Anoche estuve viendo el primer episodio de la cuarta temporada de ‘El Ministerio del Tiempo‘, una serie de la que he hablado en varias ocasiones en este Blog. Mi gratitud y admiración a José María Irisarri, Gonzalo Sagardía, Nicolás Bergareche y todo el equipo de Onza: Jessica, Santiago, Ferrán, Jacobo, Luis, Alonso, Mariví, Silvia, Ricardo, Carlos, Ignacio, Laura, Maite, Daniela, Eva, etc. Gracias a ell@s son posibles, además del Ministerio del Tiempo, Pequeñas coincidencias, Hernán, Donde comen dos o La Cuarta Revolución (con Silvia Leal). Buen entretenimiento, de calidad.
Esta mañana, a las 10, he estado escuchando una de las #ConversacionesDeContingencia de la APD (Zona Centro), nada menos que entre Antonio Garrigues y José Antonio Marina. El título: “Repasando las certidumbres tras el covid 19”. Dos grandes amigos a quienes admiro profundamente, dos maestros con lo mejor de nuestro pensamiento. Un diálogo entre estas dos grandes mentes, cargadas de experiencia y reflexión, es un aprendizaje constante. Gracias, Loreto, por la iniciativa y por supuesto a Laura y a Enrique.
La semana que viene, el día 13, tendremos un debate también en APD (Zona Norte) sobre Talento y Tecnología, con Juan Antonio Gomara (Director Territorial de Vodafone) y Susana Rodríguez Vidarte (Deusto). Será de 12 a 13 h y puedes apuntarte aquï: https://www.apd.es/encuentro-digital-papel-tecnologia-crisis-impacto-liderazgo-actual-acceso/ Mi gratitud a Mikel Madariaga y su equipo por la invitación.
¿Han venido los redinarios (webinars) para quedarse? No creo que la respuesta deba ser categórica. De un lado, echamos de menos lo presencial, el contacto humano, el cara a cara. De otro, este prolongado confinamiento nos ha permitido aprovechar las posibilidades de la tecnología, algo muy de agradecer.
Ayer Colleen Ammerman (directora de la Iniciativa de Género de Harvard) y Boris Groysberg (profesor de la misma prestigiosa universidad) nos alertaban en un artículo de HBR del riesgo de perder talento femenino con esta crisis sanitaria, económica y social. Porque la crisis de empleo es doble: de demanda (enorme desempleo) y de oferta (escasez, que se ha convertido en penuria).
“Creemos que muchos líderes saldrán de la crisis con un problema de talento a largo plazo si no dan pasos pequeños pero esenciales en sus prácticas actuales”, escriben Ammerman y Groysberg. Y se refieren a compensar la maternidad, disminuir la agobiante presión, ser más equitativos en las reuniones virtuales y mantener inclusivos los espacios digitales.
TCV (Tras el CoronaVirus) será importante distinguir el teletrabajo heredero del taylorismo, ya no en la oficina o en la fábrica sino en casa, del “telostrabajo” (del término griego para finalidad): Propósito, Dirección por Objetivos, Autonomía, Ecosistema, Aprendizaje). A un lado, la mayoría de empresas que creerán volver “a la normalidad” con jefes-capataces; del otro, las organizaciones ganadoras (las “número 5”, como las llama Loles Sala, cuyo próximo libro te recomiendo y puedes pre-reservar), con crecimientos exponenciales por su forma ÚNICA de cuidar del talento y servir a los clientes. Tú eliges: desesperación o inspiración.
He estado leyendo el libro electrónico ‘Tips de Oratoria a golpe de tuit’, con 280 consejos en 280 caracteres, de Mónica Pérez de las Heras (fundadora de la Escuela de Oratoria en 2014), que ha publicado 13 libros sobre Comunicación), Virgina Gonzalo, Teresa Baró, Eva Snijders y Susana Burgos, profesoras de la Escuela.
Las autoras dividen el libro en 7 capítulos:
- #HablarEnPúblico. “Comunicar es depositar una parte de ti en otra persona; al hablar en público entregas pequeños trozos de ti a muchas”. El 78% del miedo a hablar en público se resuelve con una buena preparación. Nadie nace sabiendo (Learnability): se necesitan naturalidad, humildad y corazón. Atrapa la atención de tu público desde el principio. Sólo el 1% de los nervios del orador se transmiten al público. Debes saber gestionar lo que pasa en tu cabeza, en tu cuerpo y en tu comportamiento. Cierra con un broche de oro. Si quieres aburrir, cuéntalo todo. Atiende a tus creencias (limitadoras y potenciadoras), no ofendas a nadie, pon siempre el corazón. Las metáforas son útiles. No puedes gustar a todo el mundo. Leer, a no ser que sea un discurso, denota inseguridad y generar desconfianza en la audiencia. Naturalidad y espontaneidad. La credibilidad se juega en la congruencia entre comunicación verbal, paraverbal y no verbal. La perseverancia es la mejor fórmula para aprender. Fluyes cuando te olvidas de ti y te centras en quien te escucha. Tenemos que trabajar los pensamientos, la emociones, los conocimientos y la preparación. Utiliza las citas pero no abuses de ellas. Piensa las ideas clave que vas a exponer y conéctalas. Un orador ha de ser “líquido” y adaptarse a las circunstancias.
