Anoche estuve viendo en Movistar+ ‘Hasta el cielo’ de Daniel Calpasoro (2020) con Luis Tosar, Miguel Herrán (Río en La casa de papel), Carolina Yuste, Ana Ortega, Patricia Vico y Fernando Cayo. Auge y… ¿caída? de Ángel, un ladronzuelo que con su pandilla se va metiendo en delitos cada vez mayores y se debate entre dos amores. ¿Alcanzará la gloria de la buena vida o terminará en la cárcel? Entretenida, sin más. Un aprobadillo (5,6) en IMDB.
El maestro José Antonio Marina, en El Panóptico, nos puso sobre la pista del libro ‘El mito del líder fuerte’ del profesor emérito de la Universidad de Oxford Archie Brown. Elegido por Bill Gates como uno de los mejores libros de 2016 (al paso que va Gates en su divorcio con Melinda, que ha contratado los servicios del abogado Robert Cohen, me temo que su reputación se va a ver muy afectada, pero de momento…).
El profesor Brown considera, como un servidor, que “el Liderazgo es muy contextual” (lo que funciona en un entorno no lo hace en el siguiente) y categoriza el Liderazgo (que se ha personalizado, por encima de los equipos y los partidos) en cuatro tipos de gobernantes: los redefinidores, los transformadores, los revolucionarios y los totalitarios.
Los redefinidores cambian las reglas del juego establecidas hasta entonces. Como ejemplos históricos, Franklin D. Roosevelt, Lyndon B. Johnson, Margaret Thatcher, Konrad Adenauer, Willy Brandt y Helmut Kohl, entre otros. El autor duda si Ronald Reagan fue un líder redefinidor o no.
Los líderes transformadores provocan cambios sistémicos sin revoluciones. Archie Brown elige cuatro casos paradigmáticos: Charles De Gaulle en Francia, Mijail Gorbachov en la antigua Unión Soviética, Den Xiaoping en China, Nelson Mandela en Sudáfrica y Adolfo Suárez en nuestro país. De dictaduras a democracias en líneas generales, sin derramamiento de sangre.
Los revolucionarios incluyen a los mexicanos Pancho Villa y Emiliano Zapata, a los chinos Sun Yat-Sen y Mao Tse-Tung, a Mustafá Kemal, Ataturk (el “padre” de los turcos), a Lenin en la URSS, Tito en la antigua Yugoslavia, Enver Hoxha en Albania, Ho Chi Minh en Vietnam, Pol Pot en Camboya, Kim Il Sung en Corea del Norte, Fidel Castro en Cuba, Jomeini en Irán. Siglo XX de maldad insolente.
Los líderes totalitarios, como Mussolini, y autoritarios como Adolf Hitler y Jozef Stalin, de nuevo Mao y Castro. Giovanni Gentile fue el ideólogo del fascismo, y Carl Schmitt del nazismo. Déspotas, tiranos, dictadores.
Los líderes se suelen autoengañar, opina -y documenta- este notable historiador de la política. Se creen lo que no son. Hitler y Mussolini calcularon mal, y acabaron derrotados. El comunismo de Stalin no perduró. Veremos qué pasa en Rusia y China. Respecto a los líderes británicos, la situación es decepcionante, desde Tony Blair a Boris Johnson.
¿Qué tipo de líder es deseable?, se pregunta el profesor Archie Brown en el capítulo final. El que demanda el momento. El autor considera que en EE UU no ha habido ningún líder transformador desde Lincoln.
Un libro muy clarificador. Publicado en 2014, está de plena actualidad. ¿Qué va a pasar con Iberoamérica? Si la “devolución” cubana, reprimida sangrientamente triunfa, pueden caer regímenes totalitarios como el de Venezuela bajo Maduro. Si el comunismo se consolida en la isla del Caribe, detrás puede ir Perú con Castillo y otros países hermanos. La partida geopolítica ya se está jugando a alto nivel, con China defendiendo sus intereses económicos y políticos, Estados Unidos muestra debilidad y la Unión Europea no parece querer enterarse.
Mi gratitud al profesor Archie Brown y mi profunda gratitud a mi querido maestro y amigo José Antonio Marina, de quien llevo más de 30 años aprendiendo constantemente.
Si nos ha fascinado el Liderazgo Político en el siglo XX, en el XXI a partir de los “locos años 20” va a ser una pura enajenación. La mezcla de globalización, tecnología, sofisticación y talento (educación) está servida: un cóctel explosivo.
Habría que renovar la canción de ‘Cambalache’, porque ha quedado obsoleta. Necesitamos una nueva Imagen para nuevos tiempos.
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