El 2015 ha comenzado en lo laboral con altas expectativas y mucha energía. Mañana de reuniones comerciales con una de las principales empresas españolas y en uno de los sectores que mejor ha superado la crisis económica. Comida en El Caserío, cerca de la oficina. Encuentro “causal” con el presidente de Fundipe y propuestas innovadoras por la tarde. He decidido desconectar a una hora prudencial e ir a ver ‘Big Eyes’ de Tim Burton al cine. Una historia real sobre una pintora con estilo propio y cómo su marido puso en valor (talento) su obra.
He estado en la web Lifehack (www.lifehack.org) un artículo de Karima Mariama-Arthur sobre las 20 lecciones vitales que nos enseñan los cocineros de prestigio. Son estas 20 piezas de sabiduría de los chefs:
1. Comienzan con el final en mente.
2. Una práctica perfecta te hace perfect@.
3. El espectáculo debe continuar.
4. Sal de tu zona de comodidad.
4. Evalúa tus progresos.
6. Si no sabes, pregunta.
7. No temas cometer errores.
8. El equilibrio es esencial.
9. Comunica con claridad y confianza.
10. El trabajo en equipo hace posible el sueño.
11. En ocasiones no tiene que ver contigo.
12. Aprecia la crítica constructiva.
13. El tiempo lo es todo.
14. Encuentra tu propósito en tu pasión.
15. Busca mejorar, no la perfección.
16. A veces la visión no se ajusta finalmente a la realidad.
17. La experiencia es el mejor maestro.
18. Sigue la dirección (la importancia del proceso).
19. Comete más errores.
20. El éxito no es un destino, sino un camino.
Un artículo muy brillante. Mi gratitud a los grandes chefs con los que he tenido el honor de compartir presentaciones, de Sergi Arola, Ferrán Adrià y Carme Ruscalleda al difunto y maravilloso Darío Barrio.
Por otro lado, he estado leyendo ‘Lecciones de un Pigmalión’ de Sheilah Graham. Se trata de la historia de cómo F. Scott Fitzgerald, una de las mejores plumas de la literatura norteamericana, se enamoró de la propia Sheila en 1937 y convivió con ella hasta su fallecimiento en 1940. Las memorias de Sheilah Graham (1904-1988) se llevaron al cine, con Gregory Peck y Deborah Kerr de protagonistas.
Scott Fitzgerald educó conscientemente a la mujer que amaba, una inglesa cuya madre la ingresó en un orfanato, había dejado de estudiar formalmente a los 14 años y se ganaba la vida en Hollywood como columnista. Un ejemplo vivo del poder de las expectativas (Efecto Pigmalion). Scott Fitzgerald creyó en ella y la cosa funcionó.