Las cosas están cambiando. Ayer pudimos leer en El Confidencial que Bankia va a nombrar a Nuria Oliver consejera independiente.
El Consejo de Administración del Banco ha reelegido a José Sevilla como CEO durante dos años más, ha nombrado a la Dra. Nuria Oliver consejera para los próximos cuatro años y ha reelegido a los consejeros independientes Joaquín Ayuso, Francisco Javier Campo, Eva Castillo y Antonio Greño. De todo ello, como es preceptivo, ha informado a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y será aprobado por la Junta de Accionistas el próximo 27 de marzo en Valencia.
Nuestra querida y admirada Nuria Oliver, alicantina de pro, es Ingeniera Superior de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid, Doctora por el MIT, cuenta con más de 25 años de experiencia como investigadora en IA (Inteligencia Artificial) y Big Data, ha publicado 160 artículos académicos y ha inventado 40 patentes. En su trayectoria profesional, ha sido investigadora en Microsoft Research, directora científica en Telefónica I+D y directora global de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone. Además, ejerce como Chief Data Scientist en Data-Pop Alliance y como asesora para universidades, gobiernos e instituciones como la Comisión Europea o el Foro Económico Mundial. Ha sido Data Scientist of the Year 2019.
Mi enhorabuena a Bankia con esta estratégica decisión, muy en línea con los valores de la entidad. Es importante que en los Consejos haya mujeres líderes como Nuria Oliver, como Laura González Molero (presidente de APD, consejera de Bankia, Viscofán, Acerinox. perteneciente al consejo asesor de ISS y prologuista de mi libro ‘Por qué necesitas un coach), Rosa García (consejera de Mapfre, Rosa García (consejera de Mapfre, Sener, Tubacex y del consejo asesor de EY), Isabel Aguilera (consejera de Oryzon, LAR y Egasa y del consejo asesor de Oracle, ha sido consejera de Indra, Oracle, Aegón, Laureate y de los consejos asesores de Farmaindustria, pelayo e Ikor), Amparo Moraleda (Directora no ejecutiva de Airbus, Caixabank, Solvay y Vodafone), Eva Castillo (consejera de Bankia, Old Mutual y del consejo asesor de Telefónica Digital y Telefónica Internacional) o Silvia Leal (experta en tendencias de futuro y coordinadora del libro ‘Consejos’). Es tiempo de Liderazgo Femenino, en los consejos y en las empresas. Y es tiempo de NeuroLiderazgo, del Liderazgo pasado por la Neurociencia (como dice Tomás Chamorro, para que “no haya tantos varones incompetentes dirigiendo las compañías”).
He estado leyendo ‘Neurocoaching. La plasticidad autodirigida’ de mi buen amigo Carlos Herreros de las Cuevas. Con más de 30 años de experiencia como coach ejecutivo, Carlos fue el primer presidente de AECOP (la Asociación Española de Coaching) y es uno de sus tres presidentes honorarios, junto con Manuel Seijo y un servidor.
Dedicado in memoriam al gran Pablo Hereros (Yo, mono), Carlos estructura su obra en 10 capítulos:
- Lo que los coaches deberíamos saber del cerebro y la neurociencia. Neuroplasticidad, volición, estructura del cerebro (sistema límbico, neocórtex, hemisferios cerebrales, sistema nervioso autónomo y las emociones como cambios en la integración cerebral).
- Primera sesión. Desde la llamada y lo que trae el coachee a sus objetivos.
- El relato biográfico y la evolución del apego (attachment).
- Integrar cerebros, tarea del coaching. Experiencias tempranas, estilos de apego, actitud del coach, coherencia vs cohesión.
- Avanzar hacia los objetivos del proceso. Entorno de pensamiento, el problema con las preguntas, la atención.
- Facilitar el pensamiento. El guión, tipos de metas, núcleo del proceso, aplicación al coaching grupal.
- La dificultad para cambiar. Porque “la gente no cambia (a menos que haga un buen proceso de coaching). Compromisos contradictorios, examen y cuestionamiento de supuestos principales, método de la radiografía. Carlos nos regala un diagnóstico de inmunidad al cambio.
