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Disruptores, inflación y atracción de talento

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San Esteban, mártir. Diácono de la Iglesia primigenia de Jerusalén y protomártir del cristianismo. Varias sinagogas le acusaron y, en su juicio, Esteban dio un largo discurso muy crítico con las autoridades. Su martirio, por lapidación, fue contemplado por Saulo de Tarso, fariseo que posteriormente se convertiría en San Pablo, apóstol de Jesús. Tal vez el martirio de Esteban fuera la inspiración que necesitaba para convertirse, la “caída del caballo”.

Ayer estuve viendo en Netflix la secuela de ‘Puñales por la espalda’, titulada ‘Glass Onion’. En 2019, el guionista y director Rian Johnson nos sorprendió con el personaje de Benoit Blanc (Daniel Craig, ex 007). Elaborar la segunda parte era todo un reto, y Rian lo ha logrado con nota. Si ‘Puñales por la espalda‘ era claramente una crítica sagaz de la actual sociedad estadounidense, ésta es una parodia de Elon Musk, considerado el nuevo Edison, dueño de Tesla, SpaceX y Twitter (¿un genio? ¿un bufón absolutamente estúpido?). Sus amiguetes, a los que el magnate llama “los disruptivos”, no son más que unos “shitheads”, unos pelotas descerebrados, estómagos agradecidos. “Elon Musk adoptó la genialidad de Steve Jobs y la mezcló con el exhibicionismo de Donald Trump. Era el único de esos que tenía ese factor divertido, esas vibras de famoseo y encima presentaba cosas con enjundia comercial de verdad” (Mark Fergus, coguionista de Iron Man). Vamos de cráneo con “emprendedores” de este pelaje.

Y es que la disrupción ya no es lo que era. Solía referirse a un término negativo, de indisciplinados. Tras la mítica frase de Bill Gates, “We set the facto standards” (Establecemos las reglas en la práctica), ser disruptivo se ha convertido en algo admirable, propio de genios de la tecnología que construyen imperios empresariales. A lo mejor no son más que pomposos que se aprovechan de mentes brillantes (en lo suyo, la tecnología, pero incapaces en las relaciones humanas, tipo “Big Bang Theory”) y sacan partido de las grietas del sistema, en un mundo sin gobernanza global.

Viene 2023, “el año de la disrupción” (Esteve Almirall, ESADE), con tiranos en más de la mitad del planeta que no condenan la invasión de Ucrania por Putin. Como ocurrió con Churchill tras la IIGM, las democracias la ganaron (incluso la Guerra Fría) pero no saben gestionar la paz (sobre todo, tras la Caída del Muro de Berlín y el desplome de la URSS).

He recuperado de Expansión (15 de diciembre) el artículo ‘Cómo lograr que la inflación no arruine la atracción de talento‘, en el que resume el informe de PwC ‘El impacto de la inflación en la gestión de personas’ en el que han participado 53 grandes empresas españolas. Se enuncia el reto de la escasez de talento, de la formación y desarrollo (upskilling y reskilling), del propósito y la Responsabilidad Social (ESG):

“Las compañías españolas se encuentran en una auténtica encrucijada: atraer y retener el talento necesario para poder cumplir con sus planes de crecimiento en un entorno marcado por el fuerte crecimiento de la inflación y la necesidad de contener los costes salariales. Para ello, deben apostar por potenciar los aspectos diferenciales de su propuesta de valor, diseñar nuevos programas formativos y modelos de carrera para afrontar los retos de la transformación digital, apoyados en sistemas de compensación novedosos y disruptivos. Adicionalmente, de cara a abordar los retos planteados será relevante revisar sus modelos organizativos, simplificando y automatizando procesos, para optimizar costes y ganar en eficiencia”, declara Amaia Otalora, socia de People & Organisation de PwC.

El Informe revela la confusión entre incertidumbre (en el entorno: no sabemos lo que va a pasar) y modelos laborales: los del pasado ya no nos sirven. A este respecto, quiero compartir contigo algunas reflexiones:

  • El Talento, los profesionales que aportan valor, deben estar bien pagados. No confundamos retribución (y sobre todo, retribución variable) con compensación. Buena parte de la compensación debe ser ligada a productividad. En mi modesta opinión, el “salario emocional” no existe; el salario son euros. Las mejores empresas cuentan con soluciones imaginativas y justas de compensación.
  • No hagamos trampas en el solitario. El principal Imán de Talento es un Propósito Profundo (Deep Purpose), basado en un Modelo de Negocio doblemente sostenible (de cuidado del planeta y de dignidad social). El/la CEO y su equipo de Dirección deben presentar un Propósito que se convierta en parte esencial de la Cultura Corporativa, que esté presente en los hábitos de los profesionales de la empresa.
  • La fidelización del Talento se logra mediante un Liderazgo auténtico a todos los niveles de la organización. Un Liderazgo que, más allá de palabras huecas, se mide convenientemente para desarrollarse radicalmente.
  • El desarrollador del Talento es una cultura integral de aprendizaje, con procesos de coaching estratégico para la Alta Dirección, líderes-coaches y upskillig & reskilling en la cultura corporativa. No queda otra para triunfar en esta crisis sistémica.
  • Las empresas resilientes (que atraen, fidelizan y desarrollan talento) son 20 puntos más productivas y competitivas que el resto. Son las empresas que consideran a su gente como auténticos profesionales, que merecen el respeto y la admiración de sus colegas por cómo emplean su talento. Las compañías que tratan a sus colaboradores como meros trabajadores, como mercenarios, conseguirán que “se cumpla la profecía” y se comporten como tales. De la Dignidad a la Rentabilidad.

Y para trasladar costes a precios razonablemente, la eficiencia (orgullo de pertenencia), una cultura innovadora y la excelencia en el servicio al cliente. Si tu empresa es “una más”, sin relevancia, tus productos y servicios son meras mercaderías. El drama es que el 80% de las empresas se creen imprescindibles, y para el 80% de los clientes no lo son en absoluto. El Emperador está desnudo.

Dos canciones para este San Esteban. ‘Starman’ de Bowie (1972), que tanto le gusta a Elon Musk (banda sonora de ‘Glass Onion’). El disco «The Rise and Fall of Ziggy Stardust & the Spiders From Mars» cuenta la historia de un extraño personaje Ziggy Stardust (Bowie), un ser andrógino, bisexual y extraterrestre que promete la salvación de la Tierra después de haber anunciar el fin de ésta misma en un período de 5 años. Un salvador de la Humanidad.

y ‘Mona Lisa’ por Nat King Cole (1950). Música y letra de Ray Evans y Jay Livingston para la película ‘Captain Carey USA’, la historia de un soldado (Alan Ladd) en Italia durante y tras la II GM. Óscar a la mejor canción (que interpretaba el propio Nat King Cole). El Cuadro de Leonardo da Vinci (la sonrisa de una futura mamá), símbolo del Humanismo, que puede ser devorado por el capitalismo salvaje.

La entrada Disruptores, inflación y atracción de talento se publicó primero en HABLEMOS DE TALENTO.


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