Esta mañana he tenido el honor de participar en el VII Foro ‘Humanismo y Liderazgo” de la Escuela de Negocios Aliter, con una conferencia de bienvenida sobre ‘Liderazgo y Capacidad de Aprender’. En este Foro se ha otorgado el premio Líder Humanista a Javer Gomá Lanzón, autor de la tetralogía de la ejemplaridad y director de la Fundación Juan March, con una laudatio de Ricardo Martí Fluxá, director del patronato del Museo Reina Sofía. En este Foro que se celebra hoy viernes y mañana sábado intervienen la abogada Silvia Madrid (sobre la cultura del Compliance), el abogado Antonio Zunzunegui (sobre la formación humana y el mar), el académico José Antonio Pascual (sobre conocimiento de la lengua y Liderazgo social), el capitán Federico Aznar Fernández-Montesinos (repensando el Liderazgo estratégico), el abogado José María Ruiz (Abogacía y Liderazgo), el director de BIO Manuel de Miguel (Liderazgo y Transformación Digital), la directora del family office Ofelia Martín-Lozano (Liderazgo y Empresa Familiar), el investigador del CSIC Agustín Guimerá (una visión histórica del Liderazgo Estratégico en España), el sociólogo Jesús Martínez-Paricio (el fracaso del líder como forma de aprendizaje), el catedrático de Historia José Ignacio Ruiz Rodríguez (sobre el Liderazgo de Cisneros) y el filósofo Antonio Medrano (el Líder amable). En torno a la concesión del prestigio galardón de Líder Humanista al pensador Javier Gomá, una profunda reflexión sobre el Liderazgo aquí y ahora desde la Filosofía, el Derecho, la Estrategia, la Empresa, la Historia, el Compliance, la Transformación Digital… Estimamos que las conferencias de este Foro de Aliter se convertirán en un libro muy especial. Mi gratitud a Martín Hernández-Palacios, Marta Gálvez y a todo el equipo de Aliter, así como a los anfitriones de la Fundación Pastor.
De los “siete magníficos” por los que el Liderazgo es tan importante, me he centrado en la atracción, el desarrollo y el compromiso que configuran el ciclo estratégico del talento. Se considera que el 81% de la atractividad de una organización (el primer “imán de talento”) se debe al Liderazgo, por lo que la visibilidad (del/ de la primer/a ejecutiv@ y de l@s embajadoras/es de Marca) resulta esencial. A diferencia de los líderes estadounidenses, que son más conscientes del valor de Marca y del riesgo reputacional (que puede llevarse por delante hasta el 30% del valor de una compañía, como ha analizado la Dra. Sandra Sotillo), los europeos se han tomado menos en serio la “Marca CEO” y el “Employer Embassy”. En tiempos de escasez de Talento, contar con líderes reconocid@s puede marcar la diferencia.
En términos de desarrollo, el Liderazgo supone el 90% del aprendizaje, puesto que la formación/preparación es condición necesaria pero la acción es la condición suficiente, como nos recordaba ayer en CIONET el gran Juan Soto (ex presidente de HP y maestro de tantos CEOs de empresas tecnológicas de nuestro país). Es el “factor H” (Fernando Botella): Hacer, que el Liderazgo logra inspirar, integrar en el equipo y movilizar con especial entusiasmo (energía) desde la imaginación y la intuición (las 4 i del NeuroLiderazgo según Silvia Damiano). Para una organización, no hay realmente Learnability (Aprendibilidad) sin un auténtico Liderazgo.
Y respecto al Compromiso, el 70% del “Engagement” es Liderazgo, es el ejemplo (la “ejemplaridad”, como nos ha enseñado Javier Gomá) que contagia emocionalmente, porque son las emociones (y no las ideas) las que se contagian. Vuelvo a Silvia Damiano y sus 3 E (en inglés) del “Enganche emocional”: disfrute (enjoy), conexión emocional y empowerment. Porque los jefes, si se convierten en GeFes (Generadores de Felicidad, como dice María Graciani), dotan a los miembros del equipo de significado (propósito, sentido) y de placer (disfrutar a lo largo del camino, hacia el destino).
De ese impacto directo del Liderazgo en el ciclo estratégico del talento (atracción: “talent magnet”, desarrollo: “skills revolution”, compromiso: líder digital) mediante una experiencia de empleado única (conversaciones de carrera) y una excepcional gestión de la diversidad (ecosistema híbrido de talento), a su incidencia en el clima laboral (que es el 44% de los resultados de negocio), la fidelización del talento (el 70% de l@s profesionales “se va de sus jefes”, como han demostrado Daniel Goleman y Nuria Chinchilla), la facturación (19%) y el margen (28%). Por eso el Liderazgo ha sido, es y sigue siendo el criterio número uno del Modelo de Excelencia (EFQM).
