Jornada entre Madrid y Barcelona. En la Talent Tower, reuniones internas desde las 8,30 h hasta la hora de comer de preparación del segundo semestre. AVE a la ciudad condal y cena con amigos de continuación de San Juan. Mi gratitud a vosotros.
Como nos han enseñado los Millennials, ahora preferimos no “comprar cosas” sino vivir experiencias. Ayer por mi Santo, los regalos fueron precisamente experiencias:
- comer en La Real, en la que mi amigo Sergio (uno de los mejores chefs que conozco) nos preparó unas alubias de Tolosa y un bonito deliciosos. Gracias, Sergio, Pepe y a todo el equipo.
- junto a Zoe, un maravilloso partido de la Selección Española femenina contra la actual campeona del mundo, los Estados Unidos. Las nuestras jugaron de tú a tú a las estadounidenses y de no haber sido por un inexistente penalty que concedió la árbitra húngara, posiblemente las habrían eliminado. Enhorabuena al seleccionador, Jorge Vilda, que mostró la importancia de un coach en el rendimiento de un equipo. La historia le debe una a la Roja femenina. ¿Será en el Europeo de 2021?
- Por la noche, la lectura de un libro fabuloso, el último de Nieves Herero, ‘Esos días azules’. Publicado el pasado 30 de abril, tuve el placer de coincidir con Nieves en la Feria del Libro de Madrid (ya había estado con ella en un programa de Radio Nacional, ‘La noche en vela’, con Pilar Tabares) y que lo dedicara.
‘Esos días azules’ es la preciosa historia de amor entre Antonio Machado y Guiomar (Pilar de Valderrama). Pilar estaba casada (con un personaje cuya amante durante dos años se había suicidado) y Antonio, viudo de Leonor. 17 años de edad les separaban. Ella, burguesa, católica, monárquica; él, intelectual, republicano, Ambos, poetas. Una relación epistolar y varios encuentros en la fuente de los enamorados, en un café obrero de Madrid… “En el amor, la locura es lo sensato” (Antonio Machado).
Así presenta Nieves Herrero su nueva novela:
Nieves Herrero es una espléndida escritora. Su obra anterior, ‘Como si no hubiera un mañana’ (el romance entre Ava Gadner y Luis Miguel Dominguín) también era maravillosa. Muchas gracias, Nieves, por una obra preciosa, llena de sensibilidad, que nos enseña mucho sobre el poder del amor. Te la recomiendo encarecidamente para el descanso estival.
Como sabes, Antonio Machado falleció en el exilio en febrero de 1939; Pilar Valderrama lo hizo cuarenta años después, en 1979. “Estos días azules y este sol de mi infancia”, fueron los últimos versos que escribió Machado. Ocho años de intensa relación amorosa (los “días azules” que pasaron juntos) y una enseñanza para toda la vida.
Dedicado a Don Antonio, los ‘Cantares’ de Serrat: