El 8 (en este caso, de junio) es el número de la suerte de los chinos. Así te la deseo hoy, cuando todo el país está en fase 2 o fase 3 del final del confinamiento, llamado maliciosamente “la desescalada”.
De la prensa de ayer, comienzo una vez más con el Holograma de José Antonio Marina, sobre la ‘Verificación de Argumentos‘.
Verificar es comprobar si una afirmación es veraz. “La filosofía es la encargada de desarrollar el pensamiento crítico que es una tarea verificadora. Debe hacerlo desde la escuela infantil”. Marina nos recuerda que la palabra de moda según el Oxford Dictionary en 2016 fue “posverdad” y en 2017 fue “fake news” (podemos apostar a que en 2020 será “coronavirus”). La “posdemocracia” es el “modelo de política en que las elecciones ciertamente existen y pueden cambiar los gobiernos, pero el debate electoral público es un espectáculo estrechamente controlado gestionado por equipos rivales de profesionales expertos en técnicas de persuasión, y considerando una pequeña gama de temas seleccionados por esos equipos” (Colin Crouch, 2004). Tiempos de “verdad rápida” (Alessandreo Baricco, The Game) en los que lo importante es el relato, la interpretación, no el hecho en sí. No hace falta “conspirar”, sólo desinformar consciente o inconscientemente.
Estoy con el maestro Marina en que nuestro país sufre de “síndrome de inmunodeficiencia social” y a diferencia del covid-19 la curva no se está aplanando. El antídoto es el pensamiento crítico. Uno de los 15 países más importantes del planeta, como es el nuestro, se sitúa el nº 83 según el Informe de Competitividad Global del World Economic Forum. Las sesiones del parlamento o los debates en la tele nos recuerdan el “duelo a garrotazos” de Goya;
José Antonio Marina nos anima a ver ‘Sólo es el principio‘, documental francés de 2019 sobre un taller de Filosofía para niñ@s de 4-5 años que hablan de la libertad, el liderazgo, la inteligencia, el amor, la amistad, la pobreza o la muerte. Delicioso. El propio Marina, para la Universidad de Padres, ha desarrollado programas para desarrollar este “sistema inmunológico contra el adoctrinamiento”. Por ejemplo, animar a los niños, y a los no tan niños, a dar razones, a evaluar si las que han dado son buenas, a definir los términos, a sacar las consecuencias de lo que han dicho. Lo que escuchamos en las reinauguradas terrazas a nuestro alrededor suele ser justamente lo contrario: hooligans ideológicos atacando al vecino en la mesa, sin argumentar sino imponiendo su verdad. Modestamente, me comprometo a que uno de mis próximos Coursera (ya sabes que hago cinco al semestre) será sobre Pensamiento Crítico, en la Universidad de Michigan, Duke, el Imperial College de Londres o Edimburgo. Mi gratitud a JAM por abrirnos los ojos una vez más.
Creo que los verificadores de argumentos deberían ser los medios de comunicación, el considerado “cuarto poder”. Es muy difícil avanzar en la libertad (el pasillo estrecho, en palabras de Acemoglu y Robinson) si no contamos con medios realmente independientes. En Actualidad Económica (revista semanal insertada en El Mundo) el presidente de la Fundación Civismo, Julio Pomés, se preguntaba ‘¿Cómo de controlados están los medios de comunicación en España?’ El Índice de Prensa asigna menor puntuación a mayor libertad; si me permites, lo voy a hacer al revés para que quede más claro.
España en el 77’4%, en la zona entre el 75 y el 80% de Francia, el Reino Unido, Italia, Chequia, Eslovenia, Eslovaquia y Lituania. Peor, por debajo del 75%, Rumanía, Croacia, Polonia, Grecia, Malta y Hungría. Mejor,entre el 80 y el 90% Letonia y Estonia, el Benelux, Irlanda, Portugal, Suiza y Alemania y por encima del 90% los países nórdicos. Seguro que no nos extrañará.
La integridad de los gobiernos la mide la Heritage Foundation.
