Día Internacional de la Creatividad y la Innovación. Jornada de reunión de dirección (segunda sesión, tras la de ayer), redinario (webinar) sobre Liderazgo Inspirador con ORH y ManpowerGroup Talent Solutions y otro esta tarde, como participante, sobre la economía financiera tras el coronavirus. Ojalá cuando acabe el confinamiento cambiemos tantas horas de tráficos por tantas otras de aprendizaje. Sigo, por cierto, con los cursos de Coursera (gratuitos, aunque con certificado para demostrar la “learnability”) sobre Liderazgo en la Transformación en la Universidad McQuarei de Sidney con los profesores Richard Badham y Brenda Santiago y ‘Chinese for Beginners’ con la Universidad de Pekín con la profesora Xiaoyu Liu.
He estado leyendo el último libro de Joseph E. Stiglitz, ‘CAPITALISMO PROGRESISTA. LA RESPUESTA EN LA ERA DEL MALESTAR’. El profesor Stiglitz, nacido en Gary, Indiana, ha sido economista jefe del Banco Mundial (1997-2000), premio Nobel 2001 e imparte clases en la Universidad de Columbia (Nueva York). En 2008 fue el economista más citado del mundo. Entre sus aportaciones, el concepto de “asimetría de la información”, el modelo Shapiro-Stiglitz de eficiencia salarial (“el desempleo está motivado por la estructura informativa del empleo”). Lo sabemos bien en España, un mercado de “tormenta perfecta” de alto nivel de desempleo, escasez de talento, elevada sobrecualificación, porcentaje de NiNis y emigración creciente. E iremos, si no lo remediamos, a 3 M + 3 M de desempleados.
El libro de Stiglitz cuenta con dos partes:
A. Perdiendo el rumbo. Stiglitz nació en una ciudad industrial creada en 1906 con el presidente de US Steel, Elbert Gary. Una villa próspera que en 2016 votó a Trump porque la tensión era evidente. La liberalización de Reagan la destrozó. Trump, con la misma economía vudú (política económica de subsidio de oferta) hará lo propio. Además, con desdén hacia el conocimiento, la ciencia, la verdad y la democracia. Es la demagogia de los populistas y los ultranacionalistas. “Si hay grandes discrepancias entre los beneficios para la sociedad de una actividad y los réditos privados, los mercados no harán bien su trabajo”. Hoy la riqueza de las naciones es su aumento de conocimiento, su aprendizaje. Deberíamos gestionar mejor la globalización. “El gradualismo es inadecuado para la tarea que tenemos entre manos”. La economía no lo es todo (aunque fue el lema de Bill Clinton en el 92, equipo del cual formó parte Stiglitz). Hay un ataque a la Ilustración (al Adam Smith de las ideas morales), a la ciencia, a la judicatura, un fracaso de las élites, codicia por doquier. La “mano invisible” se ha pervertido y ha riesgo para la democracia. “Una economía defectuosa genera individuos defectuosos y una sociedad defectuosa”. “Hemos ido demasiado lejos por la senda defectuosa como para que esto sea sencillo”. En los últimos 40 años el crecimiento de la desigualdad es innegable, así como la ralentización del crecimiento (por menores inversiones en capital humano). “La desigualdad es el problema más acuciante del país” (Barack Obama): en sanidad (brecha de esperanza de vida), en riqueza (el 1% de la población posee más del 40%), en oportunidades (el “evanescente sueño americano”). Explotación y poder de mercado: “La competencia es para los perdedores” (Peter Thiel, asesor de Trump). Extrae riqueza, no la crea, la corrupción, los precios poco transparentes, el abuso financiero, las leyes antimonopolio. Se observa una cuota decreciente del trabajo y el capital y creciente de las rentas, el aumento de la concentración y poder de mercado (por ejemplo, en las tecnológicas) y el cambio en las reglas de juego. Si hubiera de verdad libre competencia la productividad sería un 40% mayor (profesores Baqaee de la LSE y Farhi de Harvard). Estamos en “la economía de la manipulación ” (Akerloff y Shiller, premios Nobel). Las medidas antimonopolio se han de ampliar de los productos a las ideas. EE UU está en guerra consigo misma a causa de la Globalización y la tecnología. El proteccionismo no es la respuesta. “La crisis de 2008 evidenció los límites del capitalismo al estilo americano; la elección de Trump evidenció los límites de la democracia al estilo americano; la abolición de los límites de permanencia del presidente Xi evidenció que China, con su capitalismo de Estado, no estaba alejándose del autoritarismo sino más bien desplazándose en la otra dirección”. La Globalización no admite remiendos. Las finanzas son decisivas para el actual malestar: se han convertido en un sector disfuncional que perjudica a la sociedad. Lo que en Las Vegas es una apuesta, en Wall Street es un “derivado”. Disonancia entre intereses privados y sociales, contagio al resto de la economía. El desafío de las nuevas tecnologías: el ritmo de innovación ha descendido (Robert Gordon, Northwestern). La falta de empleos da lugar a falta de demanda. La IA muestra que “la privacidad es poder”; las nuevas tecnologías y la globalización son una amenaza para la democracia: el Gran Hermano. ¿Para qué el Gobierno? Para una acción colectiva, para regular la acción colectiva, para una economía innovadora (de verdad), urbana, sostenible, compleja, globalizada y en constante fluidez.
