Dos días en Portugal, reuniones en profundidad sobre el Talento con siete de los mayores clientes de ManpowerGroup en el país, ayer cena en el restaurante argentino “De Carne y Alma” del chef Chakall (uno de los mejores de la gastronomía lusa) y mi más profundo agradecimiento a Nuno, Sandra y todo el equipo (equipazo) de la compañía. Sois gente estupenda, que ha logrado unos resultados espectaculares en los últimos cinco años, con un nivel de calidad impresionante y siempre acogedores. He aprendido mucho de vosotr@s en este par de días.
Ya sabes que me encanta España, especialmente su gente (nuestra gente)… Sin embargo, cuando uno sale a Portugal o a Iberoamérica (por hablar de naciones cercanas culturalmente, hermanas en todos los sentidos) tiene la sensación de que se oxigena, porque abandona el soniquete de queja constante al que estamos acostumbrados. Me ha pasado de nuevo este martes y miércoles en Lisboa.
Acabo de leer una investigación patrocinada por mis amigos de Steelcase y publicada en Motivación y Más, según la cual los españoles son los más insatisfechos con su trabajo. En un país con el récord de desempleo, ¿no es sorprendente? ¿O precisamente hay una correlación entre ese desencanto y el –bajo nivel de- empleo?
“El espacio de trabajo es, por detrás del salario, el segundo factor que determina la satisfacción de un trabajador. Si pasamos el 36% de nuestro tiempo trabajando, más incluso del que destinamos a otro tipo de actividades, como dormir, resulta más que necesario que el trabajador se sienta a gusto en el lugar donde más horas pasa al día. Sin embargo, no siempre es así.
Según una encuesta realizada por Ipsos para la multinacional Steelcase, llevada a cabo entre más de 70.000 trabajadores de diez países, solo el 59% de los empleados se siente satisfecho con sus oficinas, encontrándose los trabajadores más satisfechos en EEUU, Alemania y Turquía. A la cola del ranking se encuentran España y Francia.
Aspectos que determinan el malestar en el espacio de trabajo.
Entre los principales motivos para la insatisfacción figuran el estrés, la dificultad para concentrarse, no tener la posibilidad de teletrabajar y no disponer de privacidad al trabajar en espacios abiertos. Según investigaciones de Steelcase, el espacio de trabajo influye directamente en el bienestar de las personas y esto tiene una repercusión directa en los resultados de las compañías.
El estrés: el 60% de las jornadas laborales que se pierden cada año puede atribuirse a estrés, y según el estudio de Steelcase, solo el 56% de los trabajadores reportó que su entorno de trabajo le permitía sentirse relajados y calmados.
Espacios abiertos vs espacios cerrados: La tendencia actual se dirige hacia espacios diáfanos y abiertos que fomentan la colaboración y la transparencia, sin embargo, los resultados del estudio demuestran que solo el 54% de los trabajadores dijo que era capaz de trabajar en equipo sin ser interrumpidos y casi el 50% contestó que no disponía de espacios adecuados para concentrarse. EEUU, seguido de Francia y Turquía son los países que cuentan con más despachos individuales. En el extremo opuesto se sitúan Holanda y Reino Unido, seguido de España.
Teletrabajo: el 62% de los trabajadores encuestados se siente encerrado en sus oficinas y nunca tienen la posibilidad de trabajar en ningún otro sitio que no sea en las instalaciones de su compañía. Este factor está directamente relacionado con la calidad de vida, ya que el 51% de los encuestados que trabaja con elementos móviles y el 58% de los que pudo elegir su propio espacio considera que su calidad de vida es buena.
En el entorno de la UE se destinan anualmente 12.000 millones euros a gastos relacionados con el dolor de espalda de trabajadores
Posibilidad de elegir y controlar el espacio: España es el segundo país después de Francia que ofrece una menor posibilidad a los empleados de elegir y controlar su entorno. Sin embargo, según se desprende del estudio, cuanto mayor es la capacidad de elección de un trabajador sobre su puesto y entorno de trabajo, mayor es su satisfacción y más alto es su sentimiento de pertenencia en la compañía, lo que se traduce en una mayor productividad.
El coste para las empresas.
Todos estos factores de insatisfacción influyen directamente en el trabajador produciendo desmotivación, poco compromiso con la empresa y presentismo laboral, lo que se traduce directamente en ingentes pérdidas económicas para las empresas. A nivel físico, el estudio realizado por Steelcase revela que en el entorno de la UE se destinan anualmente 12.000 millones de euros a gastos relacionados con el dolor de espalda de trabajadores que desempeñan su actividad en una oficina o similar.
Pero las pérdidas se presumen aún más elevadas para aquellas empresas cuyos trabajadores se encuentran desmotivados, ya que resultan menos productivos. De hecho, según un estudio de Gallup realizado en 195 países, el 62% de los trabajadores de España no se sienten comprometidos con sus empresas, lo que significa que no están emocionalmente involucrados ni procuran crear valor para la organización. Esta cifra es alarmante, pero mucho más si tenemos en cuenta que solo el 18% están comprometidos y el 20% restante están activamente no comprometidos, suponiendo una influencia negativa y potencialmente hostil para la organización. Como conclusión del estudio se desprende que la lealtad de los empleados es un factor económico, ya que los países con un menor nivel de lealtad cuentan con una economía más débil.
¿Cómo fomentar el bienestar?
Según el citado estudio, el bienestar hoy en día es un concepto que va mucho más allá de la simple ergonomía y obedece a seis factores clave: mostrarse completamente participativo en el trabajo, demostrar autenticidad en nuestra vida profesional, gozar de optimismo, sentirse conectado con otras personas, disfrutar de vitalidad física e intelectual y creer que tenemos un objetivo claro con nuestro trabajo.
Las investigaciones realizadas por Steelcase han encontrado que el entorno físico influye en el comportamiento de los empleados y puede promover –o disminuir- el bienestar físico, cognitivo y emocional de los trabajadores a través de esos seis factores. La principal diferencia de un entorno de trabajo diseñado para el bienestar es que proporciona un abanico de espacios distintos para facilitar la realización de los diferentes tipos de trabajo que se llevan a cabo a lo largo del día.”
Está claro que lo tangible (el espacio físico) influye en lo intangible (el clima laboral) y viceversa. Que hay un 20% paretiano de profesionales comprometidos y otro 20% de abiertamente no comprometidos. Y también que a los españoles nos encanta enfurruñarnos por cualquier cosa. Afortunadamente, en los momentos esenciales somos unos Quijotes, unos idealistas generosos y esforzados. Mi enhorabuena al Sevilla, al equipo de Unai “Mentalidad Ganadora” Emery. Por fin un título europeo. Y no será el último, estoy convencido.