.
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