Sesión piloto de uno de los proyectos más ilusionantes de Desarrollo del Liderazgo con una de las empresas más importantes de nuestro país. No he podido ir a la sesión de CEDE en A Coruña (la ciudad de mi familia, donde me siento en casa) a escuchar a Antonio Garrigues, Rosa García, Ángel Simón, Rafael Villaseca, John Scott, José Mª Álvarez Pallete, Ángeles Delgado, Cristina Garmendia, Francisco Reynés, Fernando Ruiz, Isidro Fainé, Jaume Giró, Adela Cortina, Javier Gomá, Pablo Isla, Ramón Adell, Francisco Botas, Amancio López Seijas, Ramón Villares, César Alierta, Carlos Slim y Juan Luis Cebrián. Además, anoche hubo una cena de gala con DRH de las principales empresas gallegas, varias de ellas clientes. En fin, la obligación antes que la devoción.
Precisamente antes de ayer domingo, en la portada de PAPEL, la revista de El Mundo, entrevista a José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia. ‘Sí, se puede, la resurección de Bankia’. Marta García Aller (una de las mejores entrevistadoras de la prensa económica) y Javi Gómez, director de la publicación, le preguntan por sus motivos para dirigir la entidad (“Por qué un prejubilado con pensión millonaria acepta echarse a la espalda el mayor lío financiero de la zona euro y cómo ha devuelto la rentabilidad a la entidad aun a costa de perderse algún partido del Athletic”), por las preferentes, las tarjetas black, los deshaucios. ¿Teme a un gobierno de Podemos? No. ¿Por qué? “A mí no me da miedo nada”. Y concluye: “El público más informado hace una diferenciación clarísima de la etapa anterior y la gestión actual. Y en el conjunto de la sociedad va calando, pero todavía nos queda mucho trabajo y mucha explicación que dar. Llevará años”.
Bankia gestiona recursos equivalentes al 11% del PIB y el equipo de Gorigolzarri le ha dado la vuelta al marcador.
En otro orden de cosas, he estado leyendo en la web de Psychology Today la trilogía de artículos sobre Gestión de la Carrera Profesional de Larry Stiebel y Marianne Peabody, que han preguntado a los mayores expertos sobre este tema.
Los autores se refieren a la necesidad de “atravesar” (“traversing”, en inglés, término del ski) en lugar de ascender en la escalera corporativa. Se trata de “esquiar sobre el filo de la navaja”. No es una cuestión de ascender en la jerarquía sino de identificar tus límites y aplicarlos a nuevas circunstancias. Esquiar es, a efectos de tu carrera, mejor que escalar.
Larry y Marianne nos proponen elevar el espíritu afiliativo. Es decir, “formar equipo” con personas que nos puedan ayudar en nuestra carrera, que formen parte de asociaciones profesionales, clubs, etc. Es mejor formar parte de una “tribu” que ir en solitario. “Las carreras de éxito se toman su membresía muy en serio (…) En el siglo XXI son como los gremios en la Edad Media: asociaciones estables en un mundo nada estable”. Efectivamente, en un mundo VUCA.
En un momento dado, los conocimientos técnicos han de dar paso a la visión estratégica y a la capacidad de gestionar personas (Liderazgo). Las habilidades técnicas vienen a ser al “conocimiento provinciano” lo que el liderazgo al “conocimiento cosmopolita”, en opinión de los autores.
Y en tercer lugar, el “filo de la navaja” entre el goce (pasarlo bien) y el terror (el miedo). Es una combinación de vocación y esfuerzo, de flexibilidad y disciplina.
En el libro ‘En un lugar del talento’ (La sensación de fluidez III) lo llamábamos “flexeverancia”: perseverancia en los valores, en nuestros principios, en lo importante (lo que valoramos, lo que es esencial) y flexibilidad en todo lo demás.
Formar equipo, contar con destrezas más amplias (visión estratégica, liderazgo) y flexeverancia. Siendo más valios@, más empleable, logramos gestionar mejor nuestra carrera profesional.
Mi gratitud a los grandes profesionales con los que hemos trabajado en el día de hoy. El éxito no es casual, y vosotros sois buena muestra de ello.