Creo que la gran diferencia entre las organizaciones “Human Age” (humanistas) y las tayloristas es la A que utilizan, no en el discurso sino en el día a día.
Psychology Today nos regala en su web un artículo titulado ‘Alienación y Autenticidad’, de Bob Edelstein, psicoterapeuta humanista de Portland, Oregón. www.psychologytoday.com/blog/authentic-engagement/201406/alienation-and-authenticity
El autor ha visto hace poco la película ‘The double”, basada en la novel del mismo título de Dostoievsky, uno de los mayores conocedores de la naturaleza humana (y uno de los mejores escritores de todos los tiempos). ‘The Double’ es la historia de un veinteañero tan pasivo y asustadizo como sincero, honesto y dotado de talento. No puede encontrar la manera de fluir y de impactar en los demás. Simon James (interpretado por un actor muy brillante, Jessie Eisenberg) está sentado en el metro. Un hombre de su edad, trajeado y con un periódico, se le acerca y le dice que Simon está sentado en su asiento. El protagonista se mueve y le deja su lugar. Al fin y a la postre, se siente invisible y no influye en nadie. Lleva trabajando siete años en el mismo cubículo. En la película, otra persona trabaja en la misma empresa. Es idéntica a Simon, también se llama Simon James (lo interpreta, como es natural, Jess Eisenberg) y de ahí el título de la cinta y del libro. Sin embargo, este otro Simon es encantador, magnético, influyente. El argumento explora la naturaleza y la evolución de la relación entre Simon y James, de amigos a enemigos. Prometo verla en la gran pantalla (en EE UU se estrenó el 9 de mayo y aquí no tiene fecha de estreno). De momento, el tráiler es éste: http://cinemania.es/noticias-de-cine/the-double-nuevo-trailer-con-jesse-eisenberg-y-mia-wasikowska).
La interpretación del Dr. Edelstein es que se trata de la misma persona, “un vivo retrato de la alienación de Simon y de James”. Es el dilema de muchas personas desconectadas de su “yo interior”.
Los deseos del Simon alienado (contribuir profesionalmente, aportar valor, y quedar con una chica de la oficina) quedan ocultos. James, por el contrario, es reconocido por colegas y jefes y se cita con esta chica. Él no existe sin otros (Edelstein comenta que está conectado al mundo, pero alienado de sí mismo).
“Ser auténtico es lo opuesto a la alienación”, explica Bob. “Es saber que eres el agente de tu vida. Interactuar con la vida de una forma poderosa y plena de sentido. Yo sé quién soy”. Fascinantemente quijotesco.
La autenticidad, más allá de los sucedáneos de esta sociedad del espectáculo, significa saber qué es lo que quieres e ir a por ello. toma la palabra, aunque no sea popular lo que digas. Tratar de dejar tu huella en el universo.
En la escena inicial del metro, Simon conecta con su miedo y su ira (se siente humillado), pero queda paralizado. Acata lo que le imponen. Por el contrario, James consigue que Simon se presente por él en el examen de entrada y le presenta a la chica de los sueños de ambos.
“La autenticidad y la alienación forman parte de un continuo”, explica Edelstein. “Todos estamos en un punto en el que no sabemos qué queremos (…) o una zona en la que lo sabemos pero no nos atrevemos a ir a por ello”.
En términos de Capital Organizativo (o de falta del mismo), de la conversión del talento individual a colectivo, me interesa que las organizaciones humanistas nos animan a ser auténticos, a definir nuestro propósito, nuestra autonomía/libertad y nuestro desarrollo/aprendizaje (los grandes motivadores internos), en tanto que las empresas tayloristas (todavía numerosas) nos aferran al engranaje, reduciendo (cuando no eliminando) nuestros sueños, nuestra independencia de criterio, nuestro progreso.
Cuidado con las “jaulas de oro” tayloristas, que pueden minar la autenticidad y sustituirla por pura alineación.
Mi gratitud a las personas y organizaciones humanistas, que potencian, desde la autenticidad, la mejor versión de nosotr@s mism@s.