Relevistas de la Autenticidad

Jornada en Bilbao, con mis amig@s de APD Norte y de la Fundación Athletic, para reflexionar sobre acciones conjuntas de desarrollo del Talento y del Liderazgo y ver en La Catedral el partido contra el Espanyol, después de que “los leones” eliminaran al Real Madrid en Copa.

Y es que el fútbol, como la vida, es un contagioso estado de ánimo que te hace ganar o perder. Lo hemos visto el pasado fin de semana en el Sporting-Eibar (el equipo armero, que cree en sí mismo, comanda la Liga SmartBank; el gijonés sufre “indefensión aprendida”), en el Osasuna-Sevilla (El Sadar es un bastión, a pesar de que el árbitro concediera un penalti más que dudoso a los sevillistas en el minuto 91), en el Barça-Atleti (los de Simeone, sufriendo como en los viejos tiempos; Xavi, ante su afición, el Fuenla-Valladolid (empate a nada) o en el Real Madrid-Granada (el banquillo acabó funcionando, merced a un golazo de Asensio). ¿Cómo estás TÚ de estado de ánimo?

Cinco de nuestras mejoras columnistas nos pueden ofrecer soluciones, no desde la falsedad sino desde la AUTENTICIDAD. Me refiero a Imelda Rodríguez, Rosa Montero, Irene Vallejo, Carmen Posadas e Isabel Coixet-

Imelda Rodríguez Escanciano, la especialista en Educación, Comunicación Política y Liderazgo, ha publicado este fin de semana pasado el artículo ‘Ser de pueblo‘. Partiendo de la constatada longevidad de los japoneses (el secreto está en el “Ikigai”, las ganas de vivir), esta palentina ilustre recuerda esta actitud constantemente en las personas mayores de su pueblo “que a veces pasan desapercibidos a nuestro alrededor, pero que no hacen más que anticiparnos cuál es el sentido de la existencia. Desde luego, están acreditados para hacerlo, porque sus trayectorias rebosan plenitud, no por haber sido completamente felices, sino porque sus conciencias han estado tranquilas. Una serenidad que les ha dado actuar, siempre, con todo el sacrificio, valentía y bondad posibles. Aquí reside la autoridad moral, pieza imprescindible en un gobernante sostenible.” Ahora que los políticos en campaña recalan en los pueblos por convicción y/o en promoción, la Dra. Rodríguez Escanciano sostiene que “Ser de pueblo significa muchas cosas, como estar pendiente de un vecino que vive solo y no ha levantado la persiana una mañana, acompañar toda la noche a un colega ganadero que anda apurado porque una vaca no termina de parir o tener el coraje de emprender profesionalmente desde los lugares menos habitados. Ser de pueblo es entender el servicio como propósito de vida.” El Liderazgo como promover estados de ilusión y no la mediocridad de estar pendientes de “estados de opinión”. “De ahí que sea el momento de pensar profundamente nuestro voto, de discernir, de razonar quién va a acercarnos más a la política de la humanidad y de los hechos.” “Pidamos a los candidatos que abran la mirada más allá del sillón presidencial y nos digan algo tan revolucionario como que, gane quien gane, todos arrimarán el hombro para construir futuro. ¿No confiaría usted en un político que tiene una postura tan espléndida?”. Credibilidad, imprescindible en el Liderazgo, que parte de la Generosidad (la cualidad del Talentismo) y alcanza la Utilidad (Resultados). “En una región repleta de pueblos habitados por mujeres y hombres firmes en compasión, no deberíamos conformarnos nunca con la inercia del voto. Porque, cuando votamos, estamos aupando también la esperanza de las siguientes generaciones.” La secuencia, concluye Imelda citando al pianista Lang Lang, es Razón-Emoción-Acción: “desde este equilibrio debe actuar el político que merece gobernar. Está a nuestro alcance.”

No me extraña que dos titanes intelectuales de la talla de Luis Bassat y José Antonio Marina hayan prologado y epilogado su éxito editorial ‘Imagen Política. Modelo y Método’ y que los asesores de varios presidentes de gobierno (más en Iberoamérica que en España, de momento) tengan su AIPoC -Análisis de la Imagen Política Contrastada) como método de cabecera. Un libro elogiado por mi buen amigo Tomás Chamorro, experto internacional en Liderazgo.

El pasado 31 de enero, Imelda Rodríguez, junto con Ángel Domingo y Ana Salazar, analizó en profundidad un flojo debate electoral; pasado mañana miércoles, la segunda ronda.

