Como parte del curso de Stanford que estoy siguiendo, ‘El Amor como Fuerza de la Justicia Social’, dirigido por la gran Ann Firth Murray, he leído el libro ‘The Art and Practice of Loving’ (El Libro del Amor) del Dr. Frank Andrews, edición del 20º aniversario.
“El Amor no es un sentimiento que nos abruma, sino una decisión consciente y de compromiso”, M. Scott Peck (1936-2005), psiquiatra y escritor estadounidense.
“El Amor, el Amor, el Amor, ése es el signo del genio”, Wolfgang Amadeus Mozart
Frank Andres nos presenta los 9 mitos del Amor, porque “las creencias nos crean” (Bhagavad Gita). Son el romance (amor romántico), el de los vínculos, el de ser amad@, el del acuerdo de sumisión (di No con Amor), el del dolor, el del bálsamo que lo cura todo, el de la acción, el de la espontaneidad, el de la dificultad (la vida es dura), En palabras del premio Nobel Albert Schweitzer, “el mayor descubrimiento de cada generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas cambiando su actitud mental”.
El autor distingue entre Amor reactivo e intencional (voluntario); hemos de elegir conscientemente, escuchando nuestra voz interior y prestando atención sin juzgar. El amor reactivo parte de la idea platónica del amante como “espejo en el que se ve reflejado uno mismo”. Frank Andrews nos propone vivir una vida de amor creando un propósito. Para ello, hemos de abrir nuestro corazón al mundo a través de la atención (sensing as loving and being loved), tener cuidado con no juzgar para no ser juzgados, amar sin condiciones, conocer los hábitos que bloquean el amor (y evitarlos), cultivar el rol del observador y el de jugador, así como tus miedos. Haz del Amor el propósito de tus relaciones (“es sabio quien aprende de los demás”, el Talmud; “La primera labor del Amor es escuchar”, Paul Tillich). “La atención es el alimento del Amor”. Expresa tu Amor. Mantén pacíficas tus relaciones (reescribe tu historia y la de los demás). Perdona, busca, comunica, cultiva el amor. Aprende. Ríete de la crisis en su cara. Transfórmala en un triunfo (porque “el amor nunca yerra”, San Pablo). Ama a través de la pérdida (“nada es para temerlo sino para entenderlo”, Marie Curie). Agradece tus dones. Ama a través de la acción. Disfruta del trabajo, no del aplauso. Haz una pausa para clarificar tu propósito (tu “para qué”). Practica el Amor por ti misma (el disfrute de vivir). no soy una máquina, ni mi cuerpo, ni mi propia definición, ni como me definen los demás. Aprecia tu pasado, imagina tu futuro. Dios es Amor (“El Amor es Dios”, Tolstoy) y amar es seguir el camino de Dios. Ama y vive “como si”.
Espléndida esta guía que, como ‘La sensación de fluidez’, ya ha cumplido su 20º aniversario. Un libro con 12 docenas de prácticas para amar más eficazmente. Frank Andrews nació en Kansas, se doctoró en Harvard, es profesor de la Universidad de California en Santa Cruz y en esa ciudad vive con su mujer, sus dos hijas y dos nietas. En 1991 le concedieron el “Distinguished Teaching Award” por parte de los antiguos alumnos por su contribución única. Eso es Amor por y desde la docencia.
Puedes bajarte el libro de forma legal y gratuita en la página web del autor, www.heartfeltyes.com Una espléndida lectura.
He pensado en las distintas acepciones de la palabra “compassion” (compasión), la empatía en acción. Sentir autocompasión, hacernos las víctimas, es dañino. Nuestro cerebro no se lo puede permitir; para nuestra mente resulta tóxico. “Sentir lástima por nosotr@s mism@s es una de las drogas no farmacéuticas más destructivas. Es un narcótico adictivo que proporciona placer a corto plazo pero nos aleja de la realidad” (John Gardner). Sin embargo, sentir compasión por los demás es un acto de amor (de amor “ágape”, de solidaridad con la humanidad). La compasión es el “acto de tristeza que nos produce ver sufrir a alguien y que impulsa a a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o aliviarlo”. La clave es que la palabra “pasión” cuenta en el Diccionario de la Real Academia con 9 acepciones, desde el “acto de padecer” (que explicaría el sentido de “autocompasión”) al de “apetito de algo o afición vehemente a ellos”). Queremos ser personas apasionadas, que practican la compasión, que no se autocompadecen.
Mientras leía este espléndido he estado escuchando los temas de dos maravillosas cantantes que ya no están con nosotros: Whitney Houston y Donna Summer. De esta última, te propongo ‘Heaven konws’ (Dios sabe)
Y si quieres más de Donna Summer (1948-2012), ‘On the radio’, en la versión extendida
“The only thing that I wanna hear is that your love is real”