En términos de la integridad de su gobierno, España tiene un 55’1%. La media de la UE es superior al 70%. Empatados con Rumanía y Malta. Por debajo, Eslovaquia, Grecia y Hungría. Entre el 62 y el 70% Italia, Polonia, Chequia, Eslovenia, Letonia y Lituania, además de Portugal. Entre el 80 y el 90% en integridad, Bélgica, Irlanda, Alemania, Francia, Austria, Estonia y el Reino Unido. Por encima del 90% Suiza, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega (recordemos que el podio está dirigido por mujeres). ¿Hay correlación entre la libertad de prensa y la integridad de los gobiernos? El 0,822, una correlación bastante elevada. Los gobiernos poco íntegros suelen tratar de controlar los medios por financiación directa o regulación privilegiada.
Segundo de los deberes para esta semana: apuntarme (si me admiten) a la Fundación Civismo que dirige Juan Ángel Soto y en cuyo consejo asesor destacan Inocencio Arias, Lorenzo Bernaldo de Quirós, Juergen Donges, Fernando Eguidazu y Rafael Pampillón. Más que nunca, necesitamos Civismo.
Nuestro gobierno se saltaba la ley al designar altos funcionarios con Mariano Rajoy (12 casos) y aún más se la salta con Pedro Sánchez, que prometió “regeneración democrática” (30 en los primeros cinco meses). Una dedocracia”. El actual gobierno Ha designado otros 66 en organismos y empresas públicas, confundiendo el Estado con el ejecutivo.
El resultado es de todos conocido, como denunciaba ayer el economista Juan Manuel Rallo en su artículo: ‘ Ni salvar vidas, ni salvar la economía’. El nuestro es el país con mayor número de fallecimientos por coronavirus en términos poblacionales, porque tomar las decisiones de confinamiento tarde. Es el de la reclusión más dura. Y según el FMI el que va a sufrir más duramente la crisis, con la pérdida de 360.000 empresas y varios sectores especialmente vulnerables. Datos incontestables.
Y es que “en la crisis del coronvirus nos han tratado como a niños, no como a ciudadanos” (Christphe Giulluy, autor de ‘No Society. El fin de la clase media occidental’, entrevistado por Iñaki Ellakuría) y “En el encierro he visto lo fácil que es someter a un pueblo“, Alberto Olmos, escritor castellano-leonés que acaba de publicar ‘Cuando VIPS era la mejor librería de la ciudad’. “Nada que tenga valor ha recibido un premio municipal. Dicen que promocionan la cultura. ¡No! Están robando el dinero del Ayuntamiento”. “La Feria del Libro se hace para humillar a los escritores y a la literatura. Cuando yo empecé a saber que existía, la humillación la ejercían los cocineros. Arguiñano tenía una cola de aquí al Paseo de los Coches, y el escritor más literario no tenía a nadie. Ahora son los youtubers, los presentadores de televisión…” En España no se lee, y Alberto lo denuncia.
“A mí el encierro me ha servido como experimento sociológico para comprender muchas cosas. La dictadura de Franco me la ha explicado entera. Los españoles estuvieron 39 años sometidos a un régimen dictatorial que, visto desde nuestra democracia o de las generaciones posteriores, parecía a causa de haber sido unos pringados o unos cobardes. Pero ahora me he dado cuenta de lo fácil que es someter a un pueblo. Tú puedes decir “no, es que hay una pandemia”, pero si una estructura superpoderosa, que es la que existe, se inventa que nos van a invadir los franceses o que va a haber una invasión galáctica y te ponen cuatro expertos muy tiesos y solventes a decirte que no salgas de casa porque va a caer un meteorito, la gente obedece. Es acojonante. Me fascina la facilidad con la que puedes pastorear cuarenta y siete millones de personas. Yo pensaba que iba a haber disturbios, asaltos… pero no. La pandemia es real, pero, si no fuera real, también funcionaría. Y luego, entreverado con la pandemia está lleno de falsedades de los expertos y del Gobierno. Primero te dicen que la mascarilla no es necesaria; después te dicen que es imprescindible. ¿Por qué no era necesario? Porque, como no tenemos aprovisionamiento de mascarillas, no podemos pedirle a la gente que tenga mascarillas, porque no hay. Entonces vamos a pedirles a los expertos que digan que no son necesarias. Ahora vamos a decir que sí son necesarias. Y, así, mil.”
Tercer deber: cuando pille a un medio (prensa, radio, televisión) con una mentira, voy a abandonarlo durante cinco años. Si todos lo hiciéramos, veríamos las consecuencias.
La canción de hoy, ‘The truth’ (La verdad) de James Blunt.
“And darling, that’s the truth”.
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