Miércoles en Caracas en la radio con la gran Shia Bertoni y en TV con el embajador Julio César Medina. Esta tarde a las 6, presentación de #CDAT en el VAAC (Valle Arriba Athletic Club), al que tengo especial cariño.
Ayer disfruté mucho de la reunión con YPO (siglas en inglés de la Organización de Jóvenes Presidentes) en la sede de la ONG ‘Dividendo Voluntario para la Comunidad‘, fundada por D. Eugenio Mendoza en 1964, hace 58 años.
El nombre me parece genial. Dividendo es, según el diccionario de la RAE, la “cuota que, al distribuir ganancias una compañía mercantil, corresponde a cada acción”. Por tanto, evoca a la gestión empresarial. Sin embargo, sirve a un propósito: la comunidad (se adelanta 55 años a la declaración del Business Roundtable de verano de 2019, que traslada el valor del accionista, “shareholder”, a los agentes, “stakeholders”). Es un dividendo voluntario, que la empresa da porque quiere, en coherencia con el diezmo en la cultura cristiana.
La labor de DVC me hizo interesarme por su fundador, el gran empresario y filántropo de Venezuela D, Eugenio Mendoza Goiticoa (1906-1979), que llegó a ser el hombre más rico del país en su época. Tataranieto de la hermana de Simón Bolívar, Ana y tío-abuelo materno del político Leopoldo López. No terminó el Bachillerato, fundó su primera empresa a los 20 años (Materiales Mendoza, empresa auxiliar de la construcción) y con su hermano Eduardo el “Grupo Mendoza”: banca, cemento, pinturas, papel, alimento para animales, etc. Fue Ministro de Fomento. Fundó el mencionado DVC, la Universidad Metropolitana de Caracas, el Hospital Ortopédico Infantil y la Fundación Mendoza, dedicada a la promoción de las artes plásticas del país.
Podemos conocer la vida y obra de tan extraordinario empresario leyendo la colección de libros (cinco volúmenes) ‘Ideario y acción de un venezolano’, que he leído por Kindle.
El primer libro trata sobre Venezuela y sus problemas, con una presentación de Pedro Grases que se inicia con una cita de D. Eugenio: “Nosotros no podemos esperar que los problemas nos envuelvan” (1963). Premonitorio. Y añadió al año siguiente: “Si nos asustamos pensando lo que va a venir, siempre estaremos fracasados; pensemos adelante y fundemos hombres, organicemos hombres para que nos reemplacen y creemos una gran unidad con un gran esfuerzo y una cosa muy positiva que rinda en beneficio de este país que necesita tanto de la ayuda de todos los venezolanos”. Incluye dos textos inéditos, nueve discursos y una declaración a El Universal. la última, en 1979. Reflexiones clarividentes defendiendo la libertad, la iniciativa privada, la solidaridad, con optimismo y Fe en su país. En sus pensamientos reclama una reducción de las importaciones en una nación rica, defiende el “Hecho en Venezuela”, el desarrollo agrícola y ganadero, una industria competitiva, el desarrollo social, científico y humanitario… “Si esta fabulosa riqueza que ningún venezolano a principio del siglo soñaba en recibir, hubiera sido bien empleado en una orientada estructuración del país, Venezuela sería hoy el país más sólido de la América Latina.” Despilfarro en lugar de educación, falta de Confianza. Resolver el problema del petróleo, eje de la economía venezolana. Eugenio Mendoza siempre abogó por la educación, por la inversión en capital humano. Apostó por la democracia liberal frente a los sistemas comunistas. “Nosotros tenernos la responsabilidad, no sólo de defender la libre empresa sino de contribuir activamente al fortalecimiento del sistema democrático que cuenta entre sus apoyos a la iniciativa privada” (1976). “Todos los que tenemos Fe en nuestra Venezuela, plena de oportunidades, debemos seguir construyéndola con un trabajo constante y positivo” (palabras dictadas en 1979, dos días antes de su fallecimiento).
El segundo libro de las empresas, los empresarios y los trabajadores. «El trabajo en equipo fortalece la acción emprendida» (1965). Este libro incluye sus palabras en la inauguración de la segunda planta de Protinal (1950), en el XXX aniversario de la compañía (1972), pensamientos sobre la agricultura y la ganadería, la industria del cemento, del papel, fedecámaras, la libre empresa, discursos ante la Asociación Venezolana de Ejecutivos y la Convención de empresas juveniles. “A mi juicio el elemento humano es el recurso de mayor trascendencia y por ende el factor predominante del progreso, porque si bien es verdad que el desarrollo económico y social de un país está condicionado por circunstancias tales como la situación geográfica, riquezas naturales, condiciones de clima y otras, en realidad depende fundamentalmente de la voluntad de superación de sus hombres”. “El hombre de empresa es el motor, el factor indispensable en la coordinación de esfuerzos, en una palabra, el eje en la realización de todo programa empresarial. No solamente es responsable de la concepción misma de la idea sino de su cabal realización” (1965). “La presencia de la iniciativa privada en posiciones de importancia en la conducción de los destinos de la Nación, es factor determinante para el progreso económico del país y para el bienestar de los venezolanos ” (1967). “El propósito de inculcar en la juventud un verdadero concepto del sistema de libre empresa es oportuno y conveniente” (1971).
