Pasaré esta tarde en Zaragoza, una ciudad a la que tengo un cariño especial (mis padres me “crearon” allí, en un hotelito durante las fiestas y frente a la Basílica del Pilar), en la que he trabajado en proyectos importantes (el del paso de CAZAR a iberCaja con Arthur Andersen fue reconocido a nivel europeo, el de Sabeco fue el primer Cuadro de Mando Integral en España, y con la Cámara, Adidas, etc) y que tiene una energía muy característica. Zaragoza para agradecer este final de temporada.
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Ayer, comida entre amigos. Sí, presencial. En Gaztemanu, el maravilloso asador vasco de recuerdos imborrables. Gracias, Manu y equipo por lo bien que nos tratas. El fútbol son valores y en Gaztemanu se nota como en pocos sitios.
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Esta mañana he empezado la jornada leyendo el post del padre de la Marca Personal, mi buen amigo Daniel Pérez Ortega: ‘Tiempo: tu estrategia personal no tiene horario’. Te animo encarecidamente a que lo leas.
Como comprobé ayer con mis amigas, quien trabaja por cuenta propia puede tener tensiones de tesorería (de dinero= y quien lo hace por cuenta propia, problemas de tiempo (una reunión virtual tras otra que le “colocan” en la agenda). Nuestro amigo Andrés lo ha vivido en su época de “cuentajenado” y nosotr@s con él, sea en una multinacional o en una empresa familiar. Por eso se pregunta (nos pregunta): “¿Quién se va a poner a escribir un blog a las once de la noche? ¿Quién tiene ganas o un hueco para asistir a un evento interesante un día laborable? ¿No suena a cachondeo eso de aprender a crear vídeos o podcasts cuando apenas te queda tiempo para mantenerte al día con tu trabajo?”.
Peréz Ortega es el gran experto en Estrategia Personal, que es nuestro proyecto de vida. Siempre es nuestro, por mucho que nos quieran hacer creer, consciente o inconscientemente, que nuestra Marca (promesa de valor) depende de la marca comercial de la que trabajamos (“sin ti no soy nada”, que cantan los de Amaral). Craso error. “Creo que esto es especialmente grave y también habitual entre profesionales por cuenta ajena porque tienen una falsa sensación de seguridad. Entiendo esa forma de pensar porque he estado en ese lado. Pero esa visión de las cosas es suicida porque, cuando lleguen los problemas, y llegarán, tendrás que partir de cero porque has vivido en una especie de terrario en el que recibías tu dosis de alimento con regularidad.”
Esto es especialmente preocupante en aquellas empresas que siguen instaladas en el capitalismo (la rentabilidad es lo único) cuando la sociedad lo ha “reseteado” y nos encontramos en el talentismo (el talento como motor de transformación). Los efectos están a nuestro alrededor: talento poco valorado, cráter laboral en los jóvenes (Kiko Llaneras y Daniel Andrino), tormenta perfecta de desempleo, escasez de talento (ya en el 60%), ninis, sobrecualificación y emigración para trabajar en lo que te apasiona.
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Pero volvamos al Blog de Andrés, porque igual que muestra los problemas ofrece las soluciones. “Suele decirse que el problema no es tanto la falta de tiempo como el establecimiento de las prioridades adecuadas. Las dos horas de ver un partido de la Eurocopa pueden servir para muchas cosas que te pueden dar un empujón en tu profesión o simplemente pasear con tu familia. Quizás no tengas tiempo para ir a varios eventos de Networking cada mes, pero puedes establecer una conexión más fuerte con la persona que te atiende en el supermercado o con tu kioskero. Puede que no te queden huecos para escribir posts de ochocientas palabras como éste, pero puedes compartir tus ideas en forma de haiku en tu sitio en Internet o escribir un par de párrafos sobre algo de tu profesión que te llama la atención mientras desayunas o vas en el Metro o en el Cercanías. O subir una foto con un comentario. Lo mejor es que, cada día que lo hagas, irás aprendiendo y mejorando.”
Hay un principio de la gestión: la estructura sigue a la Estrategia. Por ello, necesitamos una Estrategia Personal para acceder al siguiente nivel y no quedarte como el pavo al que van engordando hasta que llegue el día final (el ERE o similar). Te recomiendo que te pongas en manos de Andrés Pérez Ortega (tanto mi hija Zoe, que empezaba su primer año de carrera como economista y habla cuatro idiomas, como un servidor lo hicimos al principio de la pandemia, con reuniones virtuales cada tres días) y su método 16 P. Sin Estrategia, vales menos como profesional: haz de tu pasión tu profesión.
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Lo que te aporta Andrés es LIBERTAD, un activo que, más allá de un eslogan electoral, va a ser de lo más valioso en los tiempos pospandémicos de armonía confuciana. Cervantes en nuestra mente y nuestro corazón.
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El sabio consejo que Don Quijote le da a su mejor amigo tras haber sido “directivo” por cuenta ajena en la Ínsula Barataria (low cost) para los duques, que se cachondeaban de él. Un consejo tan actual como en el Siglo de Oro.
Saquemos tiempo de donde no hay para avanzar en nuestra Estrategia personal, Como dice Andrés, hemos de ir “haciendo cosas a su ritmo, sin prisa pero sin pausa y sin la Espada de Damocles de la falta de ingresos (al menos de ingresos regulares) (…) Así que, busca, encuentra y aprovecha esos momentos, esos resquicios temporales que te permiten hacer cosas especiales, además de las habituales e incorpóralos a tu Estrategia Personal… aunque trabajes para otros (de momento).”
Gracias, Andrés Pérez Ortega, por tan sabios consejos. Este verano, si te parece bien, actualizamos el 16 P de mi Estrategia Personal, y de la de Zoe que le ha ido muy bien en la temporada 21/22. Para la ternura siempre hay tiempo.
Sobreestimamos lo que podemos hacer a corto plazo y subestimamos lo que somos capaces de hacer a largo plazo (Arthur C. Clarke), en meses, en años, en lustros. Paciencia, Perspectiva, Perseverancia. Porque la alternativa no es nada deseable: el precipicio, de la noche a la mañana. “Todo el fracaso de la humanidad se resume en dos palabras: demasiado tarde” (Douglas McArthur).
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Seamos “traperos del tiempo”. Así se autocalificaba Gregorio Marañón y así me llamó elogiosamente José Antonio Marina en su laudatio cuando me otorgaron el premio Líder Humanista. Gracias de nuevo, maestro Marina, por tu fecunda generosidad. Su panóptico, que no debes dejar de leer, es otro ejemplo de cómo JAM aprovecha el tiempo con una agenda muy intensa. Ayer, sin ir más lejos, nuestro “filósofo de cabecera” clausuró el XXX Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor en Valencia con la conferencia “Caminos de futuro en tiempos de coronavirus. Una perspectiva ética”.
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Hibrida (por cuenta propia y ajena), ve dejando huella y transfórmate en esa profesional de referencia, tan excelente que no te puedan ignorar aunque quisieran.
Y por supuesto, si no has leído ‘Monetízate’, el mejor libro de Andrés hasta la fecha, hazlo este verano. Te lo preguntaré en septiembre.
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La entrada La Marca y las migajas temporales se publicó primero en HABLEMOS DE TECNO TALENTO.