En una de las librerías a las que he ido en La Coruña este fin de semana (El Corte Inglés, Arenas y la FNAC) encontré un libro que no conocía y me llamó la atención, ‘Empresas con ALMA, empresas con futuro. Una mirada sistémica a las organizaciones’, de Guillermo Echegaray. El madrileño Guillermo Echegaray (1960) es Dr. en Filosofía, licenciado en Psicología Clínica y de las Organizaciones y teólogo. Se ha formado en Navarra, Deusto, Roma y la UPV. Desde hace 15 años trabaja constelaciones organizacionales (en 2008 escribió un libro sobre ese tema..
Con prólogo de Javier Díaz.Giménez (IESE) e introducción, Guillermo Echegaray (que actualmente reside en Uruguay) divide su libro en tres partes: Mirar con otros ojos, Entender con otras claves y Actuar de otra manera.
Este libro sobre las empresas con Alma, el pensamiento sistémico y las constelaciones organizacionales introduce asuntos muy interesantes:
A. Mirar con otros ojos
- La relación entre el Alma y la Vida. Partiendo de conceptos como la Felicidad según Tal Ben Shahar y el Valor Compartido de Porter y Kramer, Guillermo considera que “el alma tiene que ver con las conexiones, con las personas, con la forma en que todo lo que pertenece a la organización está ajustado, interrelacionado y en orden”. Cita a Arstóteles (De Anima); “el Alma es la forma de un cuerpo natural que posee la vida en potencia”. Porque el alma es “aquello por lo que primariamente vivimos, sentimos, nos movemos y entendemos”. Así, el Alma de la organización es la que la dota de vida. Sin Alma, la organización es un zombi, funciona automáticamente. El Alma es lo que hace viva una organización.
- Salir de la caja. Hemos de enfocar la realidad desde la visión estrictamente personal, interpersonal y sistémica (todo tiene que ver con todo). La perspectiva sistémica es una nueva “educación de la mirada”.
- El ojo mágico. Es la capacidad de que “el ojo blando” capte los detalles pero también el todo, con las interrelaciones.
- El Liderazgo sistémico es el que sabe manejarse bien en la incertidumbre y en la complejidad (entorno VUCA).
- Educar la percepción, Porque “lo contrario de la precisión es la claridad” (Wittgenstein). Se trata de percibir con la mirada, con la mente, con todo el cuerpo.
- La percepción sistémica es cómo entender el juego. Como ejemplo, Arrigo Sacchi, el mítico coach de fútbol italiano (“no es la estrategia, sino el juego”). La percepción sistémica detecta las inconsistencias, las señales automáticas y reflejas, y la percepción flotante.
- Dreambody o zona de sueño. Arnold Mindell distingue entre realidad consensuada y zona de sueño. Ambos configuran la realidad esencial. Sólo con cierta distancia se observan ambas, la consciente y la inconsciente.
- Los sentimientos son indicadores sistémicos. Hay sentimientos primarios (intensos, provocan empatía y llevan a la acción) y secundarios (más prolongados y ocultos). Para aprender y ser felices hemos de atender a los sentimientos.
- La sabiduría del “entremedio” (in between). Es el “Ma” en japonés, el vacío en los objetos.
- Los paradigmas de la separación y la conexión, que coexisten. Conexión, separación y equilibrio.
- El triángulo de polaridades: Amor, Acción y Conocimiento (similar a los tres valores de ManpowerGroup: Personas, Innovación y Conocimiento). O estética, ética y lógica, como el trilema de lo bello, lo bueno y la verdadero, del corazón, las manos y la cabeza. A una empresa, a un producto, ¿qué le falta: capacidad de comunicar, de información/conocimiento o de acción? Guillermo Echegaray nos habla en las organizaciones de gula o adicción (déficit de conexión), odio (déficit de conocimiento) e indiferencia (déficit de acción).
B. Entender con otras claves
- Primer metaprincipio sistémico: Reconocer lo que es (Consciencia).
- Una aplicación particular de “reconocer lo que es” es el principio rector (lo que mueve todo). Como ejemplos, el Barça, el Real Madrid y el fundador de Zara (Amancio Ortega, que a los 12 años vio que a su madre no le fiaban más).
- Segundo metaprincipio sistémico: Conservación. Los principios que regulan un sistema son Afiliación (la pertenencia al sistema), Cronología directa e inversa (regulan los procesos de crecimiento y propagación), Jerarquía o contribución mayor (el sistema se protege y supera las dificultades), Desempeño y capacidades (motivación).
