Hoy es un día un tanto especial dentro de la triple crisis porque desde las 9 de la mañana emitían en Netflix la cuarta temporada de ‘La casa de papel’ (Money Heist). Zoe quería que viéramos juntos los episodios como una especie de ritual. Una temporada magnífica, con actores en estado de gracia y un guión propio de un equipazo liderado por Álex Pina: Javier Gómez-Santander, Esther Martínez Lobato, Pablo Roa, Fernando Sancristóval, David Berrocal, Luis Moya, Esther Morales, Juan Salvador López, Ana Boyero, Almudena Ramírez Pantanella, Emilio Díez, Alberto Úcar. Talento español, Marca España (Dalí, Quijote y Sancho, el fútbol, la comida, la Castellana). distribuido por la plataforma más potente del espectáculo global: 165 millones de suscriptores, poco más de un tercio en EE UU y el resto en 190 países.
Pero antes, un regalo de Ana Milán, una actriz decidida a la que admiro mucho. Un canto a la valentía, que me ha recordado la mítica frase de Shakespeare: “Nuestras dudas son traidoras, porque nos hacen perder aquello que pudimos ganar, por miedo a intentarlo”
Siguiendo con el Liderazgo Femenino, he estado leyendo un artículo que da mucho que pensar de una espléndida economista, Mariana Mazzucato, cuyos libros (El Estado emprendedor, El Valor de las cosas) he comentado en este Blog. Se trata de ‘La triple crisis del capitalismo’, publicado el 30 de marzo:
“Después de la crisis financiera de 2008, hemos aprendido a las malas que cuando los gobiernos inundan la economía con una liquidez desproporcionada, lo que hacen es retrasar la recuperación. Ahora espero que no cometamos el mismo error”.
La profesora Mazzucato se refiere a una triple crisis: sanitaria, económica y medioambiental. “Hace dos meses los medios se llenaban de bomberos exhaustos y ahora de sanitarios exhaustos”. El Capitalismo donde trata de apagar un fuego enciende otro. Los gobiernos trataron de resolver la crisis no dirigiendo el dinero hacia nuevas oportunidades de generación de valor sino hacia el sector financiero, que es “unfit for purpose” (no sirve al propósito necesario). Mariana Mazzucato explica en ‘El valor de las cosas’ que el sistema financiero no aporta valor; simplemente lo extrae.
Precariedad del empleo, economía circular (gig economy) que no es economía de la responsabilidad (gig responsibilty) y pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores durante décadas. El teletrabajo no es una opción para todos y muchos autónomos desguarnecidos.
Los gobiernos amplían los préstamos cuando la deuda privada está históricamente alta. En EE UU, una deuda de las familias de 14’5 billones de dólares de los nuestros (trillones de los suyos), 1’5 B más que en 2008… cuando la causa de la crisis fue precisamente la deuda. En el Reino Unido, un recorte de la sanidad en 1.200 M $, dedicados a la formación de los médicos, muchos de los cuales han dejado el National Health Service. En lugar de invertir en I+D, en salarios, en aprendizaje, dinero a los bancos que eleva el coste de la educación y la vivienda.
Las malas noticias, explica la profesora Mazzucato, son que el coronavirus exacerba estos problemas. Las buenas son que podríamos aprovechar esta oportunidad para mejorar una economía inclusiva y sostenible. “No se trata de retrasar ni bloquear la acción de gobierno, sino de estructurarla adecuadamente”.
¿Qué deberían hacer los gobiernos? Diseñar soluciones que sirvan al interés público de verdad. En Dinamarca, el gobierno está pagando los salarios de quienes no trabajan y apoyando el pago de alquileres e hipotecas para que se restablezca la economía cuando acabe la pandemia. “Se trata de crear valor y no de extraer valor”. El Business Roundtable que hablaba hace unos meses de valor para todos los agentes (stakeholders) y no sólo para el accionista (shareholder), que lo demuestre ahora.
Es tiempo de aliviar la deuda, en las familias y en las empresas y de repensar la colaboración público-privada. Por ejemplo, en la búsqueda de una vacuna contra el Covid 19. El Secretario de Sanidad de EE UU, Álex Azar, ha reconocido que cuando esté disponible la vacuna contra el coronavirus no se la podrán permitir la mayoría de sus compatriotas.
Necesitamos lo que la Mazzucato denomina “Estados emprendedores”, que invierten en Innovación: de Inteligencia Artificial a Educación a Renovables. “Esta crisis nos recuerda que necesitamos estados que sepan negociar para que lo público vuelva a lo público, al bien común”. Si no ocurre así la tercera crisis, la del planeta, se llevará por delante a las otras dos, anticipa esta brillante economista. Me temo que está en lo cierto, y la estupidez humana en forma de codicia será la causante.
Más allá de tramas a lo “Ocean’s eleven” y romances juveniles (“en el amor no basta con querer a alguien; hay que llegar a tiempo”), es lo que nos muestra brillantemente una serie de tanto éxito como ‘La Casa de Papel’ son los riesgos del exceso de liquidez. Si los que emiten billetes son los que van con caretas de Dalí, es delito; si lo hacen los bancos centrales, es rescate.
Mi profunda gratitud a las mujeres fuertes, como Mariana Mazzucato, como Ana Milán, como las primeras ejecutivas que dais la cara por vuestras instituciones. Sois nuestra esperanza.
La canción de hoy, el “Bella Ciao” (en versión de Najwa), himno antifascista que se ha convertido en canción de culto a la resistencia en todo el planeta. Obvio.
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