Rosa Montero, cuyas novelas ‘La buena suerte‘: “Después de cada derrota puede haber un nuevo comienzo, porque la suerte sólo es buena si decidimos que lo sea” y ‘La ridícula idea de no volver a verte‘ tampoco te puedes perder, reflexionaba sobre la Guerra. “La historia podría resumirse como el esfuerzo de los seres humanos por superar sus impulsos ciegos de violencia”. Sí, el frágil equilibrio mental, maltratado por la pandemia, escucha tambores de guerra atormentado, entre un pavoroso Putin y unos políticos occidentales que no son precisamente Sir Winston Churchill. “¿Qué fuego de odio nos abrasa el cerebro?, ¿Cómo es posible que el enfrentamiento bélico haya tenido siempre semejante atractivo para los hombres? Guerras que han durado 30 años, o 100, generación tras generación.” Sin duda es cosa de la testosterona. “Se me ocurre que, si la gran mayoría de los líderes mundiales fueran mujeres, tal vez lograríamos librarnos de la endémica pandemia de la guerra”. Leo a Rosa Montero y pienso en la ‘Biografía de la Inhumanidad’ de J. A. Marina. Nuestra racionalidad, el neocórtex, llega, cuando llega, tras superar lo visceral (hipotálamo y amígdala) y lo emocional (sistema límbico). El equilibrio es difícil de mantener.

Irene Vallejo, cuyo ‘El infinito en un junco‘ resulta imprescindible, disecciona la ‘Anatomía de la quema‘. Deprisa, deprisa. Irene nos recuerda que “fatiga” en latín era “estar a punto de estalar”. Ya Plutarco vislumbraba el frenesí de la vida exhausta y enseñaba que “las cuerdas de los arcos y las liras deben aflojarse para recuperar después su tensión”.

Síndrome del burnout. “El perfeccionismo causa sus desperfectos. Cuando el cansancio cala hasta los huesos, se convierte en enfermedad”. La autora recuerda la famosa escena de Chaplin en Tiempos modernos (1936). “Hoy la tecnología enfulle nuestras vidas como un engranaje voraz, una maquinaria caníbal que se alimenta de nuestro tiempo”. En Metrópolis de Fritz Lang (1927), Moloch era una estatua de bronce, una hoguera perpetua, en cuyo interior ardían víctimas en sacrificio. ¿La hoguera de las vanidades? Redes de asfixia. “En estos tiempos galopantes, cuando cuesta tanto esfuerzo descansar, la intimidad y la siesta se han convertido se han convertido en gestos de resistencia”.

Isabel Coixet

‘¡Qué vivan los tópicos’, exclama Carmen Posadas en su artículo. Nos recuerda que Gustave Flaubert dejó dos obras inacabadas, una de las cuales era una especie de diccionario de topicazos. Los que propone esta magnífica escritora en nuestro tiempo son distopía, negacionista, sostenible. “Úsese para todo. Nadie exactamente qué significa, de modo que se puede aplicar a cualquier cosa. Un jersey puede ser sostenible, pero también puede serlo un país, una iniciativa, un chicle de menta, un consolador, una petunia”. Relato, problemática, fascista… “Flaubert decía que se trata de mecanismos de economía cerebral, que evitan el esfuerzo de pensar, leer o investigar. Yo añadiría que son una bendición para políticos y formadores de opinión, a los que les viene de perlas que no hagamos ninguna de estas tres cosas”.

Isabel Coixet, cineasta formidable (y madre, también, de una Zoe), comparte ‘Lo que más me gusta de los vampiros’ . ¿Qué es? “Que los espejos y las cámaras les hacen el vacío”. Porque “estamos en la era en la que aparentemente más queremos ser nosotros mismos. Y sin embargo, no vacilamos en tunearnos a lo grande hasta que desaparece lo que nos convertía en únicos”. Borges escribió que “somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”.

Valiosas críticas constructivas por parte de estas relevistas de la Autenticidad. Imagino a Imelda entregando el testigo de “Ser de pueblo” a Rosa, que detesta la Guerra, y “BrunaHusky” a Irene, que lucha contra el agotamiento; la Vallejo, a Carmen, contraria a los topicazos y ésta a Isabel, que preconiza la identidad diferencial. Gracias a este quinteto mágico que tanto nos hace pensar. Con líderes de pensamiento de tanto nivel, hay esperanza.

Hoy, ‘Necesito Respirar. Confinamiento Version’, de Medina Azahara.

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