- Coaching con el sistema nervioso autónomo. Seguridad psicológica y compasión (atractor emocional positivo y negativo).
- Otras prácticas de neurocoaching, ligadas a navegar por el sendero superior, el método de los 4 pasos (para que la persona se ayude a sí misma) y la gestión de las emociones (calmar el cerebro).
- El cierre del proceso, con algunas preguntas que podemos plantear.
Un libro de vanguardia en un tema esencial. De pocas personas he aprendido tanto sobre el apasionante mundo del coaching como del maestro Carlos Herreros en estos 30 años. Mi profunda gratitud por tu magisterio y por tu generosa amistad.
Ayer, durante una sesión de reubicación profesional, un alto directivo cuyo nombre mantendré en el anonimato me dijo que el coaching le había “salvado la vida” profesionalmente hablando en dos ocasiones. En la empresa anterior, una gran multinacional, de la que decidió irse voluntariamente y para reequilibrar sus prioridades en un momento de gran tensión. Y que el regalo de Reyes hace unos años a su esposa fue precisamente un proceso de coaching (ella es una gran profesional del mundo sanitario a la que le vino de maravilla).
Es una cuestión de eficiencia, de eficacia, de innovación y de sostenibilidad. Dado el desarrollo de la neurociencia, si no medimos adecuadamente, en términos científicos, nuestro Liderazgo (por ejemplo, con una herramienta como el i4 Neuromodel) más allá del discurso avanzado nuestra organización sigue como la de Dilbert.
Los 10 mandamientos del NeuroLiderazgo son, a mi juicio (con permiso de Silvia Damiano, creadora del concepto):
- Para conseguir, hay que medir. Toda Transformación (Digital & Cultural) debe partir del ejemplo de su CEO, que debe medir su Liderazgo actual en términos científicos.
- Más allá del coaching, los directivos deben disfrutar de un proceso de Neurocoaching. Si no, no van a cambiar lo que deben, al ritmo que deben ni con el impacto que deben.
- El neurocoaching estratégico (individual) ha de combinarse con un proceso de neurocoaching de equipo. Para que la dirección se convierta de verdad en un equipo de altísimo rendimiento (en condiciones de estrés vuelven a ser compartimentos estancos).
- Para que la Transformación alcance al conjunto de la empresa, se deben realizar sesiones no como “talleres” (workshops) sino como “Deep Dive” (inmersiones profundas) en cuatro metacompetencias. La primera de ellas, sobre Rendimiento (Performance) y Empowerment, que debe ser una “revolución” en la forma en la que los profesionales asumen su agenda y la toma de decisiones en la orientación al cliente.
- El segundo “Deep Dive” esencial es el de la colaboración, en el que se replantee radicalmente la transversalidad en la organización.
- El tercer “Deep Dive” es el de la innovación, esencial en esta era de la imaginación. Para ser realmente disruptivos, hemos de plantearlo desde bases diferentes.
- El cuarto y último “Deep Dive” ha de ser el de la agilidad, más allá de las herramientas Lean, para fomentar intraemprendedores. Sin “mentalidad start-up” hoy no se puede competir con garantías.
- Todo este proceso hay de llevar a los profesionales, empezando por el CEO, a marcarse compromisos de Liderazgo Saludable (Brain-Friendly commitments).
- La clave de que el proceso está avanzando hacia sus metas son las neuroconversaciones de carrera entre los líderes de la organización y sus colaboradores.
- La tecnología nos permite medir el “antes y después” del proceso de Transformación. Y por tanto, el ROI (Retorno de la Inversión).
En cualquier caso, en estos tiempos “hípervUCA” de economía de enfriamiento (slowdown economy), los ganadores son las empresas exponenciales y los perdedores desaparecen de forma acelerada (The Winner Takes All).
Como Carlos Herreros es cántabro (como mi familia materna), en su honor la canción de hoy es de David Bustamante, ‘Ya no puedo esperar’, con letra de Luis Fonsi (“No eres tú, no eres tú, no eres tú, soy yo”).
La entrada Por el NeuroCoaching al NeuroLiderazgo. Los 10 mandamientos se publicó primero en HABLEMOS DE TALENTO.