B. Recomponiendo la política y la economía: el camino hacia delante. Restauración de la democracia, con nuevos sistemas electorales y procedimientos políticos, evitando los abusos (contrapoderes en la judicatura. Necesidad de un movimiento nuevo (los partidos deben reinventarse). Stiglitz analiza la relación entre Murdoch (la Fox) y Trump. Recuperación de una economía dinámica, con empleos y oportunidades para todos, “Nunca hemos tratado demasiado bien a nuestros ancianos” (premonitorio). Debemos crear una sociedad del aprendizaje (I+D), ofrecer empleos decentes, asegurar el pleno empleo, restaurar el equilibrio entre la vida profesional y la personal, restaurar las oportunidades y la justicia social, evitar las muchas formas de discriminación, restaurar la justicia entre generaciones (acceso a la educación, a la justicia y a la salud). Una vida decente para todos: acceso universal a la atención médica, jubilación, vivienda propia, educación. “El capitalismo al estilo americano les ha fallado a varios segmentos de nuestra población”. Regeneración: “Nuestra política ha caído tan bajo que ahora nos volvemos obligados a volver sobre algunos temas esenciales para sanar nuestras dolencias”. Hay disparidad entre nuestros valores y la realidad social, con mitos (individualismo, trabajar duro) que enmascaran nuestros fracasos. Las ansiedades de hoy se concretan en merma de las instituciones públicas, embestida contra el sistema de gobernanza y las instituciones del conocimiento (furor de Trump), una sociedad sin confianza ni estabilidad. ¿Dónde está la promoción del bienestar general? “¿Hay esperanza?”, se pregunta Stiglitz al final del libro. Él cree que “No es demasiado tarde para salvar al capitalismo de sí mismo”.
Magnífico libro. Creo que al keynesiano Stiglitz, como a Karl Marx y al francés Thomas Pikkety, se les da mejor enunciar las carencias del capitalismo y el incremento desmesurado de la desigualdad que proponer mejoras sustanciales. Estamos en un tiempo nuevo. A partir del “shock de Nixon” a principios de los 70 la no convertibilidad del dólar en oro desbocó la cantidad de dinero en el sistema y el acuerdo con China convirtió al gigante asiático en la fábrica del mundo (desde los Juegos de 2008, además en un líder tecnológico). La liberación de Reagan y Thatcher en los 80 asalvajó la economía y provocó la crisis finaciera un cuarto de siglo después. La “guerra por el talento” enunciada en 1997 nos llevó al Talentismo 25 años más tarde. Esta triple crisis sanitaria, económica (de empleo) y medioambiental va a poner a prueba la nueva era en la que el talento es el motor de transformación.
Te recomiendo ‘Cómo bailar la danza del Coronavirus’ del Ingeniero Tomás Pueyo: https://medium.com/@tomaspueyo/coronavirus-learning-how-to-dance-b8420170203e “La danza es descubrimiento” (Marta Graham).
La canción de hoy, ‘BLinding Lights’ del grupo canadiense The Weeknd.
“Maybe you can show me how to love, maybe”
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