Esta mañana de domingo he ido a ver con mi amigo Miguel Ángel la película Antes del anochecer, dirigida por Richard Linklater, protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy y escrita por los tres.
Se trata del final de la trilogía, esta vez en el sur del Peloponeso, entre Céline y Jesse. En la primera parte, Antes del amanecer (1995), Céline es una estudiante francesa que va a visitar a su abuela a Budapest. Jesse es un joven norteamericano de viaje por Europa. Se conocen en un tren, pasean por Viena y charlan sobre la vida, la muerte y el sexo. En la secuela, Antes del atardecer (2004), Jesse es un autor de éxito y Céline una ecologista militante. El norteamericano está firmando ejemplares en una librería de París, ella se reconoce como el personaje de ese libro. Él está infelizmente casado y sigue enamorado de ella; ella tiene un novio, pero en un final memorable, le canta una canción de amor donde muestra sus sentimientos hacia él. El vals de Céline puedes verlo en Youtube: www.youtube.com/watch?v=Bdm6DvMWiw4
Han pasado otros 9 años, y en la tercera entrega están casados, tienen gemelas, pasan las vacaciones en Grecia (Jesse acaba de dejar a su hijo mayor, fruto de su primer matrimonio, en el aeropuerto; le gustaría pasar más tiempo con él, pero Céline se niega a ir a vivir a Chicago “a hacer de canguro de la exmujer de su pareja cada dos fines de semana”). Sus amigos les regalan una noche íntima en un hotel y es un desastre. En fin, que las cosas no van como en un cuento de hadas.
La crítica ha tratado de maravilla Antes del anochecer. Esto es lo que escribió Sergi Sánchez en Fotogramas (otorga a la película cinco estrellas sobre cinco): “Que, en nuestra tercera aventura, Céline y Jesse paseen por la antigua Grecia no es ninguna casualidad. Debajo de las ruinas de la civilización helénica podrían esconderse los cadáveres abrazados de un matrimonio fosilizado, ese Fantasma de las Pasiones Pasadas que despertaba un grito de horror en la Ingrid Bergman de 'Te querré siempre' (1954). La obra maestra de Roberto Rossellini sobre la muerte del amor que Linklater ha transformado aquí en épica de la erosión del tiempo y la palabra. El placer de crecer con los actores y sus personajes es también el temor de verse en un espejo cuando hace nueve años que lo andas evitando. En ese sentido, si las dos primeras partes lucían ese arrobo idealizado, de comedia romántica que se ruboriza al verbalizar su encanto, 'Antes del anochecer' cambia de registro y escucha lo que ocurre cuando la pareja acumula demasiada vida en común.
Los reproches y las frustraciones despluman la fantasía. Y la película se transforma en uno de los más bellos e hirientes documentales sobre lo que significa amar (y dejar de hacerlo) del cine reciente. Que es lo mismo que decir que Linklater filma la naturaleza del tiempo en ese instante sagrado en el que el sí se convierte en no.”
La cinta le ha gustado a mi amigo Miguel Ángel, que es un estudioso de la inteligencia de género y a quien los diálogos le han parecido esclarecedores. A mí, particularmente, me ha parecido bastante aburrida. En fin, hay que ver de todo.
De la prensa de hoy, más allá de los “papeles de Bárcenas” (ahora también SMS entre Bárcenas y Rajoy), me ha interesado el enfoque de José Antonio Marina sobre la innovación social y las “Ciudades con Talento”, los 30 amigos de Illarra que le acompañaron a la presentación como nuevo jugador del Real Madrid u el artículo Huérfanos de Liderazgo, de Miguel Ángel García Vega: el adiós del fundador es un reto que muchas empresas no superan (cuatro años después, las ventas bajan un 60% y los puestos de trabajo caen un 17%). Es la falta de capital organizativo de empresas que en realidad no lo son tanto.
Mi enhorabuena a Rafael Prieto, DG y VP ejecutivo de Peugeot en España y Portugal, que ha sido nombrado presidente de la ANFAC. Después de un cuarto de siglo en el Grupo PSA Peugeot Citröen (fuimos compañeros en la Universidad), es uno de los mejores ejecutivos del sector. Le deseo toda clase de éxitos al frente de la asociación española de fabricantes de automóviles.