Ayer disfruté del diálogo entre dos grandes “Antonios”, Garrigues y Marina, gracias a la APD, con una espléndida moderación de su DG, Enrique Sánchez de León. Mi gratitud a Enrique, Laura, Loreto y todo el equipo. Es útil buscar certidumbres en este mundo megaVUCA.
Se da la circunstancia de que la peste antonina, del 165 al 180 dC, se llevó por delante al 10% de la población (el 15% en las ciudades). Fue la primera que afectó globalmente al mundo occidental y, a pesar del maravilloso liderazgo del emperador estoico Marco Antonio (y de la dirección técnica de Galeno, el mejor médico de la época), las consecuencias fueron devastadoras para la Pax Romana. Se reclutó para el ejército a esclavos (a los que se llamó “volones” y de ahí “voluntarios”) y a ladrones dálmatas y de los Dardanelos, así como a los gladiadores (los “complacientes”). El charlatán más famoso fue un tal Alejandro, falso profeta oriental, que se hizo millonario vendiendo unos oráculos para colgar en las casas y evitar la pandemia. En sus ‘Meditaciones’ (escritas en la campaña germana), Marco Antonio señaló que peor que la peste era la falsedad, el mal comportamiento y la falta de mutuo entendimiento. Anda que si el pensador estoico nos viera ahora…
La sesión del Congreso ayer me recordó a Demóstenes y Cicerón, dos de los más grandes oradores de la historia. Plutarco escribió sobre ellos: “El poder divino parece haber diseñado originalmente a Demóstenes y a Cicerón bajo el mismo plan, dándoles muchas similitudes en sus caracteres naturales, tales como la pasión por la distinción y su amor por la libertad en la vida civil, o su exigencia de coraje frente a los peligros y la guerra, a la vez que añadió muchos parecidos accidentales. Creo que difícilmente se puede encontrar otros dos oradores que, desde unos comienzos oscuros e insignificantes, se hicieran tan grandes y poderosos; que ambos se enfrentaran a reyes y tiranos; ambos perdieran a sus hijas; fueran expulsados de su país y retornasen con honor; que, huyendo de nuevo de ahí, fuesen ambos capturados por sus enemigos y finalmente acabasen sus vidas a la vez que la libertad de sus compatriotas”. ¿Se trata de hacer un discurso precioso, aunque incoherente? ¿De lograr el propósito? ¿De movilizar al equipo o a la ciudadanía? Cuando todo esto pase, me temo que no podremos creer lo que estamos viendo.
Para darle un tono más relajado al asunto, después de hablar por videoconferencia con varios CEOs con decenas de miles de empleos a su cargo, tuve un “¡Aha!”, un “Eureka”, una epifanía después de comer con la álbum de Mecano ‘Descanso dominical’, quinto álbum de Ana Torroja y los hermanos Cano (julio de 1988) cuya canción estrella fue “El blues del esclavo”.
Atendamos a la letra:
- el principio (“El ser negrito/ es un color./ Lo de ser esclavo, / no lo trago”). A lo largo de la historia, el trabajo (instrumento de tortura del Imperio Romano) lo han sufrido los esclavos, los proletarios, los siervos, los operarios…
- las condiciones: “Me tiene frito/ tanto trabajar de sol a sol/ las tierras del maldito señorito”. Las condiciones de esclavitud que Frederick Taylor llamó “dirección científica del trabajo”: unos piensan y otros obedecen.
- la esperanza: “O hay un Espartaco/ que entre a saco/ y esto cambia/ o “tos” pa Gambia./ Desde Kunta Kinte a nuestros días/ pocas mejorías”.
- el conflicto: “A ver si ahora con la guerra/ de secesión/ se admite nuestro sindicato/ del algodón”. La guerra de secesión o guerra civil estadounidense (1861-1865) se inició al comienzo de la presidencia de Abraham Lincoln, entre 7 estados sureños (esclavistas) y el norte industrial. Más allá de la dignidad humana, que es lo esencial, estaba el condicionante económico entre dos formas de vida: la del algodón y la de la industria. Todavía hoy en día, EE UU es el tercer productor de algodón del mundo tras China e India,una industria de 25.000 M $ al año y emplea a 200.000 personas de California a Luisiana. Por la mecanización de los años 20 muchos afro-americanos se trasladaron a las ciudades del norte. En 1944 se produjo la primera cosecha de algodón totalmente automatizada. Lo de la tecnología sustituyendo al trabajo no es nuevo.
- las reivindicaciones (I): “Que a saber/ quiere obtener/ descanso dominical, un salario normal,/ dos pagas, mes de vacaciones/ y una pensión tras la jubilación”. Retribución salarial y otras formas de compensación,
- las reivindicaciones (II): “Que se nos trate/ con dignidad/como a semejantes/ emigrantes/ que se terminen/ las pasadas,/ las palizas del patrono/ y el derecho de pernada”.
Mecano insistió en que no había más que admiración hacia Martin Luther KIng y reprodujo sus palabras en el single.
La cara B del sencillo era “Héroes de la Antártida”, sobre la odisea del Capitán Scott (1812). Amundsen había llegado antes al punto O. Comenzaba la “desescalada” en el Polo Sur. “Que las ayudas/ que nunca nos llegaron…”
En ese magnífico disco de hace 32 años, también podíamos escuchar ‘Eungenio Salvador Dalí
y ‘No hay marcha en Nueva York’.
Y “Un año más”, “La fuerza del destino”, “Mujer contra mujer” o “Quédate en Madrid”. Un gran CD.
En el número de mayo de la revista Eecutive Excellence, Covid-19: Rubicón de la transformación digital.
Aportaciones de Roger Martin (“cuidado con la obsesión americana por la eficiencia”), Paul Krugman (“se va a cuestionar muy gravemente la globalización”), Navi Radjou (innovación frugal), Ed Catmull (Disney) y Rob Wolcott, fundador del Kellog Innovation Network: “Mi propósito es ayudar a las personas a encontrar el lugar que quieren ocupar en el futuro”.
Finalmente, te recomiendo ‘Becoming‘, el documental sobre Michelle Obama en Netflix y el de la selección española de fútbol, campeona mundial hace 10 años, en la serie ‘Becoming Champions‘ en la misma plataforma. BECOMING: No es lo que eres, es lo que en lo que te puedes (si quieres) llegar a convertir.
La entrada Descanso dominical. Mecano nos cuenta el futuro del empleo se publicó primero en HABLEMOS DE TECNO TALENTO.