Ayer hablé del Dr. Adam Grant, uno de los expertos de moda en Estados Unidos.
Adam Grant es el profesor más joven de la Wharton School, la Escuela de Negocios de la Universidad de Pennsilvania, y el más valorado por sus estudiantes. Es licenciado por la Universidad de Harvard y Doctor en psicología de las Organizaciones por la Universidad de Michigan. Posee unas 60 publicaciones académicas y ha escrito el libro Give and Take: A Revolutionary approach to success (Da y toma: Un enfoque revolucionario para el éxito), que está siendo un éxito. El años pasado, Grant obtuvo la calificación más alta como profesor en Wharton, la revista Businessweek le consideró uno de los profesores favoritos del país, y Fortune uno de los mejores profesores de menos de 40 años).
Para Adam Grant, la mayor fuente de motivación para los empleados no son los incentivos externos, sino la generosidad.
Adam aplica lo que predica: siempre está dispuesto para los demás con le necesiten, y considera que ése es el secreto de su éxito, más que su talento, que sus habilidades.
Durante el capitalismo, explica Adam Grant, se ha puesto excesivo énfasis en cualidades individuales (esfuerzo, mérito), sin entender que “el éxito, hoy en día, solo puede alcanzarse de forma colectiva”. Él los llama takers (recepctores), matchers (las personas que dan en función de lo que reciben: recíprocas) y givers (donantes). Los takers no dan nada a cambio; se creen muy listos, pero no llegan muy lejos. Los matchers son negociantes de suma cero. Los givers son los más raros de encontrar, los que realmente tienen éxito, porque los grandes líderes son donantes.
“El poder no corrompe, sino que amplifica las virtudes y los defectos de una persona”, explica Adam Grant. Si la persona es egoísta, será más egoísta; pero si es generosa, potenciará su generosidad.
Adam Grant apareció en la revista de The New York Times en marzo de 2013 en portada, ofreciéndole un café a un compañero de trabajo. El titular decía: “¿Es dar –la generosidad- el secreto para salir adelante?”. Frente a lo que cree la gran mayoría, Adam está convencido de que la generosidad no reduce la productividad, sino que la mejora. Él contesta unos 200 correos electrónicos al día (todos los que recibe), atiende a todos los alumnos de la Escuela de Negocios que le piden consejo, les ofrece su agenda de contactos, les asesora en lo que necesiten, les escribe cartas de recomendación (más de 100 al año)… y prepara e imparte sus clases, escribe libros y artículos, etc. Es el ejemplo vivo de que la generosidad estimula la creatividad y eleva la productividad.
El último número de Psychology Today trata precisamente de “The Give and Take. The new science of reciprocity” (Dar y Tomar. La nueva ciencia de la reciprocidad), coordinado por Adam Grant. Suyo es un artículo muy interesante sobre los malos hábitos de los negociadores. Y además, “El vals del beneficio mutuo” (The Win-Win Waltz), de la Dra. Susan Heitler; Cómo protegernos de los mentirosos y los estafadores, del Dr. Ronald Riggio; “Gracias por Dar” (Thanks for Giving) o cómo la prospectiva de recibir disminuye la de dar, por el Dr. Alain Samson. Y varios artículos sobre el matrimonio: por qué debe ir más allá del “toma y daca”, no tomarse al pie de la letra la “regla de oro”, por qué los padres ayudadores generan madres con escasa autoconfianza, etc. Puedes leerlo en www.psychologytoday.com/collections/201307/the-give-and-take
Adam Grant está en línea con el Talentismo. Una nueva era en la que la generosidad marca la diferencia. Mi agradecimiento al Dr. Grant y sus colegas de Psychology Today.