- Hay tensiones entre los principios sistémicos. El equilibrio y la compensación provienen de las relaciones de intercambio (reciprocidad). “¿Cómo se ama a gente que comete injusticias? Impidiendo que se sigan cometiendo” (Mahoma).
- Consciencia en los sistemas y culpa sistémica. La Rentabilidad sistémica tiene que ver con el dinero, “una energía que puede fluir libre o estar bloqueada”.
- Reconocimiento. “La solución a buena parte de problemas sistémicos tiene que ver con dos palabras: reconocimiento y agradecimiento”. “La melodía del reconocimiento tiene su pareja de baile en el agradecimiento”. Transformar el mundo desde la ideología divide el mundo entre quienes están conmigo y están contra mí; desde la ética, establece rigideces; desde el agradecimiento, pone en marcha su corazón. “Si el corazón bombea, es que hay vida”.
- Trauma organizacional (Jan Jacob Stam): las organizaciones responden instintivamente desde las 4 F: en inglés. fight, fright, freeze y faint (luchar, huir, congelarse y colapsar). Las organizaciones luchan, huyen, se congelan o se colapsan. El consejo del autor es ir despacio, encontrar recursos, fomentar las conversaciones (las de verdad) y crear puentes (reconectar). Porque “la vida sigue” (Guillermo pone como ejemplo a los psicólogos que ayudaron el 11 S; los más efectivos fueron los que apostaron por la humanidad, por ejemplo ofreciéndoles un café, y tenía claro que la vida sigue).
C. Actuar de otra manera.
- Constelaciones organizacionales. Constelación es “la configuración de los elementos en el espacio”. Es como un géiser, que se activa. La primera constelación organizacional se hizo en Austria en 1995.
- Los problemas no se resuelven, sino que se disuelven. Porque los problemas no son técnicos, sino adaptativos (para bajar de peso, debemos pesarnos).
- Los problemas se disuelven desde un enfoque centrado en las soluciones. La Escuela de Milwaukee busca recursos del presente pensando en el futuro perfecto. Así amplifican el cambio adecuado.
- Desde una perspectiva sistémica, los problemas tratan de lo que una organización necesita pero no se ha dado cuenta. Los problemas han de reconocerse (propósito), limpiarlos, hallar la joya oculta y devolver esa joya a la organización.
- Elogios. La Escuela de Milwaukee, la del enfoque centrado en las soluciones, considera el elogio uno de sus buques insignia.
- En el Liderazgo son esenciales la Presencia y la Intención. “Estar presente significa colocarse en un lugar en el que asistimos a aquello que quiere desenvolverse por sí solo, dejando que surja a su ritmo, a su manera, simplemente ayudando a conectar lo que estaba desconectado, a separar lo que estaba indebidamente mezclado y entre lo uno y lo otro a equilibrar. Entonces el Alma organizacional se sentirá plena y podrá emerger lo mejor de ella”.
- Se trata de pensar en contextos (“yo soy yo y mi cicunstancia”, Ortega y Gasset) y mirar sistémicamente la realidad. ·El coach Marshall Goldsmih lo llama “triggers” (disparadores): preguntas activas para crear buenas condiciones. Como ejemplo de Liderazgo auténtico, Ernst Shackelton, desde la selección de los miembros de su equipo al propósito final (que todos volvieran sanos y salvos).
- Desafíos de las empresas familiares: se entremezclan el alma de la empresa y el alma de la familia, el patrimonio empresarial y el familiar.
- Herramientas sistémicas para la Gestión del Cambio. El autor comparte el modelo de John Kotter: Sentido de Urgencia, Coalición guía, Visión, Comunicarla, Eliminar obstáculos, Victorias a corto plazo, Consolidar mejoras y Anclar los cambios en la Cultura.
- Cuestiones éticas. “Actúa de tal forma que aumentes las opciones” (Heinz von Foerster).
- Motivación, Como ejemplo de equipos, el rugby: Los Pumas de Argentina y los All Blacks de Nueva Zelanda. Guillermo lo conecta con los motivadores intrínsecos de Daniel Pink: Propósito, Autonomía (Empowerment) y Maestría (Aprendizaje).
Un libro rompedor, “disruptivo” como se dice ahora. Las empresas que pierden el Alma (la vida, la motivación) acaban desapareciendo. Es el “digiticidio”, desgraciadamente tan común en nuestros días.
‘El Alma al aire’, de Alejandro Sanz, parece la canción adecuada.
“Yo quiero el aire que tiene tu Alma,
Yo quiero el Alma que vive en ti”
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