Viernes Santo de esta Semana Santa tan especial en la que hemos responsablemente de quedarnos en casa.
Ayer, además del ejercicio físico con Patry Jordan (GymVirtual: ¡A por tu mejor versión) y de esa maravilla que es leer a dúo y en voz alta para que la escucha el otro ‘El hombre en busca de sentido’ de Viktor Frankl, mi buena amiga Rosa Montaña, la mejor sexóloga de España, me entrevistó para su exitoso Podcast (más de 103.000 descargas por programa), que se emitirá la semana que viene. No, no hablamos de sexo, sino de ‘El virus que reseteó el Capitalismo’, el “freEbook” que he estado escribiendo estos días y que tendrás de forma gratuita próximamente. Para que TCV (Tras el CoronaVirus) podamos salir fortalecidos porque hemos aprendido lecciones importantes. Gracias a Rosa y a la tribu INVIVEN por la oportunidad.
Por la noche, vimos la película ‘Abuelos’ (mi hija Zoe no la había visto y fue quien la eligió; se nota que echa de menos a los suyos) y ‘Brexit. La guerra incivil‘ en HBO (que puedes ver gratis, a modo de prueba, las primeras dos semanas’): se trata de la campaña del Brexit desde la figura del asesor político Dominic Cummings. Te recomiendo el artículo de Rafael Ramos en La Vanguardia el verano pasado, ‘El maquiavelo del Brexit‘ y el más reciente de ‘The Guardian’: ‘Dentro de la mente de Dominic Cummings‘. Respecto a la política actual, podemos aplicar la muy citada frase de Erasmo de Rotterdam: “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”.
Me gusta aprender de los errores para que no se conviertan en fracasos y, si cabe, me gusta aún más aprender de las historias de éxito. Por ejemplo, de lo bien que lo hizo Nelson Mandela, la nobleza en la política, durante su confinamiento de casi 27 años en Robben Island. El escritor Gail Evans lo contaba ayer en El País.
Evans entrevistó a Madiba el 15 de febrero de 1990, tras haber sido liberado (cumplía cadena perpetua de una forma injusta). En su pequeña casa de Soweto, “la caja de cerillas”, como en la celda de Portsmouth, se levantaba a las 5 de la mañana y practicaba una hora de ejercicio físico. Gail Evans recuerda que Mandela había practicado el boxeo desde los años de la universidad y aunque nunca compitió, disfrutaba de esa disciplina.
El ejercicio físico es, sin duda, un hábito saludable, como contamos Silvia Damiano y un servidor en el nuevo libro ‘Brain-Friendly Leadership’ sobre los 9 hábitos del Liderazgo “neuro-amigable”, de lo que es óptimo para nuestro cerebro.
Retrospectivamente, podemos comprobar a través de su biografía y de los testimonios sobre quienes le conocieron bien, como mi admirado John Carlin (autor de ‘El factor humano’, obra en la que se inspiró la película ‘Invictus’, y ‘La sonrisa de Mandela’), que Mandela cumplía a rajatabla esos nueve hábitos:
- Un Propósito claro, concreto, conciso y controlado en la vida: la nación arcoiris, con los valores de compasión, templanza y generosidad.
- La elección de las Ideas positivas en lugar de dejarse llevar por la negatividad. “Deja que la libertad reine. El sol nunca se pone sobre tan glorioso logro humano”.
- La Visualización de lo que quieres conseguir. “No hay nada como volver a un lugar que parece no haber cambiado para comprobar que has cambiado tú mismo”.
- La Relajación, el sueño y la gestión conveniente del estrés. “A diferencia de muchos políticos, puedo admitir un error”.
- Una Alimentación adecuada, sana, “mediterránea”. “No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños”.
- El Ejercicio físico, al menos 150 minutos por semana. “El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas. Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras”.
- La Conversación con personas tónicas y no tóxicas. “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces se vuelve un compañero”.
- El Optimismo inteligente y contagiarlo a los demás. “Los verdaderos líderes han de estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
- El Aprendizaje continuo y el ejercicio mental. “La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo”.
En definitiva, “vive la vida como si nadie mirara y exprésate como si todo el mundo escuchara” (Nelson Mandela).
A Mandela le sirvió para salir de la cárcel 27 años después, ganar las elecciones presidenciales, dirigir su país y transformarlo, vivir hasta los 95 años. ¿Te sirve a ti TCV (Tras el CoronaVirus)? ¿Eres “el capitán de tu alma”, el dueño de tu destino?
Entre tanto discurso mediocre y tanto debate estéril como estamos sufriendo estos días, me recordaba ayer en una conversación Mónica Galán, experta en comunicación y autora de ‘El Método BRAVO’ su sentencia: “Para hablar bien en público debes pensar bien en privado”. No hay gran comunicación sin reflexión previa. En palabras de Madiba, como cariñosamente le llama su pueblo, “Cuando dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente damos a los demás permiso para que hagan lo mismo”. Esa es la clave de la INSPIRACIÓN.
Si has visto ‘Invictus’ de Clint Eastwood, recordarás que una de las canciones preferidas de Mandela era el ‘Nkosi Sikelel’ iAfrika’ (Dios bendiga a África, en lengua xhosa), himno no oficial de Sudáfrica durante el apartheid, cantado por los oprimidos, y ahora parte del himno oficial desde 1996. Creado en 1897 en una escuela metodista, con otra letra también es himno de Tanzania y Zambia.
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