Ayer me pusieron la primera dosis de la vacuna del covid-19 (Moderna) en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Si bien el ritmo de vacunación se está acelerando, me temo que seguimos lejos de alcanzar la velocidad de crucero para alcanzar la inmunidad grupal (lo de “inmunidad de rebaño” me resulta atroz). Una pésima gestión de la pandemia, con nula colaboración público-privada. Los gobernantes mediocres que no supieron acudir a quienes de verdad saben comprar por el mundo para obtener test fiables y nos confinaron salvajemente son los que provocan cuellos de botella respecto a las vacunas.
En el AVE de esta mañana a Alicante, he estado leyendo el nuevo número de la revista Investigación y Ciencia, edición española de Scientific American. En portada, ‘El arte de la transformación. Los estudios moleculares aportan nueva luz al origen y la evolución de la metamorfosis’.
El profesor Xavier Bellés (CSIC-Universitat Pompeu Fabra), entomólogo que acaba de publicar un libro sobre la metamorfosis de los insectos, nos explica la metamorfosis desde la escala molecular. Un millón de especies descritas y unos 30 millones por descubrir que han habitado todos los hábitat del planeta y que se metamorfosean desde hace 400 millones de años, hasta el punto de que el 99’9% de los insectos lo hacen por esta vía.
La biología molecular nos enseña que en los insectos homometábolos la distinta alimentación de los juveniles y los adultos impulsó decisivamente la diversificación. Tal es la importancia de la alimentación (un hábito “Brain.Friendly”, como sabes).
Hay dos teorías en liza: la que comenzó con John Lubbock, coetáneo de Darwin, que en 1873 propuso que el huevo del insecto ya predispone a la metamorfosis. Ha sido la idea predominante hasta 1960. En esa época, Howard E. Hinton, profesor de la Universidad de Bristol, propuso que la metamorfosis es una cuestión hormonal: En 1996, el checo Jan Zrzavy y sus colaboradores añadieron argumentos filogenéticos, morfológicos y fisiológicos a esta tesis hormonal. Tres años más tarde, los profesores de la Universidad de Washington en Seattle James Truman y Lynn Riddford actualizaron las ideas de Lubbock y Berlese, modernizando la teoría de la proninfa. La aceptación de una u otra sigue en las dos últimas décadas un movimiento pendular. Aunque parezca que el misterio de la metamorfosis esté resuelto, quedan muchas incógnitas abiertas.
En la misma publicación científica, “las cuatro estaciones de las hormonas”. Un reloj biológico interno regula un ciclo anual de máximos y mínimos, como han demostrado los investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Rejóvot. Hormonas segregadas por la glándula tiroides, el hígado, la corteza suprarrenal y las gónadas.
Hablando de transformación y recambio celular, el mismo Instituto Weizmann ha señalado con precisión el ritmo y la extensión de la renovación humana, Un tercio corresponde al liquido externo que baña las células, como el plasma sanguíneo, y la materia solida (como el calcio, soporte de los huesos). Los otros dos tercios corresponden a los 30 billones de células humanas, de las que el 72% forman la grasa y la musculatura. Tenemos células de la sangre, que viven de 3 a 120 días, y de los músculos, que viven de 12 a 50 años. Cada día renovamos 330.000 M de células, el 1’2% de nuestro cuerpo. Por tanto, igual que podríamos dar la vuelta al mundo en 80 días (Julio Verne), cambiamos nuestro cuerpo por entero en la misma cantidad de jornadas. “Son, 80 días son, 80 nada más… para”.
Me interesa la Transformación en biología para entender la Transformación empresarial, porque sólo las organizaciones que se adapten al entorno, que aprendan al ritmo que nos impone el contexto, podrán sobrevivir. El proceso de aprendizaje va más allá de la formación (es aptitud como condición necesaria y aptitud como condición suficiente), se nutre de la curiosidad (que es lo que nos hace humanos para abrazar la incertidumbre) y tiene como gran pilar el Liderazgo. No podía ser de otra manera. Liderazgo como el talento para influir decisivamente en los demás desde la Autoridad Moral, la Crediibilidad y el ejemplo cotidiano.
El equivalente a las hormonas (estímulo-respuesta) en las comunidades humanas sería la motivación, que desgraciadamente se ha asociado en el pasado con la amenaza y el premio, con “el palo y la zanahoria”. Como explica maravillosamente José Antonio Marina en ‘Biografía de la Inhumanidad’, la obediencia ha sido un poderoso mecanismo de “civilización”. Sin embargo, la dignidad es una fuerza más poderosa. En realidad, “nadie motiva a nadie”, si bien la capacidad de desmotivar de los jefes tóxicos (cuatro de cada diez jefes en España) es considerable. La motivación es intrínseca o no es motivación. Motivación por el propósito (el “para qué” hacemos lo que hacemos), un gran “imán de talento”. Motivación por la autonomía (un directivo que no sabe delegar actúa de forma incompleta). Motivación por la maestría (los mejores directivos son líderes-coaches, que saben agradecer, escuchar con atención, formulas preguntas abiertas para la reflexión, clarificar convicciones, practicar el reconocimiento positivo y constructivo).
Mi modelo preferido para la Transformación es el Richard Beckhard, el difunto profesor del MIT, que consta de cuatro componentes: tres positivos y uno negativo. A un lado de la ecuación, la insatisfacción con la situación actual (los mejores profesionales no se quejan, buscan soluciones), la Visión de futuro y el plan de acción a 90 días. Al otro, restando, la resistencia al cambio (que, como insiste el experto Adolfo Ramírez, suele ser “ni una mala palabra, ni una buena acción).
El Liderazgo para la Transformación requiere de talento:
- Inspirador, para diseñar y comunicar una Visión de Futuro ilusionante y convincente.
- Integrador, para acabar con las resistencias conscientes e inconscientes de una forma ágil y asertiva.
- Imaginativo, para ofrecer un plan de acción de tres meses en la dirección de nuestros sueños.
- Intuitivo, para canalizar el descontento popular hacia mejoras tangibles.
Disponemos de la capacidad de medir objetiva y científicamente las “4 i” de tu Liderazgo, así como las 16 competencias del NeuroLiderazgo. Es una lástima que la gran mayoría de l@s líderes no sean conscientes de su vulnerabilidad y por tanto limiten su desarrollo efectivo.
La cancion de hoy, ‘Tell him’, por Barbra Streisand y Celine Dion. “Never let him go”.
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