Primer fin de semana de la segunda quincena de julio. Verano en todo su esplendor. Anoche descubrí ‘Flores de Alcachofa’, una apuesta por la gastronomía saludable, divertida y sostenible basada en un producto local y de primera calidad. Arte Vegetal, en una espectacular terraza de la Castellana. Mi gratitud a STATUM, la Asociación de Coaching Político que preside Montse Fernández de Haro, por la iniciativa.
He leído en la web de SPAIN VISTAGE un artículo que me ha parecido especialmente interesante sobre los 7 mayores errores que puede cometer un CEO y me gustaría comentarlos desde mi humilde experiencia de más de 30 años con compañías de todo tipo. Los siete megaerrores son los siguientes:
- Elegir atajos para crecer. La naturaleza no conoce atajos: no se puede tener un niño en menos -ni en más- de nueve meses. La responsabilidad de la Alta Dirección es desarrollar su empresa de forma DURADERA, no obtener resultados especiales para hundir su futuro. El Balanced Scorecard (Cuadro de Mando Integral) es el único camino de éxito: talento (atraerlo, fidelizarlo, conseguir que crezca), que lleva a procesos eficientes e innovadores, que lleva a clientes satisfechos (que repiten, renuevan y referencia) que lleva a resultados económico-financieros. Si la empresa trabaja con un único KPI (el margen, pongamos por caso) está destinada a sufrir el “síndrome de la balsa de Medusa”, el trágico naufragio que inspiró a Gericault en 1819, fruto de un pésimo capitán: sólo 15 supervivientes porque tenían para comer una caja de galletas.
2. Alejarse del negocio. Las verdaderas empresas son muy simples: cuentan con un Modelo de Negocio que aporta valor al cliente a cambio de unos resultados. Zapatero, a tus zapatos. Si, por codicia, el CEO se aleja del negocio tanto en el qué como en el cómo (tratando, desde la falsa eficiencia, de hacer lo mismo o más con menos personas), el asunto no funcionará por rendimientos decrecientes.
3. Fiarse sólo de sí mismo. Estamos en la III Guerra Mundial (la del coronavirus, con un nuevo poder global que se ha desplazado a Oriente) y la gran lección de las dos anteriores del siglo XX es que la desconfianza (tanto en Prusia como en la Alemania nazi) te hace perder. Sin Confianza no hay Equipo y sin equipo Equipo no hay Sinergias. Sin Confianza (que se otorga antes de recibirla) no hay Compromiso de los demás. Equipo y Compromiso que son las dos auténticas fuentes de Productividad.
4. Alimentar el Ego. Es fácil que el CEO quede aislado, que sólo le digan lo que quiere oír, que la camarilla a su alrededor se proteja al no decir que en muchas ocasiones, como el emperador del cuento de Andersen, “está desnudo”. Es fácil inflar el Ego del que manda, cuando no tiene cerca a nadie lo suficientemente valiente como para regalarle algo muy valioso: la verdad.
5. Tomar decisiones erráticas. Sabemos por el premio Nobel Daniel Kahneman que hay dos sistemas, el del inconsciente y el del consciente (José Antonio Marina lo llama, con mejor criterio, inteligencia generadora e inteligencia ejecutiva). Decidir bien, recabando la información del equipo en un proceso participativo de ejecución unitaria, es el sello distintivo de los mejores CEOs (Noel Tichy y Warren Bennis, Judgement). La precipitación, la improvisación, el impulso malsano disfrazado de agilidad acaban con las organizaciones.
6. Carecer de un buen Faro. Es de Sir Isaac Newton la frase de que logró sus avances porque caminaba “a hombros de gigantes”. Un/a CEO sin coach está compitiendo de forma muy desigual, como si un7a gran tenista disputara Wimbledon sin entrenador/a o una selección nacional jugara la Eurocopa o la Copa América sin seleccionador. ¿Te imaginas el ridículo? ¿Por qué, entonces, siga habiendo direcciones de Recursos Humanos -la inmensa mayoría que impiden que su CEO cuente con un/a profesional del acompañamiento que logra un desarrollo del Liderazgo sin igual?
7. Dejar de apostar por el desarrollo. “En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, mas estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen espíritu, así en la desolación el malo, con cuyos consejos no podemos tomar camino para acertar” (Ignacio de Loyola, 5ª Regla de la 1ª semana de los Ejercicios Espirituales). Constancia en la areté, en la virtud. En tiempos megaVUCA, hagamos lo que tenemos que hacer. En esta postpademia, tenemos que aprender a toda velocidad, porque en esto consiste la supervivencia individual y colectiva. Muy triste que las empresas españolas estén empleando menos del 20% de la formación bonificada a la que tienen derecho por ley (FUNDAE, Real Decreto, 395/2007). El talento se cultiva o deja de serlo; el liderazgo se forja o se pierde.
Errores garrafales: atajos, descentramiento, desconfianza, aislamiento, Ego, soledad, ignorancia. Evitarlos es sentido común, pero no es práctica común. Por ello, como ha revelado Edelman en una encuesta de junio de 2020, l@s CEOs son l@s peor valorad@s en términos de su Credibilidad. Peor que los políticos, nacionales y locales, la OMS o los periodistas.
Antes de la pandemia, la rotación de los CEOs alcanzó una cifra récord. Imagínate lo que ocurrirá después. ¿Cuál es el motivo? La falta de resultados por exprimir demasiado la situación. La falta de Credibilidad. La falta de Liderazgo.
La canción de hoy, ‘It’s good to be the king’ (Es bueno ser el rey), rap de Mel Brooks (1929) en su película ‘La loca historia del mundo’). ¡Oh la la!
La entrada Los 7 engaños del CEO y cómo evitarlos se publicó primero en HABLEMOS DE TECNO TALENTO.