Ya estamos en 2023, un año que promete mucho. Año de Esperanza. Según me ha explicado mi hija Zoe, 2023 es numerológicamente el 7, el espíritu y la ciencia, la pasión y la compasión. El Argonauta: escuchar a nuestra intuición y nuestro corazón.
A partir de un excelente artículo de la Dra. Imelda Rodríguez Escanciano sobre Liderazgo e Imagen Política, ‘Defender la Alegría’, he recordado los bellísimos versos de Mario Benedetti:
La Alegría es la más positiva de las emociones universales. Una reacción neurológica lo corta duración que nos invade cuando sentimos felicidad (experiencia global de placer y significado, como la definió Aristóteles) y que podemos defender, esto es, guardar o proteger contra los peligros o daños externos. Porque, como suele decir mi gran amigo Nelson Río respecto a nuestros compatriotas: “ustedes son felices, pero no lo saben”. ‘Joy to the world’ (Alegría para el mundo) canta uno de los más famosos y deliciosos villancicos navideños.
Para Defender la Alegría, primero hemos de ser conscientes de que hay una secuencia correcta, la que va de la Alegría (emoción que hemos de sentir) a la Felicidad (experiencia que hemos de vivir) y de ésta al Éxito (resultado de las acciones emprendidas) y no al revés. El éxito no da la felicidad (Sonja Lyubomirsky, Los mitos de la Felicidad) y la felicidad no da la alegría. De hecho, sociedades que tienen todos los motivos para ser felices, como la nuestra, que deberían ser más generosas y solidarias, se quejan de vicio, como para tratar de equilibrar su “buena vida” con sus quejas.
La Neurociencia nos enseña que hay diez formas de defender esa alegría:
- Disfrutar de tiempo al aire libre, por las imágenes positivas (estudio de la Universidad de Exeter) y la vitamina D que nos proporciona el Sol, que alivia la depresión y la tristeza, como demostró una investigación de las Universidades de Georgia y Pittsburgh.
- Hacer ejercicio, para liberar endorfinas, como demostró un informe de la Universidad de Colorado.
- Dormir en cantidad y calidad. No descansar lo suficiente aumenta el riesgo de enfermedad (Harvard) y de depresión (William C. Dement, La promesa del sueño).
- Meditar, porque eleva la consciencia, el piso de arriba de la mente, y la compasión por los demás (empatía activa), según una investigación del Hospital General de Massachussets.
- Escuchar música alegre. ¿Se puede una persona sentir enfadado mientras escucha ‘Nothing’s gonna stop us now’ de Queen, por ejemplo? La música es un lenguaje universal.
- Agradecer, una y otra vez. La gratitud es pilar de la alegría, un gran antidepresivo, porque ponemos el foco en lo positivo a nuestro alrededor (la mente se beneficia de ello), como ha demostrado un estudio de Hofstra.
- Sonreír con autenticidad. Un estudio de Michigan State University señala que las personas que sonríen no por causas forzadas sino positivas se sienten mucho más alegres.
- Viajar, e incluso planear un viaje. Un análisis de las universidades de Rotterdam, Breda y Tilburgo demostró lo alegre que nos pone un viaje.
- Pasar tiempo con los seres queridos. El famoso estudio de la Longevidiad de Harvard demuestra sin lugar a dudas que la amistad es el gran predictor. “El beneficio más claro de las relaciones sociales viene de ayudar a los demás. Aquellos que ayudaban a sus amigos y sus vecinos, aconsejando y cuidando de los demás, tendían a vivir más que el resto”.
- Reducir conscientemente el estrés. Una investigación de la Clínica Mayo nos advierte de los riesgos del estrés para la ansiedad y la depresión. Relájate y disfruta de la vida, no te creas más importante por estar agobiada
Te animo a releer este decálogo para defender la alegría, puntuarte en cada una de estas facetas y priorizar las tres con menores calificaciones para empezar bien este 2023.
En diez días se publica mi nuevo libro, ‘Nadalízate’, con Leonor Gallardo, para que podamos aprender de verdad del mejor deportista español de la Historia. Para autoinspirarnos como Rafa Nadal, hemos de transformar el peso relativo de lo negativo respecto a lo positivo (3:1) a la proporción contraria (1:3). Más alegría, menos estrés.
Alegría. Te la deseo como signo de bienestar, de talento y de inteligencia. Te deseo que estés “overjoyed”, llen@ de alegría todo el año. “And though you don’t believe that they do/ They do come true/ For did my dreams/ Come true when I looked at you/ And maybe too, if you would believe/ You too might be/ Overjoyed, over loved, over me”.
Ya conoces el modelo PERMA del padre de la Psicología Positiva, Martin Seligman.
Ya sabes que la ‘Oda a la Alegría’ (An die Freude, originariamente Ode an die Freiheit, Oda a la Libertad), incluída por Beethoven en su Novena Sinfonía, es el Himno de la Unión Europea. “¡Alegría, hermoso destello de los dioses, / hija del Elíseo! / Ebrios de entusiasmo entramos, / diosa celestial, en tu santuario. / Tu hechizo une de nuevo / lo que la acerba costumbre / había separado; / todos los hombres vuelven a ser hermanos / allí donde tu suave ala se posa.” De Waldo de los Ríos, a través de Miguel Ríos, para el mundo.
Defiende tu Alegría en 2023.