Javier Gomá (Bilbao, 1965), premio Líder Humanista 2018, es doctor en Filosofía y licenciado en Filología Clásica y en Derecho. Fue el número 1 de la promoción en las oposiciones de 1993 al cuerpo de Letrados del Consejo de Estado. En 1996 empezó a trabajar en la Fundación Juan March, de la que en 2003 fue nombrado Director, cargo que ocupa actualmente. Por su primer libro, Imitación y experiencia, obtuvo el Premio Nacional de Ensayo 2004; es autor también de la tetralogía sobre la Ejemplaridad además de sus tres entregas de microensayos Todo a mil, Razón portería y Filosofía mundana. Karina Sainz Borgo (Vozpopuli, Cultura) conversó con él y resaltó sus palabras: “Durante milenios la sociedad ha sido jerárquica, autoritaria y elitista. El principio igualitario que se ha ido gestando poco a poco en los últimos siglos se ha convertido en principio transformador de la historia desde finales del siglo XX y comienzos del XXI. Esto afecta la igualdad ante la ley, la igualdad política y social pero también ese principio de igualdad se aplica a la cultura, a lo antropológico, y esto genera un número infinito de incertidumbres y falta de certezas. Ante este caos, muchos quieren volver al orden antiguo, de ahí mi tesis de apropiarse de este caos y generar un nuevo orden. Eso genera inseguridad y explica porqué hoy hay una demanda aun mayor de literatura filosófica que nos ayude a elaborar una visión ordenada del mundo que nos permita vivir”. “La filosofía como yo la entiendo debe permanecer en el punto medio entre una literatura de autoayuda, que trata de confirmar tu voluntad de vivir y de superación, y del otro está la literatura filosófica académica, que no es propiamente filosofía sino historia de la filosofía. Durante buena parte del siglo XIX y el XX, el monopolio del pensamiento filosófico lo ostentaba casi enteramente la universidad. Tanto en una historia de la filosofía como en el pensamiento creativo. Hoy ya no es así. Sigue manteniendo su importancia como auxiliar y sede del pensamiento mismo. La filosofía cuando quiere ser mundana, que versa sobre el mundo y no sobre libros, que trata de pensar a los autores que han reflexionado sobre los grandes temas, y que al mismo tiempo sostiene la mirada a la realidad. Cualquier persona que envejece, que se emociona y busca razones para vivir debe encontrarse en ella. La filosofía debe ocuparse de la totalidad y no de aspectos parciales del mundo. Alguien debe de ser responsable del cuadro entero y eso corresponde a la filosofía, que debe tener además no sólo intensidad sino también estilo, gusto y la capacidad de llamar y retener la atención y proporcionarle gusto al lector, de la misma forma que el literato”. “Voy a distinguir entre mi propia aportación y su recepción social. En el caso de mi aportación se gestó hace más de 30 años y ha tenido como resultado una tetralogía cuyo primer volumen comenzó en 2003 y que surgió tras una larga gestación que nada tiene que ver con la crisis. Es una tetralogía que ha guiado un proyecto literario. Otra cosa es la recepción social del concepto. Ahí pasamos del tiempo geológico de la filosofía al tiempo supersónico de la actualidad periodística. La aceptación del concepto, que tiene muchas razones, se explica por una en especial: el concepto de ejemplaridad no es autoritario, sino explicativo de muchas cosas que no tenemos y echamos en falta. La recepción social del concepto tiene una parte buena y una parte mala. La primera: ha funcionado con eficacia y además de manera transversal, porque la ejemplaridad no es de derechas ni de izquierdas, la han utilizado desde líderes sindicales hasta pensadores anti-sistema. Ahora bien, cuando un concepto acuñado en una velocidad geológica entra en la velocidad supersónica, inevitablemente se vulgariza. Mis libros reflexionan sobre la ejemplaridad desde el punto de vista histórico, estético, jurídico, ontológico, ético, sociológico… su recepción ha ocurrido sólo en la lógica ética política”.
La canción de hoy, de Evanescence, es ‘My immortal’:
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“You used to captivate me by your resonating light
Now, I’m bound by the life you left behind
Your face it haunts my once pleasant dreams
Your voice it chased away all the sanity in me”
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