- #InteligenciaEmocional. Las 6 emociones básicas son alegría, tristeza, sorpresa, miedo, asco y enfado. Muestra seguridad y confianza. Utiliza el sentido del humor (pero no somos humoristas). Pon pasión, ganas e ilusión. Tienes que ser la misma persona tomando un café que hablando en público. La audiencia recordará no lo que le digas sino lo que le has hecho sentir (parafraseando a la poeta Maya Angelou). La falsa euforia no es necesaria en la oratoria. Habla de corazón a corazón. La autoestima es el sistema inmunológico de la mente. No hay razón para emplear el enfado.
- #LenguajeNoVerbal. La sonrisa es un idioma universal. Serenidad con la postura de neutralidad. Si hablas sentada, pierdes la mitad de la potencia. Asume el protagonismo para alcanzar tus objetivos.
- #Voz. Utiliza el volumen, tono y velocidad de la voz. Transmite fuerza, pasión y emociones. Las pausas son un elemento fundamental del discurso. Lo importante no es lo que dices, sino cómo lo dices. El 70% de los malos oradores lo son por un mal uso de su voz. Voz lenta y baja cuando quieras tocar la fibra sensible de tu auditorio. La voz te hace presente; tus silencios hablan de tu serenidad. Acorta las distancias con tu gente.
- #Storytelling. Cuenta una historia, entretenida. Incluye un diálogo, creíble, que le dé fuerza a tu presentación. “Dejad que os cuente una historia” (Alex Haley, autor de ‘Raíces’). Las historias se cuentan hacia delante y se construyen hacia atrás. Cuéntalas como si fuera la primera vez (para el público, lo es). Introduce anécdotas divertidas.
- #Discursos y #Presentaciones. Lleva al público de A a B (ten claro qué es B). Tu audiencia quiere que triunfes. El teleprompter es la herramienta más útil para leer un discurso. No hagas un discurso de más de 20 minutos. Si usas palabras técnicas o en un idioma que no sabes si tu auditorio entiende, le estás faltando al respeto. Disfruta del aplauso del público pero que no se te suba a la cabeza.
- #Portavoces. Si no lo cuentas bien, da igual lo que hagas. Trabajar la puesta en escena es fundamental para que el talento pueda ver la luz. El escenario forma parte del mensaje. Dosifica y habla en titulares. El buen portavoz debe pensar como un sabio y hablar como la gente corriente. En una entrevista de televisión, nunca mires a la cámara sino al entrevistador. No hay público más exigente que el de los periodistas; si les das buenas respuestas, volverán a llamarte.
Estos sabios consejos, y especialmente los de los portavoces, me han recordado el buen hacer de mi gran amigo Jorge Carretero, portavoz durante 18 años de la Real Federación Española de Fútbol y artífice de la excelente conexión entre La Roja y el pueblo español durante las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010, que pronto cumplirá una década.
Un libro práctico para avanzar en nuestra oratoria. Mi agradecimiento a Mónica, Virginia, Teresa, Eva y Susana por este texto y por su labor docente.
Hablar bien en público es un talento que se debe cultivar. Te recomiendo ‘El método BRAVO’ de Mónica Galán. Lo comenté en este Blog el 11 M de 2018.
y de uno de los mejores directores de teatro españoles, Luis Dorrego, ‘Habla en público siendo tú mismo’.
Esta mañana, el presentador Carlos Alsina ha dicho en su programa de radio “Hay que aprender a vivir tanteando”. Con todo respeto, y con mi admiración a este gran profesional, no estoy de acuerdo. TCV, el Liderazgo ha de ser más que nunca Firmeza Compasiva. Firmeza es tener criterio, un plan (de la A a la Z), valores inquebrantables, un propósito por el que luchar y una guía con los primeros pasos. Luego, en este entorno megaVUCA, iremos corrigiendo, aprendiendo y adaptándonos a las circunstancias. Pero no confundamos la flexibilidad del talento humilde y vulnerable con la improvisación del ignorante. No todo vale.
NO HAY LIBERTAD SINO EN LA VERDAD. Mejor que no lo olvidemos.
Mi gratitud a Juanjo, DG de uno de las mejores empresas para trabajar de nuestro país (una de las 109 Top Employers, para entendernos) que me comentaba ayer que su familia se está dando cuenta estos días de lo muchísimo que trabaja. Un test de Liderazgo que TCV se convertirá, imagino, en real. O analizamos y medimos de verdad el carácter inspirador, integrador, imaginativo e intuitivo de nuestro liderazgo o quedará confinado nuestro empleo.
La canción de hoy ‘I miss you’ de Adéle, que ayer cumplió 32 años. “Baby don’t let the lights go down”.
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