El tercer libro de Eugenio Mendoza es sobre la Acción Social: Asociaciones y Fundaciones. “Mi único mérito es haber tratado de ser un buen ciudadano” (1965). Fundó 47 empresas con más de 18.000 empleados, siempre con visión de futuro, pensamiento positivo y sentido del progreso. “De todo lo que el empresario necesita saber para realizar con éxito la empresa que se propone, lo más importante es el conocimiento del elemento humano con que cuente. Debe poseer la cualidad esencial de conocer a sus colaboradores para saber en cual posición dará el mejor rendimiento cada uno de ellos” (ante el Congreso de Ejecutivos de Caracas, 1965). “Me di cuenta de la gran distancia que hay de una idea, de un proyecto, a una realización ajustada y serena.” “La acción filantrópica no ha de ser del individuo, sino de las empresas” (1964). “No es posible imaginar un sistema político mejor que la democracia. El ejercicio democrático del poder está fortalecido por el respaldo de la voluntad de las mayorías que tiene desde su origen, y puede garantizar una continuidad de la cual forma parte la alternabilidad de los dirigentes” (1977). Su biógrafo considera que “Eugenio Mendoza tuvo particular talento y agudeza para percibir las cualidades y la capacidad de la gente”. Un espíritu generoso y justo, dado al cariño y al afecto. Su idea de justicia social se plasman en los mencionados Dividendo, Universidad, Hospital y Fundación, incluida la Fundación de la Vivienda Popular. “La fortaleza y empuje que pueda tener una institución por el bien común, se mide, entre otras cosas, por el número de los que creen en ella, contribuyen a ella y trabajen para ella” (sobre DVC, a los 10 años de su fundación, 1974). Un adelantado de la RSC y el Valor Compartido. “La educación superior es un derecho que el estudiante debe conquistar y justificar con su esfuerzo y dedicación al estudio. La época de los ejecutivos sin preparación universitaria ya pasó” (1965). «Los empresarios no debemos olvidar que la riqueza no es un bien en sí misma. Con ella la tarea no está terminada. Es necesario que una parte sustancial se oriente a solucionar los más urgentes problemas de la comunidad» (1974).
El cuarto libro de ‘Ideario y Acción’ trata de Niñez y Comunidad. Tras la presentación de Pedro Grases, textos de Eduardo Mendoza sobre la situación de la niñez desvalida (1950), la labor de FIPAN (Federación de Instituciones Privadas de Ayuda al Niño) en 1959 y su entrenamiento en 1960, la recolección de fondos para el Hospital Ortopédico Infantil en 1962, el Jardín de Infancia Luisa Goiticoa en 1951, la Escuela Mara de Maracaibo en 1954, la Escuela Henrique Stolk en 1957, el Centro Infantil Altamira en 1962, el Estudio del Preescolar en 1977, la FINCA (Financiadora Inmobiliaria Nacional) en 1946, la vivienda y su financiamiento, el X aniversario de vivienda rural en 1968.
El quinto es sobre Pensamiento y Acción Política. D. Eugenio Mendoza fue un hombre muy comprometido con su país como empresario, ministro, líder y pionero de la RSC. En sus palabras, “Las ideas son muy buenas, pero son mejores cuando se ponen en marcha”. Fue Ministro de Fomento de 1942 1943 y miembro de la Junta de Gobierno en 1948. Este libro recoge sus ideas políticas en cuatro textos que sintetizan su ideario político (incluyendo su entrevista para Time en 1963), su paso por el Gobierno (que le dio a su mirada otra dimensión) y el alcance interamericanista de su pensamiento. «Ya no cabe considerar la empresa como una entidad aislada, con fines intrínsecos, sino como un ser económico que vive y depende del ambiente social en el cual se desenvuelve».
“Tengo fe en Venezuela. Cuando acometemos una empresa debemos pensar no sólo en el beneficio que realizamos, sino en lo que por Venezuela se puede hacer” (1976). Un gran empresario, un filántropo, un adelantado a su tiempo.
La canción de hoy, en honor a José Luis Rodríguez “El Puma”, que vuelve a actuar en Caracas el próximo 14 de julio (El retorno de un ídolo): ‘Dueño de nada’.
La entrada D. Eugenio Mendoza: Ideario y acción de un gran empresario y filántropo venezolano se publicó primero en HABLEMOS DE TALENTO.