Hoy he tenido el honor de participar en el patronato de EBS, que como sabes organiza entre muchas otras actividades el Challenge. La primera edición de este año ha tenido lugar la primera semana de marzo en Jordania e Israel. La segunda tendrá lugar, también en esos maravillosos países, durante la primera semana de noviembre. Masada, el Mar Muerto, Petra, Jerusalén, Tel Aviv… nos esperan de nuevo, con nuestros grandes amigos Hansi, Javier y Emérito.
He estado leyendo en la web de Psychology Today “Lessons I learned from my dad” (Las lecciones que aprendí de mi padre) del Dr. Marty Nemko, coach de Oakland, California. www.psychologytoday.com/blog/how-do-life/201406/lessons-i-learned-my-dad
Su padre, Boris Nemko, fue un superviviente del Holocausto, pero casi nunca hablaba de ello. “Los nazis me quitaron cinco años de vida”, le dijo a Marty. “No les voy a dar ni un minuto más. Hijo, nunca mires atrás. Avanza siempre hacia delante”. Una gran lección que el Dr. Nemko ha aplicado a lo largo de su vida de forma disciplinada.
De su padre, Marty aprendió muchas otras cosas. Tras el Holocausto, se metió en un barco y llegó al Bronx sin un penique, sin saber inglés, sin formación, sin familia, con las pesadillas de lo vivido a cuestas. Como empleo, encontró el de costurero de camisas en una fábrica del Harlem. Tras diez horas diarias de trabajo, el consuelo de una tele de cinco pulgadas en una casa sin aire acondicionado en un piso junto al ascensor.
El padre del Dr. Nemko aprendió que sin hablar inglés no podría tener un empleo decente. Así que tomó clases en el Instituto Roosevelt, donde conoció a su futura esposa (también superviviente del Holocausto, con ganas de aprender inglés). Los sábados no dormía. Le preguntó al dueño de la fábrica si podía comprar algunas de las camisas que él cosía, para venderlas por su cuenta por las calles de Harlem. Ahorró todo lo que pudo para alquilar una tienda en Brooklyn, en una de las zonas más peligrosas. Al lado había un comercio especializado en chicharrones. Durante 12 horas, 6 días a la semana, trabajó para poder mudarnos a un pequeño apartamento en Queens. Llegaba a las 8 pm a casa y se tiraba, literalmente, en el sofá. Los domingos, cuando su tienda estaba cerrada, se dedicaba a comprar mercancía. Nos llevaba en el autobús y en el tren para que estuviéramos con él.
El padre del Dr. Nemko llevó una vida decente como emprendedor siendo escrupulosamente honesto. Una vez compró gafas a 12$ la dozena, para vender cada par a 1’98$. Con ese margen nos dio una educación y a mi madre algunos caprichos. Nunca sentimos que nos faltara de nada.
El Dr. Marty Nemko cumple 64 años este mes, sigue trabajando más de 60 horas a la semana y se siente genial. “Ser productivo me hace sentirme bien”, confiesa. “Me parece que ocupo un lugar en este planeta”. Su padre murió hace pocos años y no le dijo como debía todo lo que aprendió de él. Por eso, este coach californiano nos recomienda que, a los que sigan vivos, se lo digamos. Un servidor piensa hacerlo.
¿Motivación? Más importante que nunca. Vicente del Bosque, seleccionador de La Roja y lector de ‘Atrévete a motivarte’, dijo ayer que “ganar y volver a ganar depende de la motivación. La motivación y la emoción son clave. Con ella llegará el juego. Si no, imposible”.
Muchas gracias a Vicente, a Jorge Carretero (que está en Curitiva con ellos y con los patrocinadores, tan importantes) y a Iker Casillas, que ayer se hizo la foto con su ejemplar de ‘Atrévete a motivarte’. Ábrelo por cualquier página, y que el (supuesto) azar te lleve, porque nada es casual.