Rectifico: las II Jornadas AEPA-SUMA de Talento Femenino han recibido hoy domingo merecido eco en la prensa. En el Información, El Mundo, ABC, etc. Se han recogido las palabras de las cuatro intervinientes (Amalia Blanco, Ana Puertas, Asunción Martínez, Aurelia Blasco), sus valores y su opinión sobre la (falta de) equidad de género. El Talento y el Liderazgo no conocen de diferencias entre mujeres y hombres.
He estado leyendo ‘Neuropolítica. Toxicidad e insolvencia de las grandes ideas’, de Adolf Tobeña. El Dr. Tobeña es catedrático de psiquiatría de la Univeristat Autónoma de Barcelona y profesor visitante en las universidades de Londres, Georgetown, Tel Aviv y Córdoba (Argentina). En este ensayo se pregunta si estamos usando unas ideas matriz demasiado simples (y falsas) para el mercado político democrático. Y cita a Hoffman y Graham (2015): “En política, como en religión, no se exige un nivel de conocimiento para expresar una opinión; bastan las convicciones firmes”.
“No es el lenguaje el culpable, es el pensamiento endeble y falaz”, nos enseña Adolf Tobeña. Los mencionados Hoffman y Graham dividen “el bosque de las ideologías en ideas políticas esenciales (Estado, libertad, igualdad, justicia, democracia, ciudadanía, castigo), ideologías clásicas (liberalismo, conservadurismo, socialismo, nacionalismo, anarquismo, fascismo), ideologías contemporáneas (feminismo, ecologismo, multiculturalismo, fundamentalismo), idea políticas contemporáneas (derechos humanos, desobediencia civil, violencia política, atención a la diversidad, justicia global).
Vectores psicobiológicos de los idearios nucleares: el eje izquierda-derecha (que procede de la Revolución Francesa, 1789, en la Asamblea Nacional). Según el CIS y Metroscopia (julio 2017) el 18’7% se declaraba socialdemócrata y el 16’9% socialista. En los menores de 34 años, el 19’2% se consideraba centrista y el 17’2% socialdemócrata. Son un puñado de ejes primarios. Ser “de derechas” supone apostar por la estabilidad, el orden, la aceptación de las desigualdades, mayor felicidad, intolerancia a la ambigüedad, laboriosidad/fiabilidad. David Amodio y John Jost han analizado con EEG el GO/NOGO de ambas posiciones. Las reacciones ante estímulos predicen posiciones políticas contrapuestas. Son las regiones cerebrales de peligro o repugnancia (asco), los desafíos con gran carga emocional. ¿Hay cargadores génicos de participación electoral? “La propensión a la candidez altruista o la desconfianza o la displicencia antisocial muestran trazos biológicos detectables”. La personalidad y la ideología se desarrollan en paralelo, teniendo en cuenta las “Cinco Grandes”: Neuroticismo, Extraversión, Curiosidad intelectual y vivencial, Laboriosidad y Afabilidad). Los mayores vínculos son entre la Curiosidad y el Progresismo, entre la Laboriosidad y el Conservadurismo. Extraversión y Agresividad/Afabilidad no se vinculan con ideologías políticas. “¿Síndrome conservador/Síndrome progresista?” Al parecer, hay culturas progres como Irlanda, Países Bajos, Reino Unido, España, Alemania, Grecia, Turquía, Australia y Canadá; hay culturas conservadoras en Asia (Malasia, Filipinas, Tailandia, Nepal, India, Bangladesh), África (Tanzania, Kenia, Etiopía) y Sudamérica (Argentina, Perú) e intermedias (Rusia, Polonia, Ucrania, EE UU, Brasil, México, Colombia, Egipto, Marruecos, Singapur, China, Taiwan, Corea del Sur y Japón).
La “trinidad republicana” es libertad, igualdad, fraternidad. Somos igualitarios por naturaleza y maduramos por el proceso de equidad (tratamiento desigual de situaciones desiguales). Por el “efecto celebrity” (valor símbolo) la desigualdad alcanza valores desorbitantes: está causado por lo clientelar y la influencia publicitaria. Tobeña también analiza la desigualdad de género (en EE UU en 1970 el 5% de los doctorados se daba a mujeres y ahora más de la mitad). El cerebro femenino compensa un menor tamaño con una mayor complejidad en el plegamiento de la corteza. Fraternidad: por oxitocina (Paul Zak) y vasopresina. “Las adscripciones partidistas son una forma moderna de tribalismo o gremialismo”. En los laboratorios de neuroeconomía Tania Singer y Ernst Fehr han comprobado el poder de estas hormonas (generosidad intragrupal). Libertad: hay un cerebro individualista (30%) y colectivista (70%), así como culturas acordes.
Criterios de calidad en la selección política. Investigadores de Upsala y Estocolmo han analizado el perfil competencial de los políticos suecos, basados en Liderazgo y agudeza cognitiva. Según el autor, hay 3 elementos esenciales para estos resultados: salarios altos en puestos de responsabilidad política, sistema sano de partidos, disponibilidad de talento en todas las clases sociales (por un alto nivel de educación).
Los predicadores tras el “legado Obama”: “la verdad narrativa siempre se impone a la verdad factual” (J. Green, 2017). Es el arrastre del mesianismo y los “culpabilímetros”.
En el último capítulo, Tobeña propone “jubilar a la filosofía política”. Los antídotos contra la demagogia son una tecnología normativa eficiente y flexible, solidez institucional, contraste empírico de planes y resultados, renovación frecuente de las instancias ejecutivas. Invierno: “la profesionalidad publicitaria y el talento agitador mostrado por el liderazgo secesionista en Cataluña ha alcanzado cotas sensacionales y ha conoseguido poner en vilo a la perpleja, vacilante y todavía insegura democracia española, sino al conjunto de la Unión Europea (…) Un fervoroso y tenso desafío que puede conducir al encastillamiento y al empobrecimiento progresivos, cuando no a horizontes peores”.
Interesante libro el de Adolf Tobeña. Así de curioso es nuestro cerebro humano.
La canción de hoy es ‘At last’ de Etta James.
www.youtube.com/watch?v=nqS2zYoDb34
De la banda sonora de la película ‘Un sol interior’, que vimos ayer. Prometía mucho, por la protagonista (la gran Juliette Binoche) y el resto del reparto (entre otros, Gérard Depardieu), así como por el argumento: una galerista de más de 50 años, Isabelle, con ciertos desequilibrios hormonales se debate entre varios hombres (un banquero, un joven actor, un compañero del sector, etc). La peli es sumamente aburrida, desprovista de ritmo, cansina, por muy bien que la hubieran calificado ciertas críticas. Una pena.
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