Jornada en Barcelona. Esta tarde, con más de un centenar de compañer@s de ManpowerGroup para avanzar en la ejecución de la estrategia que, como sabes, es el 90% de la misma. No podemos simplemente diseñar la estrategia (por innovadora y eficaz que sea) y “pensar que ocurrirá” sin comunicarla debidamente al equipo. Cuanto más compleja es una organización (y la nuestra la componen, de firma conjunta, 35.000 profesionales en España y centenares de miles en más de 80 países), más necesaria es convertir la visión de futuro en la claridad paso a paso, para la agilidad, la responsabilidad y la colaboración.
Día dos del Foro Económico Mundial en Davos-Klosters (Suiza). Hoy he visto en tiempo real (en vídeo) dos magníficas sesiones: la de Equidad de Género, con Mara Swan, y la del Futuro de la Educación: lecciones de incertidumbre’ con Angela Hobbs, Gordon Brown, Johann N. Schneider-Ammann, Alain Dehaze, Susanne F. Wille y Jimmy Wales. Durante el día, Christine Lagarde (FMI) ha tratado el futuro económico de China, el primer ministro David Cameron ha expuesto su visión sobre Gran Bretaña en el mundo, los de Francia, Holanda y Grecia (junto con el ministro de finanzas de Alemania) han debatido sobre la Unión Europea y el premio Nobel Joseph Stiglitz se ha planteado cómo relanzar la economía global. Sumamente didáctico, en este paso del Capitalismo al Talentismo.
Además de los 2.500 asistentes de 99 países (entre ellos, 45 científicos al más alto nivel, una veintena de premios Nobel, 300 ministros, 480 inversores), casi un 20% mujeres, el resto del planeta podemos verlo en la web con una excelente calidad.
En la contraportada de La Vanguardia, “Las ciudades sólo prosperan su atraen a tipos listos” (www.lavanguardia.com/lacontra/20160121/301557811709/las-ciudades-solo-prosperan-si-saben-atraer-a-tipos-listos.html). Son palabras de Edward Glaesser, catedrático de Economía Urbana de Harvard, entrevistado por Lluis Amiguet. Este profesor neoyorkino de 48 años ha estado en Smart City Expo Gira Barcelona y acaba de publicar ‘El triunfo de las ciudades’ (2013), una investigación (con su familia) viviendo en Nueva York, París, Londres, Florencia y Barcelona.
“(Las ciudades, en este caso Barcelona) no deberían preocuparse de que se les llene, sino de que se les llene de nuevos barceloneses trabajadores, cívicos, limpios y ordenados... ¡Y con talento! Atraigan emprendedores que mejoren Barcelona y la enriquezcan”. “Seguí la polémica sobre el exceso de turismo y el problema no es el turismo, sino la Administración, que no hizo su trabajo: evitar que los turistas fueran desnudos por la calle; que proliferaran apartamentos sin permiso; que hicieran ruido; que las calles fueran váteres”. “Los vecinos tienen un papel clave en cumplir y hacer cumplir la ley: sus asociaciones y su presión sobre la Administración mejora las ciudades. Pero ese hoy no es su gran problema...” Es que “tienen a la mitad de sus jóvenes sin trabajo. Esta ciudad se empobrece, porque el barcelonés sin empleo pierde talento cada segundo y con él la ciudad pierde atractivo económico”. “Un buen poder local puede hacer muchísimo por dar trabajo a sus jóvenes”. “¿Sabe cuáles son hoy las ciudades con menos paro? Las que en los 60 atrajeron a los innovadores e inversores. Al principio llegaron, por ejemplo a California, como turistas o estudiantes, pero luego crearon empresas allí. La estadística emprendedora pasada indica prosperidad futura”. “Millones de personas en el mundo creen que Barcelona es estupenda para comer y bailar: ahora deben convencerles de que también lo es para emprender, crear empresas y trabajar”. “Sabemos que aquí cuajó la mentalidad empresarial durante la revolución industrial: renuévenla. Demuestren que por algo esta ciudad fue un emporio de prosperidad y una de las grandes capitales comerciales de Occidente y que aún tiene esos valores y genes colectivos”. “Los impuestos permiten distribuir riqueza, pero si antes no se crea, no permiten distribuir nada. Sin embargo, el empleo es el mayor distribuidor de talento y oportunidades para todos”. “El empleo no sólo se paga en salario, sino en oportunidades de formarse. Aunque tiene usted razón y ese es otro grave problema ahora, si bien menor que el desempleo puro y duro”. Para atraer a emprendedores e inversores, “hay que formar talentos locales. En Boston dirijo un programa para incluir a los jóvenes de los barrios pobres en las mejores escuelas de negocios y aquí ya tienen algunas excelentes: ¿por qué aún no tienen programas para formar en ellas a sus jóvenes en paro?” Si la formación no interesa a los políticos, “que los inicien las escuelas, los vecinos, los jóvenes... ¡Que empiecen programas así! Y, si funcionan, pues habrá que potenciarlos”. “En EE UU es más fácil abrir una biotecnológica que una heladería. Ponemos más trabas a los pequeños emprendedores que a los grandes: abrir un café en EE.UU. requiere 15 trámites, pero para fundar un nuevo Google basta con registrarlo”. ¿Por qué? “Entre otras cosas, porque los hijos de los ricos no suelen poner pequeños cafés, sino grandes empresas, y sus padres ya se han preocupado de allanarles el camino hacia más riqueza”. “La ciudad debe ofrecer calidad de vida y la sensación de que la mantendrá a largo plazo: calles limpias sin atascos; trenes que lleguen a su hora siempre y funcionamiento previsible de todos los servicios para que cuanto inviertas hoy con riesgo siga siendo rentable otro siglo”. “Cuando llega un inversor serio a Barcelona, no lo mareen y nombren a un solo interlocutor que negocie con él en nombre de todas las administraciones. Luego demuestren que tienen jóvenes con talento y ganas de trabajar”. “Aquí en Barcelona tienen excelentes centros de investigación de elite: deberían conectarlos con las empresas locales para emprender programas que creen empleo. Porque si no hay empleos, acabará por no haber dinero para financiar esos centros”. Excelente entrevista. Gracias, Lluis, y al profesor Glaesser. Su libro es esencial para entender el papel de las ciudades y la clase creativa.