Hoy he tenido el privilegio, junto con Manel Otero (Centro de Excelencia de Right Management), de trabajar toda la jornada con el Comité de Dirección de una de las principales empresas de nuestro país. Una compañía muy rentable, consciente de que compite consigo misma, y de que el Liderazgo marca la diferencia. Mi gratitud a todo el equipo y en especial a su CEO, uno de los mejores directivos de nuestro país (ha realizado cursos en Crotonville, Duke, Harvard, Stanford, Wharton… y considera que la de hoy es la mejor que ha vivido, lo que es todo un honor).
La lectura de hoy ha sido ‘La mente participativa’, del filósofo polaco Henrik Skolimowski (nacido en la Varsovia de 1930, doctorado en Oxford y con experiencia docente en los Estados Unidos). “Un repentino relámpago en la oscuridad” cuando las viejas narrativas se han derrumbado y todavía no ha surgido una nueva. El libro está dedicado a Heráclito, a Anaxágoras, a Pierre Teilhard de Chardin y a todos los pensadores que se han tomado en serio la evolución.
Skolimowski es el padre de la “ecofilosofía” o filosofía ecológica. Es el tercer proyecto de la mente occidental, tras el griego y el de la era moderna. Un proyecto holístico, espiritual y ecológico. “Nada existe sin nuestra participación”. Como no puede haber un Modelo de Liderazgo Propio (a partir de la cultura y los valores, de la misión y visión, de la estrategia, de los comportamientos de liderazgo) sin la participación activa de la Alta Dirección.
Estoy con el autor en que “la mente es la creación más asombrosa del universo” y en que “te conviertes en aquello en lo que participas”. Porque “nuestra vida es la creación de nuestra mente”.
La mente occidental ha cerrado el círculo desde los presocráticos y Platón; en realidad, una espiral. Hay una relación muy estrecha entre la idea del cosmos (cosmología) y el sistema de conocimiento de una cultura (epistemología); es la “espiral del conocimiento”. “El entendimiento es simplificación. Cada acto de comprensión es un acto de simplificación”. Nos hallamos ante un nuevo logos, el “telos evolutivo”. Se necesitan visiones, metodologías y estrategias cognitivas nuevas, con formas de pensar originales. “El origen de toda estructura es el proceso de simplificación de la vida”. “Cuanto más profunda es la mente, más plenos son sus símbolos”. El proceso del devenir es la experiencia creativa.
“Participo, luego soy”. Nietzsche anunció “la muerte de Dios”. Heidegger creyó que la filosofía estaba muerta. Skolimowski considera que la ha resucitado, desde la participación.
El conocimiento es, según el autor:
- una experiencia significativa
- asimilada
- filtrada de forma eficiente
- comunicable
- compartida
- estructurada lingüísticamente
- repetible.
Nada más y nada menos. En definitiva, el conocimiento es una transformación significativa de la experiencia. De nuevas iluminaciones a nuevas realidades. El conocimiento como poder, el conocimiento como liberación, algo que ya está en las tablas de Moisés, en Tales de Mileto, en Platón, en Newton. “El devenir es el fuego continuo de la creación y un interminable impulso hacia la trascendencia”.
Un libro muy interesante, con una propuesta de interacción entre el ser humano y la naturaleza.
En el AVE de esta tarde he estado escuchando a Christopher Cross. Me encanta ‘Words of wisdom’: www.youtube.com/watch?v=FMvi84jd0f0 “All the words sound the same”