Martes y 13. A mí, los días 13 me da suerte, probablemente desde los días en que, siendo niño, gané una medalla de natación (a espalda) en el Colegio de Nuestra Sra. de la Concepción.
Hoy comienzo con la canción, ‘Who can it be now’ de Men at work.
La baila Palermo (Rodrigo de la Serna) en la tercera temporada de La Casa de Papel. Rodrigo de la Serna (Buenos Aires, 1976) me parece un actorazo, que ya hemos disfrutado en películas como ‘El mismo amor, la misma lluvia’ (1999), ‘Diarios de motocicleta’ o ‘Cien años de perdón’ (no he visto la más reciente, ‘Yucatán’, pero prometo verla por él, por su director, Daniel Monzón (La caja Kovak, Celda 211, El Niño) y por su guionista Jorge Guerricaechevarría (El día de la bestia, La comunidad, Crimen ferpecto, Los crímenes de Oxford, Las brujas de Zagarramurdi, Mi gran noche, El bar, Perfectos desconocidos. El cuaderno de Sara, Quien a hierro mata). Me parece otro acierto el papel del Gobernador del Banco de España, interpretado por Pep Munné (Barcelona, 1953). Desde D. Ramón de Santillán en 1856, hemos tenido 70 gobernadores del Banco de España (el actual, Pablo Hernámdez de Cos, desde junio del año pasado). Mi abuelo Juan César Cubeiro tuvo el honor de servir a Antonio Goicoechea (1938-1050), Francisco de Cárdenas (1950-1951), Joaquín Benjumea (1951-1963), Mariano Navarro Rubio (1965.1970), Luis Coronel de Palma (1970-1976) y José María López de Letona (1976-1978). Recuerdo cuando mi abuelo me llevó al Banco de España (el de Cibeles, el de verdad, no el Ministerio de Fomento que aparece en la serie); me impresionó el helipuerto. Y recuerdo, de la institución, la residencia de Roda de Bará (Creixell, Tarragona) donde pasaban los veranos. Todavía figura entre los inmuebles del BE como residencia de empleados.
En La Casa de Papel, parte 3, se manejan inteligentemente los conceptos de Caos (importante en la sociología) y del Aikido, el arte marcial moderno japonés desarrollado entre 1930 y 1960 creado por Morehei Ueshida (1883-1963). Aikido es “el camino (Do) de la paz y la armonía del energía del espíritu (Ki)” y se basa en la fuerza del enemigo (en la serie, es aprovechar la obediencia de la mayor parte de la población y la fuerza de los cuerpos de seguridad del Estado). Roberto Pino publicó en Colombia en 1970 ‘Aikido empresarial. Cómo liberar el potencial interno de tu compañía para neutralizar a la competencia y optimizar el crecimiento’ . La filosofía del Aikido es “vencer sin luchar y triunfar sobre uno mismo”. En lugar de pelear contra los rivales del mercado (océano rojo, en la terminología de Kim Chan y Mauborgne) , centrarnos en nuestras fortalezas (para crear un “océano azul”). ” “El aikido es la danza armónica para la coordinación con otros, requiere de un entrenamiento en presencia, escucha y respiración que impacten en las emociones, disciplina, aprendizaje permanente y otras prácticas en el camino a la maestría, competencias fundamentales en el coaching profesional ejecutivo y de equipos” (Omar Ossés, presidente de la ICF Argentina). El Liderazgo como armonía entre cuerpo, mente y espíritu. Ante los dificultades de los mercados, ¿nos dedicamos a ser complacientes, a justificarnos, a tapar las vergüenzas, o asumimos la cura de humildad y partimos con sano orgullo desde nuestras fortalezas? Es una elección personal y colectiva.
Hablando de armonía (wa, en japonés), las vacaciones estivales son un magnífico momento para reequilibrar nuestras relaciones con el ejercicio físico y la comida. En Psychology Today, una de mis webs favoritas, he disfrutado del Dr. Glenn Livingstone, ‘How to stop emotional eating as a coping mechanism’ (Cómo ha de comer emocionalmente como mecanismo de afrontamiento). Como es un mecanismo inconsciente, casi ningun@ de nosotro@s cree que lo tiene (conscientemente); sin embargo, much@s de nosotr@s lo tenemos (inconscientemente, repito). El Dr. Livingstone pone el caso de Johnny, un tipo rellenito que se permite a sí mismo tomar perritos calientes. Cambiamos nuestros pensamientos y así cambiamos nuestros comportamientos.
El Dr. Glenn Livingstone, veterano psicólogo con casi tres décadas de experiencia contra los trastornos alimentarios, autor de ‘Never Binge Again’ (Nunca te vuelvas a emborrachar, 2015), nos propone
- Confronta las fuerzas y mitos de la cultura que mantienen a las personas con sobrepeso: la autoindulgencia (“no es que comas, son las emociones las que te comen”), la falta de voluntad (en EE UU, el 40% de las personas son obesas y el 70% sufren de sobrepeso). La industria alimentaria nos bombardea con más de 5.000 anuncios anuales.
- Márcate reglas claras sobre la comida (que sean tuyas, no de otros). Tod@s sabemos las reglas, porque son de sentido común. Mejor unas pocas reglas de alimentación que ninguna. Lleva la comida a la consciencia y a la responsabilidad.
- Separa el pensamiento constructivo del destructivo sobre la comida. Sáltate el cerebro del reptil (instintivo) y en lo que puedas el emocional (sistema límbico).
Cuidado, como los Gremlins, con lo que comemos por la noche. La combinación de comida con irse a dormir… ya sabes cómo funciona. Desayunar como un rey, comer como un príncipe, cenar como un mendigo (lo que nos enseñaron nuestras abuelas).